-¡𝕭𝖗𝖚𝖏𝖆!-

Muchísimo tiempo atrás, antes de que sucediera lo del palacio blanco y negro, existían cuatro reinos.

Estos cuatro reinos representaban los cuatro elementos, juntos mantenían el equilibrio cósmico. Pero algo ocasionó que los cuatro reinos entrarán en guerras durante un largo tiempo.

Durante todo este tiempo las personas rogaban cada noche a sus dioses que los ayudaran, lastimosamente estos jamás escucharon sus plegarias, hasta que por fin, años más tarde, una diosa la más hermosa de todas, conocida por su sencillez y calidez se apiado de sus almas.

Decidió mandar a la tierra dos seres fantásticos; que se disfrazan de humanos para no ser reconocidos por los dioses, estos se encargaron de volver a intentar restablecer el orden cada vez que la humanidad lo necesita, lo juro con su sangre por lo que el pacto es increbrantable.

Pero lamentablemente los demás dioses se enteraron y la furia creció en ellos, los había traicionado ellos no habían interferido porque fue culpa de ellos, los humanos tenían que aprender a soportar sus consecuencias.

Así que la desterraron del mundo espiritual:

"Estar en cada momento que la humanidad esté en peligro sufriendo hombro con hombro".

Esa fue su condena por tener un corazón tan noble.

Pero algo que los dioses jamás sabrán es que había un tercero, algo que provocó todo esto en los humanos y ella lo descubrió, tristemente años más tarde se dieron cuenta de lo que sucedía pero fue demasiado tarde.

Esto demuestra que ningún ser está absuelto de cometer errores, por más divino y poderoso que sea.

-fragmento del libro Rin del siglo IX-

🔸🔶🔸

-Así que, por accidente, olvidaste que esos chicos estaban contigo en el gran salón?-dijo un joven alto pelinegro con un tono de voz lento y sin subir de tono, con una mirada fría. Mirándola fijamente, como si la analizará con dos guardias a sus espaldas.

-Si, lo lamento-susurro una chica pelinegra, apenada con la mirada baja, que no se atrevía a verlo a los ojos.

-ya veo-dijo mientras seguía sentado en su silla de cuero y veía a la chica fijamente. Hasta que frunció al señor y tronó los dedos.

Entonces los dos guardias se acercaron y cada uno la tomó de un respectivo brazo.

-Sueltenme-susurro aterrorizada-¡señor haga algo!-gritó desesperada la joven con los ojos abiertos en grande.

El "dueño" del lugar hizo contacto con los ojos de la joven, sus ojos del dueño cambiaron de color, su pupila se volvió negra, mientras que las de la chica se volvieron blancos, sin energía.

-Señor, quiere que la encerramos??-preguntó el más alto de sus guardias

-si, Rich por favor.-dijo con una sonrisa.

Cuando los guarudas salieron el joven solo atino a alzar la vista hacia una fotografía gigantescas, que tenía la figura de una mujer hermosa, con el cabello de color blanquesino, ojos de color amarillo, mejillas sonrojadas, tez palida y una gigantesca corona en su cabeza. Después decidió servir dos copas de vino.

-una para mí reina-extiende una copa al buró donde está la fotografía y la última se la quedó él en su mano-brindemos..pronto todo volverá a ser como antes- dijo esto último mientras alzaba su copa y da un sorbo.

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Con Rin y Len.

Ambos jóvenes se encontraban recostados en el pasto después de la pelea que habían tenido, las demás personas que se encontraban en la taberna regresaron a está, no obstante ellos decidieron quedarse afuera, tomar aire fresco.

El cuerpo del ser que los había atacado con anterioridad había desaparecido como si fuera éste una ilusión.

-Len...¿por qué crees que la magia no existe en nuestro tiempo?-dijo Rin sin apartar la vista del cielo nocturno, estando con una mirada ausente.

-no lo sé-susurro Len mientras observaba con una mirada perdida un árbol gigantesco y grotesco.

-Len...lo que hicimos...está mal?-dijo Rin en voz alta, su conciencia no para de torturarla.

- ¿A qué te refieres Rin?-dijo Len mientras volteaba a verla, sin comprender lo que le preguntó.

-Len, es normal, que haya sentido satisfacción al matarlo?-dijo Rin mientras lo veía al punto del colapso.

-Rin, tienes que escucharme-se sienta en el pasto mientras la observa- no es normal sentir satisfacción al asesinar a una persona, pero dime...todo lo que hemos vivido hasta ahora es normal?-preguntó con ironía- Por supuesto que no-afirmó firme- y eso nos vuelve humanos, y que ahora reconozcas que esta mal, me comprueba que no tienes un problema-dijo Len tratando de tranquilizarla.- bueno, recuerda que no lo hicistes sola yo también respondí a esa situación.-dijo Len compartiendo la culpa de la joven- pero algo de lo que si tengo una duda enorme...tú sabes de dónde obtuvimos esas armas?Es más, ¿sabías cómo usarlas?-dijo Len mientras la observaba detenidamente.

