Capitulo - 5 -
Buenas noches amores... si lo se... Aquí en España pasa de media noche, ya no es Miércoles sino jueves... Es que por mas que lo intento ¡¡No me da tiempo!! :( pero para compensarlo el capitulo es mas largo :P
Gracias a dios, en algunos sitios aun es Miércoles así que no he fallado a mi promesa del todo jajaja. He leído todos los comentarios del capitulo anterior, aunque no me ha dado tiempo a responderlos, esta semana he estado a tope :( ¡¡PERO MUCHAS GRACIAS POR TODO EL TREMENDO CARIÑO QUE ME DAIS!!!
Para los que no lo sepáis, ya esta subido un nuevo vídeo sobre el VideoBlog hago semanalmente ;) pondré el vídeo en el contenido multimedia, y aparte os dejo el enlace Aquí :) esta vez trata sobre, "Libros Eróticos, ¿falsas expectativas?. " si lo veis espero que os guste.
sin mas dilaciones aquí os dejo un nuevo capitulo
<3 <3 <3
Cuando vi como con las sillas había echo una especie de trinchera, empecé a arrepentirme de mi nueva faceta de espía, Cristina aseguraba el perímetro (como ella decía) para que el no pudiera darse cuenta que lo espiaban si miraba hacia mi ventana... yo pensaba que si miraba se daría cuenta igual, pero no quise quitarle la ilusión, yo me quedé algo rezagada sentada en el sofá, mientras miraba como Cris se sentaba entre dos sillas y se ponía a cotillear sin reparo alguno
- ¿ves algo? - le pregunté después de varios minutos en un silencio atronador
- no, no hay movimiento ni en su piso, ni en la sala de espera del bufete
respiré algo apenada, a este paso nos haríamos viejas … ¿porque no, simplemente optaba por lo sencillo y me presentaba en su piso o despacho para invitarle a un café?,la secretaria ya me conocía y tampoco seria tan raro, y mas después de las cosas que sabia de el, incluso puede que hasta se alegrara, pero no... no podía, me moriría de la vergüenza ir así sin mas... ¿donde estaban las casualidades cuando se las necesitaba?. Me levanté algo nerviosa y me fui a mi habitación a intentar poner orden en todo el desastre que había, no podía evitarlo. Aunque a decir verdad cada vez estaba mas segura de que había un duende que me desordenaba las cosas, yo no recordaba dejarlas echas una autentica mierda, pero Cristina y mi madre me decían lo contrario así que...
cuando volví al comedor Cris estaba riéndose sola, me acerque rápidamente y me escondí tras ella, como si Quim tuviera rayos X en los ojos, y pudiera verme … (ridícula...soy una ridícula)
- ¿de que te ríes? - dije susurrando
- Quim esta en el campo de visión....- el corazón me latió rápidamente- y no susurres... no puede oírnos
-¡¡ Yo que se !! me tienes emparanoiada con todo esto que te has montado aquí, solo te falta el cuartel general...
se echo a reír y me deje caer en el suelo refunfuñando.
-esta en la sala de espera, esta hablando con un señor de unos cuarenta y pocos... - la miré pensativa
-oye... ¿y como sabes quien es?, si no lo has visto nunca...
se volvió hacia mi con una ceja alzada que me hizo reír.
-¿ cuantos tíos rubios, altos y guapos con royo surfero que sean abogados y vivan frente a nosotras crees que hay? ¿cincuenta?
-¡ oyeee ! No hace falta ser borde...
-pues no me trates como si fuera idiota... ten – me tendió los prismáticos – mira tu y asegurarme que es el, a ver si con un poco de potra no es el, y ese me lo quedo para mi.
Miré por los prismáticos con el corazón en el puño, no sabia porque estaba tan nerviosa o tan emocionada, como quisieras verlo... la cuestión es que no me resultaba indiferente, a decir verdad todo lo contrario, después de espiar a varios vecinos dado mi escaso sentido de la orientación incluso cuando simplemente tenia que mirar al frente, al fin di con la ventana del bufete, Quim estaba de pie, con las manos en sus caderas y hablaba animadamente con alguien a quien solo podía verle de perfil, para aquel día mi tarado/vidente se había puesto unos pantalones color crema, una camisa remangada hasta los codos blanca, y creo que podía distinguir unos tirantes...
