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Capítulo 12: Encuentros inesperados.

Capítulo 12: Encuentros inesperados.

En el territorio oscuro, conocido por ser el lugar donde ningún ser vivo ha podido salir o entrar... sobre todo entrar.

Dentro de ese continente sin nombre, marchito y lleno de pozos con aguas negras de las cuales salían cantidades ilimitadas de grimms, había un gran castillo con un diseño algo... original.

— Mi señora.... — Un fauno escorpión con una muy cuestionable estabilidad mental, llama la atención de una mujer.

Dicha mujer tenía puesto un vestido negro, cabello blanco con líneas negras recogido, además de tener su piel anormalmente blanca con líneas negras y sus ojos eran rojos con fondo negro.

Mujer que miraba desde la ventana de su sala de trono, el exterior.

— ¿Alguna noticia de Cinder, Tyrian? — Pregunta la mujer.

— Todo está transcurriendo sin problemas, mi señora. — Responde el fauno.

— Entiendo. — Cierra los ojos. — ¿Y qué hay de los... americanos?

Antes de que Tyrian respondiera, una nueva voz hace acto de presencia.

— No hay nada sospechoso de su parte. — Responde un hombre adulto de piel morena y bigote.

— Watts, ¿Has logrado descubrir algo al respecto? — Pregunta.

— Tristemente no, mi señora. — Responde el hombre. — Al parecer los americanos no toman acciones externas y mucho menos intervienen en los asuntos de los demás reinos.

— ¿Te has logrado infiltrar en sus sistemas? — Vuelve a preguntar.

— .... — Watts se mantiene en silencio.

— Watts.... Responde. — Dice Salem.

— No lo he hecho, mi señora. — Responde. — He tratado de todas las formas posibles, pero lamentablemente... por primera vez me es imposible hackear sus sistemas.

— .... —

El silencio de la reina de los grimm hizo que el hombre se pusiera nervioso, mientras que el fauno psicópata sonreía ante la posibilidad de ver sangre.

— Entiendo.... — Exclama con calma. — Era de esperarse, después de todo es un reino desconocido para nosotros. No sabemos qué secretos ocultan, por lo que no debemos precipitarnos.

— Entonces ¿Qué haremos?, ¿Cuál es su órden? — Pregunta Watts.

— Dejémoslos tranquilos por ahora. — Responde con calma. — De igual forma no representan un problema de momento, después de todo sería una estupidez no disfrutar todo lo que pueden ofrecer.

— ¿De qué habla mi señora? — Pregunta Tyrian.

— Tienen... artículos interesantes y cosas extravagantes. — Responde.

— ¿Dejó este lugar y logró ingresar en América sin que se dieran cuenta cuando ni siquiera los grimm pudieron? — Pregunta muy impactado Watts.

— Tengo mis métodos. — Responde con calma.

— ¡Mi señora, es usted magnífica! — Exclama el enfermo mental. — ¡No hay nadie en el mundo que se pueda comparar con usted!

— Si me permite preguntar... ¿Cómo lo hizo? — Pregunta Watts.

— Por medio de un Grimm acuático, navegué lo más bajo que el Grimm podía llegar y evité ser detectada por sus radares. — Responde la mujer. — El oxígeno no es un problema gracias al Grimm.

— No quiero sonar pesimista pero... ¿No tuvo problemas al estar allí?, después de todo su apariencia es única, mi señora. — Dice Watts.

— .... — Salem se queda en silencio.

El fauno y el humano se quedan expectantes ante lo que puede decir Salem.

Flashback

El viaje había sido largo y agotador.... Muy... agotador.

Pero tomando sus precauciones y con un poco de suerte, pudo atravesar los sistemas de defensa de los americanos debajo del agua.

Aunque claro, estar bajo el agua era algo muy extremo sin oxígeno, pero ella era inmortal, además su grimm le ayudaba en ese problema y no tenía que sufrir por la falta de aire.

Tenía que salir de noche, ya que era más seguro para ella no ser detectada.

Ya llevaba más de una semana en ese lugar, saliendo de noche recorriendo las calles de varios pueblos de la República Federativa de México, que es el lugar donde terminó.

Incluso pudo conseguir ropa para cubrirse por completo, al igual que lentes oscuros y un cubrebocas para cubrir su identidad logrando salir de día.

Una sudadera negra con capucha, pantalones de mezclilla y zapatos negros.

Debía decir que estaba extremadamente sorprendida por la amabilidad de los americanos.

Cuando quería saber algo o saber donde estaba, los americanos le ayudaban e incluso le ofrecían hospedaje que a veces aceptaba y también le invitaban a comer.

Se sentía muy agobiada por ese trato tan cálido y solidario.

Incluso observó como a una persona se le apagó y averió su vehículo en la pista, pero de forma inmediata una multitud de personas se acercaron y empujaron el vehículo hasta un taller mecánico.

Ella no estaba acostumbrada a tanta amabilidad.

Pero se alejó por completo de la comida picante.

Esa maldita comida se volvió su peor pesadilla.

Si en dado caso fuese capturada y le dieran a elegir la manera en que quisiera ser torturada, prefería cualquier cosa.... ¡cualquier cosa!... ¡TODO MENO CHILE!

Eso era porque había descubierto que con el chile, se sufre dos veces:

Al entrar... y al salir.

.......................... Mucho más al salir.

Ahora mismo era de noche, estaba en un bosque en el Estado de México usando su vestido habitual.

Estaba metida en sus pensamientos, por todo lo que había experimentado durante ese tiempo en ese reino.

Era algo tan bueno que incluso le asustaba un poco.

"¡Oye bruja!" —.

El grito de alguien hace que regrese a la realidad y se ponga alerta.

Se descuidó en ese momento porque durante todas las noches anteriores, nunca se encontró con nadie que le hablara.

Pudo notar una luz a la distancia y detrás de ella pudo ver las siluetas de varias personas.

"Hay está, mira ahí está ahí está." — Escucha hablar en voz baja a otro de los sujetos. — "Ahí está, aviéntale una piedra. Allí, allí..."

No podía entenderlos en absoluto, después de todo ella no hablaba el idioma de este reino.

"Bien, pero hay que tener cuidado." — Exclama otro.

— ¿Qué estarán diciendo? — Se pregunta en voz baja la reina de los grimm.

No sabía qué intenciones tenían, por lo que prefirió mejor mantenerse quieta y esperar el primer movimiento que harían.

"Avientenle una piedra." — Dice otro de los sujetos.

"No se mueve."

"Avientenle una piedra." — Exclama otro sujeto.

— ¿Qué se traen entre manos? — Pregunta con seriedad mientras se preparaba.

"¡¿Por qué no vienes aquí donde estamos?!" — Escucha decir a uno.

— ¿Qué diablos querrán estos...? —

Sin poder terminar de formular su pregunta, una piedra impacta de lleno en su cabeza.

— ¡AGH! —

"¡A la madre sí le pegó!"

Aún aturdida por el golpe, Salem ve con enojo como el grupo de chicos sale corriendo rápidamente de allí alejándose de ella.

— Malditos miserables. — Exclamó con enojo.

Cuando pasó un momento, sintió algo en su cabeza.

Al llevar una de sus manos encima de su cabeza, pudo sentir un pequeño bulto en su frente y al tocarlo sintió dolor.

Incrédula, no podía creer lo que pasaba.

Tenía un chichón en la frente y no había desaparecido.

— Hijos de- —

Fin del flashback

— .... No, no hubo problema alguno. — Responde. — Ahora retírense.

Ambos escuchan la orden y dejan sola a la reina de los grimm.

Salem mira todo el desolado lugar que su ventana ofrece, mientras su rostro no muestra expresión alguna.

— Mientras no interfieran... no debo preocuparme. — Exclama con tranquilidad. — Que disfruten el poco tiempo que les queda. Cuando "ellos" regresen, todo morirá.

¡Ding!

— Oh, se debió actualizar la novela. — De entre sus pechos saca un celular.

Tal parece que Salem terminó llevándose algunas cosas consigo, para no aburrirse.

— Es demasiado buena esta novela. — Dice mientras disfruta su lectura. — Aunque me pregunto qué significa su nombre.

Salem tenía mucho interés en los distintos idiomas que América tiene, sobre todo el idioma del cual tiene el título.

— Boku no Pico es una novela muy entretenida. —

Oh no, hermano.

No cabe duda de que en primer lugar, ella será la prioridad.

Además a ¿qué enfermo se le ocurrió hacer una novela de esa porquería?

Reino de Vale

Academia Beacon

Era la hora del almuerzo y todos los estudiantes y profesores, disfrutaban del tiempo que tenían para descansar de todas sus obligaciones y olvidarse un poco de los problemas.

A excepción de cierto equipo femenino... que ahora se encontraba en la enfermería.

En la oficina del director, se encontraba el mencionado junto a la profesora y frente a ellos se encontraba el profesor Yin.

— .... — Yin se mantiene en silencio.

— .... — Glynda mira con mucha seriedad al profesor.

— .... —

Ozpin a diferencia de los dos primeros, ignoraba la situación y se deleitaba con una buena taza de café que venía desde Chiapas.

— .... ¿Sabía que en un mes en Argentina habrá un concierto de Chayanne? — Pregunta Yin.

— Mandaste a cuatro chicas directamente a la enfermería, sin mencionar que es un milagro que no sea grave como para llevarlas al hospital. — Le dice.

— Pues... pues... sucedió. — Responde.

— Se hubiera metido en graves problemas, de no ser porque la señorita Xiao Long fue la que inició todo. — Dice con severidad.

— Uffff de la que me- — No termina de hablar.

— Pero eso no significa que debía seguirle el juego. — Le reprende.

— Bueno... no debió retarme a una pelea junto a todo su equipo. — Dice Yin.

— Eso es cierto. — Dice Ozpin mientras toma su cafecito. — Aunque también fue interesante.

— Se podría haber planeado un combate contra un equipo americano en lugar de luchar contra usted. — Dice llevándose una mano a la cara.

— Sí...... no lo pensé. — Dice mientras el reciente recuerdo del combate llega a su mente.

Flashback

La primera clase de combate de los alumnos de primer año daba inicio, con todos emocionados por empezar.

Aunque obviamente estaban los grados superiores, mayormente estos casi siempre estaban fuera haciendo misiones para ganar experiencia, al estar cerca de graduarse y ser oficialmente cazadores.

La profesora Glynda junto a Yin estaban en medio de la arena, observando a todos los estudiantes.

Todos estaban muy atentos a lo que sucedería.

Claro que todos amarían esta clase, si aquí todos tienen la oportunidad de sacarse la mierda a golpes sin sufrir represalias.

— Antes de comenzar, muchachos... — Dice Yin dirigiéndose a los americanos. — Las cosas aquí son diferentes, por lo que no habrá golpes bajos, piquetes de ojos, metidas de dedos y objetos dentro del culo, rompecuellos, degollaciones y tampoco habrá duelo a muerte con cuchillos, machetes y cualquier otra arma blanca.

— Ooooww... — Todos los americanos se decepcionan.

Los remanentes se quedan mudos e incrédulos por las palabras dichas por el profesor americano.

¡¿De verdad pensaban hacer eso?!

Incluso la profesora no podía creer sus palabras.

— Así que cuidado con lo que hacen, porque al pobre imbécil que se me ponga Alucín... Lo dejaré sin ropa y lo colgaré de la asta de la bandera. — Dice Yin.

— Nah... así qué chiste. — Dice Manuel Iñiguez.

— El que no obedezca... es gay. — Dice Yin.

— Esos actos son solo para bárbaros, mi estimado. — Dice Christian Zaragoza hablando con respeto.

— Nosotros seríamos incapaces de rebajarnos a un nivel tal incivilizado, profesor. — Dice David.

— Nosotros somos unos caballeros. — Comenta Félix.

— Solo cuando les conviene. — Dice Yin.

— Como saben, alumnos, la clase de combate es de gran importancia para medir su nivel de experiencia, así como para ayudarlos a corregir sus errores. — Dice Glynda. — Los grimm son algo que no debe ser tomado a la ligera, porque aquellos que no tengan la experiencia necesaria terminan abatidos. Mejorar sus habilidades y corregir sus defectos les salvará la vida.

— Ahora mismo tendremos un primer combate. — Exclama el profesor. — Ahora, quién será el primer equi-

— ¡Nosotras, profesor! — Exclama Yang.

Yin mira a la profesora esperando su opinión.

Su respuesta fue un suspiro de resignación.

Sabía que si estaba en contra, igualmente no serviría de nada, ya que pronto esas chicas terminarían en un combate.

Para eso era esa clase.

— .... Bien. — Yin asiente. — Entonces, se enfrentarán contra-

— ¡Contra usted, profesor! — La rubia señala al peruano.

— ¡¿Qué?! — Su equipo exclama.

— ¿Qué? — Glynda mira sorprendida a la hija de Tai.

— ¿Qué? — Yin mira confundido a la rubia.

— ¡¿Estás loca?! — Exclama Weiss incrédula.

— ¿Qué? — Dice confundida la rubia. — Quiero ver qué diferencia a los profesores del extranjero con los de Beacon.

— ¿Qué está insinuando, señorita Xiao Long? — Pregunta muy seria la profesora.

— N-no nada. — Responde rápidamente obviamente nerviosa.

— Lo siento, pero no me gustan los retos fáciles. — Responde Yin.

"Puto si no acepta". — Dice en español.

— .... —

Y sí, tal como sucedía antes con los latinos donde lo primero que aprendían del inglés eran las groserías... Yang también aprendió primero las groserías en español.

Glynda obviamente no sabía el español, pero pudo entender perfectamente que la rubia le dijo al profesor, una provocación.

— Señorita Xiao Long, más le vale que- —

— Llamen a la enfermera y díganle que le voy a mandar 4 pacientes. — Dice Yin saliendo de allí para ponerse un nuevo traje.

El lugar quedó en silencio después de que saliera el profesor, mientras que Glynda mira con severidad a Yang, al igual que su equipo.

— Ehh... ¿ups? — Yang ya no sabía qué decir.

— Oigan, ¿quién trae el ataúd? — Pregunta un estudiante latino.

— Yo voy por los trajes. — Dice David.

— Yo pongo el sonido. — Dice Manuel.

Después de un rato, el profesor Yin regresa al gran salón de combate con su traje.

— ¡POR EL EMPERADOOOOOOOOOOOOOOOOOOR! — Exclama Nero.

— ¡POR EL EMPERADOOOOOOOOOOOOOOOOOOR! — Exclaman los demás americanos.

Entendieron la referencia.

— Yang... — Habla Ruby.

— ¿Sí? — Responde la rubia.

— Si logramos conservar la movilidad de las piernas... yo me aseguraré de que pierdas definitivamente las tuyas. — Le dice.

— .... Ou.... —

— De acuerdo, niñas... — Yin hace crujir sus nudillos. — Terminemos rápido esto, pero antes les aclaro que yo...... Soy un partidario de la igualdad de género.

— Ahhh... ¿eso qué significa? — Pregunta confundida.

— ¡Significa que el profesor no tendrá piedad por ser mujeres y les partirá todo lo que se llama cara! — Responde Haruhime. — ¡Así que aprieten los dientes!

— Gracias por el apoyo. — Responde con sarcasmo Blake.

— ¡Para eso están las amiguis! — Responde feliz la fauno zorro.

— De acuerdo señoritas, empecemos esto que quiero terminar esta clase para irme a ver Ayuda Mundial. — Dice Yin.

Glynda mira con reproche al profesor americano.

— Debería ser un poco más profesional. — Dice la profesora antes de suspirar. — ¿Están listos?

Yin asiente y las chicas con sus armas también.

— .... ¡Comiencen! —

Yin sin preocupación alguna camina hacia las chicas con tranquilidad, mientras sus manos estaban detrás de su espalda y las chicas se pusieron nerviosas por el actuar del profesor.

Obviamente pudieron entender que si actuaba tan tranquilo, era porque algo tenía entre manos.

Además que posiblemente no las estaba tomando en serio porque apenas eran estudiantes recién ingresadas a la academia.

Era simplemente como comparar un polluelo que acaba de salir del cascarón contra un águila.

— ¡El que tenga miedo a morir que no nazca! — Exclama Yang que no duda en salir primero al ataque.

— ¡ESPERA YANG! — Ruby le intenta advertir, pero ya era tarde.

La rubia haciendo caso omiso a la advertencia de su hermana, daría un salto con su puño en alto listo para encajarlo en el rostro de Yin.

Sin embargo este con toda la calma del mundo solamente se hizo a un lado, dejando que el golpe de la chica impactará de lleno contra el suelo y sin dejarla reaccionar, Yin había dado una patada en su quijada mandándola a volar.

— ¡YANG! — Ruby se preocuparía por su hermana.

La fuerza fue tal que Yang estaba por caer encima de los demás estudiantes, que estaban por moverse para evitarla.

Aunque Nora con su martillo la manda a volar de regreso a la arena, terminando la rubia en suelo.

— ¡Señorita Valkyrie! — Glynda le llama la atención.

— Ups. — Fue lo único que Exclama Nora mientras saca la lengua.

Glynda sabía perfectamente que Nora tenía una fuerza que no contrasta con su físico, por lo que podía fácilmente haber atrapado a la rubia para evitar un accidente.

