Una sonrisa se formó en sus labios al ver a todos parados sin saber dónde sentarse —No sean tímidos, siéntense donde gusten.

—Sensei.

—¿Qué esperan?

Todos corrieron y tomaron sus lugares donde pudieron. Kōki quedó en la penúltima final.

—Soy Alex García. Seré su maestra durante este año. Sé que muchos lo notaron— asintieron tristes — No se preocupen. Aprenderán a controlar su magia y en medio año pueden ser ascendidos.

—¿Ascendidos?

—En seis meses de llevará a cabo una competencia entre ustedes los novatos. Por ejemplo, uno de ustedes contra uno de c, si lo derrotan y demuestran control posiblemente sean cambiados a la E o D. No siempre estarán aquí —Sonrieron entusiasmados —Ahora díganme sus nombre y de qué escuela vienen.

Se comenzaron a presentar.

—Fukuda Hiroshi. Seirin.

—Furihata Kōki. Seirin.

Fukuda volteó y sonrió. Por eso se le hacía conocido. Era el chico de la clase B.

—Bueno ahora que todos se conocen comencemos con la clase— explicó de dónde surgió la magia. Quienes fueron los primeros magos y los tipos de magia (fuego, aire, agua, hielo, y un sin fin más) y las herramientas.

—Las herramientas van de acuerdo a su poder. Un amigo tiene una pluma por herramienta y créanme, no querrán subestimarlo. Ahora... Miren fijamente esto— hizo una posición donde sus manos se encontraba de frente, justo al nivel de su corazón, pero divididas por un espacio — Tienen que concentrarse en éste espacio. Imaginen que de sus palmas de reúne una energía concentrada. No traten de imaginar un objeto. Eso sólo va a interferir. Ya vieron— utilizó su látigo y cientos de mariposas apreciaron —Me especializó en ilusiones.

—Sensei qué grado fue.

—Comencé en D y luego en mi segundo año fui transferida al B, para el tercero fui A.

Todos se asombraron.

—Bien. Traten de hacerlo.

Obedecieron y comenzaron a imitarla.

A algunos se les dificulta pero apareció su herramienta. Algunos no.

—Animo Furihata.

—No puedo sensei.

—Vamos. Tú puedes.

Volvió a intentarlo y nada.

—Algunos ya lo tienen. Ahora quiero que traten de hacer levitar esa libreta frente a ustedes. Furi y los que faltan, venga.

El castaño y unos 8 más se aproximaron a la rubia.

—Sé que esto es difícil, más porque acabo de leer— mostró un pase igual al de ellos — que su Kei no se ha mostrado. Quiero que vayan a la biblioteca y busquen libros sobre Kei y me hagan un resumen para mañana. Kei trabaja con sus emociones. Algunos están tensos y eso no les está ayudando. Ahora vayan. Pueden irse por hoy, ya terminé lo más importante.

—Sí, sensei —Tomaron sus cosas y se marcharon a la biblioteca juntos. Siguieron un mapa.

Cuando llegó vieron a varios estudiantes también de primer grado buscando sobre el tema. Se sintieron aliviados al saber que no eran los únicos.

—Furihata-san.

—Sakurai-kun ¿Tampoco pudo con su herramienta?

—No. Nunca se me había manifestado Kei. Nos enviaron a...

—Leer sobre Kei ¿Le dejaron el rato libre?

—Sí. Ya tengo unos libros, si quiere podemos sentarnos juntos.

Kōki busco a sus compañeros pero estos ya estaban leyendo —Gracias.

Ambos se sentaron juntos y realizaron su trabajo. A la hora del almuerzo fueron a la cafetería donde se encontraron con sus amigos.

—Furi-chan. Saku-chan. ¿Cómo les fue con sus herramientas?

—Nada— respondieron tristes.

Continuaron comiendo y pronto llegaron los demás.

Seijūrō sonrió al ver al castaño —¿Furihata y tú herramienta?

—...

—Ya veo. No pudiste convocarla. Muy débil.

Se levantó enfadado y se marchó.

—Deja de molestarlo— acotó Kazunari y siguió al castaño.

—No lo molestes. Furihata-kun no ha tenido manifestación de Kei, se le está dificultando. Él ni tan siquiera pensó estar aquí— Tetsuya se levantó y se marchó detrás de los donceles.

—Akashi deja de molestarlo. Realmente lo estás hiriendo y furi no te está haciendo nada. Es un buen doncel — Taiga se levantó y se marchó.

—Sera mejor que ya no lo molestes. Él no tiene la culpa— dijo Shintarō viendo a los donceles que se alejaban.

——————

Nada. No podía aparecer su herramienta, ni levitar cosas con sus manos. A penas y aparecía una luz débil. Akashi se la pasó molestando y ahora era la burla de todo Teikō.

Incluso ya había hablado con Alex-sensei para salirse de la institución y ella no se lo había permitido, le dijo que decidiera hasta dentro de seis meses.

—Furihata-kun

—Kawahara-sempai.

—¿Ya has decidido?

—Ya le dije que no— retrocedió apenado.

—¿Por qué no?— acorraló al castaño contra la pared.

—Porque me gusta alguien más...

—Bien.

Suspiró a aliviado cuando se marchó el sempai. Ya estaba harto de eso. Miró que nadie estuviera cerca y corrió al jardín trasero y se escondió dentro de un bloque de plantas. Ese lugar lo había descubierto una semana atrás, la luz del sol se filtraba entre las ramas de las plantas. Por fuera parecía un gran bloque de plantas, nadie podía imaginar que allí se encontraba ese lugar.

Se acomodó sobre el césped y sacó su libro un comenzó a estudiar. El pase sonó y vio que era otro sempai —¿Por qué a... Quién está allí?

Un gato rojo cayó sobre él. Un ojo rojo y un ojo dorado lo miraban fijamente.

—Eres muy lindo ¿Tienes dueño?— le acarició la cabeza y el lomo.

El gato ronroneo...

—¿Cómo llegaste aquí?

—Akashi-sama.

Se escuchó el grito. Kōki se estremeció y abrazo al gato. El teléfono sonó y atendió la vídeo llamada —Sempai..

—¿Dónde estás?

—Con Kuroko-kun ¿Por qué?

—¿Ya lo pensaste?

—sempai... ya le dije, tengo a alguien que me gusta.

—Te estás haciendo del rogar.

—No. Me gusta alguien...

—¿Quién?...

Miró al gato que lo miraba fijamente —Aka. No es de aquí, es de mi anterior escuela. Lo siento pero no puedo salir con sempai.

—Entiendo— se cortó la llamada.

—Oh dios— se cubrió el rostro y al descubrirse el gato lo miraba fijamente —No me veas así. ¿Sabes? No me gusta nadie pero los sempai de tercero no dejan de invitarme a salir. Sé que es una apuesta para ver quién se acuesta conmigo. Soy la burla de la academia. Todos se ríen de mí. Todo es culpa de Akashi Seijūrō pero también mía... él tiene razón, soy débil, no debería estar aquí.

Sintió las patitas del gato rojo sobre sus mejillas y le lamió las lágrimas con su pequeña lengua. Sonrió y abrazó al gato, le besó la nariz —Eres muy lindo. Te llamaré Aka. Me gusta el color de tu pelaje y tus ojos, es precioso ese color dorado.

El gato ronroneó y se quedó mirando al castaño intentar convocar su herramienta.

—————

—Kō-chan ¿Qué te tiene tan feliz? Te nos pierdes después del almuerzo desde hace un mes.

—Nada.

—¿Ya le dijiste que si a alguno de tus sempai?

—No. Son muy molestos.

—¿Entonces?

—Verán es...

—Kuroko.

—Kagami-kun— un sonrojo cubrió las mejillas de Tetsuya al recibir un beso en los labios.

—No coman frente a los pobres— reclamo Kazunari.

—¿Ya le dijiste a Midorima?

El pelinegro se ruborizó —Shin-chan es un tsundere. Además, creo que está con Akashi.

—¿Sabes que ellos son varones, verdad?

— ¿y eso qué? Siempre están juntos.

—Son grandes amigos.

Kōki miró su plato del almuerzo ¿Akashi y Midorima juntos? Su corazón dolió ante la idea ¿Por qué le dolía?

———

—Aka-chan— el gatito ya lo estaba esperando. Lo abrazó y besó la nariz; en cambio, Aka le lamió la mejilla —Eres tan lindo.

Se acostó sobre el césped y Aka se sentó sobre su pecho.

