
Capítulo 1 -Presente-
Me has hecho sanar de la manera más hermosa, pero me has hecho caer de la manera más dolorosa.
Tanta gente en un mismo lugar, tanta gente que no sabe cuándo morirá, presentándose a un entierro, mirando a un ataúd con sus flores de última hora, sin conocer de verdad a la persona, tantas caras desconocidas...
Eva se encontraba a un lado, alejada de toda esa gente, perdida en sus pensamientos, sin un ápice de brillo en la mirada, en las puertas del alma, mirando a un punto fijo, toda de negro. Ya no era nadie, ya no era la chica de esos últimos años, ya no era la chica de hace unos días, ahora solo era una chica cualquiera que había perdido a alguien.
Entre sus manos se encontraban unas cuantas flores, no unas cualquiera, no, eran tulipanes, los favoritos de la difunta, Laura.
Llegó su turno, se acercó al ataúd y miro un momento a todas las otras flores, despreciaba a la gente que no se molestaron en saber nada de Laura, ni siquiera sus flores favoritas, algo tan importante y significativo para Laura. Poso los tulipanes sobre el ataúd y presiono su mano contra esa madera tan fría, intentando en ese momento transmitirle a Laura su dolor, su frustración, su enfado, su tristeza, tratando en vano de transmitirle todo en un roce, pero Laura ya no la sentía, ya no, tampoco la volvería a ver de nuevo con esa sonrisa, con sus gestos, esos ojos verde intenso que tanto la lograban hipnotizar, tampoco volvería a oír esa risa que tanto le gustaba, ni volvería a escuchar su voz, nada, ya no volvería a ver a Laura y el mundo no se paró cuando se fue, no, continuó sin importar quien hubiese caído ante la batalla de la vida.
Separo lentamente su mano del ataúd.
—Gracias —susurró —gracias —se le empezó a quebrar la voz —muchísimas, gracias, no sabes cuan bien me has hecho —ya no le importaba que le viesen llorar —te visitaré y te contaré, te lo prometo —dijo ya casi en un susurro dejando que sus lágrimas inundasen su rostro.
Se separó del ataúd y se dirigió lentamente donde se encontraba inicialmente, a un lado alejada de toda esa gente. Cuando llego a donde antes se encontraba solo quería salir de allí e irse a su cuarto y encerrarse allí por unos días.
Nada más la ceremonia acabo, fue la primera en irse, dando su pésame a los familiares de Laura, se fue camino a su casa.
Durante todo el camino hacia su casa, su mirada iba perdida y sus pensamientos estaban, en otra parte, a mucha distancia de su cuerpo, tratando de aceptar que había perdido a Laura.
Cuando llegó a su casa no dijo nada, subió a su cuarto y cerró la puerta, se dejó caer desplomada en la cama y a obligación suya se levantó poco a poco y se puso el pijama para estar cómoda, y ya se tumbó definitivamente cubriéndose con las sábanas, tratando de dormir, tratando de viajar a su lugar feliz, tratando de viajar al momento, el día en que conoció la Laura, a como la hacía sentir, completa.
Al rato de haberse tumbado en la cama se pudo por fin relajar, dejando que sus lágrimas, que la tristeza, que la frustración, que todos esos sentimientos se apoderasen de ella, recibiéndola como una vieja amiga a la que medio abandono gracias a Laura.
Al final el sueño le granó y logró al fin dormirse.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¡Hola!
Bueno, cada sábado iré subiendo un capítulo de la historia hasta completarla.
¡Feliz sábado!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro