¿Nuevo reto?
-------

Sonic.
Al llegar a casa, el primer día y ya me siento agotado, en especial de los ojos. Supongo que tendré que adquirir unas gafas para impedir la luz azul de la pantalla.

Arrojo mi mochila con mi material dentro. Me quito el saco, desaflojo la corbata, me quito con los pies los zapatos y los arrojo en donde caigan. Me desvisto por completo. Quedando solo con la camisa blanca desabotonada, los calcetines y los guantes.

Enciendo el televisor para ver que hay de nuevo. La verdad, supongo que no hay nada interesante. La dejo prendida en las noticias y me voy a la cosina.

Pero entonces recuerdo.
Que no tengo nada.

Aún.

(...)

Amy.
Sonic fue primero en irce. Y de hecho, no me molesta en absoluto. Camino rápido para llegar a mi casa, al salir del edificio, bajo los escalones deprisa, miro el reloj en mi mano, es tarde y el ya está en casa. Posiblemente tenga hambre, sueño o quizá esté llorando.

Me preocupa.
Me preocupa demaciado.

Bajo los escalones para subir al metro y tomar la ruta a mi casa. Hay mucha gente, me pego de hombros con muchos, no hay asientos, por lo que me toca agarrarme de la barandilla.

Me siento triste, desanimada.
Cansada y preocupada.

Trato de no pensar en lo que acaba de ocurrir, y posiblemente ponerme a llorar frente a un montón de desconocidos.

Trato de no pensar en nada.
En nada más que mi hijo esperandome en casa.

(...)
Después de un rato, las puertas se abren y una ola de gente baja, casi me caigo por un empujón, me meto al mar de gente y me apresuro a subir los escalones, antes de que me pisen los talones y me caiga.

El maletín pesa, lo cambio de mano y camino lo más rápido posible hacia mi departamento. Mi cabello se agita al paso rápido que voy. Me limpio el leve sudor con la manga del vestido.

Llego. Subo los escalones, rento el tercer piso, los escalones son largos y altos. Estoy demaciado cansada, pero estaré tranquila al ver a mi hijo.

Casi tropiezo. Me detengo un segundo para poder respirar, mi corazón martilla en mi a gran paso. Me limpio nuevamente la frente con la mano izquierda y sigo caminando.

Al llegar frente a la puerta, abro el maletín pesado y saco la llave. Mis manos tiemblan impaciente de abrir la puerta y verlo. Introjudo la maldita llave y entonces la abro.

— ¡Mamá! ¡Mamá ya llegaste! — sonrió de alivio que esté bien. Es la primera vez que lo dejo solo. Mi corazón está aliviado.

Da bronquitos a la vez que repite «¡Mamá!» varias veces. Me abraza las piernas con mucha fuerza. Está riéndose, y eso hace alegrar mi corazón.

— ¿Cómo te fue, pequeñin? — recojo el maletín y cierro la puerta. Poniendome de rodillas, abrazarlo contra mi pecho y colmarlo de besos. — ¿Todo bien?

Me llena de paz estar con el. Pese a que tuve un mal día, tan solo ver a mi hijo, hace que lo que haya pasado ya no importe.

Recuerdo el día que sostuve a mi hijo en brazos por primera vez, empecé a entender mejor a mi madre; sus miedos, sus dudas, sus aspiraciones y sus decisiones y a qué se refería cuando me hablaba de ese amor incondicional que no se parece a ningún otro, tan primitivo y diferente

Hoy en la mañana, cuando me estaba apresurando para ir al trabajo, me paré en el pasillo de la casa cuando me oí gritando: «Tienes dos opciones, tú eliges, o te pones la chaqueta y te llevo con Sally o nos quedamos en casa» y sonreí. Lo hago siempre que repito esas frases en mi cabeza y resuenan con la voz de mi madre. Me hace gracia cuando caigo en los tópicos, porque es como viajar en el tiempo y ponerme en su piel.

— ¡Me fue bien! — exclama y ladea su cabeza, haciendo esa vocesita adorable que tanto amo — ¿Y a ti mamá?

Mi sonrisa se apaga un instante.
Pero sacudo la cabeza.
Hoy, Sager. Volví a ver a tu padre. Después de tres años.

— Me fué muy bien. Me gusta mi trabajo. — mentí, y de esta forma hize que mi hijo sonriera y me volviera a abrazar, me besa la mejilla, me pongo de pié, con el en mis brazos. — ¿Ya tienes hambre?

— ¡Si, muero de hambre!

Le doy un beso en su mejilla, marcándole el pincel de los labios.

— De acuerdo. Lávate tus manos para que vengas a comer y me cuentes que tal fué tu día.

Asiente, lo bajo y el corre de inmediato al baño. Le puse un banquito para que alcanze el lavabo. Me cambio de zapatos y voy a la cosina, para lavarme las manos y hacer la comida.

Una semana después.

Amy.
La de la empresa no piensan declinarla.
Por lo que después de aquel registro, hablando con Sonic.

No volví a cruzar palabra con el. Ni con Scourge ni Bunnie. Mis compañeros de trabajo, voy a la cafetería sola, puedo hablar con ella. Pero ahora prefiero aderirme a la regla, solo cruzo palabras con Antoine para alguna duda. Mientras que Vector ninguna, estoy consciente de lo que hago.
Al principio Sonic fué algo que me impactó.

Y ahora.
Es irrelevante, como una compañero común. Cruzamos aveces los buenos días y un adiós. Y es todo.
Únicamente pienso seguir así.
Solo hago mi trabajo, lo hago para mí sola.

(...)

Sonic.
Antoine se asoma de pronto y nos hace un aviso de acercarnos al salón de reunión.
Nos pide suspender las computadoras e ir.

Es la primera convocatoria de reunión. Posiblemente tengan nuevas ideas o traman algo. Esta semana noté a Antoine hecharme ojo seguido y también a mis compañeros. Inspeccionandonos para algo.

Me intriga y a la vez me asusta.
En cualquier cosa; el suspenso es genial.

— Pasen tomen asiento. — comunica Antoine, haciendonos pasar.

Hay una mesa gigante. Un montón de sillas de madera fina y en la mesa varios folletos con el logo característico de la empresa. Hay varios más, que posiblemente sean los demás que trabajan. Nos pide ocupar las sillas. Y no me puedo creer que haya una silla reservada especialmente para mi, Antoine me dirige y lo veo mejor de cerca.
Sonic the hedgehog. — Boomerang.

Que alago.
Tomo lugar, al lado de mi se sienta la rosada, frente a mi Scourge y el la esquina Bunnie. Me siento intrigado, y un poco nervioso.

Más de 40 sobre la mesa, leemos lo que nos ponen en la mesa y entonces, Antoine y Vector se suben al escenario de presentación.

— Buenas tardes. Sean todos presentes. — acota Vector. — Ésta semana hemos arrancado explendido. Cada uno de ustedes ha desempeñado un gran trabajo, el cual día a día es más notable. El motivo de esta reunión: Es que a lo largo de la semana, acabamos de empezar la campaña de creación de marca.

— Recreación enrealidad. — le digo a Rose en voz baja. Entorna sus ojos a mí pero inmediatamente se voltea a ver a Vector.

Vaya.

— Les he pedido a Sonic, Amy, Scourge y Bunnie — prosigue ahora Antoine. — los cuales son los que han estado impulsando la marca de Boomerang, los cuatro han apoyado ideas geniales, las cuales incrementan nuestra presencia en la exposición que se celebrará próximamente.

Siento las miradas de todos en nosotros cuatro. Saben todos quienes somos.
Me pongo de pié, seguro de mi mismo y digo:

— Hablando de eso. Quería mostrarte lo que Bunnie y yo hemos desarrollado sobre el diseño del stand.

Todos me miran y asienten. Tomo asiento, no sé porque me levanté. Es innecesario, pese a eso; comienzan a opinar, soltando varios discursos. Se diría más bien que estamos hablando entre nosotros. Somos una máquina perfectamente sincronizada.

— Podríamos hacerlo, — continuo — si contáramos con un escenario más sugerente. Y dejarnos pensar para algo del Stand.

— Estaremos checando esa parte, Sonic. - responde Antoine. — Nuevo diseño del Stand, a su gusto. Tendrá que ceñirce al presupuesto. Claro está. Cada uno ocupará la mitad del espacio. Iremos integrando poco a poco. Pero también reflejar la personalidad de cada uno y un enfoque propio. ¿Entendido?

— Perfectamente. — respondí, sonrio y veo a mi lado los presentes, intrigados tanto como yo.

— Sé que los cuatro estarán a la altura de ese reto. — comenta señalandonos a los cuatro.

Vector da un sermón largo. Saca otros papeles para desempeñar a los demás, los cuales están en otro papel de la empresa.

Antoine les pide a los demás que se pueden retirar, mientras que nos pide a los cuatro que nos quedemos. Se acerca a nosotros cuatro y nos dice:

— Hablando de retos, chicos. Acaban de recordarme el plan de la próxima semana.

— ¿Que plan? — cuestioné.

— Investigación de campo. — dice — el próximo miércoles empezarán a salir con gente.