—Volví a rogarle a Alex-sensei y no me quiere expulsar— le acarició las orejas a Aka —Ya no quiero estar aquí. Al menos Akashi ya no me molesta... Sabes Aka, Midorima-kun y Akashi-kun son novios. No sé por qué pero me dolió... Midorima es un buen mago. El otro día me ayudó cuando me empujaron por las escaleras, pero no me gusta— el gato maulló— y Akashi es engreído, pretencioso, se cree el rey del mundo pero es un excelente mago. Tiene una hermosa sonrisa y ojos preciosos...

El recuerdo hizo que sus mejillas se sonrojaron —Tal vez sí me gusta Akashi... ¿Qué estoy diciendo? No. Imposible. Además, él jamás se fijaría en un "mago" tan débil como yo.

————————————

—Mis niños. En una semana comienza la competencia.

Todos comenzaron a murmurar pero Kōki miró sus manos.

—Esta semana estaremos en la arena de 12 a 2. Ya les he enseñado varios ataques y defensas pero...

Todos voltearon ver al castaño.

—Furi. Te enseñaré escudos toda esta semana. Por lo menos no terminarás muy herido, te mueves bien en la arena y podrás evadir algunos ataques y si llegas a explotar tal vez algún hechizo te salve. Después del almuerzo te espero en la arena.

Apretó los puños. Explotar. Eso era algo que le sucedía últimamente, Alex le había dicho que era por la presión que estaba teniendo. La primera explosión fue con una manzana, explotó y ensució todo el salón y los uniformes —Sí sensei.

A la hora del almuerzo le platicó a sus amigos lo que haría esa tarde y luego fue a ver al minino —Lo siento, Aka-chan. No podré verte esta semana. Alex-sensei me va a enseñar a defenderme. Espera que un milagro suceda, pero yo creo que me expulsaran. Sí me echan veré la forma de llevarte conmigo... claro, si no tienes dueño— le acarició las orejas y le dio un beso en la nariz.

————

—Eres bueno con los movimientos— aseguro Alex al castaño, parecía que el castaño podía ver los movimientos del oponente y moverse justo en el momento exacto.

—¿De verdad?

—Sí, pero no te descuides— un rayo salió disparado pero el castaño logró levantar a tiempo un escudo.

———

—Muy bien. Eso es todo por hoy, Furi.

—Gracias, sensei.

—Ve y descansa. Mañana nos vemos aquí— observó al castaño alejarse y salir de la arena; sonrió y dio un latigazo hacia atrás de las gradas. Alguien intentó alejarse pero fue capturado —Pero si es el príncipe Akashi.

—Sensei...

—Muy listo para un truco de ilusión pero bajaste la guardia cuando le di a Furi.

Desvío la mirada —¿Algún problema?

Alex sonrió y se acercó al atado Akashi Seijūrō —No. Al contrario, me facilita las cosas. Quiero pedirte algo y sólo tú puedes hacerlo.

—¿Yo?

Libero al pelirrojo, se sentó e hizo señas al pelirrojo para que lo acompañará —Estás tan consciente como yo y Nijimura que es tu culpa que Furi no pueda usar su magia.

—Lo siento.

—Sé que tu padre no debió dejar a tu madre por esa mujer.

Apretó los puños.

—Tomaste odio hacia los ordinarios y ese odio se proyectó en Furi. Él es buen chico. Su familia hace años que estuvo en la magia pero lamentablemente no volvieron a nacer magos hasta Furi. Taiga me dijo que estaba muy nervioso de venir aquí y tenía mucho miedo. Miedo que se forjó por tu trato y el de sus compañeros; lo volviste el bufón de la academia.

—Lo siento— bajó la mirada apenado.

—Por eso quiero pedirte lo siguiente y no te puedes negar, Nijimura estuvo de acuerdo.

—¿Qué es?

—Tú serás el oponente de Kōki.

—Pero...

—Su Kei está queriendo estabilizarse y hemos notado que cuando se enfurece o se desespera su magia explota.

—¿De qué manera?

Miró el vídeo. Frente al castaño estaba una sandía.

—Vamos, Furi. Tú puedes.

—No puedo, Fukuda-kun.

—Vamos Furi. Te estás quedando— gritó una compañera que ya tenía su sandía partida.

—Yo...

—o es que Akashi tiene razón y eres un inútil.

—Yo... ¡Yo no soy ningún inútil!— gritó enfadado; la sandía flotó frente a él y explotó.

—.... ¿Cómo puede flotar la sandía sin una herramienta? Ni yo pude hasta que ese hombre me enseñó a llamar a mi herramienta.

