8.- Consecuencias
Carina.
Resulta ser que Alessandro Santori es en realidad un buen actor. Me ha impresionado la capacidad que tiene para desarrollar las mentiras de forma tan habilidosa, que incluso parece que todo es completa y absolutamente real.
Mi padre no ha perdido tiempo para cuestionarle, aunque sutilmente, todo cuanto ha podido. Y es increíble que hasta el último momento, no haya flaqueado ni un poco.
Cuando se marcha, apenas mi padre deja su interrogatorio de lado, la soledad y el silencio en el que me sumo con mi progenitor me deja saber que ahora las preguntas serán dirigidas hacia mí.
—¿Por qué no habías hablado sobre él? —ladea la cabeza mirándome con curiosidad —parece...agradable.
—Lo es —miento porque lo cierto es que el hombre me parece irritable hasta más no poder —y creo que tu pregunta se contesta sola.
—Cari...
—Entiendo que ustedes se preocupan por mí, pero he visto como se han comportado con cada chico que llega a la familia, perdóname por no querer someter a Alessandro a lo mismo. Las personas aman su privacidad, lo sabes ¿no es cierto?
Sé que es una carta que no debo jugar, mucho menos con mi padre. Él siempre ha sido un defensor de nuestra vida privada cuando se trata de los medios, o de cualquier persona que intente husmear en nuestras vidas, pero es irónico que sea él quien en primer lugar intenta saber todo de una persona cuando tiene intenciones con algún miembro de nuestra familia.
—Te he dicho que no tienes que preocuparte por eso —dice en un suspiro —no lo hice cuando Lía trajo a ese Francis, ¿por qué lo haría contigo?
—Creo recordar muy bien como Lía dijo que si se atrevían a investigar o a incomodar a su novio no volveríamos a verla —retengo la risa cuando reconozco la expresión en su rostro —y todos sabemos que hablaba en serio, así que...
—Esa no es la cuestión aquí.
—Claro que es la cuestión. Porque voy a decir lo mismo que mi hermana, papá. Si por algún motivo me entero que han estado investigando a Alessandro, realmente voy a enojarme y puede que no vuelvas a verme nunca más.
Resopla, claramente contrariado por mis palabras, lo que me deja muy en claro que investigar a Alessandro es claramente una opción.
—¿Sabes por qué lo hago? —se incorpora y me veo en la obligación de hacerlo también —porque no voy a dejar que mis niñas salgan con cualquiera. Porque no dejaré que cualquiera crea que puede entrar a sus vidas y hacerlas pedazos.
—¿Por qué no has investigado entonces a todas las chicas con las que mis hermanos han salido?
—Porque no son nada serio —dice casi con exhasperacion —porque si supiera que tienen intenciones serias con alguna mujer, también haría lo posible para asegurarme que no se aprovechen de ninguno de mis hijos. Solo cuido de ustedes.
—Somos adultos, papá —me acerco lentamente —y nos has hecho bastante capaces de cuidarnos por nosotros mismos.
—No importa lo mucho que crezcan, para mí siempre serán mis pequeños desastres.
Una risa brota de mis labios, papá se acerca y toma mi mano, cuando me encuentro con el azul profundo de sus ojos la respiración se me corta porque me siento culpable de mentirle, de ocultarle algo al hombre más honesto que he conocido en mi vida.
—Confío en que lo has elegido por una razón —dice acariciando mi mejilla —no dejes que nada de lo que diga o haga, te cambie. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Cierro los ojos cuando sus labios se encuentran con mi frente. Sus brazos me envuelven y la culpabilidad se hace más fuerte.
—Te amo, Stellina mia —susurra cuando se aparta —recuerda que siempre puedes confiar en mí.
—Yo también te amo papá.
La soledad de mi hogar me abruma cuando se marcha, cierro los ojos y me desplomo contra el sillón. Nada está resultando como lo planeé, se supone que este encuentro no tenía que suceder hasta la boda, si mi padre dice algo...
El sonido de mi celular interrumpe la ráfaga de pensamientos, volteo mirando el artefacto brillar así que lo tomo y resoplo al mirar quien lo ha enviado
Alessandro: ¿Qué tal estuve?
Abro la aplicación de mensajes y entro al chat.
Carina: ¿Quién diría que eres tan buen actor?
La respuesta llega prácticamente de inmediato.
Alessandro: Hay muchas cosas más en las que soy bueno, solo es cuestión de tiempo para que las descubras. ;)
—Idiota —bloqueo el celular y lo lanzo a un costado —¿en qué estabas pensando Carina?
Cierro los ojos y me deslizo hasta quedar semirecostada en el sillón. Es evidente que esto va a acabar pésimo, y yo seré la única responsable.
Abbie me mira con desconfianza, Lili no tiene mucha diferencia en su mirada. Parece que ambas consideran que haber elegido a Alessandro, no es del todo una buena opción.
—Si sabes que esto se sale mucho del plan, ¿no es cierto? —Abbie suspira —se supone que deben de pasar mucho tiempo juntos antes de que alguien de tu familia lo conozca, y lo que ocurre es todo lo contrario. ¿Cómo es que tu padre no se dio cuenta de inmediato?
—Porque el idiota es un buen mentiroso —me acomodo en el asiento y trato de aparentar que no me importa tanto como parece —creo que ha sido un buen inicio, mi padre no parece sospechar, así que todo este tiempo podemos ensayar y será más sencillo.
—Eso teniendo en cuenta que control de daños no esté fingiendo creerte —señala Liliana. —¿Lo has pensado? Tal vez ya sabe que mientes y quiere ver que tan lejos llegas.
La duda se me siembra, si, eso es algo que sin duda mi padre haría.
—Si está fingiendo creerme entonces con más razón tenemos que demostrarle que se equivoca, tengo menos de tres semanas para que Alessandro y yo parezcamos ser la pareja más enamorada del mundo, o moriremos en el intento.
Ambas se ríen.
—¿Quién diría que tu novio falso terminaría siendo el chico innombrable del pasado?
La molestia vuelve a mi pecho, el hecho de haber tenido un pasado con Alessandro vuelve esto más complicado. Sus palabras vuelven a mi mente, trato de convencerme que no es para tanto, pero hay una parte de mí que simplemente no puede olvidar el dolor que su abandono causó.
Cuando te permites tener ilusiones, y luego alguien te las arrebata tan de repente, una parte de ti jamás lo olvida. La sensación de pérdida y decepción, se quedan ahí.
—Es solo una coincidencia, y han pasado años, eso no...
—Oh, no. No voy a tolerar que digas que no tiene importancia porque claro que la tiene, para ti es importante, Cari. Fue importante y Alessandro es un idiota que no merece que seas considerada, así que no intentes quitarle su grado de responsabilidad. Puede que hayan pasado años, pero eso no cambia lo que hizo.
—No sé en que lío me he metido —escondo el rostro entre las palmas de mis manos —esto va a resultar terriblemente mal. Apenas y tolero estar cerca de él, ¿Cómo podré fingir estar absolutamente enamorada?
—Si me permites darte un consejo, Cari —Liliana habla después de haber estado demasiado tiempo en silencio —creo que tal vez esta es una oportunidad para arreglar las cosas, has cargado con el resentimiento hacia Alessandro por años así que, ¿por qué no toman esta oportunidad para olvidarse del pasado y simplemente hacer las paces?
No quiero decirle que eso es prácticamente imposible. No se equivoca, he pasado años con los sentimientos guardados hacia aquel chico que desapareció de mi vida sin dejar rastro, dicen que el primer amor no se olvida, y cuando ese amor es también el primero en destrozarte el corazón, deja una herida incurable.
Puede que la Carina de dieciséis años lo haya perdonado, porque esa chica ilusa que creía en absolutamente todos no hubiese sido capaz de guardar rencor por tanto tiempo. Si el hubiese vuelto en aquel entonces...tal vez todo sería diferente.
Pero no lo hizo.
No volvió.
Y el hecho de que ahora esté aquí, no hace ninguna diferencia.
Alessandro.
Dave me mira como si hubiese perdido por completo la cabeza, y sí. Tal vez si he perdido lo poco que me quedaba de cordura.
—Dime que no es cierto —dice horrorizado —dime que solo es una broma.
—No lo es, esto es serio, muy serio.
—¡Carajo! —se incorpora con demasiada rapidez ocasionando que los cubiertos y vasos de la mesa se tambaleen —¿es que en todo el tiempo que estuviste fuera quedaste más idiota? ¿Cómo se te ocurre?
—No es para tanto...
—¡Vas a fingir ser el novio de la mujer considerada la reina de los casinos! ¡Joder, Alessandro! ¿Tienes idea de lo que eso significa?
Arrugo el rostro. Entendiendo el rumbo de la conversación.
—Te has puesto justo en el ojo del huracán. ¿Qué crees que pasará cuando todos se enteren que están saliendo? Dijiste que querías pasar desapercibido...
—Y también dije que volví para acabar con todo de una vez —lo interrumpo con irritación —y aunque no lo parezca, creo que esta es mi mejor opción. Ella necesita mi ayuda tanto como yo necesito de la suya así que ambos vamos a ganar.
Dave sacude la cabeza, me da la espalda mientras se pasea por la sala en un evidente estado de irritación. Cuando le conté mi plan, estuvo dispuesto a ayudarme en todo lo que necesitara, en el estúpido perfil falso, y en conseguir que todo saliera a la perfección.
Excepto que nada salió como lo planeamos.
—¿Estás seguro de esto, Sandro?
La abreviación que utiliza para llamarme me conduce inmediatamente a Carina. Fue probablemente la primera persona en llamarme de esa forma, mi mente reproduce entonces todos aquellos recuerdos que he intentado olvidar.
¿Pero como olvidas a la única chica por la que te permitiste sentir algo?
Tengo muy claro el recuerdo de esa noche, del momento en donde ella se entregó por completo, y de que en ese instante creí que realmente todo iba a salir bien. Pero era una mentira, incluso ahora, sigue siéndolo.
Porque el amor es solo una ilusión, porque estar enamorado de alguien solo va a condenarte. Yo lo sé, y no planeo condenar a nadie a un sentimiento que tarde o temprano va a desaparecer.
Carina no merecía eso, no merecía falsedades ni mentiras.
Carina Lombardi solo merecía la verdad, pero no fui capaz de dársela.
Y ocho años después la vida me ha colocado de nuevo frente a ella, frente a la chica que esa noche dejé en aquella cabaña de la playa, la chica que se escapaba de casa para los paseos en moto, que me ganaba en todas las apuestas, la chica que se apoderó de mi posesión más valiosa y aun así no me importó porque solo quería estar con ella.
Esa noche me prometí dejarla atrás.
Me prometí no volver a aparecerme en su vida, ¿qué clase de broma cruel del destino es esta que nos ha colocado en una situación para fingir algo que en un futuro alterno pudimos haber tenido?
—Alessandro —la voz de Dave me trae de regreso —no tienes que hacer esto. Lo sabes.
—Lo único que sé, es que solo tengo una salida, Dave. No puedo seguir engañándome.
—No le debes nada, estoy seguro de que si decidieras salirte de esto, ella no te odiaría más de lo que ya lo hace.
—¿Dices que debo huir otra vez? No hay manera de que haga lo mismo dos veces, Dave.
Mi amigo chasquea la lengua, sacude la cabeza con desaprobación y me mira de la forma que detesto tanto.
—Las mentiras tarde o temprano llegan a la luz, y cuando eso suceda, ¿podrás lidiar con las consecuencias que traerán consigo?
—Tu y yo sabemos que no las habrá.
La mirada de Dave se oscurece, siendo tan consciente como yo de la verdad que llevo encima. Una verdad que nadie más conocerá, al menos no hasta que sea demasiado tarde.
No dice nada más, se marcha dejándome solo en el estudio y solo con la soledad me percato del dolor de cabeza que lleva torturándome desde que toda esta locura comenzó.
El celular suena antes de que pueda hacer algo más, cuando lo miro, una sonrisa se extiende por mis labios al leer de quien proviene.
Carina: Te veo mañana a las 10 am en la costa, es hora de que aprendas a ser un buen novio.
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¡Hola, hola!
¿Qué creen que pase ahora? ¿Realmente creen que no habrá ninguna consecuencia?
¡Me encanta leerlas en comentarios!
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