-No, realmente no lo sé, solo actúe porque algo en el fondo me dijo que lo hiciera-lo observa fijamente-es como si el arma supiera que hacer-suspira derrotada una pelirubia y al mismo tiempo vuelve a recostarse en el pasto de una forma brusca.

-oye...sé que sonará como una tontería-dijo Len mientras se levantaba y observaba a Rin animado-pero qué te parece si vamos a una biblioteca a buscar respuestas-dijo Len mientras le regalaba una sonrisa.

-sabes, sonaste muy nerd-exclamó Rin con un tono burlón, mientras lo señalaba y volvía a pasar atrás de su brazo- pero no es mala idea..-se levanta lentamente-por cierto genio, sabes dónde queda una?-exclamó con sorna la rubia.

-tienes una mejor idea-rodó los ojos irritado por lo que dijo su compañera, mientras cruzaba los brazos.

-ya, no seas sensible-dijo Rin con una sonrisa traviesa- de seguro debe de haber una en la capital-dijo Rin mientras comenzaba a caminar a la taberna.

Len solo atino a asentir y seguir, y caminar con las manos dentro de su pantalón blanco...

-Espera un momento-exclamó Len impresionado.

- ¿Qué sucede?-preguntó Rin preocupada.

-¡¿De dónde diablos saqué esta ropa?!-exclamó realmente preocupado mientras inspecciona su ropa.

-Es enserio...-dijo Rin mientras tomaba su sien mientras el enojó comenzaba a apoderarse de ella- apenas te das cuenta-dijo Rin al punto del colapso mientras un tic nervioso se desarrollaba en su ojo izquierdo.

-que, creí que tú vestías así porque te gusta hacer cosplay o algo así-trato de justificarse el rubio.

Rin solo lo miró feo y siguió caminando.

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En el palacio negro.

Se encontraba una mujer joven blanca como la porcelana, su cabello era verde acuoso y sus ojos, eran dos bellas esmeraldas apagadas; vestía un vestido largo y pomposo, en su cabeza una corona dorada relucía encima de su cráneo, dando así a una bella dama. Se encontraba sentada en un trono que estaba forjado en hierro.

-Reina Hatsune-dijo un caballero de armadura oscura, un joven pelirrojo. Él era su segundo comandante.

La joven reina volteó a verlo- que sucede Fukase-dijo está en un tono monótono,se notaba apagada, sin vida.

-El día de hoy, un joven apareció delante del castillo desmayado, sin embargo al parecer es un desconocido y los mayordomos notaron a una joven rubia desmayada dentro del castillo, cuando estuvieron a punto de acercarse a verla...-hizo una pausa mientras volteaba a verla a los ojos- está salió corriendo del palacio-finalizo Fukase su reporte.

-La reina solo se levantó del trono y camino hacia una ventana. La reina observó fijamente el paisaje de esta- me estás diciendo Fukase que puede que el pueblo vecino allá mandado a una jodida espía- exclamó con un tono de ira la joven de ojos verdes.-quiero que los investigues!,-exclamó furiosa mientras pisaba con fuerza el suelo- Si ningún miembro de este pueblo los conoce significa que pueden ser los culpables de todos estos sucesos- exclamó la joven llena de ira, puede que al fin los pueblos vecinos vuelvan a juntarse y la estabilidad regrese...

-si, mi reina cómo ordené-dijo el joven mientras hacía una reverencia y salió corriendo a dar órdenes de que investigarán a esos dos.

-por cierto...¿dónde está Meiko?-susurro Miku al ver que su primera comandante no estaba allí para avisarle de un intruso, estaba preocupada de que el enemigo la hubiera secuestrado, desde la mañana no sé encontraba allí.

🔸🔸🔸

Con Rin y Len.

El show continuaba dentro de la taberna como si nada hubiese sucedido. Ambos jóvenes se acercaron a la barra donde se encontraba ahora la dueña del lugar.

-Luka-san- dijo Rin de forma respetuosa- me alegro de que todo volviera a la normalidad sí o no , Kinomoto-dijo Rin muy alegre.

-disculpe señorita...pero no sé de qué está hablando-dijo una pelirosa confundida.

Ambos jóvenes pelirubios se vieron totalmente sorprendidos.

-disculpen, pero quienes son ustedes?,-dijo una pelirosa confundida, ya que nunca los había visto.

-Luka-san-dijo Rin triste-no recuerda cómo nos enfrentamos a esa especie de demonio?-dijo Rin esperanzada de que la mayor la recuerde. Más sin embargo esta estaba más confundida.

Len solo observó todo nuevamente y vio como el reloj marcaba las 12:00.

-Rin, mira el reloj-le dijo Len en un tono que solo los dos podían escuchar.

Rin acató la orden y vio como el reloj no se había movido para nada. Realmente sorprendida no lograba comprender qué sucedía.

Luka vio hacia donde ambos jóvenes se veían de una manera muy impresionados, así que trató de averiguar qué observaban y entonces lo vio. El reloj. Entonces comprendió todo.

