Capítulo 10: Avances pequeños, pero significativos....
Disculpen los errores ortográficos
Capítulo 10: Avances pequeños, pero significativos.... Aquel que el mal hace... castigo obtiene.
Los barcos llegaron por fin a aguas americanas, siendo en el puerto de San Diego, California, para que los tripulantes bajen de manera inmediata a tierra firme.
Los soldados dando indicaciones de qué hacer a los faunos, estos obedecen y bajan del barco hospital donde los esperaban autobuses que los llevarían a un hospital para darles mejores tratos.
Las Fuerzas Especiales conocidas como Ghost, comienzan a bajar de los barcos y liderados por Rodolfo, se retiran a una de las bases militares donde regresarán a sus respectivos lugares de origen.
- Rodolfo, llévalos de regreso. – Dice Alejandro. – Yo informaré al general de la misión.
- Entendido, Coronel. – Dice Rodolfo para llevarse a todos de allí, mientras Alejandro se retira a una ubicación diferente en una camioneta.
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Los Ángeles, California
Hotel Bel-Air
- Sinceramente no pensé que sería de los que vendría a lugares de alto costo. – Dice Alejandro al general.
Ambos estaban en el techo del gran hotel, que había sido reservado por el general, para algo especial.
El cuál se encontraba con un traje formal, para dicha ocasión.
- Se murió alguien ¿o qué? – Pregunta Alejandro.
- Muy gracioso, ¿Qué nunca me has visto en traje? – Pregunta el general.
- Solo lo vi usando un mameluco de Bowser una vez. – Responde Alejandro.
-.... Me dijeron que era una fiesta de disfraces y fui disfrazado de Bowser, solo para que al llegar dijeran que era mentira y fui el único pendejo que llevó disfraz. – Confiesa.
- No fue el único, el presidente llevó un disfraz de Bombón. – Comenta Alejandro.
-.... ¿Cómo sabes eso? – Pregunta.
- Porque yo también fui, pero disfrazado de Bellota y Rodolfo de Burbuja. – Responde. – Cuando la fiesta se descontroló, empezamos a repartir putazos a todos lados para salir.
- .... No me jodas. – Dice Alex.
- También fue Carlitos, solo que iba disfrazado de Toad con bata de doctor.
Flashback
Se puede ver a Carlos disfrazado de Toad, junto a Alejandro, Rodolfo y el presidente que estaban disfrazados de las Chicas Súper poderosas.
Y este empezó a hablar con un tipo que decía que le gustaba Bad Bunny.
- Tú que estás disfrazado de Toad, dime, desde que Bad Bunny se fue del mundo, he estado deprimido porque ya no lo escucharé hacer buena música. – Dice un wey random bien triste. – ¿Dime qué me recomiendas?
Carlos disfrazado de Toad, saca su celular y se pone a investigar durante varios minutos.
Después de varios minutos de búsqueda, mira al tipo.
- No me lo va a creer joven... - Dice Carlos. – Lo pendejo no se quita.
- ¡Bastardo mal parido! – Enojado por burlarse de su buen gusto, el tipo lanza un golpe a Carlos.
Carlos bloquea el ataque y contraataca con un puñetazo en la cara del tipo, que lo manda contra un grupo de chicos quienes estaban tomando, para que sus bebidas terminen derramadas en ellos.
Y así se empezó a desatar el desmadre.
Fin del flashback
-.... No diré nada. – Dice el general. – Dime, ¿cómo fue todo?
- Una mina destruida y esclavos faunos liberados. – Responde para entregar después el informe. – Tenían entre sus filas a cazadores veteranos, pero no fueron problema alguno.
- Eso es una buena noticia. – Dice el general. – ¿No hubo testigos?
- No, todos fueron eliminados. – Responde el coronel. – La pérdida de una de sus más grandes minas, es un fuerte golpe a la economía de Atlas y sobre todo a la SDC.
- El presidente quiere que Jacques se desespere y se dé cuenta que todo lo que hizo tiene consecuencias. – Dice Alex. – Debilitar a la SDC es prioridad para que Jacques actúe y tome decisiones desesperadas, lo que también desestabilizará la economía de Atlas un poco.
- ¿Debilitar a la SDC para tomarla a nuestro control? – Pregunta interesado.