Pero no, tuvo que salir con una de sus locuras.

Apenas iniciaba el ciclo escolar y ya los estudiantes se estaban poniendo intensos.

La siguiente en entrar al combate fue Blake, impulsando hacia él con su arma lista para cortarlo y nuevamente como había hecho anteriormente, Yin solamente tuvo que hacerse a un lado para evitar el ataque.

— En serio es lo mejor que- —

Antes de que pudiera terminar su oración tuvo que dar un salto hacia a un lado evitando una estocada del arma de Weiss, quien se impulsaba con sus glifos.

Antes de que algo más pasará, Yin se giraría para detener la hoja de Crescent Rose.

Ruby se sorprendió de que pudiera detener así de fácil su ataque, y sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir que la tomaban del cuello y la lanzaban.

Yin lanzó la guadaña a un lado y volvió a cargar contra Weiss y Blake.

La peliblanca fue la primera en avanzar, ayudándose con sus glifos para moverse más rápido alrededor de Yin, en cuando a Blake, ella uso su Semblanza para crear varias ilusiones de sí misma y así lanzarse en contra de Yin mientras se movían a diferentes lados para confundir al profesor.

— A su madre, causa, agradezcamos que Kishimoto no está viendo esto o le avienta una demanda por plagio. — Comenta Yin.

Y de un momento a otro se habría lanzado hacia las Blakes, tomando a una del cuello y suspendiendo en el aire, dejando que todas las demás desaparecieran.

— ¿Pero qué? — Blake no podía creer lo fácil que pudo descubrirla.

Antes de pensar en algo más, Yin la estamos con brutalidad contra el suelo.

— ¡Empiecen a rezarle al de arriba! — Exclama el profesor...

Quién volvería a estampar a Blake contra el suelo y se giraría antes de que Weiss volviera a atacar y la tomaría del cabello, para así después dar un golpe en su estómago, obteniendo el mismo resultado que con Blake, Yin seguidamente daría un codazo hacia atrás encajando un golpe en el rostro de Yang, haciendo que su nariz comienza a sangrar, pero sin darle tiempo a recuperarse Yin la habría tomado del pie, y después con su cuerpo golpearía a Blake quién le llegaba por un lado, y a Weiss que llegaba por el otro, y después lanzaría a Yang contra Ruby que apenas volvía a la batalla.

Blake y Weiss terminarían en el suelo sin poder levantarse, después de recibir una golpiza que para su incredulidad les afectó en demasía.

Era como si un bloque de concreto las hubiera golpeado, pero era más su incredulidad que incluso protegiéndose con sus auras del daño, ambas chicas fueron lastimadas como si nunca las tuvieran.

Pero cuando levantaron ambas la mirada, una patada impactada en sus cabezas que las noquean y las mandan un par de metros de su posición actual.

— ¡Maldito hijo de-! — Yang muy cabreada y con su semblanza activada se lanza nuevamente contra Yin.

Aunque al siguiente segundo su Semblanza se desactivó y su cuerpo se encorva hacia adelante, con sus ojos dilatados y abiertos de par en par... mientras sus pulmones eran vaciados de oxígeno.

Al verse mejor la escena, Yin estaba frente a Yang con su puño enterrado en la boca de su estómago en un gancho, siendo él quien le había sacado el aire a la rubia.

Atónita y negándose a creer lo que sucedía, Yang cae sin fuerzas de rodillas frente al profesor encorvada sin poderse recomponer, con su cabeza casi tocando el suelo.

¡PUMMM!

Pero sin siquiera dudar o pensarlo, Yin aplasta brutalmente la cabeza de Yang contra el suelo, destruyendo el suelo debajo y que sangre de la rubia salpique el mismo al mismo tiempo que la deja completamente noqueada.

Glynda y los estudiantes remanentes estaban impactados por lo que habían visto.

Sin poder articular palabra alguna por lo que acaba de suceder.

Quitando su pie de la cabeza de Yang, Yin se aleja un poco de la chica inconsciente, para después ver a la última víctima que queda a su vista.

Ruby Rose.

La caperucita roja se quedó completamente inmóvil, paralizada por el profundo miedo que sin querer, el profesor Yin había inyectado en ella.

El miedo por la brutalidad en la que su profesor acabó con sus compañeras, era tanta que se había convertido en una presa.

Estaba desarmada y el combate cuerpo a cuerpo sin armas era su peor debilidad.

Incluso ni siquiera pudo reaccionar o darse cuenta que Yin ya estaba frente a ella, hasta que el profesor la tomó de la cabeza sin medir su fuerza y la estampó brutalmente contra el suelo, rompiendo el mismo tal cuál como lo hizo con Yang.

— Qué fácil. — Exclama el profesor.

Nombre: Yin.

Edad: 23

Semblanza: Hacker.

Información: Su Semblanza como lo indica, puede hackear cualquier aparato tecnológico, pero no solo eso, ya que puede incluso hackear la semblanza y cualquier cosa que el propio Yin pueda ver.... Y eso también incluye a las personas.

Glynda mira incrédula al profesor.

— .... ¿Qué? — El profesor mira con confusión a la rubia.

Fin del flashback

— .... Sí... debí pensarlo mejor. — Dice un poco avergonzado. — Pero oye, las risas no faltaron ¿eh?

— .... — Glynda mira sin expresión a su compañero. — Me pregunto ¿cómo fue posible que siquiera lo aceptaran?

— Le ofrecí 10 kilos de café colombiano al director y me aceptó. — Responde el perunano.

Con estupefacción e incredulidad, Glynda mira al director sin creer lo que escuchó.

Pero al hacerlo, ve que la silla se encontraba vacía.

Entonces escucha el ascensor abrir sus puertas, solo para que al voltear, vea al director dentro del mismo mientras se toma su taza de café al mismo tiempo que la puerta del ascensor se cierra.

— .... — Yin mira a Glynda.

