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|CAPÍTULO O8|

Hola ♥ Les recuerdo que este capítulo (a votación  de ustedes) está narrado por mí como autora y diosa omnipresente (?) No olviden comentar, me hace mucha ilusión saber qué piensan sobre esta locura ☺ 

💙 Disfruten 💙


Los lectores suelen pensar que para nosotros los escritores es fácil poner a los personajes a sufrir, que nos reímos mientras tomamos chocolate caliente con el Diablo mientras hacemos que pasen por desgracias. desamores, funerales y vergüenzas.

Y es cierto.

Aunque a veces hay una pequeña brecha de culpa que se nos abre en el alma, pero luego la sellamos con lágrimas de ustedes, así no lo crean, las lágrimas provenientes de sufrimientos literarios son super útiles para mantener el grado de maldad justo para seguir escribiendo.

Y sin embargo Emily ha sido una especie de dolor de cabeza porque he tenido protagonistas imprudentes y medio tontas, pero así de ciegas, pues no.

La mejor manera en que puedo explicar como yo los veo a ellos es haciendo un símil de esas épocas de colegio cuando la tarea era hacer una maqueta, ¿recuerdan? Se ponían las partes de la casa en miniatura y se cargaba en las manos. Bueno, así es este mundo de los personajes, yo solo los observo y les cuento qué hacen, usualmente desde su perspectiva porque soy muy dispersa para andar pendiente de lo que pasa por la mente de cada uno y terminaría haciendo una sopa de puntos de vista sin sabor.

¿Saben quién sí me gusta? Ashley. Ella es el tipo de personaje que muestra carácter aunque no sepamos nada de ella, es la clase de chica a la que Emily le ocultaría cosas porque muy dentro de ella sabe que lo que hace es estúpido y es consciente de que Ashley no dudaría en decírselo y admitámoslo, a veces preferimos no escuchar la verdad para fingir que lo que hacemos está bien.

Emily está llegando justo ahora, su ruta se retrasó un poco hoy y por eso es el último bus en entrar al estacionamiento; Emily se baja y pasa bajo el gran 13 que adorna la puerta del bus. Empieza a caminar con la cabeza agachada hacia la puerta, sus pasos son lentos gracias a la gripe que parece acecharla desde el día anterior, así que tardará en entrar.

Unos metros hacia adentro de la preparatoria, por la parte de los casilleros, más específicamente el 666 de Emily, hay alguien doblando con apuro una nota amarilla y deslizándola por su puertica metálica. Mira en ambas direcciones para asegurarse de que nadie esté teniendo especial atención en su acción y al notarse en soledad, endereza la espalda para retirarse; es tan emocionante ser la única que sabe quién es, es como un secreto de amistad de esos que no tuve en mi juventud por no tener amigos. No sientan lástima, ¿por qué creen que empecé a escribir?

La verdad es que soy mala para guardar secretos, incluso los irreales, es más fácil contarles que 1 Fan es en realidad... oh, ahí llegó Emily.

Ella cree que es disimulada con su emoción para abrir el casillero, pero la expectativa de encontrar una nota siempre le tiene una cara de ponqué con una sonrisa de niña pequeña, quien no sepa que recibe notas —o sea todo el mundo excepto Brad y Ashley—, pensará que en realidad le excita sacar su libro de biología para las dos primeras horas de clase de un martes.

Emily desdobla el papel, dejando su mochila de gato en el suelo y suspira al leerla; siempre quise que alguien me dejara notas que no fueran facturas por pagar y como nunca lo tuve, me conformo con dejar que la pobre Emily las reciba.

Del otro lado del pasillo llega Ashley con su mochila en el hombro y unos audífonos en sus oídos, al ver a Emily apaga su música.

—¿Qué tanto te gusta biología? —le pregunta, riéndose de la cara de psicópata sonriente de su amiga. Emily eleva en sus dedos la nota amarilla—. Yo llevo acá toda la vida y nunca recibo nada; tú llevas menos de un mes y ya tienes un fan.

