-𝕯𝖊𝖘𝖈𝖚𝖇𝖗𝖎𝖊𝖓𝖉𝖔 𝖓𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔-

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Corría con todas sus fuerzas a la casa más cercana para esconderse; su corazón latía descontroladamente, respiraba de manera errática todo en ella emanaba terror. Llegó a una casa que se notaba que en cualquier momento se vendría abajo, se escondió detrás de una enorme montaña de cajas apiladas. Presiono con fuerza la herida que tenía en su abdomen en el costado derecho, suspiro tratando de tranquilizarse, las lágrimas descendían de sus cuencas oculares-necesito llegar al reino de la luz y avisarle, al parecer estos chicos están aquí-dio una bocanada de aire.

La chica de vestido negro, guardo silencio por unos momentos al escuchar pasos, se mantuvo quieta sin emitir ruido alguno, oculto su poder mágico lo máximo que pudo-si son enemigos...no creo poder llegar muy lejos-pensó mientras se giraba sin hacer ruido y los vio. Sus ojos brillaron con felicidad y esperanza, sentía una enorme sensación de tranquilidad en su cuerpo. Ya que pudo ver dos adolescentes con cabello rubio y ojos azules, con piel blanca. Eran idénticos a los dibujos que le mostraron antes de que comenzaran a atacar su reino.

Estaba a punto de acercarse a ellos y llevarlos con ella al palacio blanco el lugar más seguro por el momento y averiguar si realmente sabían lo que hacían allí, sin embargo, su acción se vio interrumpida por las repentinas pisadas que escucho. Sentía un mal presentimiento por lo que se ocultó lo mejor que pudo, se concentró lo mejor que pudo para ahorrar toda su magia por si era necesario defender a ese dúo.

Estaba concentrada en sentir sus auras, saber si eran malas o buenas, por lo que no pudo prestar atención a la conversación desde el principio, pese a que Miku estaba concentrada en eso, sintió una enorme presencia que se colaba en su pequeño mundo que había creado en sí misma, era intimidante...salió de su ilusión para finalmente escuchar lo que pasaba.

-Chicos, tenemos que hablar sobre algo sumamente importante, no nos queda mucho tiempo-hablo finalmente Zoro sin despegar la mirada de una esquina de cierto lugar-por cierto, puedes dejar de esconderte es de mala educación escuchar conversaciones ajenas-reprendió el peliverde que se puso en pose de pelea en caso de que fuera "aquella persona".

-Lo siento, no era mi intención escuchar solo...que no quería interrumpir-mencionó una peli celeste un poco asustada al ver que varias personas la observaba-mucho gusto soy Hatsune Miku-se presentó la chica con una sonrisa nerviosa, para después abrir grande los ojos al ver a Gakupo allí.

Se quedó quieta por unos segundos, apretando con fuerza su herida. Pequeñas lágrimas comenzaban a salir de sus ojos una sonrisa rota se instaló en su rostro-él...está aquí...-susurró entre hipidos.

Gakupo la vio sorprendido, los otros dioses se vieron de reojo mientras sus rostros mostraban preocupación.

- ¿Qué pasa Miku? -pregunto Gakupo mientras se acercaba a ayudarla, tomó su mano que se encontraba apretando con fuerza su abdomen, toco la zona afectada para comenzar a sanar

-Zero...entró en el reino de la oscuridad-hablo con la voz entrecortada, paso uno de sus brazos por sus ojos-mi fuerza real los está deteniendo, pero no podrán hacer eso por mucho tiempo él es demasiado fuerte...intente detenerlo, pero...-sus lágrimas aumentaron-absorbió la mitad de mi magia, Meiko me dijo que me fuera de ese lugar...-tapo su boca para retener sus espasmos-mi primer oficial se sacrificó para que huyera-observó a los jóvenes que tenía enfrente y sonrió.

Gakupo escuchaba todo mientras sentía una extraña sensación de temor recorrer toda su médula espinal, pues en ese momento encontrarse en ese lugar no era para nada bueno, estaban en peligro. Término de curarla en segundos.

-Me alegro de conocerlos-sonrió la chica que respiraba con dificultad-Rin y Len, ¿cierto? -interrogó con curiosidad-los héroes que vinieron a salvarnos-les dedico una mirada llena de esperanzas y determinación.

Len y Rin se vieron de reojo pues habían tenido el mismo presentimiento-se parece a la novia de Kaito, el presidente del club de periodismo-para después examinar con la mirada y darse cuenta que se veía físicamente igual pero su forma de hablar, no era la misma.

- ¿Cómo sabes que son ellos? Nunca nos mostraron una foto de ellos -mencionó Gakupo con cierta curiosidad y desconfianza.

-Él los está buscando, no se porque llegó primero a mi reino, pero comenzó a matar a todos mis súbditos sin compasión...lleva con él a esos asquerosos quita almas...-hizo una pausa pensativa-solo que estos son más poderosos...pudiera decir que son de mayor categoría-afirmó mientras los veía fijamente-son más aterradores y no mueren tan fácilmente a menos que les quites sus tres corazones-contó con la mirada baja. Recuerdos de cómo su gente era asesinada comenzaron a abrumarla.