- Sí, así es. – Responde Alex. – Con ello, Jacques en un acto desesperado querrá negociar nuevamente con nosotros, ya que tenemos las más grandes minas de Polvo en el planeta, que lo pueden seguir manteniendo a flote.
- ¿Está seguro que eso funcionará? – Pregunta.
- Por dinero baila el perro. – Responde el general. – Sí tomamos la SDC, tomamos una parte del control de Atlas... por no decir casi por completo.
- Bueno, con la información que tenemos de ese tipo, sin duda lo haría. – Dice Alejandro. – No cabe duda que ese sujeto es alguien patético.
- Demasiado. – Alex asiente. - ¿Cómo van las cosas con nuestros infiltrados en Vale y Vacuo? – Pregunta.
- Las cosas están yendo bien para ellos. – Responde Alejandro. – Sobre todo cuando muchos de nuestros negocios y empresas están teniendo éxito, eso les garantiza lugares seguros e identidades para que se mantengan con bajo perfil.
- ¿Y en Mistral y Mantle? -.
- Se han mantenido con un perfil bajo, ya que ese lugar está lleno de ratas que te venden por un mísero pan, que hasta Judas queda como un santo ante ellos. – Responde Alejandro.
- Por suerte tenemos el respaldo de Sienna en Mistral, dándonos apoyo con personas de su confianza. – Dice el general.
- Eso sería todo por ahora, no han dado noticias aparte de esto. – Dice Alejandro tomando de nuevo los documentos.
- Bien, puedes retirarte ya que seguramente tienes muchas cosas que hacer en casa. – Le dice.
- General... - Alejandro se levanta y da un saludo militar para después retirarse.
Alejandro se retira y deja solo a Alex, quien se queda pensando en todo el asunto.
Sabía bien que a pesar de todo, el plan era arriesgado.
Nunca debían confiarse, ya que puede que los atlesianos como Jacques, terminen haciendo una jugada sucia.
Sus pensamientos son interrumpidos, por el sonido de tacones que se dirigían a su posición.
Al ver detenidamente a la persona que se acercaba, ve que era una mujer de piel morena, cabello negro y ojos ambarinos, que traía puesto un vestido rojo y tacones del mismo color.
- Veo que el dispositivo de camuflaje funciona a la perfección. – Comenta a la mujer.
- Debo decir que gracias a esto, puedo pasar desapercibida. – Responde la mujer.
Alex sonríe a sus palabras.
- Me alegro de verte otra vez, Sienna. – Revela la identidad de la mujer.
Sienna desactiva el dispositivo de camuflaje y su apariencia normal regresa, siendo sus rayas de tigre en su piel y sus orejas.
- Yo también. – Dice la líder del WF. – Han pasado 3 meses desde que nos vimos la última vez.
- Lo sé y aparte del trabajo y los planes a futuro, mi mente no dejaba de pensar en la gatita más hermosa de Remnant. – Le halaga.
Sus halagos hacen sonrojar a Sienna, quien sin poder evitarlo, termina poniéndose tímida ante la situación.
- No digas eso por favor. – Le pide Sienna. – Es vergonzoso.
-¿Te da vergüenza recibir halagos de tu esposo? – Pregunta con diversión.
- N-no te burles, jamás pensé que conocería un hombre y sobre todo que fuera un humano... con... - Se vuelve a poner tímida. – Con el que... formaría una familia.
- Bueno, debo decir que soy el hombre más afortunado del mundo, por tener a tan bella mujer frente a mis ojos, como esposa y como la madre de mi hijo. – Le dice Alex.
- Yo... - El sonrojo de Sienna se vuelve más intenso por sus palabras. – Igual me siento agradecida por tenerte en mi vida.
Alex sonríe ante las palabras de su esposa.
- Sabes... te tengo un regalo. – Dice mientras busca dentro de su saco.
Sienna interesada, mira expectante a su alfa.
Después de buscar durante unos segundos, saca una larga caja negra de su saco, para extenderlo a Sienna.
- Feliz aniversario. –
Sienna sorprendida por el obsequio que le estaba extendiendo su marido, acerca sus manos un poco dudosa hasta lograr tomarlo.
Ya en sus manos, lo mira detenidamente por un momento, antes de abrirlo y ver el interior.
Cuando abre la caja, sus ojos se abren con sorpresa mientras un brillo se apodera de ellos y jadea ligeramente por la sorpresa.
