CAPÍTULO 14.
Troye.
–¿Tienes todo listo? No quiero que pierdas tiempo para ir al aeropuerto – demanda mi padre con semblante serio, no me dirige la mirada en todo momento que habla. –Llamé a mi abogado, le pondrá una denuncia a Revista por acoso.
Asiento con el entre cejo fruncido y mis brazos cruzados.
–¿Algo más? – mi voz sale ronca, y mis puños cerrados conteniendo cualquier tipo de furia.
Mi padre, como si supiera que estoy enfadado, esboza una pequeña sonrisa cínica.
–Esta tarde antes de partir saldrás con tu prometida.
Y con eso sale de mi departamento, suelto una bocanada de aire. Paso mis manos a mi rostro restregando para aflojar mis facciones duras.
Imposible, nada me quitará el enojo que tengo en este momento.
Mi vista se posa en la revista que descansaba en la mesada, tranquila, como si no fuera la última gota que rebasó el vaso de furia de mi padre.
La razón para que venga a mi departamento a reclamarme por ser muy irresponsables y seguir con su sermón de la noche en el club.
¡¿TROYE TIENE UN AMANTE?!
Decía en letras grandes sin pudor, con una imagen de la señorita Culligs en donde yo salía agarrando su cintura para dirigirla a mi coche. Por suerte no salía su rostro en la imagen, su liso cabello tapaba como una cortina.
Sonrío recordando la noche, su delicada cintura, su alrededor con una deliciosa fragancia dulce, me hacía tranquilizarme sorprendentemente.
Suspiro, Rachel es una mujer hermosa, tiene un aura de paz y a la vez diversión. Es despistada pero responsable.
Y tiene una sonrisa hermosa.
–Ni tu prometida te tiene suspirando así.
Doy un salto del susto. Miro a la dirección de Luke con el ceño fruncido.
Antes de soltar una maldición hacia él, levanta sus manos en rendición.
–Lo siento, sabes que siempre digo lo obvio. – ríe negando con la cabeza.
–¿Qué haces aquí? Creí que anoche te irías a Chicago – digo yendo a la cafetera para preparar dos cafés.
–Así sirviente, quiero un cortado – habla sostificado sentándose en la butaca y mirándome superior.
–Cierra la maldita boca si quieres café – murmuro entre dientes. Luke suelta una carcajada.
–Oye viejo, tienes un humor de perro por las mañanas – bromea, se pone serio cuando mira la revista, silba. –Ella si te pondría de buen humor, mira ese cuerpazo –alaba, y antes de tomar la revista la agarro y la pongo entre mi brazo.
–Qué molesto eres por la mañana. – aviso rodando los ojos, cuando el café está listo lo vierto en dos tazas. – Por cierto, no me dijiste por qué no te fuiste anoche.
Luke suelta un bufido. Le paso la taza y me siento frente a él con una ceja alzada.
–Está caliente – dice en cuanto prueba un poco.
Así es él, tienes que preguntarle mínimo tres veces para que te responda.
–No me digas, ¿le echo un poco de agua como a los niños? – Le pregunto con un puchero, él gruñe y finalmente rio.
–Oh, el señorito está contento porque anoche se tiró a una tía buenísima – exclama haciendo gestos.
Frunzo el ceño. –No hables así de una mujer, bastardo.
Luke ríe.
Nos quedamos en silencio disfrutando del café por la mañana, sin apuros o teniendo una responsabilidad.
Así éramos, completamente diferente pero mejores amigos desde hace siete años, lo conocí en la universidad y desde ahí hemos sido uña y carne.
–Tu padre me dijo que fuera contigo, no quiere que te distraigas. Piensa que no irás a tu destino por ver a esa mujer – habla cauteloso sin mirarme. Nunca me mira cuando suelta una bomba, como si ya con decirlo fuera suficiente para soportar mi reacción.
Maldito en voz baja mientras apoyo mis codos en la mesa y escondo mi rostro en mis manos.
–Lo que hiciste por tu hermana fue algo impulsivo y, estuvo bien, si, pero te está presionando mucho a ti. – suelta con sinceridad.
–Lo volvería a hacer si se tratara de mis hermanos, no quisiera que ellos cargaran con esta responsabilidad – digo tomando mi sien por el dolor punzante que me causa todo esto.
–El héroe de la familia Magazzani – bromea mi mejor amigo, reímos un poco con ironía, para luego cada uno ponerse mudo y hundirse en sus pensamientos.