— .... Lo voy a matar. — Exclama con una expresión sombría.

Las cosas en Beacon cada vez se volvían más alocadas e intensas.

Aunque no solo allí estaban sucediendo tales sucesos.

Una semana atrás...

Reino de Atlas

Mientras diversos acontecimientos suceden alrededor del mundo y especialmente en América, cosas muy distintas sucedían en el autoproclamado "Reino más poderoso y Superpotencia" de todo el mundo. Desde la revelación del continente americano y el nuevo "reino" denominado como Unión de Repúblicas Federativas de América Latina o más corto URFAL, las cosas habían dado un giro de 180 grados.

Si antes Atlas era el que ostentaba todo el poder militar e industrial, ahora tenía competencia, pese a que no lo quieran abiertamente admitir... y era la URFAL.

La URFAL estaba demostrando con hechos muchos avances tecnológicos que antes se creían imposibles en Remnant, tales como el poder ir al espacio y hacer lo que les venga en gana ahí arriba, aunque habían otros más y uno de ellos era el más resaltante de todos.

Y era tener una inmensa base espacial.

Por ello y más, actualmente se puede ver una reunión de lo que sería el consejo de atlas.

— Muy bien caballeros, es un gusto tenerlos a todos ustedes con nosotros, he convocado a esta reunión por un tema en específico, del cual estoy muy segura de que ustedes ya lo saben. – Dijo Camilla, la concejal de Atlas la cual estaba sentada en una silla y de brazos cruzados.

— Sí, la URFAL. Ese reino ha estado en las noticias y boca de todos últimamente, los motivos de ello sobran y mucho. — Eran las palabras del concejal Sleet el cual estaba arreglando sus lentes.

— Pues que esperabas, cada día en los noticieros sale algo relevante de ese reino, desde industria de entretenimiento hasta innovaciones tecnológicas que están saliendo a la luz gracias a la ayuda que tienen de los Faunos. — Dijo el general Ironwood tranquilamente.

— Sí, lo sabemos y es por eso último que tenemos que hacer algo al respecto, no podemos quedarnos atrás. — Exclama Camilla con molestia estando de brazos cruzados.

— Tampoco se olviden de que ellos directa o indirectamente crearon el Reino de Menagerie. — Dice Sleet mientras mira unos documentos.

Dicho evento fue ampliamente discutido por varios meses desde que esa noticia salió a la luz por diversas personas, así como el hecho de que hay gente que todavía no aceptaba el hecho de que los faunos tuvieran su propio reino de forma oficial, aunque ya desde antes lo era, pero de forma no oficial.

Si bien ya pasó tiempo de eso, todavía sigue siendo tema de discusión.

— Yo por mi parte propongo que realicemos un acercamiento mas intimo con los americanos, podemos ofrecerles un trato justo en el que podamos ayudarlos a explotar sus recursos, disponemos de muchas compañías e industrias que estarían encantados de ayudarlos, todo a cambio de un 70%-30%. — Dijo Camilla confiada en que eso podría funcionar.

Ironwood niega ante esa idea.

Era un plan que a la primera iba a fracasar.

— Mejor olvídalo, se van a negar a la primera, tengo amigos y conocidos que me han comentado acerca de su gobierno, es bastante nacionalista y no le darán el visto bueno a algo como eso. Lo que sí podemos hacer en su lugar es un acuerdo en el que ambas partes salgan beneficiadas, un intercambio de doctrinas entre ambas fuerzas armadas, es decir, un entrenamiento conjunto, aprendizaje de armamento de ambos, así como un juego de guerra, siendo el de captura la bandera, es algo que solía hacerse un siglo atrás cuando los otros reinos disponían de sus ejércitos. — Propone Sleet, lo cual su idea no era tan mala.

Claro, si América fuera el continente de los principios o mediados del siglo 20.

— ...Si bien lo que propones es aceptable, tengo dudas al respecto, por lo poco que sabemos acerca de ellos, es que desde su punto de vista, están lo suficientemente armados y disciplinados como para no requerir ayuda externa, además que podrían interpretar nuestras intenciones como una forma de saber sus capacidades militares. — Dice Ironwood mientras se llevaba una mano a la barbilla.

— Sin embargo, caballeros, se están olvidando de un detalle.... Nuestro reino al ser la superpotencia dominante del mundo entero, podemos obligar de cualquier modo a que cumplan con acuerdos a futuro plazo, tarde o temprano aquello sucederá. — Dijo Camilla mientras miraba su reloj.

Esas palabras encendieron las alarmas del general.

— Y luego que, ¿Desencadenar una guerra entre ambos reinos? No estamos para enfrentarnos nuevamente como en la gran guerra, la humanidad debe permanecer unida contra un enemigo en común: los grimms. – Exclama Sleet el cual contradijo lo argumentado por la concejal.

Esto hizo que ambos empiecen a intercambiar palabras, formándose un debate sin que ellos se den cuenta.

Todo esto era observado por Ironwood, el cual analizaba los argumentos de cada uno pero a su vez, pensaba que acción tomar.

— (Los otros mandos militares han estado inquietos sobre las fuerzas armadas de la URFAL.... Y razón no falta, tampoco ayuda que no lográramos conseguir aunque sea armas del reino de los americanos para estudiarlos.... creo que ya sé que haré. Supongo que... unas vacaciones no te harán falta....) — Exclama Ironwood mentalmente pensando en que acción tomar a su vez que seguiría escuchando todo lo que sus colegas conversaban.

...

...

...

...

...

...

...

Horas más tarde, siendo ya de noche, se puede ver al general atlesiano el cual ahora estaba frente a su especialista acompañada de otras 3 personas, de nombre Evans, Green y Julius

— Me alegra que estén presentes, lamento si interrumpí cualquier cosa que estuvieran haciendo, pero es de suma urgencia su presencia. — Decía Ironwood con una expresión seria.

— ¿Y eso que sería, señor? — preguntó confundido Julius.

