Emily Anderson acaba de llegar a la preparatoria Winston y su plan es pasar desapercibida como lo ha hecho en el pasado. Infortunadamente, su falta de coordinación y exceso de mala suerte la dejan desde el primer día siendo el centro de atención de sus compañeros y eso, sumado a que ha aparecido en la cuenta anónima de Instagram de la preparatoria, le frustran el plan de ser invisible en los pasillos. 

Em conoce a Ashley, una amable chica que le tiende la mano al verla como blanco de burlas y a los hermanastros Ethan y Brad cuyas sonrisas y amabilidad parecen, a ratos, ponerle el mundo de cabeza.

Los amores y las amistades están a un hilo de distancia y Emily, aunque trate arrastrarse hacia un lado del hilo, parece que la vida la arrastra hacia el otro. Deberá conocer lo que sus nuevos compañeros ocultan, lo que sienten por ella y decidir si sentir algo por alguno. 

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Novela llena de clichés, malas decisiones, protagonista ingenua que te sacará varias canas verdes, chicos que no son malos pero tampoco buenos, amigas sinceras,  personajes secundarios LGBT, prosa púrpura,  capítulos narrados por la autora, porristas malvadas, humor absurdo, situaciones estúpidas, mentalidades infantiles, falta de madurez y dependiendo de tu criterio, con final feliz. 

Al menos está terminada y tiene buena ortografía, algo es algo. 

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