El recuerdo de mi hermana casándose con el hombre que ama me reconforta y, el de mi hermano estudiando en la universidad con lo que le gusta e independizarse también lo hace.
Aguantaría tener que comprometerme con Sarah y cargar solo con la empresa, solo por ver que mis hermanos están cumpliendo sus metas.
(.)
Él restaurante en donde acordamos estar, es lujoso, cada rincón grita elegancia y clase alta. Las mesas están separadas en una distancia que te permite recorrer el lugar, cada una de ellas en un espacio especial, en pareja, en familia o amigos.
Con una melodía que relaja tu cuerpo.
Casi podía lograrlo, hasta que me tenso cuando veo una silueta muy reconocida.
–Hola, Troye – saluda con una sonrisa coqueta, Sarah. Le doy media sonrisa, me acerco a su asiento para correr la silla y que ella se siente. Sin quitarme la mirada lo hace, pareciendo una mujer que sabe cómo seducir a su pareja.
Y con eso, vistiendo un elegante vestido plateado que se ajusta a su cuerpo junto a unas perlas brillantes en ciertos lugares, como en el inicio de su pecho.
–Buenas tardes, Sarah – le devuelvo el saludo sentándome frente a ella. A los minutos se acerca el mesero para pedir la orden.
–Yo lo mismo que pidas – habla con sus ojos negros fijos en mí, en cierto modo me sigue poniendo nervioso su mirada, tan controladora e intensa. Cuando el mesero se va, ella agarra una servilleta distraídamente. –Leí el periódico... – empieza brevemente.
Todo el mundo lo hizo. Pienso.
–No es lo que tú piensas... – le interrumpo, aunque sé de ante mano que no tengo que darle ninguna explicación, pero, es mi futura esposa, comprometida por medio de nuestras familia, aún así nunca perdería la caballerosidad por esto. –Solo acompañé a la señorita Culligs a su hogar.
Sus finas cejas se levantan en asombro, nunca perdiendo la elegancia. Una pequeña mueca se hace presente en sus finos labios.
–Culligs... – repite el apellido para sí misma con una pequeña sonrisa. –Está bien, Troye, sólo es una amiga – ríe cuidadosamente.
También lo hago moviéndome incómodo en mi lugar.
Una amiga a la cual pienso mucho últimamente. Pienso indebidamente.
–Así es. – miento mirando directo sus ojos, pero ella también lo hace al demostrar estar tranquila.
Muestra una actitud segura y despreocupada, cuando sé por mi hermana mayor que es todo lo contrario a esa fingida faceta. Ella es todo menos tranquila, y puede ser lo único de verdad que digan en las revistas sobre la famosa Sarah Cocker, hija del señor Robert Cocker, mejor amigo de mi padre.
El mesero viene con nuestro pedido interrumpiendo las miradas de Sarah. Le agradezco y se retira, de repente siento que el hambre se me había ido, haciéndose presente un incómodo nudo en mí estómago.
–Y dime, ¿Has enviado las invitaciones? – pregunto sacando cualquier tema de conversación, la miro y veo en sus ojos un brillo especial.
Desearía tanto corresponder ese brillo que su mirada, pero solo puedo agachar mi vista y sentirme un bastardo por condenar a esta mujer, que aunque siente mucho por mí, mi afecto hacia ella no es más que solo conocidos.
–Lo hice, sí, quedaron muy lindas porque las hice junto a tu madre – responde risueña.
No quería hacerlo, pero lo hice. Solté una risa hueca, irónica. Rencoroso por la decisión de mi madre al apoyar a mi padre.
Miro a otra parte y veo a unos fotógrafos apuntando hacia nosotros con un descarado flash. Sarah toma mi mano por encima de la mesa tomándome por sorpresa.
–Troye, querido, en algún momento tienes que perdonar a tu madre. Ya ha pasado dos años... – murmura con una voz que quiere tranquilizarme, fracasando en el intento.
–Comamos que se enfría. – digo con una sonrisa tensa indicando nuestros platos, me libero de su mano para agarrar la copa de vino, ella también lo hace y la levanta para brindar.
Frunzo el ceño confundido.
–Salud, porque se acerca nuestra boda, cariño – guiña el ojo en mi dirección.
–Salud. – digo en cuanto chocamos nuestras copas y tomar un sorbo cada uno.
Mí boca tenía un agrio sabor ante la situación.
(...)
¿Qué les pareció? ¿Bueno? ¿Malo? ¿A que huele mucho drama? e.e
¡Pónganse los cinturón porque estamos a punto de despegar!
Ah, mejor me voy a seguir actualizando 😂
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