La Profecía.
Según contaba una vieja leyenda, hace mucho, pero mucho tiempo, en el las actualmente heladas tierras de Alaska, se habían visto alguna vez, unos lugares completamente diferentes a los que se conocían, a los que originalmente se llegaron a conocer, de echo, nadie nunca llego a conocer este gran secreto de Alaska porque todo el que lo conocía jamas vivía para contarlo, de echo, era por eso que aun cuando fuese una leyenda, muy, pero muy pocos eran los que creían en ella.
Hace muchísimo tiempo atrás, mas de lo que uno debería de poder recordar, existió un lugar, que era casi como una puerta a otra dimensión, y aunque los que la veían, podrían pensar que se trataba de el infierno, en realidad era algo completamente distinto a eso, sin lugar a dudas que lo era.
De echo, por lo que es sabido, antes de que los humanos llegaran hasta este lugar, al mismo cayo un ser, como ningún otro, un ser increíblemente peligroso, pero nadie tenia la oportunidad de saberlo, sino hasta que sus caminos y los de este ser se cruzaran. De una forma de lo mas impresionante, parecía que en serio se podía tratar de muchos seres distintos al resto, en verdad distintos por completo a todo lo que alguna vez se llego a conocer nunca antes, de ninguna forma, la humanidad en su vida jamas podría haber visto nada igual en su vida. Pero bueno, para ser sinceros, lo cierto, era que aquello era tan solo una leyenda, y nunca antes nadie en su vida había visto nada igual, pero con esto ya tan solo nos referimos a que nadie en realidad tenia o poseía una descripción real de todo por cuanto alguien pasaba ni mucho menos el aspecto o como se veía todo a su alrededor, la apariencia de aquella criatura fue todo un misterio, nunca se obtuvo nada que pudiera hacer ver el aspecto de la criatura, ni una foto, pintura o dibujo, tan siquiera una simple descripción, porque como se dijo, desde mucho antes, nadie que la veía salia vivo después, definitivamente no lo hacia, y era por esto mismo que a raíz de eso, nadie podía creer en la leyenda.
Sobre todo al tener en cuenta, que la misma era un relato que tomo lugar hace miles y miles de años, cuando los primeros grupos nómadas de humanos pasaron por ese lugar y vivieron ahí durante un tiempo considerablemente largo, desde luego que era algo, una historia mas bien, que dejaba a ver lo mucho que en serio lucia todo a su alrededor, algo muy confuso.
Miles y miles de años atrás los primeros seres humanos que llegaron a Alaska, comenzaron a hacer sus vidas, también por esa zona, donde luego siempre habían montones y montones montañas de nieve, pero bueno, esa era otra historia mas para contar, porque incluso cuando el clima, el propio clima era algo ciertamente hostil, el hombre, así como los animales, son seres que de alguna u otra forma, se vuelven lo suficientemente adaptables a su entorno, ya sea uno árido, seco, cálido o frío, no importa cual sea la circunstancia, siempre les es posible adaptarse, pero no en esta ocasión.
Por lo visto, ahora todo es muy diferente, o bueno, parecía que de alguna u otra forma siempre lo había sido. No hay razón para considerar que no lo es, que nunca ha sido así en lo absoluto. Claro que no es así, desde luego que no lo es, el siempre estuvo ahí.
Cuando el mundo aun estaba en desarrollo, muchos de los seres que se encontraban en el, también lo estaban haciendo, de la misma que este ser de igual forma lo hacia. Un ser que se había echo valer así mismo, un ser que jamas conoció otro propósito en su vida, que no fuera el de matar, un ser que tan solo vivía por la maldad.
Nadie nunca llego a saber si era un monstruo, nadie nunca tampoco llego a saber, si era entonces un demonio, nadie nunca tampoco llego a saber, de donde venia, o en donde vivía, pero si había una cosa que se sabia a la perfección, o bueno, al menos los que se cruzaban en su camino, si que lo llegaban a saber, y esto que si podían saber de el, era que simple y sencillamente se trataban de un ser completamente imparable, alguien que no tenia forma alguna de ser detenido, pues en verdad parecía muy fuerte, muy poderoso, no como el resto de todos en el mundo pensaban que tan solo no era real, al menos en lo que cabe, con el se destacaban muchas cosas.
A lo largo de los años, este ser aparentemente inmortal, había vivido casi de una forma en la que siempre vivía, cazando para sobrevivir, tal vez mas que nada por deporte.