En el interior de la pequeña caja, se encontraba un collar.
Un collar de diamantes que tenía de colgante, un zafiro brillante, rodeado de diamantes.
Las palabras no salían de la boca de Sienna, quien se quedó muda ante tal regalo.
- ¿Te gusta? – Pregunta el general.
- Y-yo... yo... - Sienna no podía articular palabra.
Mira a su esposo que le sonreía, por lo que ella también sonríe.
- Es hermoso. – Logra decir.
- Deja que te lo ponga. – Dice tomando el collar.
Sienna se pone de espaldas a él, que de forma inmediata le pone con delicadeza el collar en su cuello.
Después de ponérselo, Sienna lo mira por un momento, antes de darle un fuerte abrazo a su esposo.
- Lamento no haber podido darte un regalo. – Dice triste Sienna.
- No hay mejor regalo que me hayas podido dar, que es nuestra familia. – Le responde a Sienna, dándole un beso en la frente.
Sienna se sonroja y con una sonrisa feliz en su cara, suspira.
- Awww que adorable. – Corresponde al abrazo de Sienna mientras acaricia su cabeza.
Sin que la mujer se oponga en absoluto, aunque sí le daba mucha vergüenza.
- No hagas eso por favor, es humillante. – Le dice, aunque obviamente le gustaban las caricias.
- ¿Quién es mi linda gatita? – Le pregunta mientras acaricia suavemente las orejas felinas de Sienna. – ¿Quién es mi linda gatita?
- .... –Sienna se queda callada.
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- .... – Sienna ronronea.
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- .... – Sienna se sonroja fuertemente.
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- .... Soy yo. – Sienna no aguantando más, responde y se cubre la cara de vergüenza.
- Awwww que cute. –
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- Oye, espera un minuto. – Sienna se descubre el rostro.
- ¿Sí? –
- ¿Dónde está mi pequeño cachorro? – Pregunta por su hijo.
- Oh... bueno, él está con su tío. – Responde la duda de su mujer.
- Oh, eso me alivia. – Dice tranquila. – Sigo diciendo que el nombre que le pusimos no le queda. – Comenta Sienna mientras seguía recibiendo las caricias.
-Vamos, no es mal nombre. – Le dice. – Además lo elegí por una sencilla pero mítica frase.
- .... ¿Y cuál fue frase que te hizo ponerle al bebé el nombre de Shirou? – Le pregunta un poco interesada Sienna.
- .... "Las personas mueren cuando son asesinadas." – Responde.
- .... – Sienna lo mira con una mirada inexpresiva. – Al siguiente bebé que tengamos, yo le pondré el nombre.
- Está bien. – Alex estuvo de acuerdo.
- Por cierto... - Sienna de forma sutil y silenciosa, pero que además no se pudiera ver...
Le toca la entrepierna al general.
- Esta noche te voy a dar tu esperada recompensa. – Le susurra y ronronea.
- .... Hmmm... ¿esta noche cena pancho? – Pregunta en tono sugerente el general.
- Todo... lo que... quieras. – Le susurra Sienna.
- Entonces pidamos una Domino's con bordes rellenos de queso. – Dice Alex feliz.
- .... – A Sienna en ese momento se le fue lo caliente. – Nunca te lo pregunté pero ¿Acaso cuando naciste te faltó oxígeno?, porque me imagino que eras tan imbécil al momento de nacer, que te volvieron a meter dentro de tu madre con la seguridad de que se te quitara un poco lo pendejo al volver a salir.
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- .... – Se le sobrecarga el cerebro a Alex.
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- .... No lo recuerdo, quiero decir... que yo recuerde no hubo problema en mi nacimiento, pero dijeron que me había enfrentado a una Pitbull llamada "princesa" y que me había dejado más destrozado que un calzón extremadamente viejo y usado. – Responde Alex.
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- .... Pero hey... la buena noticia es que gané. – Responde Alex feliz.
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- Alex... eres tan pendejo que no te puedo insultar. – Le dice Sienna mientras se lleva una mano a la cara.
Miami, Florida
1 Hotel South Beach
Debajo de la sombra de una sombrilla en la playa de los terrenos del hotel, se encontraba la reina de los faunos, con un bikini negro dejando a la vista un cuerpo que muchas mujeres querrían tener.
Incluso demostraba que ser madre de dos hijos, no le impedía tener un cuerpo envidiable.
Siendo un cuerpo con medidas de 92-60-90.
Que por si fuera poco, incluso hacia sonrojar a varias del género femenino, las cuales no dejaban de mirar a la reina.
Como la mayoría de los hombres.
- Creo que debiste ponerte algo menos revelador. – Dice el hombre a su lado, quien sostenía y bebía con su mano izquierda una piña colada mientras que con la otra, sostenía su scroll y miraba memes.
- No te pongas celoso, sabes que solo te quiero a ti mi gordito gatito. – Responde Kali levantándose y dándole un amoroso abrazo a Ghira acompañado de un beso.
- No estoy gordito, son estos músculos que hacen que me vea robustito. – Corrige Ghira a su esposa. – Estoy pachoncito.
- .... Estás rellenito... pero amor. – Lo sigue abrazando con amor.
- Sí, sí, sí cómo sea. – Dice Ghira algo incómodo por las miradas que les daban.
Siendo en su mayoría por envidia de parte de casi todo el género masculino.
A excepción de aquellos que tenían a una chica fauno como pareja.
- Oye, ahora que lo pienso... ¿dónde está el pequeño Benito? – Pregunta Kali.
- Está al cuidado del presidente. – Responde Ghira.
- ¿No le será un problema?, digo... ¿le avisaste al menos? – Vuelve a preguntar preocupada.
- No, pero no creo que le importe. – Responde Ghira. – Por cierto, ¿por qué decidiste ponerle el nombre de Benito al niño?, sabes que su nombre es Ben.
- Y tú sabes que le digo Benito de cariño. – Dice Kali.
- Hay otra razón ¿verdad? – Le dice a su esposa. - ¿Cuál es?
- "Alo Hawái... Alo Hawái... Anuca nuca juma, juma haaaai... cha, cha, cha..." – Canta Kali a modo de respuesta. – Con eso te digo todo.
- Eres muy fan de esa vieja caricatura ¿no es así? –
- Demasiado. – Responde Kali. – Es una lástima que no hayan querido sacarle un remake o unas nuevas temporadas.... Me hubiera gustado verlo.
Kali ha entrado en modo sad.
- Sigh... ahora solo falta que en el futuro decidan sacar nuevas temporadas para que tu deseo se haga realidad. – Dice Ghira.
- Eso sí que me gustaría ver. – Dice la reina nuevamente feliz.
Sin más, siguieron disfrutando de sus vacaciones.
- Al siguiente que tengamos le pondremos Bodoque, para que esté completo Benito Bodoque. – Comenta Kali. –.... Y también para referenciar a Bodoque de la Era de Hielo.
Ghira grita de terror en su mente.
En el Palacio Nacional
En el interior del Palacio Nacional, afuera de la oficina del presidente, se podía escuchar a este cantando una canción.
Somebody once told me the world is gonna roll me
I ain't the sharpest tool in the shed
El presidente canta mientras firmaba documentos y revisaba otros.
She was looking kind of dumb with her finger and her thumb
In the shape of an "L" on her forehead
Mientras el presidente hacía su trabajo, la pequeña Erika dentro de su corralito, disfrutaba alegre la canción y el ritmo de esta, mientras agitaba su sonajero acompañando con ritmo a su padre.
Well the years start coming and they don't stop coming
Fed to the rules and I hit the ground running
Didn't make sense not to live for fun
Your brain gets smart but your head gets dumb
Con gran habilidad y velocidad, el presidente firmaba y acomodaba los documentos apilándolos en el lado izquierdo de su escritorio, sin dejar de cantar y mover la parte superior de su cuerpo al ritmo de la música.
O much to do, so much to see
So what's wrong with taking the back streets?
You'll never know if you don't go
You'll never shine if you don't glow
- ¡Buh buhh! – Erika movía su sonajero con alegría y daba brinquitos al mismo tiempo.
Hey now, you're an all-star, get your game on, go play
Hey now, you're a rock star, get the show on, get paid
And all that glitters is gold
Only shooting stars break the mold
Antes de que pudiera seguir cantando, tocan la puerta haciendo que deje de cantar y que la canción siga por sí sola.
- Adelante. – Josef da el permiso de ingresar.
Ante la obtención del acceso, la puerta es abierta y deja paso a Aki Lawrence, la secretaria del presidente...
