Día 42: Corazones rotos
-¡Idiota!-dije pegándote una cachetada.
-¡Estás loca!¿Ahora porqué me pegas?
-No lo sé, solo, yo solo, ...tenía ganas de hacerlo ok- grito al momento en que se me quiebra la voz.
-Ven acá, tonta.
Tus manos rodearon mi cuerpo y al instante, me encontraba entre esos brazos tan calentitos, incluso más de lo que había imaginado.
Pasamos unos minutos así, hasta que dejé de llorar (es que ya no me quedaban lágrimas, ni podía seguir fingiendo solo para seguir abrazados)
-Yo...lo siento, lo siento vale-comencé a decir separándome de ti- pero ¿que querías que hiciera? Tú no me aceptabas pero tampoco me soltabas, yo te amo, ¡te amo!, pero me estaba ahogando y si seguía de ese modo, nos ahogariamos los dos.
-No nena, no lo sientas, es todo culpa mía, soy un idiota y me merecía esa cachetada.
-No, no lo hacías-digo pegándote en la pierna.
-¡Ey! Eso sí dolió-dices mostrando una sonrisa.
-Pues te lo mereces por decir tonterías.
-Si nena, la merecía, merecía eso y mucho más, y también -dices tocando mi rostro-merezco perderte, por no darme cuenta que eras la mujer más especial del mundo.
-Yo no soy especial-replico.
-Lo eres, si que lo eres, porque tú, tú me salvaste, ¿No lo vez? Tiempo atrás, jamás hubiera aceptado que estoy enamorado, odiaba decirlo y expresarlo, pero me enseñaste que hay corazones tan bonitos que aman a pesar de estar rotos, me enseñaste lo que significa amar de verdad, y cuando te fuiste, no podía aceptar haberte perdido, almenos si te viera feliz al lado de alguien más, tendría la tranquilidad de que ya no ibas a sufrir por un tonto que no aprendió a amar, pero pensar que, que habías muerto...
-¡Si que eres un tonto!
-¡Ey ya deja de pegarme!, Eso duele-dices luego de haberte pegado en el pecho.
-Lo siento, pero es que nadie nace sabiendo amar, porque en cada vida es diferente, cada persona es diferente y es responsable de lo que hace con el de sentimiento llamado amor, a mi nunca me importó tu pasado, yo te aceptaba de esa manera, porque aunque ambos estábamos rotos, podíamos sanarnos entre los dos, pero tú andabas de caprichoso y odioso también y ¿matarme?
-Piojosita yo...
- ¡No me interrumpas!
-Vale...
-¡Jamas me quitaría la vida por ti!¡Idiota! ¿tenia ganas de hacerlo?, si, pero te hubiera hecho daño, y sé que lo di entender y perdón, pero cariño, no se daña a lo que ama, y yo, ¡te he dicho mil veces que te amo!.
-Espera, ¿Me amas? ¿En presente? Osea que...
-¡Ya callate!-dije en tono serio
-Lo sé, es que soy tonto, como iba a pensar que después de lastimarte ibas a querer estar conmigo, bueno, almenos me conformo con que estes viva.
-¿Hablas enserio? ¿Te conformas con que esté viva?
-Si, bueno-dices de forma indecisa-eso creo.
-Pues yo no, yo no me conformo con impedir que te quitaras la vida, yo quiero más-y entonces te besé.
Casi muero de un infarto,¿porqué hice eso? ¿Y en medio de la calle?,¿Acaso estaba loca? Bueno si lo estoy.
"¡Trágame tierra!", pensé en ese momento, pero luego de esa conversación tan cargada de emociones, aquel beso, fue la firma de un amor que llevaba mucho tiempo en la cuerda floja, y después de tanto intentar tomar equilibrio, al fin podíamos ponernos de pie, caminar sobre ella para llegar a la meta, y demostrar que a pesar de los altibajos, cuando amas, no importa que se tambalee la cuerda, lo que realmente importa es nunca dejar de intentarlo, porque después de tantas caídas, un día, de repente, consigues mantener el equilibrio y brillar, brillar tan intensamente que a veces te duelen los ojos del resplandor, pero nunca, nunca vas a dejar que se vuelva a apagar...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro