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CAPÍTULO 25

¡Atrapenme!

- Asesinó a alguien...- murmuró sorprendido -me odiaba, posiblemente fue a mi- negó -no quiero ver como lo hace, no quiero recordarlo- cubrió su rostro asustado.

-No Jimin, no permitiría que te hiciera algo- aseguró tomando sus hombros.

-¡No estábamos juntos todo el tiempo!- gritó alterado viéndolo -¡pudo haberlo hecho mientras no estabas!

-Calmate Jimin, algo de eso no tiene sentido, recuerda que hace mucho vimos como salias huyendo de algo, tu dijiste "atrapenme", no "atrapame", lo que significa que fueron más personas.

- Qué alivio saber que un grupo de gente me va ha asesinar- ironizó suspirando -pero entonces... ¿A quien...?

-Si tiene que ver con nosotros lo sabremos pronto.

-Tienes razón..- respiró más tranquilo -aunque no quiera lo sabré de todas formas.

-Estare contigo en todo momento- prometió.

-No entiendo, ¿de qué sirve que recordemos?, si borraron nuestros recuerdos es por el sufrimiento que pasamos.

-Les ayuda a poder sobrellevar las situaciones futuras- habló Hoseok asustandolos -es como si una especie de vínculo los uniera y fortaleciera su amor, además de que sus almas pasadas viven en paz porque después de todo... tuvieron su final feliz.

-¿En qué momento llegaste?- preguntó Kook.

-Desde que mencionaron a esa mujer y se pusieron cariñosos- soltó una risa -pero ustedes NUNCA harían tal cosa, jamás se iban a querer y blah, blah, blah.

- Cállate- dijo avergonzado Jimin-¿qué se supone que haces aquí?

-¿Pues que más?, arreglar lo que ese mugroso ángel de la muerte ocasionó- suspiró -ese hecho no tenía que suceder, Cupido me mando para curarlo.

-Pude haberlo hecho yo- mencionó Kook.

-Pudiste, pero me mando a mi y no me preguntes porque, sólo sigo ordenes- se alejó -así que ahora voy- caminó hasta meterse a la habitación de Yoongi, segundos después salió -lo hare cuando dejen de comerse la boca, eso es incómodo- hizo una mueca.

-Te comprendemos- asintió Jimin divertido.

- Qué fastidio, estar junto a Jinie es mucho mejor- aseguró.

-¿Qué has dicho?, ¿de que forma te referiste a él?- lo señaló -¡andas de irrespetuoso!- acusó.

-Soy su mano derecha, claro que hay confianza... Pero no le digan que me referí así de él frente a ustedes- pidió.

-Que confianza la suya- sonrió -¿será que ustedes...?

-¡Silencio pequeño insolente!- regañó -no digas nada, sólo soy su ciervo, como ustedes.

-Pero te gustaría- sonrió.

-Por supuesto que no- desvio la mirada.

-¿Seguro?- cuestionó.

-Si.

-Oh... ¿Y él no te gusta?

-S.. ¡No!- gritó alarmado -¡mejor ve a darte amor con Kook y deja de molestar!

La discusión no pudo seguir por un agitado Tae que salió del cuarto con el cabello despeinado, labios brillosos y rojos.

-Él... Definitivamente está bien- aseguró -yo.. Voy a la cafetería- avisó dando media vuelta, todos notando la temblorina en los pies.

-Por todos los ángeles- dijo con susto -que gente tan depravada y vulgar, se encuentran en el sanatorio de las personas enfermas, deberían ser más prudentes.

-No te hagas el Santo, bien que sueltas el perfume de la pasión para que la gente copule- recordó Kook.

-Pero no en estos lugares pequeño perverso- bufó -mejor voy antes de que regrese- camino a prisa -¡los veo luego!- se despidió 

-¿A donde iremos nosotros?

-Cualquier lugar está bien, si es contigo- sonrió -podemos divertirnos un poco, escuche que hay habitaciones solas por aquí

-¿Dónde se supone que escuchaste eso?- cuestionó divertido -no lo haré en este lugar- negó enseguida.

-Ash, entonces vamos con Tae- dijo resignado mientras lo tomaba de la mano y los guiaba por donde antes se había ido Tae, lo encontraron tomando café en una mesa alejada, los miró y sonrió.

-¿Dónde andaban?- cuestionó viéndolos sentarse -pensé que me seguirían enseguida.

-Sólo hablabamos- le restó importancia -si que es un salvaje, te dejo marca- señalo su cuello.

-Madito, creo que debo acostumbrarme, parece bastante celoso.

-Yo también marcare territorio- acaricio el cuello de Jimin -así sabrán que tienes ha alguien en tu vida.

-¡Deja de decir esas cosas!- se alejó avergonzado.

-En el fondo te encanta- sonrió.

-Son tan lindos- suspiró feliz -ojala Yoongi dijera esas cosas de mi, parezco desechable, sólo cuando me necesita está ahí- bufó.

-No es tan expresivo, pero se ve que te quiere con sus acciones. Sólo piensalo, te trata y hace cosas por ti que por nadie más haría.

-Si, supongo que en fondo me quiere.

-¿Cuándo lo dejan salir?- interrumpió.

-No me han dicho, el doctor iba a revisar sus heridas una vez más y determinar cuanto tiempo estaría aquí.

-No creo que esté tan mal, posiblemente mañana ya pueda estar en el departamento.

Pero para sorpresa de todos Yoongi ya estaba de pie y abrochando su camisa mientras un doctor anotaba algo en unas hojas.

-¿Yoongi?- cuestionó confuso Tae.

-Que bueno que llegas, firma la alta y vámonos.

-¿Ya?- dijo con sorpresa.

-Así es, paso bien los exámenes que le hice y el dolor disminuyó, puede seguir en su hogar mientras tomé el medicamento indicado en caso de malestares- le paso el papel que antes llenaba -sólo firme aquí y podra irse.

-Esta bien- aceptó obedeciendo, Yoongi no se espero y se adelantó a salir.

-¡Oye, no vas sólo!- gritó.

-Déjalo, así es siempre- le entregó la hoja -gracias por su ayuda- sonrió y se retiró de la habitación.

-No me gustan los hospitales, apresurense.

-Caminare a mi ritmo, Cállate o te regreso- amenazó.

-Que impaciente- dijo molesto -Hoseok debió dejarlo sufrir un poco más- murmuró a Kook.

Subieron todos al auto con Tae al volante y dieron marcha al departamento.

-Esas camas son muy incómodas, extraño la mía sin duda- suspiro -no vuelvas a salirte como loco, mira lo que ocacionas- reclamó.

-¡¿Estás diciendo que esto es mi culpa?!

-¿De quién más sino?, te enojas por idioteces sin pensar en nada.

-¡Tú eres el que no se fija por dónde va!

-¡Cuando estoy molesto no pienso bien!- justificó.

-¡No culpes a la molestia!, ¡tú nunca piensas bien!

-Por todos los ángeles- cubrió su rostro.

-Nunca pueden estar sin discutir- se cómodo mejor en el asiento y atrajo a Jimin -ignoralos, sabes que se arreglaran.

-Ahora me ofendes, bonito novio tengo.

-¿Quien dijo que somos novios?, ¡ni siquiera me has propuesto nada!

-¡Pues con esa actitud hasta las ganas se me van!

-¡Entonces no somos nada!

-¡No!

-¡Bien!

-¡Bien!

Quedaron en silencio y sin mirarse, incluso al bajarse y una vez en el departamento por alguna razón fueron a la habitación, cambiaron sus ropas y se acostaron dándose la espalda.

-Si que son únicos- se burló.

-Bueno sin pensarlo si duro rato en el hospital, deben estar cansados, también deberiamos dormir- quitó su ropa y antes de entrar bajo las cobijas miró a Jimin -¿que sucede?

-Siento... Que una vez que cierre los ojos volveremos a recordar y ahora... Será por completo...- murmuró.

-¿Y que harás?, ¿no dormir?

-No, sólo estaba mentalizadome para cualquier cosa- suspiró y empezó a cambiarse -tener el valor de vivir una vez más eso.

-Jimin, juntos hasta después de la muerte, estaré contigo- recordó.

-Lo sé, gracias- suspiró y se acostó, respiro hondo y esperó el sueño, sintió a Kook abrazarlo y se relajó.

"Todo esta bien, muy bien, puedes hacerlo" se alentó.

Cerró los ojos y no supo en que momento quedo dormido pero apareció junto a todos los demás con el bebé en brazos y su hermana junto a su madre frente a él.

-No lo regañes, sólo está siendo responsable de sus actos- pidió el hombre a la madre de Jimin.

-No estoy molesta- avisó -sólo sorprendida.

-Perdona- inclinó la cabeza -no estaba contemplado pero... Debo hacer lo correcto.

-Entra a la casa- señaló dejandolo pasar, los curiosos aldeanos sin querer aún terminaron por retirarse, sabiendo todos ahora que Park Jimin tenía un hijo, Kook logró escabullirse y se metió por la parte de atrás a la casa, sentadose junto a Jimin -bien, ahora quiero la verdad- exigió -que no me creó nada de eso, las niñas jamás te gustaron y ese bebé no se parece en nada a ti.