Eso es culpa de ustedes que no dejaron que Ashley fuera la protagonista; solamente la principal puede tener sucesos de libro romántico tan geniales o se estarían perdiendo los valores del cliché.

—¡Lo sé! En mi otra preparatoria no me hubiera pasado esto. —Los ojos de Emily sueltan un brillo tan lindo que hasta siento envidia; ya luego llorará, ya verá y no es que yo sea rencorosa o envidiosa—. ¿Tienes alguna idea de quién pueda ser? Usa papelitos de colores, ¿dónde crees que se consigan?

¿Ven por qué digo que Emily es medio tonta?

—En cualquier papelería.

¿Ven por qué amo a Ashley?

—Me refiero a que si sabes de alguien que los cargue.

—No, realmente no. —Ashley le arrebata con amabilidad el papelito a Emily y lee en voz alta—. Ayer estuve en una cafetería temática y te vi atendiendo, estabas vestida de los años 60's lo que me hizo pensar que tanto en 2018 como en 1960, me habrías enamorado de la misma manera. Solo que hoy en día todo es más fácil. 1 Fan.

Ashley, al ver la cara sonrojada de Emily, le dedica una mirada burlona , de esas que dedican las amigas cuando te molestan con algún chico. Emily se muerde su labio, muy emocionada.

—¿Sabes lo que significa? Que pude haberlo atendido anoche, Ash... pero no lo recuerdo, o no lo atendí yo, o se escondió debajo de una mesa.

—Dudo que alguien vaya a una cafetería a meterse debajo de una mesa.

El timbre de la entrada a la primera clase les obliga a dejar el chisme allí, Emily debe ir al salón de biología y esperar que su maestra no recuerde que se ha dormido en su clase el día anterior.

La mágica y aparentemente afrodisíaca materia para las novelas juveniles, biología, es una de las que comparte con Samantha. Ya que el día anterior han tenido la casualidad de coincidir en el hogar de niños Kindly, Sam siente que hay un lazo de ligera amistad mayor esta mañana, para ella, el compartir el voluntariado es un acto que las une pues no lo comparte con nadie más.

Samantha me ha parecido misteriosa desde que llegó a la historia en aquel bus, brindando su apoyo a la homosexualidad de Emily, yo dudo realmente que exista gente tan positiva que no esconda nada; no sé nada de sus padres, aparte del trabajo de su mamá, no sé si tiene más de un hermano (el que la llama Mantha), no sé de dónde pitos saca toda esa hiperactividad que no es normal en alguien de 17 años, pero la aprecio, cofletemocof y por eso sigue saliendo en los capítulos. Ya veremos qué onda con ella.

La clase enfocada en la diferencia de células vegetales y animales parece tener a la mitad del aula concentrada y a la otra mitad pensando en Narnia, entre esa mitad, está Emily, que no saca de su cabeza a Ethan.

¿Qué esperaban, que estuviera pensando en 1 Fan? No, ella solo piensa en Ethan.

Como escritora tengo el don de leer los pensamientos de mis personajes así que les puedo decir con certeza que está buscando una manera de explicar la fotografía posteada ayer en el Instagram de Winston. Ha considerado que es una foto vieja de antes de que ella llegara; ha considerado que es un montaje; que esos no son Ethan y Brenda e incluso ha pensado que Ethan tiene un gemelo que lo suplantó ayer. Sí, como si esas cosas pasaran.

La mente de Emily parece ser un video musical en que solamente aparece Ethan sonriendo como drogado y con corazones alrededor... y hay un elfo por ahí.

Ya que usualmente y como debe ser, ando pendiente de Emily, me ha dado una enorme curiosidad saber qué piensa Ethan. Él también es misterioso y yo creo que para todo hay motivos solo que los suyos andan aún muy ocultos.

Él está en clase de filosofía, la cual comparte con su medio hermano. La maestra está haciendo una especie de línea temporal en el tablero mientras habla de los filósofos seguidores de Platón y varias cosas más. Brad está sentado adelante y su hermano está bien atrás, mirándole la espalda.

