Un mal inicio
Tengo más de tres años con este fic, espero les guste.
Academia de magia: Teikō.
Academia de gran prestigio en Japón. La mejor escuela de magia para adolescentes de entre 16 y 19 años. Afiliación directa a la universidad mágica Teikō. Ambas dirigidas por la familia Nijimura.
Todas las familias mágicas más importantes de Japón se unieron a la propuesta de Nijimura Kaito: fundar un lugar seguro donde sus hijos y descendientes aprenderán a controlar su magia.
En Japón, los magos dominaban el 40% de la población. Aunque una familia hubiese tenido parientes mágicos, no todos nacian con el don, a dicho don lo denominan Kei.
Kei se presenta desde la niñez a algunos jóvenes magos, pero a otros hasta que cumplían los 16 años.
Por ello, Teikō lanzaba pruebas mágicas en cada escuela de Japón. El examen era relativamente fácil. Una vez que lo aprobado, los estudiantes iban directo a academia al primer curso y no importaba su sexo: varones, mujeres y donceles.
Para los magos novatos existía una ceremonia donde se leía su poder y eran repartidos de acuerdo al nivel de poder. A para el más alto nivel hasta la F para el peor.
Y allí comienza la historia, con un novato de la clase F.
Llevaban medio año en clases de magia y tenían que demostrar en un combate cuánto habían mejorado. El auditorio de práctica estaba concurrido por estudiantes de los tres cursos. Pero en vez de estar optimistas o celebrando, todo mundo reía.
—Eres demasiado débil. No te puedes ni levantar. Eres una desgracia para un mago, ni tu herramienta puedes sacar— habló el mejor estudiante del primer curso. Un joven mago de cabello y de ojos rojos y piel tan blanca como la nieve —¿De verdad tienes magia?
Las risas se escuchaban por todo el lugar.
—Furi...— un pequeño pelo celeste veía todo aquello con rabia. Puede que fuese débil pero Furi era un ángel en toda la extensión de la palabra.
Largo.
Fuera.
Débil.
Quería que todos se callaran.
No quería escucharlos más.
Sabía que era débil. Nunca pudo controlar su magia.
—Deberías desistir.
—¡Cállate! ¡Cállate!
Todo mundo guardó silencio... Lo que vieron los dejó mudos.
Frente al castaño, una luz había aparecido y con ella una herramienta...
Sin saber qué hacer y con deseos de ir a resguardarse, sujetó la herramienta apuntado al joven pelirrojo y el hechizo qué lanzo lo envió volando haciendo que golpeara contra la barrera mágica.
Antes de perder la consciencia, lo último que vio el joven pelirrojo fue al castaño desaparecer de la arena.
———— 9 meses antes ————
Escuela secundaria Seirin.
Jóvenes se preparaban para lo que ellos denominan el cambio de sus vidas, el examen de magia. Tan esperado y deseado por muchos, pero sólo unos cuantos lograban ingresa a la Academia de Magia Teikō.
—¿Kuroko ya terminaste el test?— preguntó a su amigo....
—Sí, Kagami-kun— bajó el lápiz.
—¿Furi?— miró a su castaño amigo
—Ya casi. No sé por qué nos hacen hacerlo. Yo no tengo poderes como ustedes.
—Ya sabes, para descartar. Es peligroso que un mago en descontrol— respondió recordando los magos del año pasado. Dos salones explotados, el jardín destruido.
—¿Qué son todas estas preguntas, qué es HM y HO?
—Humano mago y humano ordinario.
—Oh ya...
Leyó nuevamente las preguntas:
● Escuela: Seirin.
● Año y grado: 3 B.
● Nombre: Furihata Kōki.
● Edad: 15
● Sexo: Mujer Varón Doncel
● Cumpleaños: 8/11/####
● Dirección: #####
● Teléfono. ########
● Correo electrónico: #######
● ¿Presencia de Kei?: No.
● ¿Cómo se presentó?: ______
● indique quién de su familia es el HM.