-Asumo la responsabilidad, fue idea mía, lo lamento.

-Madre, vimos a una mujer dejarlo en una caja lejos, desechandolo- la miró a los ojos -iba a morir si lo dejábamos ahí.

-La escuchamos decir que no tenía que hacerse responsable de lo que "esa cualquiera" hizo, ya que había fallecido.

-Que horrible...- murmuró la hermana -¿cómo pudo haber dejado a un pobre bebé?.

-Siempre habrá personas sin corazón.

-Eres tan dulce Jiminie...- murmuró la madre -demasiado- suspiró -no puedo culparte, tampoco hubiera podido dejarlo- se acercó para ver al pequeño que dormía en el pecho de su hijo.

-¿No estás molesta entonces?- la mujer negó -te lo agradezco, se que con nosotros nunca le faltará amor- sonrió -ni ropa o comida.

-Serás un buen padre Jiminie- aseguró y luego miró a Kook -ambos lo serán- sonrió -ya te estabas tardando en darme un nieto- reclamó.

-¡Ma'!- se quejó divertido -pues deberás consentirlo porque sera el único.

-Verás que si lo haré, hasta que tu hermana se digne a darme también.

-Ningún hombre vale la pena en este pueblo, todos son unos completos animales- se cruzó de brazos -así que mejor espera sentada- todos rieron -¿ya tiene nombre el pequeño?- la pareja se miro feliz

-Eunwoo- dijeron al mismo tiempo.

-Park Eunwoo, suena bien.

-Quisiera que fuera tu apellido... Pero se que no es posible- sonrió triste.

-No importa, de todas formas ya se que eres mío, no necesito ponerte mi apellido para eso- beso la mejilla de su pareja

Los ángeles observaron cómo la pareja se ponía de nervios con el bebé cuando lloraba y no sabían que era, también el tiempo transcurrir, las primeras palabras, sus primeros pasos y travesuras, la forma en que iba creciendo, sus risas y lágrimas ante algo que le diera miedo.

-Papi, tengo hambre- llamó el menor.

-Espera un segundo, casi termino de revisar estos exámenes bebé- pidió sin despegar la vista.

-¿Cuándo vendrá papi Kook?, el cocina rico-

-No debe tardar- murmuró y como por arte de magia la puerta se abrió mostrando al mencionado.

-¡Papi!- gritó feliz el niño corriendo ha abrazar a su segundo padre.

-¡Llegue mis bebés!- saludó felíz cargando al menor -¿que tal tu día?

-¡Papi tengo hambre!- repitió.

-¿Puedes encargarte?, estoy por terminar.

-Sabes que si- miró al niño en sus brazos -¿que se te antoja?

-Quiero sopita de mami.

-Sopita de mami será- aceptó.

Un rato después Jimin se estiró y acomodo su desorden sentandose junto a su pareja e hijo para comer.

-¿Mucho trabajo?

-Un poco, pero ya acabe y estare libre al fin- suspiró -sigo pensando que es increíble que hayan pasado 3 años ya-

-Cierto, muy rápido.

-Si...- murmuró.

Esa cena desapareció y en su lugar se vio a Jimin observando a su dormido hijo bajo la mirada de su madre.

-¿Qué tanto piensas?- cuestionó.

-Han pasado ya 3 años y han sido los más felices de mi vida, soy tan feliz que me asusta- suspiró -porque ese sentimiento jamás es para siempre.

-No pienses en cosas tristes, disfruta tu presente.

-No puedo evitarlo, cada día él crece más y la gente empezara a preguntarse porque sigue diciéndole papá a Kook, ahora a nadie parece importarle pero luego... Eso podría cambiar y no quiero pensar lo que le diran en la escuela, no estare para cuidarlo ahí.

-Sabrá defenderse- animó.

-¿Qué sucede si un día nos descubren?, lo e pensado mucho- murmuró -quiero que me hagas un juramento.

-¿De qué se trata?- cuestionó.

-Si un día... Por alguna razón llegan a descubrir que a mi me gustan los hombres... Niegame- pidió -niega que soy hijo tuyo, la gente de este pueblo podría herirte también y no quiero eso.

-Yo jamás...

-Por favor- interrumpió -jura que lo haras.

-Yo...- dijo insegura -no puedo...- admitió.

-Si puedes, debes hacerlo, igual ni nos parecemos, saben que uno de tus hijos es adoptado, pero no saben cuál, diles que soy yo.