-Tks-bufó Eriol

- ¡Malditos! -gritó Zoro mientras apretaba con fuerza sus manos.

-No tenemos mucho tiempo-dijo Eriol en voz alta captando la atención de todos en ese salón-primero que nada Miku-sama nos alegra mucho que este viva, la necesitaremos-hizo una corta reverencia-segundo él idiota de cabello verde y yo somos los dioses que les mandaron esas cartas-señalo a su compañero de un lado-tercero y último-vio fijamente a los dos adolescentes-ustedes dos son la herencia de una diosa que quiso proteger el mundo hasta de ustedes mismos-murmuro con cierto pesar al tener una imagen para nada agradable de la futura pelea que se avecinaba-están destinados a salvar a toda la humanidad siempre que corra el peligro de estar en extinción-les dijo mientras extendía su mano y de está comenzaba a salir una esfera de color morada que se volvió más grande y cubrió por completo la habitación.

Pudieron ver una especie de pantalla gigante que los mostraba a ellos más jóvenes a punto de ser asesinados por sicarios de época antigua, a ambos jóvenes les dieron escalofríos de tan solo ver como estos entraban a la pequeña cabaña en la que al parecer se encontraban entrenando, los vieron avanzar. Observaron como uno de esos asesinos enterró una espada cubierta de fuego en la espalda de una pequeña Rin, la escucharon gritar a Len que se fuera de ese lugar...sin embargo el niño no pudo llegar más lejos de la puerta pues un arquero de fuego/hielo azul le había incrustado una flecha directo en el corazón.

La imagen era dolorosa ante los ojos de todas las personas que se encontraban en ese lugar, inconscientemente ambos jóvenes soltaron lágrimas mientras se tocaba el lugar donde lastimaron a esos niños. Eriol apretó su puño izquierdo mientras que con su otra mano cambiaba la escena, donde se mostraba a los mismos chicos peleando con una lanza y un látigo. Así sucesivamente vieron a varias de sus anteriores vidas pelear en situaciones en las que se requería su ayuda.

Después de terminar de ver esos cortos de sus vidas pasadas, los sacó de ese pequeño bucle temporal que creó solo para ellos.

Un silencio invadió la habitación, Luka no podía creer lo que había visto, tenía unas inmensas ganas de abrazar a esos chicos.

-Si no entendí mal-murmuró entre hipidos-nosotros solo existimos si la humanidad está en peligro...-hizo una pausa para finalmente ver a esos supuestos dioses- ¡¿dónde se supone que están Rin y Len de esta época?! -exclamó molesta mientras los veía fijamente- ¡ellos deberían de ocuparse de su época no nosotros! ¡Es más tenemos que regresar ahora, no sabemos si los de nuestra época están en peligro! -grito con exasperación mientras lentamente un aura de fuego comenzaba a rodearla.

Zoro estaba a punto de responderle sin embargo fue interrumpido.

Len tomo los hombros de la chica que comenzaba a emanar un aura de advertencia- ¡a veces me sacas de quicio relámpago amarillo! -respondió en el mismo tono que hablo la chica, mientras las lágrimas corrían de sus ojos- ¡se que eres lo suficientemente inteligente como para saber que paso! -le dijo mientras la obligaba a verlo a los ojos- ¡ellos deben estar muertos! -argumento mientras su rostro demostraba dolor.

Rin lo vio a los ojos, su corazón dio un salto de dolor al ver el rostro afligido del chico, pues comprendía su dolor, lo abrazo a manera de darle confort.

-Es cierto-hablo el peliverde-fueron atacados por una criatura que tiene muchos nombres...pero es nada al mismo tiempo-argumento mientras los veía fijamente-ese maldito Zero los está cazando como si de juguetes se tratasen, está alterando todos los pasados, por suerte aun no llegaba a su presente de ustedes...no tuvimos otra opción que traerlos a esta época antes de que este pasado los alcanzará, tienen que eliminar a este ser lo antes posible-dijo con una voz nerviosa-o toda la historia de la humanidad estará arruinada para siempre-terminó de decir, evitó sus miradas.

Rin se separó de ese abrazo que ambos necesitaban en ese momento. Len vio los ojos de Rin y ambos comprendieron ese mensaje mutuo.

-Solo tenemos que salvar a la humanidad, ¿verdad? -interrogó Len con una sonrisa retadora-esto es para salvar a la humanidad-pensó con una enorme sonrisa.

-Esa cosa no nos derrotará tan fácil-aseguró Rin mientras sonreía con esperanza y tomaba la mano de Len y la alzaba alto- ¡Porque nosotros somos los Kagamine! -grito con emoción.

Ambos dioses los vieron con cierta culpa...pues a pesar de que lograrán acabar con esa cosa...

"Están destinados a ver morir al otro"

Continuará...

Los quita alma de los que hablaba Miku son algo como esto:

meilinlin12