Parece que la noche anterior discutieron; su mente es un barullo inmenso y no me deja detallar gran cosa pero parece que ¿Brenda? fue a su casa a visitar a uno de ellos y el otro se enojó por lo que escuchó... y gritaron mucho, tan fuerte que parte de la gritería llega clara a su recuerdo:

—¡Hace dos años no habríamos dejado que eso pasara! —tronó Ethan—. ¡Nunca habrías permitido que una chica se interpusiera en nuestra amistad y ahora...!

—¡Ahora no hay amistad alguna! —respondió el bello Brad—. ¡Tú fuiste el culpable de todo, así que no me vengas con las hipocresías de moral diciendo que es mi culpa todo esto! ¿Quieres hacer todo eso con ella? Excelente, hazlo, pero no pretendas que yo esté de acuerdo y me quede callado con mi opinión.

¿Se refería a Brenda o a Emily o a mí? Dios, eso me pasa por haber estado anoche viendo como 1 Fan espiaba a Emily desde afuera de la cafetería (de modo coincidencial, no como un potencial peligro para la sociedad) y no en la casa de este par. Siempre las mejores escenas les pasan a los secundarios, ya debería saberlo.

—Ahhhh, por supuesto —dijo Ethan, en modo diva indignada—, pero yo si tuve que quedarme callado la vez pasada y tras del hecho salgo yo perdiendo.

—¡Es completamente diferente y lo sabes! —retó Brad—. ¡Esa es mi vida y tú no tenías ningún derecho a decidir sobre ella!

—¿Y esta no es mi vida?

—¡Deja de serlo cuando involucras a las personas que me importan!

Ethan guardó silencio y supuse que con eso le estaba dando la razón, ¿qué sería lo que pasó entre ellos? Tengo que ponerles más atención a los demás.

Los dos hermanos respiraban con dificultad y miraban cada uno a un lado de la habitación diferente, el recuerdo desapareció y reapareció ya de día, supongo que esta mañana. Estában los dos en la mesa de su casa desayunando, ambos enfurruñados el uno con el otro y solos, sus padres no están en el recuerdo.

—Lo siento —dijo Ethan, casi entre dientes—. Por lo de anoche.

—Déjalo así, no lo sientes, a ti todo te vale mierda, Ethan, solo te pido que no la involucres.

—Brenda solo...

—Brenda nada. Ambos la conocemos y ella nos conoce más que nadie, deja este asunto así.

¿Brenda? Yo pensaba que hablaban de Emily.

—Lo siento.

—Ya te dije que...

—No, lo siento por no poder dejarlo así. Esto sigue.

Brad levantó la mirada, tan furioso que me sentí mal por espiar su conversación. Ethan tragó saliva pero no se retractó, a cambio de eso se levantó de la mesa y salió como si nada de la casa. Ahí acaba el recuerdo.

Para mi sorpresa, la mente de Brad sí está en la clase y no en nada más. Quién diría que el estudioso sería él.

El intermedio del receso siempre fue mi parte favorita del colegio porque era el momento en que hablar era lo único que importaba, en clases también, pero en el receso no te regañan y además puedes comer.

Se volvió una costumbre que Ashley, Emily y Brad se sienten juntos y hasta parece que ya tienen una mesa apartada en la mediana cafetería. Brenda y sus amigas están en una mesa lejana, todas con minifaldas a pesar de que el día no es lo más cálido posible. Ethan no está en ningún lado y ya que lo perdí luego de filosofía, no sé dónde está.

La blusa fucsia neón de Ashley parece un anuncio llamativo en medio de la neutra cafetería, ¿por qué será que los adolescentes prefieren vestirse en una gama de oscuros, grises y negros? Son pocos los colores pero el de Ashley es el más llamativo y no solo por el tono sino porque en contraste con la fosforescencia, su blusa tiene impresa la cara de Marilyn Manson.

—Entonces, no había querido preguntar pero debo hacerlo, no puedo más con la duda —suelta Ashley, llamando la atención de sus dos compañeros. Mira a Emily—. ¿Es cierto que entraste al equipo de porristas?

Brad pule un gesto de sorpresa, mas no lo demuestra, se calla y espera la respuesta de Emily. Ella desvía la mirada, con la sutileza que no la representa y asiente.

—Pues sí... el equipo me... me necesitaba y entonces, sí...

—¿Desde cuándo te importa lo que ellas necesiten? —espeta Ashley—. Pensé que no tolerabas a Brenda.

—Y no lo hago, pero... no era solamente Brenda, hay otras cinco chicas que querían entrar y no lo iban a hacer sin mí... Además, el equipo es importante y si no entraba, el director iba a quitar el presupuesto.

—¿Y?

—Y no sé ustedes —respondío Emily, con más austeridad—, pero yo no puedo dormir con culpas en mi consciencia. Si quitaban el equipo por mi culpa, me sentiría mal por siempre.

Ashley hace un esfuerzo inhumano para no rodar los ojos y explotar pero por su mente están pasando improperios en varios idiomas impronunciables. Tras una pausa, suspira.

—¿Dejarás el Club de Ayuda a la comunidad?

—No. Repartiré tres y tres días de la semana.

—Solo prométeme que no serás una de ellas.

—Solo es animar, Ash, sigo siendo yo.

Por primera vez, Brad interviene, usando un tono seco e informal.

—Supongo que Ethan te convenció.

—De hecho, no; hablé con Brenda y llegamos a una especie de acuerdo, Ethan se enteró después y me... —Emily calla de repente y hace una mueca de arrepentimiento. Ashley se le adelanta a su posible mentira.

—Te invitó a salir. —Emily, cual cachorro regañado, asiente—. Y le dijiste que sí. ¿Viste la foto que subieron ayer a Instagram?

Emily deja de lado su buen actuar sincero con sus verdaderos amigos, para mentir miserablemente como una real arpía.

—No. ¿Cuál?

Brad saca su teléfono y tras buscar la foto que Emily ya vio con detalle anoche en su casa, se la muestra.

—Oh... —murmura. Hasta yo sé mentir mejor que eso—. ¿Creen que están juntos? ¿Por qué Ethan me invitaría a salir si está saliendo con ella?

La calma que intenta imprimir en sus palabras es una calma que ha ensayado desde ayer para este momento, sabía que era inevitable que ellos lo supieran, en Winston las noticias vuelan a la velocidad de la luz.

Brad y Ashley comparten una mirada cómplice y Emily empieza a sospechar que ellos le ocultan cosas. A pesar del tenso momento, ellos vuelven a su comida como si nada, como si no se hubiera preguntado o dicho algo al respecto. Emily aguarda pero al ver que el tema está olvidado, les reclama.

—¿Y? ¿No me van a responder?

Ashley le responde:

—Brad me hizo prometer hace unos días que no te diríamos nada respecto a tus deseos de salir con Ethan sin importar si nos molestaba o no.

—Tú lo pediste, rara —confirma Brad—. ¿No quieres opiniones? Bien, no las pidas entonces.

La mente de Emily se debate entre el aplomo a su petición de hace unos días o a la opinión sincera de sus amigos. Ella podrá ser ciega con los amores, pero no con los amigos y sabe que esos dos son sinceros... piensa lo mismo de Ethan así que no podemos decir que su juicio sea el mejor, pero acá no se equivoca, ellos dos sí la quieren.

—Díganme qué piensan. Con honesti...

—Ethan es un perro, no sabe lo que quiere, y te es infiel incluso antes de empezar nada, no te merece, de hecho no merece nada más que desprecio y que le quiten la maldita popularidad que ha obtenido solo por ser "lindo" y amable como una ovejita aún cuando todos sabemos que es un puto lobo manipulador.

Los ojos de Brad, Emily y de paso los míos, quedan abiertos de par en par al escuchar eso. Fue como si Ashley estuviera esperando la aprobación así fuera mínima de Emily para soltar todo ese odio. ¿Será que también hay pleito entre ellos dos?

—Wow, qué sincera.

—Tú lo pediste —apostilla Ashley. Se acomoda en su silla con indiferencia y muerde su manzana con la actitud de alguien a quien le han quitado un enorme peso de encima—. ¿Vas a salir con él?

No hay nada más en el mundo que pueda gustarle a Emily que la idea de la historia de amor con Ethan; tiene esa misma actitud que tiene una quinceañera cuando sus padres le prohíben relacionarse con el marihuanero de la esquina.

Pero como dice alguien que no cree en la vastedad del universo: todo tiene límite y ella está incluída. Sabiendo que Ethan es tan popular y tan apuesto y que más de trescientas personas han visto y likeado la foto de "Back in the game", podría ser terriblemente humillante que todos supieran que ella aceptó bajo voluntad propia salir con él.

Samantha ya lo sabe y si es igual de habladora con todo el mundo como es con ella, el chisme ya estará en cada mente de los estudiantes.

Y también, si Samantha lo sabe, Emily asume que ella asume que sí van a salir así que de todas maneras la cita puede o no estar en el ojo de todos y como tampoco quiere darle el gusto a Brenda de simplemente decirle que ya no a Ethan para que ella tenga la vía libre así no más, es mejor dejar la cita en pie y no asistir.

Hasta yo creería que al darse ese suceso sería un cierre total de cualquier oportunidad de Ethan con Emily y le empezaría a echar porras a 1 Fan pero como tengo más historia que contar y más drama que dramatizar, sé que ella lo perdonará o se excusará de que están a mano por el plantón de la supuesta primera cita en Nice.

—No, mejor aún —anuncia Emily, respondiendo la pregunta de Ash—. ¿Qué tan rápido creen que se riegue la noticia de que a Ethan Williams lo plantan?

La mirada malévola de sus dos amigos no pasa desapercibida pero yo que conozco a Emily sé que le picó hasta el riñón por decir eso, que ya siente un remordimiento terrible y que ya se arrepiente de hacerlo (o no) porque puede arruinar su historia de amor. ¿Dejará de lado la moral y tomará el riesgo?

Espérenlo en el próximo capítulo.

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Mentira, aún me falta capítulo por contar.

Ethan está sentado con sus compañeros del equipo de fútbol; nótese que dije compañeros y no amigos porque ahí donde lo leen, Ethan es poco abierto con el mundo, solo lo era con Brad pero algo los ha separado. Están entrenando ya que las clases han acabado, y a unos cuantos prudentes metros está el equipo de porristas en el que ahora Emily está incluída.

Emily aún no lleva uniforme por su reciente integración al amable grupo pero parece que eso no es inconveniente para que ella le ponga ganas a la práctica; de hecho es esta la cualidad que más me gusta de Emily, es capaz de ponerle un ciento diez por ciento a algo que le apasiona o que ama, como las porristas, cuidar a sus hermanas y lamentablemente, Ethan.

Si Emily estuviera narrando, les aseguro que estaría diciendo que Ethan la mira fugazmente cada tanto desde la lejanía y que siente sus ojos en ella pero no, él está en su mundo y no se entera de nada.

Ashley, como prometió unos capítulos atrás, está en el entrenamiento mirando a su amiga y dándole apoyo... apoyo mental porque su cara de Odio el mundo, sáquenme de acá derrumba cualquier intento de comodidad que ella quiera transmitir.

Brenda hace los pasos a modo de coreografía barata y las demás, cuál robots adolescentes la siguen, y no es porque sea mi protagonista pero ninguna de esas chicas se mueve tan bien como mi Emily.


Detrás de sus gafas oscuras y tras soportar muchos minutos de faldas plegadas color azul y amarillo moverse al son de una canción que dista mucho de Marilyn Manson, Ashley se ha quedado dormida en las gradas del campo. El pitido del entrenador del equipo de fútbol avisando que el entrenamiento acaba, es lo que la despierta y con mucha sutileza, se limpia un hilito de baba que bajaba sensualmente por su mentón.

El equipo de porristas también se dispersa; algunas toman sus mochilas y se van, otras se quedan cotorreando cosas de chicas, Brenda y sus amigas se enfilan como en un ejército y salen del campo meneando sus traseros y Emily es abordada por Ethan antes de que Ashley vaya por ella. Ella espera.

Esta vez la pobre Emily sí puede disimular un poco la tembladera y tartamudez que Ethan le produce, eso es gracias a que está agotada por la práctica, o eso creo. Ella lo mira, tratando de no mostrar mucho interés y él le sonríe de una manera que la hace sentir como en su hog... ah, no, ese es otro libro. Pero sí tiene una sonrisa muy linda.

—¿Qué tal el primer día?

—Genial, no se me hace muy difícil.

Ethan se ha quitado ya el casco de su armadura pero las hombreras lo hacen ver enorme a pesar de que es la mitad de grande bajo el uniforme. Una gota de sudor baja de su frente y Emily no puede evitar mirarlo con anhelo. Adolescentes...

Aunque Emily en su embelesamiento no lo nota, Ethan mira a ambos lados antes de hablar para saber si lo están observando y en efecto, hay una Ashley en las gradas que lo fulmina con la mirada pero él al conocerla, sabe que ella no es un riesgo.

—¿Aún está en pie la cita?

—¡¿Es una broma?! ¡Saliste en una foto muy amorosa con Brenda ayer! ¿Crees que no me doy cuenta, o que estoy demasiado ciega para pasar eso por alto? ¡Puedo no tener busto pero tengo algo llamado dignidad y aunque no lo parezca, me sobra en el cuerpo! Así que no, no voy a salir contigo maldito machista, mujeriego, misógino y reencarnación de Don Juan! ¡Vete a la...!

Eso quiso gritarle Emily, pero obviamente no lo hizo porque es muy bondadosa y su plan de venganza sigue vigente. Aún así, se demora unos minutos pensando en cómo sería decir todo eso, lo que deja su rostro en stand by, lo que a su vez preocupa a Ethan que menea su mano frente a su mirada ida.

—Hey... Emily.

Emily vuelve de la ensoñación y sacude la cabeza.

—Oh, sí... claro que sí, ¿a dónde nos vemos?

—Podemos ir ya, hay un lugar...

—¡No! Digo... debo ir a la casa a almorzar y alistarme para el trabajo, o sea que tengo... —Emily mira su reloj imaginario en la muñeca y calcula mentalmente el tiempo—, como una hora a partir de ya.

—Entonces me voy a cambiar... —Ethan lo piensa un segundo y parece recordar algo importante—. Quería llevarte a una pizzería que queda un poco lejos...

Lentamente y con el trago de la decepción en la garganta, Emily deduce que su secretismo no es por el deseo de privacidad sino porque no quiere que la vean con ella; todo parece encajar repentinamente y una epifanía le dice que si fuera por la privacidad, no se habría dejado fotografiar con Brenda tan amigablemente el día anterior.

Se traga las ganas de reclamarle al respecto.

—Pues deberá ser en la heladería porque el tiempo me apremia.

La seguridad de Ethan nace de la inseguridad de otros y al ver la firmeza de las palabras de Emily no puede evitar cierta intimidación y posteriormente un ligero temor de que ella le cancele. Anda medio bipolar.

—Está bien. Te debo una cita en la heladería de todas maneras. —Ethan lo pensó como algo gracioso pero su comentario solo hace que Emily recuerde la plantada de unos días atrás y arrugue la frente—. Lo siento. ¿En media hora, en la heladería?

Emily sonríe y hasta yo me creo que de hecho va a ir.

—Claro, te veo allí.

Todas las personas tienen como mínimo un talento, el que me lo niegue es porque no ha descubierto el suyo. No voy a darles mi charla inspiracional para que lo busquen sino que les cuento que actuar no es el talento de Emily ni de lejitos. ¿Recuerdan que dije que su sonrisa era tan sincera que pensé que iba a ir a la heladería? Obvio lo recuerdan, fue solo hace un par de oraciones.

Pues no estaba actuando y acá está, peleando con Ashley que tiene que colgarse de su cintura para que no vaya a la dichosa cita porque la chica quiere y planea ir.

—Déjame ir, Ash, él va a pensar que no quise verme con él.

—¿Y cuál era el plan?

—Plantarlo.

—¿Entonces?