Este ser era uno del que no se tenia una imagen, y por lo tanto un nombre tampoco, nadie nunca lo tenia, en verdad que no. Desde luego que muchas cosas estaban próximas a ocurrir, cada vez que el salia a la luz del día, o en la oscuridad de la noche, y definitivamente ninguna de ellas era buena. Un monstruo, un demonio, un ser de otro planeta, alguna forma de vida nunca antes vista, si que lo era, pero ahora todo era muy diferente, cada vez que se le veía, el caos se desataba.
A donde quiera que iba, los problemas lo seguían, así había vivido durante muchos años, cazando y matando a diestra y siniestra. Para nada era algo bueno, vivía oculto en la oscuridad, pero no en un lugar fijo, sino que cambiaba de escondite cada vez que decidía salir afuera a alimentarse. Incluso si este ser no necesitaba alimentarse y tan solo lo hacia, mas que nada, por buscar la forma de poder entretenerse, pues sus hábitos, se debían mas que nada, al echo de que ya nada era seguro, y su ritual de caza era tan solo uno que ocurría por deporte, y por diversión, se deleitaba con el exquisito sabor de la sangre, y nada nunca lo llenaba mejor y mas, que cualquier otra cosa en el mundo. Por lo que se sabe, según cuenta el pasar de los años, muchas mas cosas ocurrían y se daban en el lugar. Durante tantos años, siempre se terminaban desapareciendo mas y mas personas, sin dejar rastro alguno, o bueno, lo único que se encontraba, pero que ni siquiera se sabia que era de ellos, era tan solo un montón, de cuerpos, "Vacios", es decir, cuerpos sin vida. Blancos, pálidos, a veces grises, como si les hubieran extraído el alma, pero además de eso, los cuerpos quedaban en un estado, en unas condiciones tales, que ya estaban completamente irreconocibles, y de una forma, que ya era totalmente imposible considerar que todo estaba ya muy mal para este punto, en todo lo relacionado a este ser, de quien jamas llego a verse su aspecto.
Su mayor alimento, su comida favorita, eran las almas, ya sean de animales, o humanas, pero estas le encantaban, casi de la misma forma que también le encantaba además chupar la sangre de sus víctimas, y luego finalmente terminar de absorber toda la poca vida que aun quedara en sus cuerpos, hasta que esta ahora si quedaba completamente irreconocible. Pero ya nadie nunca sabia que era lo que pasaba con estas personas, y a donde venían. y toda su vida se basaba solo en eso, salia se alimentaba y luego se iba a dormir, casi como si se quedara en un estado de hibernación.
Sin embargo, entre mas sufrieran sus víctimas, mas lo disfrutaba el, un ser sin corazón, y sin una verdadera alma, como aquellas que el devoraba. A veces tendía a esconderse en un hoyo lo suficientemente oscuro y profundo, y otras veces en una cueva con las mismas característica, luego en el interior de un viejo tronco de árbol igual a lo mismo, o incluso podía llegar a ocultarse bajo el agua, en lo mas hondo de un lago o un río, hasta que tuviera hambre y decidiera que era entonces momento de despertar y salir a comer. Los años no pasan en vano, y mientras este ser no cambiaría nunca su estilo de vida, el ser humano por el contrario si que seguiría en cambio en un continuo avance y evolución, descubriendo cosas e inventando otras. Construyendo cada vez mas y mas mayores urbanizaciones, desde luego que lo harían, y es por eso que por fin llegaría un punto en el que al fin, tendríamos entre nosotros, a muchas y muchas urbanizaciones, como las que habían el día de hoy, o al menos en ese momento, donde esta justamente el territorio de aquella criatura. Lo cual, no podía ser mucho mas perfecto para ella. Porque en vista de que ahora en el lugar se iban a congregar cada vez mas y mas personas, cada vez mas y mas vidas humanas, y también animales, se podría decir casi de una forma espeluznante que ahora aquel monstruoso ser, tenia en su lista todo un gran bufet de vidas, que en verdad serian incluso mas que suficientes para alcanzar a saciar su hambre, y si somos sinceros, luego de tantos años durmiendo, para ser exactos, mas de doscientos sin animarse a salir, se podría incluso decir que aquel ser estaba ahora mucho mas que hambriento que de costumbre y claramente iba a querer comer mucho para así poder por fin llenarse.
En el pueblo de Nome.
Continuara...
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