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░➜16頹

Dedicado a SWEET_BLUMMERS ♡˖

¿Cortejando?
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Amy.

Mi cerebro intenta presenciar la escena que está pasando. Sonic y su pareja se sentaron del mismo lado del gabinete. Y sobre la mesa hay un estuche de Tiffany's.
No acabo de enterndero.

¿Esa gata amarilla le está proponiendo matrimonio a Sonic?

Tomo un buen trago de mi white Russian. Lo necesito. Luego me inclino hacia adelante para ver mejor. Porque a juzar por la oposición de sus manos, no le está poniendo el anillo en los dedos

— Eh, amiga. Pero mírate. — dice mi pareja que contempla mis pechos con ojos tan abiertos.

Me incorporo rápidamente y exhalo un soplo de aire para contener el impulso de clavarle el tenedor en la corbata. Una cosa debo de decir a su favor: no se detiene en dejar claras sus intenciones.

Y sus intenciones dicen: Soy un depravado.

Me mira, algo así como diciendo "Eh chica, míra como brilla mi camisa, deja que te hinoptiiiiise"

— Tomaré otro. ¿Y tú, corazón?

— Uhm, si. — respondo, y apuro a alzar la copa de un trago. — y bien. ¿Por qué Boomerang?

—Bueno, ya sabes. — sus ojos saltan de nuevo a mi escote. Maldita sea, no debí usar este vestido. Te maldigo, Sally por prestarmelo — Yo no vengo a registrarme para hacer amigos.

Me muerdo la mejilla interior. Para evitar caerle encima de coraje.

—Ya entiendo.

El mesero llega con la canasta de empanaditas chinas. Oh, apenas vamos por los aperitivos. Le lanzo una mirada de horror al mesero.

— Adelante, Corazón. — empuja el plato hacia mi. — tienes pinta de comer mucho. ¿Me equivoco?

— ¿Que yo...Que?

Se sobresalta y el rubor se extiende por su cuello de tal modo que carraspea su garganta y se apresura a partir el la primera empanada.

— ¡Ay, no! No quise decir eso. No digo que estés gorda, no lo estás, no. Algo entradita en carnes, si, claro pero...— bebe un trago de Vodka como si quisiera atragantarse con su propia estupidez. — Quiero decir tienes pinta de que te gusta..este..¡La buena vida! Que no eres una de esas zorras esqueléticas que solo comen ensaldas....¡Digo! No hay nada de malo en que solo coman ensaladas. Yo...da igual.

Oigo toser a Sonic y nuevamente hecho una ojeada a su mesa, donde la gata le está dando cucharaditas en la boca. Pero, wow, menuda escenita.

Nos va de la jodida a ambos.

(..)

Después de un rato, me disculpo y me levanto para ir al baño, ver mi teléfono y calmarme un poco. Tengo en estos momentos ganas de llorar y abandonar mi carrera de ser cineasta. Esta empresa me prometía una beca para continuar con mi último año de carrera.

Pero no puedo más. No lo soporto esto, me siento como una rata de laboratorio.

Entro a un baño, pongo la tapa para poder sentarme, y leer o ver algún mensaje de Sal, o de noticias de Sager. Pero no hay nada, mis padres no saben lo que eh estado haciendo. Ni en qué ando metida.

Desearia estar en casa con mi bebé, ver un peli o cualquier cosa. El si me viera con ese tipo, le daría una patada en los huevos sin pensarlo. Salí con 3 chicos. Estos últimos tres años. Desde que Sager nació, y vió los chicos que le presentaba. Los golpeaba y no me dejaba salir con nadie.

Escucho entrar a alguien, yo abro la puerta y salgo. Me veo al espejo, me siento una especie de belleza triste.

Me lavo las manos. Y cuando volteo al espejo, veo que la puerta del baño se abre y es Honey. El ligue de Sonic.

Cómo soy una masoquista. Le pregunto;

— ¿Disfrutando la noche?

— ¡Ahhh, si! Me la estoy pasando increíble. Tuve mucha suerte de conocer ese guapetón en esa app. Dejé que mis amigos me inscribieran a esa aplicación de citas. Creía que sería una mierda. Pero ¡Ufff! Sonic the hedgehog es un bombón envuelto en papel de oro.

Habla de más.
....

— Y además. ¡Es simpatiquisimo! — añade— un poco callado, pero creo que se debe a que le gusto.

— Me alegro. Que disfrutes tu noche.