-Jimin...

-Te lo ruego.

-Esta bien... Yo... Diré lo que quieres- prometió.

-Gracias- suspiró más tranquilo -es lo mejor.

Todo volvió a cambiar y por la apariencia del menor más años habían pasado, quien iba con emoción tomando la mano de su padre Jimin.

-¿Feliz por tu primer día en clases?- dijo divertido.

-¡Si!, ya quiero aprender cosas nuevas.

-Tendrás a una buena maestra y yo no estare tan lejos y recuerda, si te preguntan sobre Kook...

-Él es mi tío- recordó -lo sé, mami me dijo que la gente aquí no comprende el amor, por eso debo decirlo.

-Así es, no lo entienden, le temen a lo diferente, pero no hablemos de eso, mejor mira quién vino a verte- señaló y el pequeño grito feliz de ver a su papá Kook -pensé que no vendrías- admitió.

-Nunca faltaría- bajo al menor que había cargado -nuestro niño ya tiene 6 y debe iniciar la escuela, faltar seria imperdonable.

"Nuestro...."

Jimin no fue consciente de ese detalle hasta que la gente empezó a murmurar a su alrededor, su sonrisa cambió y Kook lo noto también alejándose.

-Nos vemos luego, debo ir a trabajar.

-¡Adiós papi!- de despidió el niño, los murmullos iniciaron otra vez y los nervios de Jimin se incrementaron, pero no era capaz de corregir al niño sabiendo que eso no sólo lastimaria a Kook sino al menor por tener que negar a su padre.

-Llegarás tarde Eunwoo, corre adentro- dijo en cambió ignorando a los demás.

"Sabía que no sería para siempre"

Los ángeles vieron al menor entrar y como todo cambió a la pareja hablando en la oscuridad fuera de la casa del mayor.

-Otra vez van a iniciar, estamos en la mira una vez más.

-Perdóname, es mi culpa, no pude evitarlo- bajo la mirada -cada vez siento más difícil el aparentar que no tengo sentimientos por ti.

-Para mi también es difícil, pero nos mataran si se enteran- señaló a la casa -sufrirá también sin tener culpa.

-Lo haremos de nuevo, dejaré de venir hasta que todo se tranquilice.

-Creo que ha estás alturas ni eso funcionaría- llevó su mano derecha a la frente con frustración.

-Algo se me ocurrira- tranquilizó abrazandolo -pensaré en algo- prometió.

-Esta bien- accedió aceptando el abrazo, necesitando la seguridad de que nada malo iba a pasarles y tan confiado de que estaban sólos beso a su pareja hasta que escucharon como alguien habló a sus espaldas.

-¡Se estaban besando!, ¡ustedes!, ¡DOS HOMBRES!- gritó alterado un chico que venía junto a la hermana de Jimin -¡son unos enfermos!

Sin saber que más hacer se separaron nerviosos.

-¡Malditos enfermos!- dijo y salió corriendo.

-Van a matarnos...- murmuró y corrió a la casa con Kook detrás -tenemos que irnos

-¿Que sucede?- cuestionó la madre al ver como todos entraron apresurados.

-Nos vieron, debemos irnos- la miró -usted también.

-Carga al niño Kook, yo guardaré las cosas.

-Ya está lista la maleta- informó la mujer -tiene el dinero también, tomenla y váyanse, yo me quédare.

-Pero mamá...

-Apresurence, no hay tiempo- Jimin asintió con lágrimas en los ojos, asustado por lo que sucederia con su madre y hermana, vio a Kook cargar al niño y juntos los tres corrieron mientras veían a un grupo de hombres correr hacía ellos a lo lejos -¡corran y no miren atras!

No hubo más palabras, sólo la respiración agitada de ambos alejándose del pueblo y los gritos detras, acercándose cada vez más.

-No lo lograremos- dijo con miedo -están cada vez más cerca.

-¡Lo haremos, sigue corriendo!- alentó, pero Jimin sentía los pasos tan cerca que los nervios lo traicionaban y tropezaba seguido -¡no te rindas!- pidió.

-No... Uno debe quedarse- murmuró deteniendose.

-Jimin... Amor por favor... No me hagas esto...- rogó con lágrimas bajando por sus mejillas.

-Nunca olvides que te amo Jungkook... ¡Los amo!- gritó con lagrimas en los ojos, colocando su maleta a Kook.

-No tienes que hacer esto... Podemos escapar juntos... Porfavor Jimin- insistió entre lágrimas

-Cuidalo- fue todo lo que dijo y después salio corriendo a una dirección distinta -¡aquí estoy, atrapenme!-

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