Que traía consigo a dos pequeños en sus brazos.
Estos pequeños, son el hijo Alex y Sienna...
Y el hijo de Ghira y Kali.
Al igual que grandes bolsos con lo necesario para ellos.
- Buenos días señor Presidente. – Aki saluda a su jefe, mientras cierra la puerta detrás de ella.
- Buenos días, Aki. – Le devuelve el saludo. – Veo que traes a unas pequeñas e inesperadas visitas.
- Sí, eso se puede decir. – Dice Aki mientras trataba de mantenerse en pie por tanto peso que llevaba encima.
El presidente se levanta y toma a los pequeños, para que Aki se quite las grandes y pesadas bolsas, lo cual hace de forma inmediata y de un suspiro de alivio.
- ¿Por qué traes a los niños aquí? – Pregunta Josef. – ¿Dónde están sus padres?
- Esa es la razón por la que los traigo aquí. – Dice Aki. – El general se fue a Los Ángeles, para celebrar su aniversario con su esposa.
- ¿No será un gran problema?, recuerda que Sienna no puede mostrarse al mundo como aliada nuestra y por ya sabes qué. – Dice el presidente.
- Se fabricó un dispositivo de camuflaje que permite a las personas pasar desapercibidas, sin que nadie pueda reconocerlas y el general le dio una a Sienna. – Responde Aki.
- Oh, entiendo. – Josef asiente. – ¿Y los Belladonna?
- De vacaciones en las playas de Florida. – Responde la secretaria.
-.... Así que me los encargaron porque me ven como niñero ¿verdad? –
-.... Sí. – Responde la chica gato.
- ............ Se aprovechan de mi nobleza. – Murmura Josef. – Está bien, déjalos conmigo Aki. Vuelve a tu puesto.
- Entendido señor presidente. – Aki se da la vuelta para retirarse.
- Por cierto, no tuve tiempo de preguntártelo pero... ¿Cómo te fue en tus vacaciones? – Le pregunta.
- Ah... me divertí mucho, señor. – Responde Aki. – Le agradezco lo que hace por mí.
- No te preocupes, ahora sí, vuelve a tu puesto. – Le dice Josef. – Yo me ocupo de estas bolas de pelos.
Aki asiente y se retira de la oficina.
El presidente con ambos bebés en brazos, se acerca al corralito donde estaba Erika.
- Mira princesa, tus amigos vinieron a visitarte y a jugar contigo. – Le dice Josef mientras deja a los dos pequeños dentro del corralito.
Ambos bebés quedan frente a Erika, que también se les queda viendo.
- .... – Ben y Shirou se le quedan viendo a Erika.
- .... – Erika se les queda viendo a Ben y Shirou.
- .... – Ben y Shirou se le quedan viendo a Erika.
- .... – Erika se les queda viendo a Ben y Shirou.
- .... – Ben y Shirou se le quedan viendo a Erika.
- .... – Erika se les queda viendo a Ben y Shirou.
- .... – Ben y Shirou empiezan a alejarse de Erika gateando rápidamente por sus vidas.
- .... – Erika muy feliz gatea a toda velocidad para alcanzar a sus dos amigos.
- Bueno, a seguir chambeando. – Dice el presidente volviendo a sentarse en su escritorio y seguir viendo, analizando y firmando papeles.
Mientras que la persecución gatuna de los niños llega a su fin, cuando Erika los logra alcanzar y lanzarse encima de ellos, evitando que escapen.
-.... – Ben se le queda viendo.
- .... – Shirou se le queda viendo.
- .... – Erika se les queda viendo.
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- .... – Erika tiene un malévolo plan.
Los dos niños se asustan.
(Básicamente esa es la expresión que ambos tienen XD)
3 Doritos después
Se puede ver a Erika encima de un pequeño carrito, que era jalado por Ben y Shirou que ahora hacían de caballos.
Tan chiquita que estaba Erika y ya pensaba en grande, sobre cómo explotar al trabajador.
Sin duda tiene un gran futuro por delante.
En otra parte
Desierto de Chihuahua
En el basto e infinito desierto de Chihuahua, sin una sola vida presente más que algunos arbustos que crecen en la seca y arida tierra, al igual que algunos pequeños animales...
Se encontraba una prisión enorme que hasta parecía un enorme castillo.