— Como ustedes sabrán, últimamente hay revuelo por el tema del reino de los americanos, URFAL. — Responde el general.

— Ah sí... pero, eso ¿qué tiene que ver? — Evans pregunta confundido.

— El hecho de que este sea el reino más poblado de Remnant, significa que es el más peligroso — Responde. — No sabemos a ciencia cierta qué intenciones puedan tener, ni mucho menos de lo que pueden ser capaces sus armas. — Comenta el general con seriedad.

— General, con todo el respeto es imposible que ellos sean los más poderosos, hay por favor, incluso entre nosotros nos echamos unas cuantas partidas del Call of Duty 2 y por lo que puedo ver, sus armas... son demasiado... eh... cómo decirlo... eh.... En fin, creo que entiende a lo que me refiero. – Menciona Green, sonando escéptico.

— Es imposible que los americanos sean una amenaza, para empezar tenemos la flota más grande de todo Remnant, ellos no. Tenemos reservas de dust de alta calidad, ellos no. Tenemos personal militar profesional para la acción, ellos no. — Exclama Julius de forma algo arrogante.

Winter simplemente se queda al margen y no dice nada.

— Sí, lo que sea, aun así... Es imperativo tener la información necesaria sobre ese reino, porque es obvio que no mostraron del todo su capacidad militar, por lo que les encomendaré a ustedes la misión más peligrosa hasta el momento. — Se acerca más a ellos. — Necesito que entren por un tiempo en el reino de los americanos.... La URFAL. — Sentencia el general mientras sacaba una serie de documentos que tenía almacenado en un pupitre.

Los mencionados se quedaron sorprendidos.

Habiendo tantas personas, dicha misión se les encomendaba principalmente a ellos.

— Entrarán al reino como personas que buscan una mejor vida, a cada uno se les asignará una determinada cantidad de liens y cuando lleguen a ese país, tendrán que cambiarlos por la moneda local y se van a encargar de recopilar la mayor cantidad de información posible. Pero con cuidado, no llamen mucho la atención de lo contrario serán descubiertos y atrapados. – Les informa el general y a su vez les entregó a cada uno un sobre de manila, en dichos sobres estaban diversos materiales, como documentos, dinero e identificaciones falsas.

— Tengo una pregunta ante todo, general.... ¿Cuánto tiempo tendrá como máximo la duración de esta misión? — Pregunta la peliblanca con dudas.

— No más allá de 4 a 6 meses. — Responde. — Es una misión del cual tienen que mostrar la mayor cantidad de discreción posible, tengan muy bien eso en cuenta. nadie puede descubrirlos. – Dijo el general mientras se arreglaba su corbata.

Los presentes no dijeron ninguna palabra más y estaban a punto de retirarse, pero una pregunta se hizo presente, lo cual no pasaría desapercibido.

— Señor, pero... ¿y si nos encontramos con el White Fang y nos reconocen?.... Se sabe que esos pulgosos han creado la rama americana. — Pregunta Julius estando de brazos cruzados.

— Lo confirmo, el White Fang se ha vuelto algo más agresivo, más de lo normal, ahora han puesto sus garras y colmillos en la URFAL. — Dijo Evans agregando más información.

— Será todo un lío, señor. – Comenta Green agregando más información.

— Pero qué pregunta más absurda.... llevarán sus armas junto a un paquete de municiones extra grande, y si las autoridades de ese reino preguntan del porqué, pues sólo díganles que son cazadores y eso es todo. No por nada les ando entregando documentos falsificados a cada uno. — Responde Ironwood mientras se llevaba una mano a su cabeza.

El resto terminó entendiendo las palabras de Ironwood, excepto Winter puesto que ella ya lo sabía.

— Ahora vayan, no fallen la misión... — Ordena el general, finalizando la conversación con los mencionados....

Los 4 se retiran dando un saludo militar, dejando solo al general para cumplir su misión.

Aunque había algo que no pensaron.

En América, los extranjeros en un principio tenían prohibido portar sus armas en suelo americano y tenerla oculta o cruzarla de contrabando, ya era motivo para ser llevado a prisión.

Pero en un cambio de circunstancias, esa ley se disolvió y permitió a los cazadores extranjeros ingresar con su armamento.

Esto era por el motivo de que así podían ser rastreados más fácilmente y en caso de que cometan un crimen, serán rápidamente buscados y cazados, ya que al llegar a América deberán entregar sus armas para una revisión y agregar la información del portador y su arma a la base de datos del sistema.

Además que gracias a eso, es que las armas de los cazadores se podrán rastrear, porque se les implantará un tipo de rastreador especial que puede ser localizado o rastreado por vía satelital.

No solo eso.

Si no que el hecho de que todo Remnant supiera la noticia de que el White Fang, lograra llegar a la URFAL burlando la seguridad, fue una idea de la propia Sienna.

Dicha idea fue presentada al presidente y a sus compañeros de confianza, como una estrategia para engañar a los demás reinos de Remnant.

Ya que el darse la noticia de que la organización terrorista logró ingresar al continente más seguro, que incluso estaba libre de todo grimm, haría que los demás reinos terminen subestimando las capacidades del gobierno americano.

Teniendo como consecuencia que América no sea tomado en serio por Atlas y Mistral, haciéndolos pensar que su seguridad no era lo que ellos clamaban que era.

Dicha idea funcionó a la perfección.

Tanto así que su esposo la terminó compensando con varias noches de pasión... un auto de lujo lamborghini, unas vacaciones en un crucero de lujo y hasta una foto como un autógrafo del actor Pedro Pascal cuando la llevó de visita a Hollywood para ver como iba el progreso de la nueva temporada Live Action de The Last Of Us.

Sin duda alguna, Sienna ahora sentía que había alcanzado la gloria.

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Días Después

Presente Actual.

Alaska – República Federativa de México

Luego de varios días, Winter y sus subordinados llegaron a la URFAL, cuando estos llegaron al aeropuerto, lograron pasar las aduanas por suerte, actualmente los cuatro se encuentran en un tren con destino a la parte más remota del continente, Alaska.

— Bueno, por lo menos no puedo negar que aquí el trato es muy agradable. — Dijo Julius mientras comía un trozo de chocolate para mantenerse despierto.

— Te recomiendo que no te distraigas, nuestra siguiente parada es Alaska. — Dijo Winter la cual estaba leyendo un periódico para informarse sobre los acontecimientos del país.

— ¿Por qué nos tuvo que tocar las zonas más heladas? A Evans y Green les tocó América Central y América del Sur, pero no entiendo, ¿por qué no hay nadie asignado en las Antillas/Caribe? – Julius pregunta confundido.

— Eso es porque según los reportes de Ironwood, dijo que enviaría a otros agentes hacia allá. — Responde Winter, la cual solo observaba su periódico.

— ¿Más agentes? Bien, por lo menos eso ya no nos daría tanto trabajo para cubrir mas terreno. — Dice estando aliviado.

Luego de eso, la mirada de Julius se enfocó en los diferentes pasajeros del tren, desde humanos propios de América como humanos externos provenientes de los otros reinos de Remnant, incluyendo los faunos.

— (Heh, si algún ricachón de Atlas y Mistral observa esto, estarían botando espuma por la boca.) — Dice Julius mentalmente observando como algunos interactúan entre ellos de forma tranquila.

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Varias horas más tarde

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En algún lugar de Alaska, un edificio abandonado para ser más precisos, se puede ver como está ocupada por muchos faunos, con uniformes distintivos y armados con armas blancas y armas de fuego de corto, mediano y largo alcance.

Pero si había algo relevante, es que habían dos personas que estaban supervisando que todo esté en regla, siendo Adam y su compañera.

— Entonces, esto es Alaska... ahí afuera hace un frío tremendo... pero es lo de menos, con tal de que nuestra causa se expanda a nuevos horizontes. — Exclama Adam quien veía como el resto de faunos trasladaban unas cajas hacia un almacén cercano.

— (Y dale con tus mamadas de nuevo.) — Piensa la fauno tejón.

Hace dos días que Adam y Hitomi llegaron a Alaska, el viaje se volvió a adelantar otra vez, llegando dos días antes de lo previsto, aunque eso era lo de menos para ambos.

— Sabes, he escuchado que hay un restaurante cercano en el cual sirven buena comida y buenos tragos, yo que tú pasaría por ahí, te ves estresado y un buen alimento no te vendría mal. — Propone Hitomi mirando como el fauno toro tenía una expresión de cansancio.

— ¿Para qué?, ¿para encontrarme con alguna otra comida que no es exactamente la que andaba buscando?, Ya tengo mala experiencia la última vez gracias a cierta personita. — Responde el fauno con algo de molestia.

— Meh, es parte de mi sexy atractivo, además no le sabes a los momazos como dicen aquí los americanos. — Exclama con orgullo Hitomi.

— .... — Adam la mira.

— Yo me encargaré de que todo aquí esté en orden, tu ve a no sé, darte una vuelta, conocer toda la ciudad y ver que cosas interesantes puedes encontrar, a lo mejor de paso encuentras algo que valga la pena para la causa, pero trata de no llamar mucho la atención, lo último que queremos es problemas en la zona en la que el gobierno americano no tiene tanta presencia. — Le dice Hitomi estando de brazos cruzados.

— .... Bien, me iré a dar una que otra vuelta por ahí para ver lo interesante de este sitio, asegúrate de que nuestros hermanos y hermanas no tengan ningún problema. — Finaliza el fauno toro alistándose para salir del lugar hacia la ciudad, un rato después... ya se lo veía irse caminando hacia la ciudad.

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Un rato más tarde

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Se puede ver como el fauno toro se está caminando por las calles de la ciudad, explorando y viendo que cosas interesantes podría encontrar, cosa que llevaba haciendo un buen rato.

— (Este "reino" es...complicado, suceden cosas que nunca pensé verlas en los otros reinos, pero no importa, estos humanos tienen que saber que los faunos son la especie dominante.... Aun así, está el hecho de que nunca en su vida vieron un fauno y peor aún, hay muchos de nuestra gente que ve con buenos ojos instalarse en este reino. Será una tarea complicada convencerlos de alzarse contra los humanos.) — Piensa el pelirrojo mientras caminaba por las calles todo tranquilo.

A lo largo que se paseó en la ciudad, vio humanos y faunos residentes en las casas de la ciudad, incluso vió como llegaban buses llenos de humanos y faunos. Adam no lo sabía, pero esto tenía una explicación.

El gobierno americano estaba alentando a su población a repoblar el norte del continente, por lo que las personas más adecuadas para ello eran las personas de clase media-baja, clase baja, y las personas de extrema pobreza, las cuales no tenían un lugar a donde ir.

Además también llegaban personas de clase alta, pero estas eran algo raras de ver.

La repoblación estaba siendo llevada a cabo exactamente luego de la anexión de Norteamérica tiempo atrás, hasta el momento estaba teniendo resultados positivos, haciendo que el líder del país gane mucha popularidad entre las masas, así como el mismo partido que estaba a cargo del gobierno americano.

Aunque cabe decir que solo había un solo partido gobernando toda América, a excepción de uno que seguía existiendo.

El partido "Nuevas Ideas", creado por el difunto expresidente de El Salvador, Nayib Bukele y que actualmente estaba dirigido por su primo el salvadoreño de origen palestino Xavier Zablah Bukele.

Dicho partido estaba afiliado con el del gobierno y también era muy popular.

— (El White Fang prevalecerá...eso no lo dudo, pero con este nuevo jugador en la mesa, tendremos que ser más precavidos....) — Se dijo mentalmente el pelirrojo.

