CAPÍTULO 10.
Me levanto como siempre a las 07:10 a.m. Me ducho por veinte minutos y salgo.
Me decido a llevar un yean negro, con una blusa color pastel junto a unas botas blancas. Arqueo mis pestañas y delineo el ojo.
- Genial, tendrías que hacer tutoriales, Rachel - me alago con un alto egocentrismo.
Cuando estoy lista agarro un abrigo y tomo los papeles mas impotante dejando en casa lo que tengo pendientes. Bostezo, tengo demasiado trabajo pendiente.
Y ustedes se preguntarán, "¿Trabajos? Si no haces nada" Pues, en parte es verdad y en parte no...
Admítelo,Rachel.
Okey, puede que haya subido un poco de peso está última semana por estar acostada en el sofá comiendo de distintos bocadillos que necesariamente tengo que comer. Prometo que el Lunes hago dieta, pero como el lunes es feriado empiezo el martes.
Pero como es desparejo empiezo la dieta el jueves. Que lastima que los viernes sean los días de pizzas.
Y sobre el trabajo, además de ser secretaria de Gemma, hago reseñas de los libros que sacamos en físico. Lo sé, soy increíble.
Llego a la empresa con dos minutos de retraso con mi intento de huída cuando Noah se me atravesó en mi camino. Estúpido, le diré a él primero que a nadie que estoy embarazada, seguro vende su casa para mudarse.
Sonrío al ver a Lorena maquillarse en su escritorio.
Ella suelta un chillido cuando me ve.
- ¡A que no sabes qué! - grita a penas me ve. Agradezco que todavía no lleguen los jefes.
- Buenos días para ti tambien, Lorena
-menciono divertida yendo a dejar mi cartera en mi escritorio.
Escucho la escandalosa risa de Lorena y sonrío sin verla, estaba dándole la espala arreglando el lío que no ordené ayer.
La librera de citas de Gemma se cae y me agacho para agarrarla, en cuanto me levanto siento un mareo intenso que me hace sujetarme del escritorio para no caer.
Wow, calma vaquero.
- ¿Estas bien? - Para mi desgracia mi amiga lo notó, de inmediato se pone a mi lado.
- Si, no es como si tuviera a punto se desmayarme - le resto importancia con un ademán.
- En realidad, casi caes, idiota -responde y rio entre dientes, aun me estaba recuperando.
- Si, estoy bien. - la calmo con una sonrisa.
Lorena estaba por hablar cuando el ascensor hace un pitido y los jefes pisan la planta alta.
-Buenos días - saludan al unísono. Greg se va de inmediato a su oficina saludando a Lore, la cual se sonroja.
-Buenos días, Gemma, ya está lista su libreta y tiene una cita con el odontólogo
-le recuerdo lo memorizarado.
-Ugh.- gruñe - Cancela todas las citas para hoy y llama a Marcus a que venga a las 10 am.
Asiento mientras anoto todo rápidamente en una libreta que me pertenece. Aún con su rostro serio deja su abrigo Gucci que vale más que mi departamento, descuidadamente en mi escritorio.
- No le dieron anoche - bromea Lore aún apoyada en su escritorio cuando Gemma se pierde en su oficina.
- Si de eso es, ninguna noche le dan.
Con Lorena reímos. Recuerdo lo que mencionó a penas entré.
-¿Qué querías decirme? - pregunto agarrando las Sipnosis elegidas para hacer las reseñas.
Ella salta de su asiento y me mira con una gran sonrisa que da miedo.
- No acepto un no por respuesta - advierte.
- Ya veo, entonces no. - respondo sabiendo lo que viene a continuación.
- ¡Rachel! - me regaña y reímos. - Bueno, esta noche es la despedida de soltera de mi hermana mayor y ella hará una fiesta en un club, lo sé,está eligiendo el mal camino y le dije pero me dice loca.
Río.
-Aunque el chico no está nada mal... - la interrumpo tirándole una bola de papel. -Bueno, bueno... ¿Aceptas ir?
- Creo que me hace falta salir un poco...
- Me interrumpe saltando de su lugar para ir a la oficina de Greg.
- ¡Es en el local nuevo que abrieron de la calle Brazil! Te esperamos a las once, ponte bella - me guiña un ojo.
Espero no arrepentirme.
(.)
-Hola gay - saludo a mi hermano cuando entra por la puerta, él gruñe en respuesta.
- Que no se te haga costumbre el apodo, todavía no les digo a nuestros padres. - habla dejando una bolsa de papitas en la mesita y tirarse al sofá subiendo los pies.
-Baja los malditos pies si no quieres que te los arranque - lo amenazo con una mala mirada y él los baja de inmediato captando que lo digo en serio. - Y sobre la noticia, no seas cobarde, lo mío fue la bomba... - le digo con la boca llena de papitas.