— Gracias bonita, al igual a ti. — me lanza un beso al aire y antes de irce, agreg—-; Bueno, ya lo tengo todo pensado. Me lo llevaré a casa y me lo voy a coger hasta reventar. — agita la mano hacia mi. — Chao bella.

—Chao.

Siguiente Día.
~~~~~~~~~~~~~

Sonic.
Suena la alarma y me hace querér golpearla con fuerza. Me enderezco y miro la hora.
7:45 a.m

Ah, es temprano.
Ay, no.
ES TARDE.

Me pongo de pie inmediatamente, corro al vestidor y rebusco entre los sacos algo nuevo. Maldita sea, ya ni tengo trajes nuevos para lo que me queda de trabajo.

Es jueves.
Y tengo que apresurarme a hacer esta mierda, me pongo lo mismo que ayer, un poco de perfume y esfúma el olor.

Me pongo los zapatos. Y entro al baño para cepillarme los dientes y quitarme alguna púa de sobra.

(...)

— ¿Cómo te fue? — cuestiona Antoine en cuanto entro, con una sonrisa de lado a lado.

Oh, nada. Esa gata me pidió que la acompañara a su casa y quería que entrara con ella. Me lo dijo directo, tuve que safarme de su brazo para poder salir corriendo y escapar.

Una de las peores noches de mi vida.

— Fue una de las mejores noches de mi vida.

¿Cuando dejarás de ser tan mentiroso?
Pues siempre miento para ganar.
Soy un perfecto mentiroso.

— Perfecto. ¿Y Amy?

— ¿Ella? Uh, ¿No ha llegado?

— Pues no. Ya se atrasó.

— Pero si ella siempre llega temprano. — miré por encima de mi hombro a la puerta principal. No hay nadie, ni tampoco se ve nadie más.

— ¿Viste como actuaba con ella su pareja?

Estaba de espaldas a mi.
Pero sentía que le estaba diciendo cosas nada amigables. A juzgar por qué en cada de cuando se giraba a mi mesa.

— Bueno. Antoine, nuestras parejas son un desastre. ¿Por qué le dieron a Amy un viejo depravado?

— ¿Cómo dices?

— Estaba muy incómoda. No sé que clase de cosas le estaría diciendo.

— Oh, no. — inmediatamente sale corriendo escaleras arriba, me preocupa, según yo quedé al cuidado de Amy y no supe que pasó con ella, me fui con Honey y la deje sola.

Ay, no.

Me encamino un poco más a secretaria de un lado, quiero que me proporcione el número de Amy, quiero saber si está bien.

Justo en ese momento. Escucho el ruido de las puertas de cristal abrirce y con ella a Amy Rose cruzarlas.

Camina deprisa hacia el elevador, lista para presionar el interruptor y subir a nuestro compartimento.

— ¡Amy! — giro mi cuerpo y corro hacia ella, se ve cansada y preocupada. — ¿Estás bien? ¿Cómo llegaste anoche?

— Bien. — responde secándose con una toalla la frente y presiona el interruptor, se abre y sin dudarlo entro con ella.

En lo que se cierran las puertas, un silencio incómodo persiste.

— ¿Amy, todo bien? — vuelvo a preguntar. Se ve muy mal. Espero que ese hijo de puta no se haya querido sobrepasar con ella. Es mi compañera de trabajo y me preocupa.

El elevador cierra las puertas y sube.

— Si...Creo que si. — menciona casi a secas. Lo que hace que me preocupe, ya que ladea la cabeza a otro lado para evitar verme.

— Amy. Tenemos que ponernos de acuerdo. El viernes tenemos que volver a salir con gente.

— Lo sé.

Las puertas se abren y salimos los dos.
Antoine nos mira, el cual estaba posado hablando reñido con Mina Mongoose, su secretaria.

— ¡Ah, Amy Rose! Me alegra que estés bien.

— Lo estoy. —le dedica una sonrisa suave.

¿Y a mí? ¿Está entonces enojada conmigo?

— Sonic, Amy. El viernes tienen otra salida. — se acerca a nosotros más de cerca y nos murmúra — escuchen. Vector no está, así que pongance de acuerdo. ¿Vale? Va a llegar tarde, el no quiere ver juntos sus empleados pero, noto que hay ciertas diferencias y nada de amistad en ustedes. Anden, vayan a la cafetería y charlen un rato, lo siento mucho por estos ligues. Le pedí a Scourge y Bunnie que sigan con el mantenimiento y ver las posibilidades de mejoras. Siento mucho que ellos los incómodaron.