Emily deja de luchar contra los flacuchos pero fuertes brazos que la aprisionan y se rinde, consciente de que su amiga tiene más razón que yo cuando hablo de tonterías.

Ashley al ver que no hay más resistencia, la va soltando pero corre a poner pestillo en la puerta de su pequeña habitación; de hecho Ashley sabía que Emily iba a flaquear porque es muy buena para su propio bien y por eso se ofreció a acompañarla a casa.

Ya que no es que confíe mucho en Emily, decide acompañarla hasta su trabajo, más bien llevarla y dejarla allá como si fuera una niña pequeña y si es necesario, recogerla a las nueve, pero no considera necesario llegar a ese extremo.

Viendo a Emily ya con el uniforme y en la cafetería Sesentas 60's, Ashley se siente agotada y se confirma a sí misma que nunca quiere tener hijos para no lidiar con tanta responsabilidad. Estando aquí sería una pérdida de tiempo no consumir nada así que se sienta en la barra y pide una malteada de fresa, que Emily le sirve, con una mirada mezcla de agradecimiento y enojo.

La atención de Ashley se divide solamente en dos cosas: su malteada y el teléfono que tiene en sus manos, no necesita más y siendo casi las cinco y media no tiene mucho que hacer antes de irse a su casa.

Sorbe de su pitillo y al ver algo en su pantalla se atora y tose un par de veces. El mesero tras la barra le tiende agua pura y ella bebe para quitar la comezón de su garganta. Cuando ve a Emily pasar, la toma de un brazo haciendo que casi caiga de culo pero logra estabilizar a tiempo sus ruedas de los patines.

—¿Intentas matarme?

—¡Mira esto!

Le pasa el celular con una sonrisa de oreja a oreja, esperando que Emily lo lea. La chica parece palidecer y luego enrojecer en treinta segundos; en el Instagram de Winston hay una foto con el enunciado: 

"Parece que ser sexy no te libra de que te planten, si antes Emily Anderson tenía mi admiración, ahora mucho más, nuestra chica bisexual ha sabido meterse bajo la piel de todos y ha dejado plantado al gran Ethan Williams, ¿quién sigue? ¿Brenda, acaso? Bueno, Brenda no es lesbiana pero puede recoger las migajas que Anderson ha dejado. ¡Bien hecho, chica! Y Ethan, sé que estás viendo esto y no, no tengo nada contra ti, pero admite que merecías una lección hace mucho, ¿salir con dos chicas en dos días seguidos? Acá las consecuencias. ¿Qué pasará ahora? #Vergüenza #TodosSomosEmily #Alv #OrgulloLgbti+"

Emily prefiere omitir la parte en que insinúan a Brenda siendo plantada por ella, su falsa bisexualidad e incluso los hashtags absurdos para detallar la fotografía, en ella está Ethan con su cabello húmedo, posiblemente por una ducha post-partido, tiene una linda camisa gris y encima de la mesa de la heladería Nice hay una rosa roja. La foto fue sacada desprevenida y quedó con los ojos cerrados y las manos entrelazadas sobre la mesa, esperando a alguien que en definitiva no llegó.

Los ojos de una arrepentida Emily al ver lo que ha hecho se nublan; Ashley quiere echar a reír pero por respeto al ver a su amiga tan afectada, no lo hace.

—Oye, no tienes que sentirte mal... —consuela Ashley—, él lo merecía.

A Emily se le cae una lágrima que ya no va a recoger y si bien todos esperamos que estalle con ira, su tono es sosegado y dolido.

—Pude decirle que no y ya, Ashley, pero ahora será la burla de Winston y yo sé lo que es eso y nadie, ni siquiera él o Brenda, lo merecen. Saberlo es lo que me diferencia de ellos y ahora soy igual.

La verdad yo sí pensé que era buena idea y que disfrutaría de esto con ustedes, pero creo que ella tiene razón ¿ustedes nunca fueron la burla de alguien? Ahora me siento mal. ¿Ven lo que me hacen hacer?

Me voy.

Shame on you. 


😂😂

Es la primera vez que algo así de raro me sale, ¿qué les pareció el capítulo con este extraño tipo de narrador? 😂

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