○ Padre: HM HO
○ Madre o doncel: HM HO
○ Hermanos: HM HO
● ¿Ha tenido magos en su familia?: Si
● ¿Hace cuántas generaciones?: No sé. Mi bisabuelo decía que hace unos 200 años.
—Esto es pérdida de tiempo.
—Ya Furi.
Tetsuya y Taiga se miraron. Sabían que Kōki Furihata amaba la magia. Lamentablemente no había presentado Kei y hacía mucho tiempo que no había magos en su familia.
—¿Terminaron?
—Sí, sensei.
—Pasen las hojas hacia el frente y todos formen una línea afuera. Esta vez el examen será en el gimnasio.
Todos comenzaron con murmuros. Eso nunca había pasado. Siempre los llamaban uno por uno.
Después de formarse, se dirigieron al gimnasio.
Primer y segundo año estaba rodeado el lugar y en el centro, todos los de tercer año estaban parados frente al podio.
—Bienvenidos. Soy Alexandra García. Maga recién graduada y me tocó hacer este trabajo. A algunos de ustedes los veré en clases en el Academia Teikō en unos meses.
Algunos miraron boquiabierto a la rubia, prácticamente estaba desnuda. Vestía un mini short y una camisa que casi no la cubría y que no dejaba nada a la imaginación.
—Esto— centró su manos al frente y al poco tiempo apareció una especie de látigo —Es mi herramienta mágica. Voy a crear una barrera muy especial, ustedes sólo tendrán que cruzarla. Sí lo hacen serán bienvenidos al Academia.
Detrás de la rubia yacía una mesa con otro joven, el director de Seirin y la secretaría. Murmuró algo y una barrera blanca se levantó alrededor de ellos, dejando a fuera a todos los estudiantes y a Alex.
—Bueno, comencemos. Matsumoto Ann. Vamos cariño, no seas tímida.
Todos los ojos estaban sobre la chica, la castaña caminó hacia la barrera y ... rebotó contra ella, volvió a intentarlo y nada.
—Lo siento cariño. No tienes presencia de Kei.
Conforme avanzaba la selección, Kōki se sentía más nervioso. Él no tenía oportunidad de estar allí. De hecho se iba a sentir muy humillado. Algunos de los que no lo habían logrado eran un mar de lágrima.
—Taiga...
Kagami Taiga (un joven alto, tez morena clara, cabello rojo con negro, ojos rojos y con unas extrañas cejas) se abrió paso entre los alumnos. Kei ya se había manifestado y su familia estaba feliz. Después de todo los Kagami era magos desde generaciones y se encargaban de armamento y seguridad junto con los Aomine.
—Has crecido Taiga.
—Algo— respondió y cruzó la barrera.
—Kuroko Tetsuya.
—KUROKO TETSUYA.
—Aquí estoy—Un joven pelo celeste y ojos igual, y tez blanca. Él era hijo del dueño de la editorial Kuroko. Furi y él eran amigos de la infancia ya que sus padres eran socios.
—Kyaaaa— Alex retrocedió asustada. No lo vio llegar.
No espero más y cruzó la barrera.
—Furihata Kōki.
El castaño comenzó a temblar y fue empujado por uno de sus compañeros. A pasos nerviosos caminó directo a la barrera. Se detuvo al llegar. Sus piernas temblaban.
—Tú puedes Furi— ánimo Taiga desde el otro lado.
—No estés nervioso. Anda, no tenemos todo el día.
Cerró los ojos y dió un paso, esperaba el rechazo de la barrera pero nunca sintió el impacto. Abrió los ojos y se miró dentro de la barrera —¿La crucé?
—Sí, Furihata-kun. Toma. Es tu folio. Te harán llegar lo demás a casa en dos meses.
Fue felicitado por sus compañeros y kohai. Él estaba que no se la creía.
—¿Estas bien, Furi?
—¿Y sí es un error?— Observó el papel. Era un papel acreditando que aprobó el examen.
—Las barreras de Alex nunca fallan.
—¿La conoces?
—Es mi prima. No hay error, furi ¡Eres un mago!
—Sigo sin creerlo.
—Espero Furihata-san lo tome bien.
—Dios...
Estaba nervioso, muy nervioso.
No sabía cómo decirle a su familia que era un mago... ¡El primer mago en la familia después de 200 años!
—¿Estas bien, Kōki?— Furihata Emi, castaña de ojos verdes. Maestra en la escuela elemental.
—Sí...— estaban en medio de la cena, y él solo jugaba con su porción.
—¿Seguro?— preguntaron su padre y hermano.
Furihata Kōen, su padre varón, cabello negro y ojos color chocolate. Socio de la editorial Kuroko.
Furihata Kai. Varón de 20 años, cabello negro y ojos verdes. Estudiante de finanzas.
—Tengo algo que decirles— bajó los cubiertos y miró a sus padres.
—¿Qué sucede hijo?
—Es sobre el examen mágico.
—Oh eso— Kai le restó importancia —Unos inútiles que hacen lo que quieren sólo porque pueden hacer magia.
—Kai. No todos son así— replicó Kōen— Mira a los Kuroko, son muy amables y siguen las reglas. También los Kagami.
—Son la única excepción— odiaba a los magos. Se pavoneaba cómo si fuesen los dueños del mundo.
—¿Ya se aproxima la prueba?— Emi decidió retomar el tema.
—¡Pasé el examen!— se cubrió el rostro. No quería verlos. Sabía el odio de su hermano, y esperaba que ahora no lo odiara.
—¿Qué?— gritaron los tres.
—Hoy fue el examen y lo pasé. Logré pasar la barrera mágica— respondió aun cubriéndose el rostro.
Emi comenzó a gritar emocionada, y Kai casi se cae de la silla. Jornada observaba asombrado a su hijo menor.
—Lo siento...
—¿Por qué te disculpas? — demandó saber Kai.
—Por eso. Yo...
—Es el destino mi niño— Emi se levantó y le descubrió el rostro —Tienes magia. No tienes que pedir disculpas.
—Pero...
— Nada de pero— Kai se levantó —Tienes magia y aprovéchala. Nada más no seas cómo los demás magos idiotas que se creen dioses.
—Kai...— su hermano le revolvió el cabello.
—Pero cuéntanos qué sucedió...
Comenzó a relatarle a su familia cómo fue todo.
El academia se encontraba en un lugar entre las montañas, protegido por cientos de barreras mágicas. Era tan grande como lo pasaban en la televisión. Los dormitorios eran 4 edificios atrás del academia.
Ya habían pasado tres meses y ya se había graduado de Seirin.
La información sobre el Academia de Magia Teikō había llegado un mes antes. La cuota no era muy alta y pudieron cubrir a la perfección. Lo único que se requería eran útiles y uniformes.
—Suerte cariño— los Furihata habían ido a dejarlo ya que llevaban equipaje. Ellos estaban forzados a vivir en los dormitorios para no desaprovechar el tiempo de aprendizaje.
—Te voy a extrañar mi bebé.
—Mamá— estaba apenado. Eran las 5 de la tarde y algunos jóvenes se encontraban mirando la escena.
—Ve a ver que dormitorio te toca. Esperamos aquí, y pregunta si te podemos ayudar.
Asintió y caminó hacia un joven pelinegro que estaba rodeado por estudiantes.
Les habían recomendado llegar un día antes para que pudieran instalarse y conocer el lugar. Ellos habían llegado tarde debido a que su padre no había podido abandonar una junta y su hermano aun no tenía permiso de conducir.
Llegó al joven y éste, cuando les decían su nombre les decía que dormitorio les tocaba.
—Furihata Kōki— dijo tímidamente al joven.
—Bien. Te toca el edificio 2, habitación 112. A las 8:30 de la noche les daré un aviso en el comedor principal— señaló el edificio frente a los dormitorios.