Si bien dicho castillo parecía algo antiguo y deteriorado por fuera, era todo lo contrario por dentro sobre todo en las zonas usadas por los guardias y supervisores del lugar.
En el interior se encontraban guardias patrullando por cada pasillo, esquina, celda, etc.
Y en cada una de las torres y encima de las murallas de dicho castillo, estaban más guardias y la mayoría con rifles de francotirador AWC G2, Dragunov y Fusiles M110, mientras que las torres y esquinas encima del castillo, estaban puestas estratégicamente ametralladoras HK 21, RPD y Stoner 63.
En dicha prisión, mejor conocido como Gulag, se encontraban varias de las personas condenadas por traición, fraude y demás delitos graves.
En eso, el sonido del timbre se escucha en todo el castillo y las celdas se abren.
Poco a poco todos los prisioneros salen de sus celdas y caminan de forma ordenada hacia las salidas, para empezar con sus labores.
- ¡Muy bien pedazos de porquería, ya se la saben, herramienta de trabajo y a jalar hasta que se acomode el sol en lo más alto! – Exclama un guardia desde los altavoces.
Todos los prisioneros tomaron un pico, pala, escoba, etc., y se dirigieron a las zonas de trabajo.
Todos los prisioneros vestían con el típico traje naranja, ya que con esos les era fácil identificarlos en caso de que traten de escapar o esconderse.
Algo que era muy o mejor dicho, imposible de lograrse, ya que los que eran descubiertos intentando escapar, eran ejecutados al instante o castigados.
No solo trabajaban dentro de la prisión, sino que también afuera donde había una mina de Polvo recién descubierta, la cual estaba bajo el dominio del gobierno y usaban a los reclusos como mano de obra barata.
Muchos presos caminaron a varios autobuses que los llevarían a la mina, mientras en otro camión, iban guardias para custodiarlos, aunque en las minas también contaban con guardias.
Solo que estos que los acompañaban, los vigilaban en caso de que intentaran atacar al chofer o volcar el camión.
Mientras avanzaban a los autobuses, estos vieron que en unas grandes cruces de madera, se encontraban crucificados, varias personas, siendo estas muy conocidas por todos, por ser anteriormente líderes de las antiguas repúblicas latinoamericanas, antes de la unificación.
Los cuales unos de estos eran...
Salvador Sánchez Cerén
Vicente Fox Quesada
Alberto Fernández
Evo Morales
Los cuales estaban ensangrentados y muy malheridos, al intentar escapar.
Dejaron de ver a esos pobres bastardos, para seguir su camino a los autobuses.
Cuando todos estuvieron en sus lugares, los autobuses comenzaron a avanzar.
Después de media 40 minutos de viaje, llegan a la mina donde al solo bajar de los autobuses, inmediatamente fueron directo al interior de la mina para comenzar con su labor.
En la administración del actual presidente de América, se ordenó que ningún prisionero tuviera algún beneficio básico, más que solo los que hayan cometido delitos menores que no sean nada graves.
Los que cometían delitos menores, al menos recibían comida caliente 3 veces al día y una cama cómoda. Pero los demás que cometían delitos serios y graves, como asesinato, secuestro, extorsión, corrupción o traición a la patria, estos vivían peor que los animales.
Las condiciones que vivían en las minas, apenas y les permitían sobrevivir y trabajar aunque con problemas al no contar con protección.
Pues a estos se les prohibió tales requisitos.
Ya que cuando estos murieran de alguna u otra forma, no se les extrañaría.
Los guardias que contaban con todo lo necesario para protección y seguridad como armaduras ligeras pero muy resistentes y máscaras de gas, vigilaban y pasaban cerca de los prisioneros de forma coordinada, buscando que no hicieran nada sospechoso.
Entre los prisioneros que trabajaban en la mina se encontraban...
Nicolás Maduro picando piedra con un pico y con su ropa bañada de sudor. Enrique Peña Nieto que no sabía ni cómo usar una pala que hasta se le resbalaba de las manos, lo que terminaba con un guardia golpeándolo por no hacerlo bien. Sebastián Piñera que empujaba un vagón con materiales. Ernesto Zedillo que cargaba piedras en un vagón. Carlos Salinas de Gortari que con poco trabajo, ya le dolía el cuerpo. Felipe Calderón que usando un mazo para golpear una piedra, varios trozos de la misma piedra, lo terminan golpeando en la cara. Mauricio Macri que trata de cargar un costal a otra zona, pero se cae y el costal le cae encima y los guardias no permiten que nadie lo ayude y lo obligan a levantarse, pero este no podía y los guardias lo golpeaban para que se levantara. Daniel Ortega que movía una caja con mucho esfuerzo, pero esta se le cae y los guardias le gritan que lo levante y si no lo hace lo golpearían. Juan Orlando Hernández... entre otros más.