Había visto faunos conviviendo tranquilamente con los humanos de la zona, y desde su punto de vista podría pensar que ahora mismo estaba en el continente de solitas, pero no era ese el caso. Era como si fuese Mantle y Atlas, pero para mejor, pero pese a todo eso, Adam aún desconfiaba de los humanos.

Incluso después de haber estado cara a cara con el líder supremo del país y hasta haber podido conversar con él.

De tanto caminar su mirada se enfocó en un bar, el restaurante el cual le recomendó Hitomi estaba cerrado, por lo que el bar serviría, muy aparte de ser un lugar en el que puede obtener un buen trago, es el sitio ideal para obtener información valiosa de gente indicada en el momento y lugar indicado.

Dando unos pasos adelante, entró al bar, y en él se podían ver a humanos y faunos por igual, algunos estaban jugando al billar, otros apostaban con naipes, un par estaba en los juegos árcade que sorprendentemente aún existían.

Sin nada más que perder, se acercó a un asiento para sentarse y esperar a que venga el bartender.

— Hola hijo, dime que te sirvo. — preguntó el Bartender mientras limpiaba un vaso de vidrio.

— Dame el mejor trago que tengas, he tenido un día difícil y realmente necesito relajarme. — Dice Adam el cual pidió su orden.

— Está bien chico, enseguida se traerá tu pedido. — El bartender teniendo anotada su orden. comienza a prepararla.

— Segundos después, Adam se quedó mirando el bar, observando cómo las personas charlaban y se divertían entre sí.

El ambiente era pasable, ahora lo que tocaba era juntarse con alguien del bar y obtener información.

Pero antes de ello, algo le llamó la atención.

Y eso era una mujer, pero ella tenía puesta una capucha y una mascarilla negra, por lo que podría deducir, ella estaba metida en algún problema como para que no quieran ver su rostro.... Pero su atención se enfocó mucho más al notar algo.

Y es que dicha mujer tenía el cabello plateado y ojos azules.

– (No, imposible, no creo que una Schnee se encuentre aquí, debe de ser alguna otra persona) – dijo el fauno en sus pensamientos el cual ya tenía una mano cerca de su arma en caso de que realmente fuese una.

Adam sabía de que las personas mas comunes en America, son aquellas que poseen cabello azabache, castaño y algunos otros cabello rubio y rojo naranja, los cuales estos últimos eran algo raros de encontrar... pero alguien de ese color de cabellos... era imposible.

Para despejar sus dudas decidió ponerse de pie para sentarse cerca de ella, quería despejar sus dudas... y si lo que tenía en mente resultaba ser cierto, se prepararía para lo peor.

— ¿Día difícil no? — Pregunta la mujer misteriosa, la cual estaba esperando su pedido.

— Si, hace poco llegué con mis amigos, el viaje ha sido agotador, arriesgamos mucho, pero valió la pena. — Responde el fauno diciendo verdades a medias.

— Venir a este reino se ha vuelto una moda en estos últimos meses, nunca nadie habría pensado que había un continente nuevo del cual jamás tuvimos su existencia. — Comenta la mujer.

— Considerando que el 10% de la población de los 4 reinos vivíamos cercados es entendible, los grimms dificultaron el progreso de la gente. — Agrega el fauno.

— ¿Con qué propósito viniste a este reino?, Yo vine porque según mis tíos, aquí hay mejores oportunidades laborales de las que solía haber en Vacuo. — Pregunta y responde la mujer.

— ¿Vacuo? Bueno, es comprensible si hablamos de ese reino, ahí para sobrevivir se tiene que ser muy fuerte. — Dice el fauno. — Pero había escuchado que el gobierno de este reino había implementado un proyecto para ayudar a la población de Vacuo.

Así ambos siguieron conversando discretamente por un buen rato, hasta que el bartender vino con sus pedidos en mano.

— Aquí tienen muchachos, que lo disfruten. – El bartender le da una cerveza al fauno toro y un vino a la mujer.

— En serio te vas a tomar todo eso? Si sabes que el vino embriaga más rápido que la cerveza, verdad? – dijo el fauno toro tratando de llamar su atención.

— Meh, no me pasará nada, soy una adulta responsable después de todo. – Dijo la mujer la cual se quitó la mascarilla para poder tomar el vino.

Pero antes de que suceda eso, Adam convenientemente vió como una personas estaban pasando cerca de ellos, por lo que aprovechó para fingir un empujón para poder estrellarse con la mujer al suelo, no sin antes tomar su mano desde la capucha.

Segundos después, ambos cayeron al suelo, rápidamente el fauno aprovechó para ver quien era...y para su mala suerte, si era una schnee, la hija mayor de Jacques, Winter Schnee.

— Schnee.... — Murmuró el fauno todo con molestia.

Winter por su parte ya había identificado al fauno como Adam, pero esperaba pasar desapercibida. Aunque ahora eso ya no era posible tendría que luchar contra él.

Simultáneamente a esos sucesos, se podía escuchar como en el otro lado del bar ocurría una pelea entre varios hombres, los cuales estaban borrachos y estaban haciendo un lío, siendo seguido simultáneamente por otros hombres que se reclamaban entre sí porque en una apuesta con naipes habían hecho trampa.

Adam al verla no pudo evitar sonreír internamente, estaba en presencia de una Schnee, muy cerca de ella, sola y sin alguien que la ayude, si había tenido un día de mierda, ahora se aseguraría de quitar todo ese estrés acabando con la Schnee.

— Pero qué ingrata sorpresa, ¿Qué hace una Schnee en un lugar tan lejos de casa? — Pregunta el fauno preparándose para pelear.

— Lo mismo podría decir, ¿Qué hace un terrorista en un lugar donde casi toda la población es de humanos? – Pregunta la mujer con burla sarcástica.

— Eso no te incumbe. —

Ambos se prepararon para lo que inevitablemente, iba a suceder.

Fin del capítulo

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