—Gracias. Pue...
—Te pueden ayudar. No todos los padre se toman un minuto para traer a sus hijos.
—Gracias...
Los Furihata se dirigieron al edificio y a la habitación que le asignaron, al llegar unos pelinegros iban de salida.
—Buena tarde— saludaron los Furihata.
—Buena tarde ¿Le toca está habitación?— asintieron — Me alegro. Así sabré con quién está mi hijo. Mi Kazu es muy lindo y ...
—¡Mamá!—gimió avergonzado un joven pelinegro de hermosos ojos azul-plata.
—Lo siento, Kazu. Me emocioné. Soy Takao Nana. Él es mi esposo Kazuhiko, y él nuestro hijo Kazunari. Por favor cuida de él.
Respondió la reverencia — Mucho gusto. Furihata Kōki y ellos mis padre: Kōen y Emi Furihata.
—Vamos, Furi-chan. Te ayudaré a desempacar.
Ambas familias miraron a sus hijos —Mi hijo es muy animado.
—Mi Kōki es muy tímido.
—Ambos se llevarán bien— dijeron los maridos al ver a sus esposas e hijos entusiasmados.
Con ayuda del pelinegro desempacaron muy rápido. La habitación era grande. En el centro estaban las dos camas matrimoniales, en medio de ellas se encontraba un buró, a los lados guardarropa y cada uno contaba con su escritorio y mini librería.
—El baño es esa puerta.
—Gracias, Takao-san.
—Vamos a recorrer el área— propuso Kazunari.
—Irán ustedes. Nosotros nos tenemos que ir antes de que cierren la barrera— recordó Nana.
—Cierto. Te esperamos en casa Kazunari. Compórtate y no te metas en problemas. Sigue todas las reglas.
—Sí, papá— se froto la mejilla. Su padre la había dejado roja.
—Cuídate Kōki. Recuerda apagar el teléfono en clases, siempre se te olvida.
Las mejillas de Kōki se tiñeron de carmín por la vergüenza —Mamá.
—Nada de tener novio. Eres un doncel muy joven para eso.
—¡Papá!
—Furi-chan es bonito. De seguro tendrá muchos pretendientes.
—¡Takao-kun!— exclamó completamente rojo ¿Novio? No, era muy joven para un novio.
—¿Fue Furihata-kun?
Identificó la voz y salió corriendo —¡Kuroko-kun!
El peliceleste y el castaño terminaron en el piso.
—Furihata-kun. Furihata-san— saludó a todos y vio a los pelinegro —Kuroko Tetsuya.
—Kuroko-kun un gusto. Tu madre me ha hablado mucho de ti, soy Takao Nana.
Se levantaron —¿Los dueños de la tienda de música?
—Sí. Él es mi hijo Kazunari. Espero se lleven bien.
—Un gusto— saludo al joven.
—Waa eres tan lindo— Kazunari abrazó al peliceleste y se froto contra su mejilla —Tan bajito.
Bajito...
Se alejó de su amigo —Takao-kun, será mejor que lo suelte...
—P...
—Agradecería que me soltará.
La fría voz hizo que rápido lo soltara y retrocediera. Tembló del miedo.
—No le gusta que le abracen... Ni que le digan...
—Y-Ya veo. Lo siento.
—Kuroko-san aquí estaba.
— Sakurai-kun ¿Se le ofrece algo? — un castaño llegó hasta ellos.
—Un varón alto y pelirrojo pregunta por usted. Tiene unas cejas extrañas.
—Kagami-kun— dijeron Tetsuya y Kōki.
—Él es Sakurai Ryō. Es mi compañero. Estamos en el 115.
—Furihata Kōki— se presentó viendo al castaño. Ambos eran de la misma complexión, pero aún así samurai era un poco más alto.
—Takao Kazunari. Nosotros estamos en el 112.
Los Furihata y Takao se despidieron y marcharon del Academia. Los nuevos amigos se dirigieron al lugar que Taiga les había indicado.