- ¡Muévanse traidores, que el tiempo corre! – Exclama un guardia.
Mientras esto pasaba, regresando al gulag de Chihuahua, en medio del campo de trabajo se encontraba una persona de mayor edad, parado sin hacer nada.
Este hombre era Alberto Fujimori... ex presidente de la ahora República Federativa del Perú.
- ¡Fujimori, regresa al trabajo! – Exclama un guardia al viejo ex presidente.
Alejandro Toledo y Pedro castillo que se encontraban picando piedra, cerca de la posición de Fujimori, miran por un momento al ex presidente peruano.
- Lo van a matar. – Comenta otro prisionero, siendo este Raúl Castro.
- Eso es lo que el viejo quiere. – Dice Pedro Castillo.
- Pues creo que ya se lo cumplirán. – Dice Toledo.
Entonces las grandes puertas de la prisión son abiertas, para dar paso a la llegada de un camión con nuevos prisioneros.
Entonces en un acto desesperado y de locura, Alberto Fujimori corre mediocremente hacia la salida para tratar de escapar.
Todo ante la atenta mirada de todo el mundo, que incluso los prisioneros dejaron de trabajar para mirar a Fujimori.
Los guardias que se encontraban en la entrada y anotaban los nombres de los nuevos reclusos, miraban a Fujimori acercarse a ellos para escapar, lo cual los hace reírse de su inútil intento al ver lo patético que se miraba.
Pero debían reconocerlo.
A pesar de ser un viejo decrépito, tenía esperanzas.
Lástima que eso termine ahora.
Uno de los guardias de una de las torres, le apunta con su fusil Dragunov a Fujimori, que no hacía nada más que correr hacia la salida.
Entonces uno de los guardias levanta la mano con los 5 dedos extendidos... luego 4... después 3... luego 2... después 1... y finalmente.
¡BANG!
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¡Pum!
Un disparo certero a la cabeza de Fujimori, desaparece parte de esta en un instante y el cuerpo cae pesadamente al suelo, ante la atenta mirada de todos.
Poco a poco un charco de sangre comenzó a formarse y los nuevos reclusos, al ver al anciano morir frente a sus ojos, se llenaron de miedo y supieron que ahora su vida estaba allí y jamás podrán escapar.
Ese era su final.
- Parte de su cabeza sigue existiendo, así que págame. – Dice uno de los guardias a otro que se encontraban en la cima de los muros.
- ¡Debiste usar munición explosiva, Rodrigo! – Dice enojado otro guardia al que disparó. - ¡Perdí 800 soles por tu culpa, pedazo de pelotudo!
- ¡¿Disculpa?! – Exclama ofendido Rodrigo. - ¡Yo no ando haciendo apuestas en horario de trabajo, puto mamahuevo!
- Hora sí... - El guardia que ganó la apuesta, cuenta el dinero. – Estas vacaciones que tendré en una semana, me iré de putas.
- Suertudo. – Exclama el guarda perdedor.
Mientras estos seguían en lo suyo, los prisioneros siguieron haciendo su trabajo.
- ¡Ustedes dos, quiten esa chingadera de aquí! – Exclama un guardia a Raúl y a Toledo.
Los mencionados sin oportunidad de negarse, obedecen la orden y sujetan el cuerpo de Fujimori de los brazos y pies, para comenzar a moverlo a una parte del gulag que es usado como cementerio.
Mejor dicho, como fosa clandestina ya que todos los que han muerto, son puestos allí sin una sola lápida o algo, para que los reconozcan.
Pero que de igual manera, estarán en los libros de historia y que ya se les fue notificado a todos en el gobierno de la muerte de uno de los prisioneros.
Pero ni se le extrañará.
Raúl Castro y Alejandro Toledo comenzaron a usar palas para hacer un pozo donde enterrarían a Fujimori.
Así era la vida de los criminales y traidores, en los gulags.
Fin del capítulo
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