— De acuerdo. Gracias. — digo. Y miro a Amy Rose. — ¿Quieres ir?

— Está bien.

(...)

Salimos a fuera. Se siente un aire fresco, este día, Amy viene con un vestido gris de manga larga, que le cubre todo su cuerpo.

Buscamos un sitio en una cafetería de afuera. Le arrastro la silla para que se siente, me lo agredece y tomo asiento frente a ella.
Yo empiezo.

— Amy. Se que no nos conocemos mucho, ni que tampoco hemos podido hablar casi nada. Pero a mí personalmente me gustaría que fuéramos amigos, se que competimos por el mismo puesto, y que somos rivales de trabajo, pero. ¿Sabes? Ayer me preocupé demaciado al pensar que algo que pasó. ¿Ese tipo se pasó contigo?

— No, no llegó a tal grado. — agacha la cabeza, suelta un suspiro y luego la endereza. — ¿Que tal te fue a ti?...¿La llevaste a su casa y luego...?

Está tan curiosa y está al pendiente de mi también.
Podremos ser buenos amigos.

— Solo la lleve a su casa. No pasó a más. Realmente ya me tenía cansado. Es muy parlanchina, habla cosas que yo ni le pregunto.

Amy suelta una risa ante mi respuesta.
Es la primera vez que la escucho reír.
Tiene una risa muy bonita, lo cual me contagia.

— Ya, a mi también me pasó lo mismo. El sujeto hablaba de más y no sabes lo cansada que estaba.

— ¿Llagaste sola a tu casa?

— Si. Me quería llevar pero me negué.

— No deberías andar sola.

— Tampoco pensaba irme con el.

— Bueno, si. Quién sabe lo que intentaría.

— Ajá.

Nos quedamos viendo unos instantes, el mesero llega y entonces pido un café, Amy pide un capuchino. Una ves que se va, decido retomar la conversación.

— Bien. Ahora que estaremos juntos de nuevo en la misma cita, te propongo algo.

— ¿Que? — cuestiona ella.

—Pásame tu número. —saco mi teléfono y lo desbloqueo, espero a que ella me lo diga. Pero en cambio me pregunta:

— ¿Para que?

Ah, ya. No quiere relacionarme conmigo.
La veo en desconfíanza. Tengo que hacerla que confíe en mí.

— Para estar al tanto de ti. Mira, vamos a hacer esto. El viernes por la noche tendremos nuestra segunda cita, y vamos a hacer una especie de código para ambos. Cómo mayday.

— Ah, ya entendí. De acuerdo, apuntalo.

Empieza a dictarmelo, lo apunto en mis registros y al ponerle el nombre le digo:

— Elvira Rosalba ¿Verdad?

Lo digo para joderla, ella iba a protestar por su nombre pero empiezo a reírme

— Es broma, ya me se tú nombre. Emi Rose.

— Es Amy.

— Eso.

Sonrio y guardo el teléfono. El mesero llega con nuestros cafés y nos lo deposita en la mesa. Yo destapo un sobre de azúcar y se lo hecho a la taza, mientras lo muevo suave con la cuchara.

— Que te parece si nuestro código es...¡Vector! — acoté.

— ¿Vector? — suelta una risa. — ¿Y eso por que?

— Es nuestro problema. — la chica enarca una ceja y al escuchar decir nuestro.

Aún no tenemos nada en común.

Así que me gustaría igual ahora que tengo la oportunidad.

— ¿Nos mandaremos un mensaje estilo colegio morce? — cuestiona.

— En efecto. Supongo que la siguiente cita será en diferente lugar, de esta forma igual; nos mandaremos un «Vector» Si estamos en problemas. Nos rescatamos entre los dos.

— De acuerdo está bien. — finalizó.

No pudimos charlar un rato más. Puesto que mi teléfono timbró y en el cursor de la pantalla aparecía el nombre de Antoine. Diciendome que ya volviéramos que Vector le avisó que ya vendria.

— Hora de trabajar. — deposité mi teléfono en el bolsillo. Y como si tratace de tequila me empiné el café, olvidando por completo que estaba aún caliente.

Escupí a mi costado, apenado. Se me subió hasta la nariz, haciéndome que me doliera, miro entre ojo a Amy, quién se llevó la mano a la boca para evitar reírce.

Me limpio con una servilleta el resto de la boca, por suerte no manché mi camisa

— Bobo. — me soltó, dando un sorbo a su latte con aquella paciencia del mundo.

-.-.-.-.-.-.-.-.

Amy.

— ¿Como van? — Antoine asoma la cabeza por el rabillo de la puerta, los cuatro volteamos, Scourge a contra esquina junto a Bunnie solo levantan el pulgar, yo me limito a decirle:

— Todo en orden.

— Perfecto. — sonríe, mira por encima de su hombro como si alguien lo espiara. - Bueno, tengo que irme. — toma la perilla de la puerta, para cerrarla pero vuelve a asomarce. —¡Ah! Disculpen, olvidé decirles que mañana por la tarde se les depositará el efectivo a su cuénta. Y Scourge y Bunnie, Mina está organizando sus citas. Pasen cuando terminen a la dirección por favor. Sonic, Amy. Ustedes mañana Viernes se les dará indicación.

— Vale. — dice Bunnie.

En mi mente, pienso en todo tipo de eventos a la citas de Scourge y Bunnie. Quién sabe cómo les irá a ellos, si mejor o igual de fatal como a Sonic y a mí. Lo miro a mi costado, está sonríendo, mientras se mueve sus hombros al ritmo de la suave musica instrumental. Quién sabe a qué se deba su buen animo.

Vuelvo a ver mi PC y continuo con mi trabajo, para terminar. Estoy revisando el historial de la página, leyendo los comentarios y evaluaciones sobre el tabulador. Me distraigo pensando en que hará mi bebé, y como le irá. Últimamente casi no convivimos, y más por esto de las citas. Y es lo que me frustra.

━━━━━━━━━━ × ━━━━━━━━━━

Sonic.
Ya son las 2:09 p.m y ya pasa de la hora de salida. Y ya nadie nos menciona nada al respecto, Scourge apaga su PC al igual que Bunnie y salen juntos. Me quito los cascos y los dejó sobre la mesa, Amy parece aún no acabar.

Cierro las ventanillas y cierro sesión.
Me acerco a Amy, quién parece estar muy ocupada.

— ¿Ya casi terminas?

— ¿Uh? — despega sus ojos para verme un segundo, y vuelve a mirar la pantalla. — Ya casi, solo unos segundos más.

— Está bien así. Apagala y vete a tu casa. Te veo mañana, cuídate. — alzo la mano y me despido.

(...)

Bajo por los mismos rumbos por los de siempre. Se me hace ya algo repetitivo y cansado, casi llego al jardín y delante de mi, un montón de niños jugando futbol. Decido sentarme bajo el árbol, en la banca.
Saco mi teléfono del bolsillo y me meto al grupo.

Grupo de WhatsApp.

Sonic cambio el asunto a:
«Millonario Ando 😎👌🏻»

Sonic.
Adivinen a quien le depositan mañana prros8)
2:16 p.m

Knux.
Jajaja, ya hacía falta prro.
2:17 p.m

Silver.
Abrance, le voy a cobrar.
2:18. p.m

Tails.
Me alegro, ya me debías lo que presté la otra ves.
Págame.
2:18. p.m

Silver.
Págame a mi primero, mañana ocupo baro.
2:18 p.m

Oh, no.
Joder, mala idea presumir.
Apago el teléfono, evitando sus mensajes.

Respiro el aire fresco, mientras observo una bolita de niños jugando, me siento envidioso al verlos. Y recordar las cosas que yo nunca hize.

Parecen renegar derrepente. Levanto mi cabeza y escucho a un niño protestar;

«¡Así no se hace!»
«¡Pues tu nos dices como, no tenemos un entrenador»

Inmediatamente, no puedo evitar recordar las palabras de Antoine.
Deberías entrenar niños, o tener un club.

Pero, tal cual se me vino derrepente la idea, tal cual la olvido. Dispuesto a irme a mi casa. La pelota de fútbol cae cerca de mis pies. Un niño me grita que se la pase y lo hago, dando una patada, cayendo perfecto en los pies del niño. Escucho un «¡Gracias!»

Sigo caminando, con la cabeza en alto.
Y derrepente.

— ¡Eh, niños! — exclamé devolviendome a ellos. Un montón de niños se me acercan al toque. — ¿Les gustaría tener un entrenador?

Escrito: 18/Mayo/21
Publicado: 24/Mayo/21


Pedí 31 votos, entré por casualidad pq de la nada me llegaron un chingo de notificaciones de está historia, vi que ya tenía más de 43 votos keEEE.

Muchisimas gracias!!, no pensaba subir capítulo, pero ya lo tenía escrito y me mira feo si no lo subo.

el siguiente lo subo a las 180 vistas y 40 votos.
Ya vi que si se puede llegar a la cifra 😎💪🏻

cuidence y limpien su cuarto.

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