—Regrese. Chicos ellos son mis amigos. El moreno, Aomine Daiki— comenzó a presentar Taiga.
Sakurai Ryō miró al moreno. Realmente era guapo. De seguro tendría novia.
—Hola chicos ¿Donceles? — todos asistieron.
—Los presentó. Kuro...
—Hey Testu, tiempo sin verte.
—Lo mismo digo, Aomine-kun.
—¿Se conocen?— Taiga pregunto algo molesto al ver como Aomine le revolvió el cabello a su amigo...
—Sí. Fuimos juntos al preescolar y elemental. También momoi— explicó rápidamente Tetsuya.
—Ok... Sakurai Ryō— el castaño saludo nervioso —Furihata Kōki y Takao...
—Kazunari— agregó el pelinegro —un gusto.
El pelo azul asintió, estaba a punto de hablar cuando alguien lo interrumpió.
—Daiki. Tetsuya.
Todos voltearon y vieron a varios jóvenes con cabelleras curiosas.
Kazunari sintió desfallecer cuando lo vio. El pelo verde era muy guapo. Lo conocía de lejos...
A Kōki le dio miedo la mirada penetrante del pelirrojo, y se escondió detrás de Kuroko.
—Tranquilo, Furihata-kun. No te harán nada— aseguró tomándolo de la mano para brindarle confianza.
—¿Quiénes son ellos?— demandó saber el pelirrojo.
—Pero que grosero— Kazunari se cruzó de brazos.
—¿Quién eres?
—Takao Kazunari.
—Ya veo— conocía el apellido. La familia Kazunari fabricaba instrumentos musicales. El piano de su casa era de ellos.
—Ustedes.
—Sakurai Ryō...
—¿Los de los restaurantes?— el castaño asintió —¿Tú?
—Fu-furihata Kōki...
—¿Furihata? Nunca había escuchado ese apellido ¿Tus padres son magos?
—No.
—Unos ordinarios.
El tono de voz no le gustó a Kōki, ni mucho menos a los demás.
—¿Algún problema?— apretó sus puños.
Rió al ver la mirada enfadada —No. Sólo no pensé que alguien como tú pudiese entrar a esta academia.
—Alguien como yo...
—No se acostumbra ver a hijos de ordinarios por aquí. Ya sabes. Todos deben conocer su lugar y no deberías estar aquí.
—Usted no es nadie para decirme eso. No tengo porque escucharlo— se alejó enfadado.
—Furi-chan— Kazunari miró mal al pelirrojo y antes de marcharse agregó —No sé cómo se puede llevar con esta clase de persona Kuroko.
—Akashi-kun— el pelirrojo lo miró y se estremeció, Tetsuya se veía enfadado —. No vuelvas a tratar así a mi amigo. No se desquite con él sus problemas. Furihata-kun es un buen doncel y no quiero verlo llorar por tu culpa.
Vieron marcharse a Tetsuya — Te excediste Akashi.
—No sabe quién soy...
—Claro que no. A Furi nunca le ha interesado leer sobre chismes, siempre lo encontrarás con un libro en la mano. De hecho, su familia es socia de los Kuroko.
—Interesante— murmuró recordando la mirada enfadada. De los socio de los Kuroko, se decía que tenían un doncel muy amigable, y un varón antisocial con los magos.
—Parecía un pequeño chihuahua— comentó Daiki riendo —Estaba temblando.
—Ahomine.
—Hey... ese tal Ryō— el castaño había seguido a Kuroko al marcharse.
—No sé. Lo acabo de conocer, es compañero de habitación de Kuroko.
—Ya veo...
————
Odio a ese pelirrojo ¿Quién se creía para hablar así de su familia?
—Normalmente no es así— había entrado a la habitación y vio al castaño sollozando siendo consolado por Kazunari —Ha tenido malos días.
—Tener malos días no le da derecho de tratar así a Furi-chan.
Se limpió las lágrimas —¿Quién es?
—¿No lo conoces?— negó — Es Akashi Seijūrō.
—¿Quién?— pregunto Furihata.
—Es hijo de la mejor familia mágica de Japón. Se dice que puede ser "Tenshi", desde pequeño controla la magia.
—¿Tenshi?
—Tenshi fue un gran mago. Pero falleció hace siglos. Su línea sanguínea se perdió hace unos 800 años, no se sabe si existe algún descendiente. Los Akashi siempre han sido los mejores, por eso, se espera que un Akashi sea el nuevo Tenshi. Pero eso lo sabremos al ver su herramienta.
—¿Cómo la de Alex García?
—No. Todas son diferentes y se ajustan al poder mágico y el tipo de magía. Por ejemplo, mi familia siempre ha tenido visiones. Yo las desperté hace poco. Les diré... En el anuncio de mañana, algo interesante pasara— guiñó un ojo. Tetsuya, Ryō y Kōki se mirando impresionados.
Los novatos estaban reunidos a la hora que les dijeron y esperaban pacientemente.
—Buenas noches— el mismo joven se presentó —Soy Souchi Imayoshi. Soy el encargado del dormitorio uno y voy en 2do año. A continuación les presentaré al jefe del dormitorio de donceles. Él es Mibuchi Reo-san.
Vieron a un doncel levantarse —Soy Reo. Voy en segundo año y obviamente soy doncel. Estaré a cargo del dormitorio 2 este año. Cualquier duda ya saben.
—Y del...
—Aida Riko encargada del dormitorio 3. No tolero que incumplan las reglas. Si no quieren sufrir más les vale cumplirlas.
—Aida-san es algo de temer chicas— murmuró Souchi —Cómo sea. El desayuno se sirve a las 7:10 am. Las clases inician a las 8. El almuerzo es a las 2 de la tarde y la cena a las 7. Los dormitorios cuentan con una cocina propia, sí quieren usarla pueden hacerlo. La luz se apaga a las 9 en punto. Sí veo a alguien afuera de la cama los torturare y desearan jamás haber venido.
Jadearon. Los tres se miraban totalmente serios.
—Eso es todo. Mañana a las 8 en el auditorio. Los espero en la explanada al 10 para las ocho. Yo mismo los guiará— dijo reo.
—Está totalmente prohibido entrar a otros dormitorios que no sea el suyo. Lo digo especialmente por ustedes varones. No los quiero cercas de mí dormitorio.
—Donceles. No se dejen embaucar por los varones. Espacialmente de los de tercer año. Harán lo que sea para demostrarles que los "aman", es una vil mentira. Sólo es una apuesta para no salir vírgenes de aquí.
—Eso nos lleva a las relaciones amorosas. No están prohibidas pero no se permite que se exhiban ni tenga relaciones sexuales en las instalaciones. De lo contrario pueden ser expulsados.
—Tampoco pueden pelarse en los pasillos, si lo desea puede pedir un duelo mágico con los encargados de disciplina. No se permite matar. De ser así son expulsados, encarcelados y se les extrae la magia. En sus ratos libres, sábados y domingos pueden ocupar la biblioteca, piscina, área de entrenamiento y la arena. Pero no se metan en duelo mágico que se esté llevando a cabo.
—Eso es todo. Ya pueden cenar.
Los donceles se sentaron juntos, a los pocos minutos se les unió Taiga, seguido por Daiki y los demás.
Tolero que el pelirrojo estuviera allí sólo porque estaba lejos de él y Kazunari le decía que lo ignorará. La cena fue tranquila y luego se dirigieron a sus dormitorios.
—Me ha ignorado...
—El primer doncel que lo hace. Los demás hubiesen saltado sobre ti esperando que los hagas tuyos, Akashicchi.
—Cállate Ryōta— Furihata era un doncel interesante. Ya quería ver que tan poderoso era...
—————
Al siguiente día los varones miraban de arriba abajo a donceles y/o mujeres.
Las mujeres vestían una falda negra justo arriba de la rodilla, una camisa blanca y un saco blanco con los bordes negros. En el pecho tenía el logotipo del Academia y en el brazo un emblema del grado con el curso.
Los donceles vestían un pantalón negro, una camisa blanca con un saco blanco con los bordes azules. Mientras que los varones era un saco blanco con los bordes negros.
Los novatos no tenían aún asignado la clase.
Mibuchi, Imayoshi y Aida los hicieron llegar hasta el centro de los estudiantes de los cursos superiores, todos estaban formados de acuerdo al grado (A a F).
Kōki se sentía nervioso. Kazunari, Ryō, Yuki Kasamatsu, su vecino, junto con Himuro Tatsuya se miraban igual.
—Bienvenidos. Soy Nijimura Shūzu, director de esta academia. Les doy la bienvenida a los de nuevo ingreso así como a nuestros veteranos. No hay mucho que decir este año. No entren al bosque si no se quieren perder o morir lentamente. A continuación llevaremos a cabo la asignación de clases. Cada clase va de acuerdo a su nivel poder. Teppei...
Un hombre castaño apareció en frente de los alumnos levitando una máquina. Era un cilindro conectado a un tubo, al final del tubo se encontraba una esfera. Pero el cilindro tenía grabado desde de la A hasta la F. La A hasta la parte superior y la F en la inferior.
—Teppei les dará una demostración de lo que van hacer.
El castaño se detuvo frente a la esfera y colocó sus manos en ella. Una especie de luz iluminó la esfera y luego se mostró en el cilindro deteniéndose en la letra B.
—Has mejorado Teppei. Ingresó como E hace 6 años
—Tuve buenos maestros.
—Bueno, eso tienen que hacer. Tocar la esfera y está se detendrá hasta donde llegue su poder. ¡Comencemos!
Los jóvenes comenzaron a pasar conforme los nombran pues iban por el abecedario, al final les entraban algo y le colocaban la letra.
—Akashi Seijūrō.
Todo mundo comenzó a murmurar. El pelirrojo se aproximó, tocó la esfera y el cilindro se iluminó la A.
—Aomine Daiki.
Un perezoso Daiki camino hacia la esfera, puso una mano y la esfera estalló. Los maestros rápido la apagaron.
—Qué les dije— les susurró Kazunari sonriendo. Los demás estaban impresionados.
Nijimura apareció otra esfera en lugar de la rota, el moreno volvió a poner la mano pero esta vez apenas unos dedos y el cilindro se detuvo en A.
Siguieron avanzando hasta que le toco al castaño.
—Furihata Kōki
Nervioso se aproximó y puso sus manos ¿Y si había un error y no pertenecía? Tal vez Akashi Seijūrō tenía razón.
—F.
Suspiro aliviado pero conforme caminaba se sentía inseguro. Los de los grados superiores lo miraban de forma burlesca a excepción de los de 2 F y 3 F.
—Himuro Tatsuya.
Un pelinegro con un lunar bajo el ojo tocó la esfera y fue enviado a la clase C.
—Kagami Taiga.
Sucedió lo mismo que con Aomine. Al final fue directo a la A.
Kasamatsu Yukio fue directo al B.
Kise Ryōta fue al A.
Kuroko Tetsuya fue al E.
Midorima Shintarō al A.
Murasakibara Atsushi al A.
Takao Kazunari fue al B.
Sakurai Ryō al D.
—Lo que le han entregado es su pase electrónico — era una especie de teléfono mágico— En el podrán ver su horario. Las actividades que tiene que realizar. La lista de todos los estudiantes, de hecho pueden hablar con ellos y enviarse mensajes. También pueden solicitar duelos. Las reglas están allí y algún anuncio oficial también aparecerá, ese sonará de forma escandalizada así que no se asusten.
Ahora sigan a los jóvenes frente a ustedes, ellos les darán un recorrido por las instalaciones y al final los llevaron a su salón. Clase F, su tutor será Alex García. No la hagan enfadar. Pueden retirarse
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