Stephen iba a hablar cuando el timbre suena.
-Mierda, desde que me vine a vivir sola todos vienen como si fuera un hotel - gruño levantándome. - A dormir, a comer, a joderme la vida...
-Ya, hermanita, pareces un perro rabioso - ríe Ernest.
Le saco el dedo del medio.
-¡¿Quién es!? - grito para que me escuchen.
-¡Vine a buscar desperdicio! - bromea Julia al otro lado de la puerta.
-¡Stephen te buscan! - le grito al gay que está en mi sofá y me tira una almohada que logro esquivar. Abro la puerta y mi hermana menor entra como Pedro en su casa.
- Hola preciosura, cosa hermosa de mi vida...
- Julia se acerca a saludar a mi bebé la interrumpo antes de que me de diabetes.
-Aún no te escucha - le digo cerrando la puerta y sentándome en el sofá aparte a mis hermanos, no quiero que me contagien los piojos.
-¿Qué haces acá? -pregunta Stephen a Julia.
Julia estaba entretenida buscando algo en su bolso. -¡Lo tengo! - exclama triunfal sacando un CD.
-¿Quef ses eskfo?- pregunto con la boca llena de papitas.
- Un CD - responde Stephen lo obvio, le muestro la papas molidas en mi boca y se asquea.
-Una amiga me invitó a hacer una pijamada a las 20pm y como tengo tiempo libre quise venir a visitar a mi vieja hermana querida - explica y le saco el dedo del medio.
-Ves, todos me usan - le digo a Stephen sobre de que todos vienen a usurpar mi departamento.
Julieta me ignora y se va a la cocina.
-¿Lo sabe? - le pregunto en un susurro sobre el tema de sexualidad.
Mi hermano niega con la cabeza y una mueca en su rostro.
Antes de hablar Julia vuelve a la sala con una bandeja y comida en ella, ¿De dónde la sacó? No lo sé.
- Juli, tenemos algo que contarte - habla mi mellizo y abro la boca.
- Yo no soy ga.. - me interrumpe tirándome otra almohada, ¿De dónde saca tantas almohadas?
-Habla- dice Julieta pacíficamente poniendo la película en la DVD que traía el televisor.
Stephen tarda en hablar y lo veo incómodo en su lugar. En la sala sólo se escucha cómo mi hermanita tararea una canción que creo haberla escuchado.
- Y ya no aguanto las ganas de poder decirle... -
Canta en un susurro y la recuerdo, era mi favorita.
- Quiero decirte que "te amo" que a pesar que pase el tiempo más te extraño... - le sigo la canción y mi hermana ríe. Miro a Stephen y me fulmina con la mirada.
Ay, cierto.
- Yo... creo, que soy gay - murmura Stephen, Juli deja de hacer lo que hace para verlo con los ojos completamente abiertos.
-¿Crees? - pregunto confundida, Stephen mira y creo que si no fuera su melliza estaría dos metros bajo tierra. - Estoy embarazada. - me excuso y los dejamos de mirarnos para escuchar la risa de Julia.
-Tengo que hacer una llamada - dice nuestra hermana alejándose unos metros. Marca unos números en su teléfono y lo lleva a su oreja. - Hola, Lisa, adivina qué... me tienes que dar los 500$... Si, lo dijo, con estas palabras "Soy 100% gay"... Es mi hermano como no lo iba a saber... siempre gano... Adiós, nos vemos. - Y cortó.
Vuelve a sentarse en el sofá con una sonrisa triunfal.
- Y... ¿Cómo lo supiste? - pregunta normal agarrando el control remoto y sentándose al lado de Stephen.
- Q...que, t-tú, ¿Cómo? - tartamudeamos a las vez con mi mellizo.
Juli ríe al ver nuestras caras de pasmados, me recompongo en en sofá aún mirando raro a mi hermanita menor.
- Eres demasiado obvio hermanito.
- ¿Lo saben nuestros padres? - pregunta temeroso Stephen.
Julieta niega con la cabeza. -No, fue esa vez que te pregunte si salías con alguna chica y te pusiste nervioso. También cuando pasaba por tu cuarto y escuche gritos, pegué mi oreja a la puerta y tú decías "Te amo, Liam", demasiado cursi.
-¿Y sacaste todas esas conclusiones a que es gay? - pregunto sorprendida, tengo de familia a una pequeña Sherlock Holmes.
Se encoje de hombros. - Solo era obvio.
Stephen se ríe y también lo hago. - En realidad no, una vez le dije a Rachel que me gustan largas y calientes y no lo captó.
Juli se echa a reír.
Hago una mueca indignada.
-No es mi culpa que no sea pervertida como ustedes, basura humana - gruño llevando un puño de papas a mi boca.
Los dos se ríen de mi inocencia.
Malditos.
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