Sonrió y miró al pelirrojo —Es lo mismo que nos preguntamos. Incluso, cómo viste, puede crear un escudo. Eso es muy difícil sin herramienta.

—¿Es poderoso?

—No sabemos. Por eso queremos que lo presiones para que explote. No creo que sea muy poderoso para dañarte o algo, simplemente queremos ver si es capaz de llamar a su herramienta.

—Entiendo. Tomaré la responsabilidad de mis actos.

—Bien dicho Akashi— se levantó y se alejó —Por cierto, deberías de dejar de jugar al minino.

—...

————Día de los combates———

Los combates entre los novatos inicio. Los más apoyados lo de la clase A, aunque los demás sí apoyaban a sus kohai.

Kuroko Tetsuya se enfrentó a uno de la clase C y ganó. Su herramienta era una pequeña oz negra con la que podía manipular las sombras y desaparecer en ellas.

Takao Kazunari se enfrentó a uno de la clase A. Él utilizaba un báculo de buen tamaño con aros que se movían cada vez que tenía una premonición de los ataques y eso le ayudó a ganar.

Sakurai Ryō le tocó una chica del B y terminado a ganando a pesar de que los demás no lo creían, pues su herramienta era una espátula...

Kagami Taiga ganó a uno de la clase B. Su herramienta, era algo fuera de lo normal... un tigre que escupía fuego.

Al tercer día de combates le tocó a Akashi Seijūrō vs Furihata Kōki.

Todo mundo comenzó a vitorear al pelirrojo. Quién lanzó una mirada a la rubia y luego al director Nijimura —Lo siento, Furihata....

Entró en pánico en cuanto vio su foto y la del pelirrojo.

—Esfuérzate Furi— le animaron sus compañeros, amigos y sensei.

En cuanto piso la arena algunos de burlaban de él y comenzó a temblar.

—¿Ya lograste sacar tu herramienta o eres débil? —Muchos rieron al escuchar al pelirrojo.

—Dejen el parloteo y comience.

Se sentía impotente. Escuchar las risas de los demás lo hería y más esa mirada del pelirrojo; era como si tuviese batallando con algo y tuviera lástima de él...

Levantó una mano y concentró su energía. Un báculo de gran tamaño con una especie de diamante rojo apareció —Vamos, saca el tuyo.

Muchos murmuraban al ver la herramienta. Esperaban que Akashi tuviera la que estaba en los libros antiguos.

Apretó los puños; por más que trataba no podía hacerlo. Se sentía impotente. Sentía que no se merecía el apoyo de sus compañeros y amigos, era débil.

—...— sintió la desesperación de Furihata. Se sentía mal en presionarlo ¿Algún día lo perdonaría? Notó la mirada de Nijimura y Alex sobre él —Defiéndete.

Su corazón latía de forma descontrolada al ver que el pelirrojo concentraba su poder en el centro y este fabricaba una llama... sabía el destino de esa llamarada. En un rápido movimiento logró escabullirse y no lo golpeó.

Otros hechizo siguieron y él solo podía defenderse con los escudos mágicos, aunque estos cada vez se debilitaban más.

—¿Por qué no atacas?— lanzó otro hechizo.

Esta vez eran agujas de buen tamaño, y a pesar de que el castaño logró esquivar la mayoría, algunas le rompieron el uniforme dejando a la vista el vientre plano y curvilíneo, algunas marcas de sangre en la mano, brazos, piernas y cara.

Shintarō, Taiga y Daiki miraban confundidos la batalla. No sólo por qué el castaño no lanzaba algún hechizo, sino porque los hechizos del pelirrojo eran los más débiles de su repertorio... aunque para los demás no se veía así, se veía como el pelirrojo se burlaba del castaño con grandes hechizos.

Toco su brazo. El ataque le había llegado y estaba sangrando.

Dolor, impotencia, desilusionado, humillación era lo que sentía.

El que hubiese gente mirando no ayudaba. En vez de estar optimistas o celebrando, todo mundo se reía de él.

—Eres demasiado débil. No te puedes ni levantar. Eres una desgracia para un mago, ni tu herramienta puedes sacar— Seijūrō se sentía mal consigo mismo. Sabía que todo era su culpa por lo sucedido en los primeros meses de clases pero no quería continuar. La mirada de Nijimura y Alex le indican que lo presione aún más —¿De verdad tienes magia?

Las risas resonaban por todo el lugar.

—Furi...— un pequeño pelo celeste veía todo aquello con rabia. Puede que fuese débil pero Furi era un ángel en toda la extensión de la palabra.