-Oh, entiendo-dijo Luka logrando llamar la atención de los dos- díganme son nuevos por aquí verdad?-dijo Luka logrando que ambos asintieron- bueno me sorprende que la taberna los haya elegido, deben de estar felices-dijo con una sonrisa cálida- la taberna posee magia por sí sola-ambos chicos la vieron como si le hubiera salido una tercera cabeza, a lo que Luka solo suspiro-bueno les contaré algo, la taberna está aquí desde antes de que yo naciera realmente no lo sé-dijo con una pequeña sonrisa confundiendo a ambos jóvenes- llegué a este lugar porque después de una pequeña discusión con mis padres en la que me corrieron de casa, algo me guío a este lugar. Fue una casualidad, no lo sé-hizo una pequeña pausa- y justo llegué a la hora en la que la taberna te permite ver algo que anhelas. Te concede el deseo de mostrarte lo que más necesitas saber en estos momentos-dijo con una sonrisa de orgullo- y a mí me mostró una taberna llena de personas alegres, yo siendo feliz. Entonces de alguna forma, supe que tenía que ponerla y la taberna me dió el permiso de hacerlo en ella-sonrió con orgullo- y decidí abrirla para todo el público todos merecemos ver la respuesta a problemas que se nos presenten y obtener respuestas-dijo con una pequeña sonrisa- no sé qué vieron ustedes, pero espero y mi taberna los haya ayudado a encontrar las respuestas que necesitaban-finalizó mientras veía sus rostros.-mi taberna es conocida por eso, todos vienen cuando necesitan ayuda.

-no se dejen engañar chicos-dijo una peliverde que justo terminó su espectáculo de magia-esta mujer es también conocida por ser llamada una bruja, pero no cualquier bruja si no una buena bruja. No como la que provocó todo esto-dijo una peliverde furiosa.

-¿Una bruja?-preguntó ambos jóvenes totalmente confundidos.

-Si, si estamos como estamos es por culpa de esa bruja -exclamó con odio la peliverde- por cierto me llamo Gumi-dijo con una sonrisa.

-okey, este queríamos saber si ustedes...conocían una biblioteca o algo así- dijo Rin con una sonrisa.

Entonces una pelirosa y una peliverde voltearon a verla como si hubiera dicho una estupidez.

-mm...si, como te explicó-dijo una pelirosa confundida- que es una biblioteca?-dijo sin comprender que decía y la peliverde asintió a lo que decía.

-cierto- Rin se golpeó la frente, no estaban en su época- donde hay libros para leer-explico lo mejor que pudo.

Ambas voltearon a verse ahora asustadas.

-veras- hablo Gumi un poco nerviosa- no sé que estes buscando pero solo hay tres biblioteca en ambos pueblos una en cada castillo y la última..-trago duro- se encuentra en la casa de la bruja-dijo lo más bajo posible para que no la escucharan.

-Porque bajas la voz-preguntó una Rin divertida, Len solamente alzó una ceja.

-No podemos hablar de nada relacionado con ella, significa suicidio-dijo a ahora Luka- cualquier soldado que te encuentres ya sea del reino luminoso o el reino oscuro tiene derecho a decapitarte-suspiro una Luka asustada- es la ley.

-Tengo una pregunta-por fin hablo un pensativo Len, sorprendiendo a las otras mujeres excepto Rin ya que no lo habían visto.

-¿Qué sucede?-dijo una asustada Luka.

-¿Por qué hablan de ambos reinos?, ¿en qué reino estamos?-dijo un Len confundido.

Ambas se voltearon a ver asombradas

-Bueno, no estamos en ningún reino -dijo una pelirosa, viendo cómo ambos se sorprendían-este es un punto muerto entre ambos reinos, es como el limbo, donde puedes hacer lo que quieras y nadie te dirá nada, ningún reino tiene posesión de este lugar, a la izquierda se encuentra el palacio luminoso y a la derecha el palacio oscuro, y la biblioteca como le dicen ustedes de la bruja-dijo en voz baja- está en este punto muerto-casi susurro, pero fue lo suficientemente audible para que ambos escucharán.

-y, ¿dónde está?-dijo Rin mientras las veía fijamente, estas mujeres sabían demasiado.

Ambas suspiraron-no lo sabemos-dijeron en tono alto.

Los dos rubios se vieron desesperanzados.

-Aun que, puedo rastrear la biblioteca si gustan-dijo la peliverde mientras los observaba con una sonrisa, sentía que debía ayudarlos.

-Enserio muchísimas gracias-exclamó una Rin alegré.

-Si mañana temprano, empezamos a rastrearlo-dijo con una sonrisa.

-gracias-dijo Len con una reverencia.

Dejando a las tres jóvenes sorprendidas. Aún que Rin salió rápido e invitó a Len.

-Por cierto tengo una duda-dijo Luka mientras los observaba fijamente-ustedes son del reino luminoso?-dijo mientras los observaba.

-¿por qué lo dices?-pregunto Rin sin comprender.

-Todos los nativos de allí visten de blanco y los del reino oscuro de negro-dijo esto mientras los observaba.

Ambos jóvenes se vieron sin saber qué decir.

Estaban atrapados.

¿Cómo explicar que viajaste en el tiempo?

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A veces las personas no sabemos que podemos descubrir cosas que pondrán nuestra vida en peligro, somos tan estúpidos...

Continuará...

Meilinlin12.