Largo.
Fuera.
Débil.

Quería que todos se callaran. No quería escucharlos más. Sabía que era débil. Nunca pudo controlar su magia.

—Deberías desistir.

—¡Cállate! ¡Cállate!

Todo mundo guardó silencio... Lo que vieron los dejó mudos.

Frente al castaño, una luz había aparecido y con ella una herramienta...

Sin saber qué hacer y con deseos de ir a resguardarse de todos y ver a a Aka, sujetó la herramienta apuntado a Akashi.

Nunca vio venir el hechizo, y cuando lo hizo fue muy tarde. El escudo que logró levantar fue destruido y terminó golpeándose contra la barrera de la arena. Lo último que vio, antes de quedar inconsciente, fue a Furihata llorando y desaparecer de la arena...

Todos estaban impresionados.

Alex y los magos médicos fueron a revisar el pelirrojo... Estaba inconsciente. Midorima y Atsushi lo acompañaron.

—¡Todos silencio! — Nijimura se levantó de su lugar —Tenemos que encontrarlo. No pudo ir muy lejos. Todos us..

—Nijimura— Alex lo interrumpió —No envié a nadie de ellos.

—¿Qué?

—Cada uno de estos "magos" se ha burlado, despreciado y hecho cosas horribles a Furi. No se cómo este él en este momento pero enviar a sus agresores no es buena idea.

Todos bajaron la cabeza.

—¿Qué sugieres Alex?— la rubia tenía razón.

—Enviar a mis chicos y a sus amigos. Kuroko, Kazunari y los demás, búsquenlo. Si lo encuentran me avisan. Su magia puede estar inestable.

Todos asintieron y saliendo corriendo en diferentes direcciones; ella también comenzó a correr.

—Silencio— los murmullos se extendieron por la arena —Todos vimos bien la herramienta... no hay duda de que es él. Por ahora reanudaremos los combates. Momoi por ahora bloquea a los que se fueron y los de la clases F. Teppei te dejo a cargo voy con Akashi.

—Sí, director.

Se dirigió a la enfermería. Miró a Midorima y Murasakibara esperando por las noticias y él se les unió.

—Nijimura-sensei ¿Furihata-kun es..?

—Al parecer es descendiente de Tenshi. El báculo se asemeja a los dibujos — Un báculo mitad luna en color plata y mitad sol en color oro.

—Es...

—Director.

—¿Cómo está?

—Bien... bueno tiene fisurada algunas costillas.

—...— ¿Un golpe había hecho tanto daño?

—Lo tratamos y todo, se restauró pero...

—¿Pero?

—Será mejor que lo vea.

Los tres se miraron y entraron a la enfermería. El mago los guió hasta a la cama que ocupaba el pelirrojo y lo vieron.

—Hace 5 minutos que sucedió...

—Llame a sus padres. Tal vez ellos sepan algo que nosotros no.

——————

Todos buscaban por la biblioteca, la piscina, los salones, el dormitorio, la cafetería, el bosque y nada.

Alex recordó lo que hacía el castaño por las tardes y fue a ese lugar. Al arrodillarse para entrar vio al castaño inconsciente, pálido y sangrando mientras a un estaba sosteniendo el báculo.

—Haz de estar agotado— sacó su látigo e hizo que los arbustos dejaran de estorbar. Tomó al castaño y el báculo entre sus brazos, y lo llevó a la enfermería.

Se relajó cuando la vio entrar —¿Dónde estaba?

—No llegó muy lejos. Detrás de los dormitorios.

Lo dejó en la cama que le indicó el doctor y éste comenzó a revisarlo.

—Está estable. Ya cure las heridas, sólo está débil.

—Gracias...

—¿Qué pasará ahora?

—No lo sé. Supongo que será promovido a la clase A— comenzó el director

—No creo que sea conveniente. Él no sabe usarlo y es algo inestable. No creo que sea conveniente.

—Lo pensaré. Los padres de Akashi ya vienen.

Alex sonrió al observar castaño. Quién diría que Furihata Kōki fuera descendiente de Tenshi. Sin duda las cosas cambiarían para el castaño —¿ Akashi?

—Inconsciente y algo más.

Se asomó a través de la cortina que lo cubría y sonrió —Masaomi no estará nada feliz.

—¿Por qué?

—Ya lo sabrá... Iré a avisarles a sus amigos. No vemos.