- dios... - susurré – me he muerto y estoy en el cielo...
escuche a Cristina reírse detrás de mi, pero no pude ni darme la vuelta, verlo después de tantos días, y después de mis sueños raros y enfermizos fue extremadamente raro y emocionante muy a mi pesar, ya que las mariposas que sentí en mi interior me hicieron ponerme alerta, No... No podía ser, No podía enamorarme de Quim, tontear vale, fantasear no esta mal, sexo desenfrenado se podría hablar... ¿pero sentimientos profundos? ¡¡No!! además... no le conocía de nada, no sabia sus gustos, sus películas preferidas... ¡¡¡aggggg!!!!. Me conocía de sobra, no entendía porque, pero sabia que si rascaba un poco mas en el interior de Quim me acabaría pillando como una idiota, incluso pensando que podía estar algo desequilibrado, lo sabia por esa sensación rara que se siente en el estomago cuando conoces a una persona, esa sensación rara que te hace que no lo veas igual que al resto desde el primer instante, y que se acrecienta cuando te mira fijamente a los ojos y las miradas conectan... puede que el no lo sienta, o quizás si... pero cuando una lo siente, sabe que juega en arenas movedizas, y eso mismo me pasaba con Quim. También el que fuera irremediablemente atractivo me ponía bastante difícil la idea de alejarme de el... aunque conociéndome, yo podía sentir un flechazo hasta por un orco de la edad media, eso si, si conseguía llamar mi atención con alguna fricada, así que tampoco era extremadamente difícil llamar mi atención, que duraras mucho tiempo en mi cabeza si que ya era algo mas difícil, la verdad... solía cansarme con facilidad de todo lo que representara monotonía.
- bueno dime... - escuche a Cris hablar a mi espalda – es o no es el.
- Desde luego que si...- me volví apenada y le devolví los prismáticos – esto es una locura, ni siquiera se si esto es legal...
-¿El que? Estar tan bueno?...
-espiar a una persona... Seguramente esto quebrante varias leyes.
-Y no pone ese echo, ¿esto mucho mas atractivo?
Me puse de pie y la miré desde arriba
-Cristina te adoro, pero hija mía estas muy perdida en esta vida...
-si si... eso ves y dímelo en un sueño de esos que te gastas...
le lancé un cojín que le impactó en la cabeza, después de esquivarlo cuando me lo envió de vuelta, decidí bajar al supermercado y comprar algún helado hiper calórico de esos que sabes que engordarás como una cerda, pero aun así te sabe a gloria. Cris alabó mi idea.
-¿lo quieres de algún sabor en especial?
-Dulce de leche – dijo sin volverse
después de medio asearme para no parecer una mendiga, me baje a la calle dispuesta a distraerme unos minutos de mi patética vida, sin querer pensar en el echo de que tenia a mi mejor amiga espiando a un chico que decía ser vidente y con el cual no dejaba de soñar... y yo me creo con derecho de juzgar la vida de los demás... ¡ja!
Para mi suerte el supermercado estaba casi vacío, y hubiera estado bien si no llega a ser porque tardé casi mas de diez minutos en decidirme de que sabor me apetecía... si, aquel día estaba muy muy espesa. Después de casi desesperarme por mi indecisión, termine eligiendo uno con sabor a fresa, y eso que la fresa no es que me entusiasme... justo después de pagar los helados ya me había arrepentido de mi elección, es curioso como el hilo que recorre mi vida, es aplicable a mi decisión en cuanto a sabor de helados.
El camino de vuelta a casa lo hice en apenas dos minutos, hacia un calor espantoso, el mes de junio es mi favorito de todo el año, pero aquella primavera estaba siendo demasiado calurosa, por no mencionar el echo de que me ardía la cara, no quería darle demasiadas vueltas al echo de que hubiera soñado que estaba cara al sol, y me hubiera despertado con la cara colorada, seguramente había entrado el reflejo del sol por alguna ventana de mi salón, y al pillarme completamente dormida no me había dado cuenta, y esa sensación de calentito en la cara me había echo soñar aquello... si, estaba claro, ya tenia la teoría de porque había despertado de la siesta como si hubiera llegado de la playa.
Sin saber porqué me vi frente al patio del edificio de Quim, volví la vista a mi edificio y miré a lo alto hasta que encontré mi ventana, allí seguramente agazapada detrás de varias sillas estaría Cris mirándome por los prismáticos, no pude evitar sonreír y porqué no decirlo respirar aliviada, me daba un pánico horroroso pensar que alguien nos podía ver desde algún lado... al menos sabia que desde la calle no se veía nada. Resoplé cuando me vi reflejada en los cristales de la puerta principal... Quim estaba a tan solo unos metros de mi, bueno... tenia que subir unos pisos y tocar a la puerta, pero vamos... estaba relativamente cerca.
Aquello me ponía nerviosa, me acerque al telefonillo y me sentí tremendamente tentada a tocar el timbre de su puerta, aunque quizás allí no hubiera nadie, seguramente estaría en el bufete, justo debajo de su piso... me mordí los labios con cierta ansiedad, vamos Paula... no tiene que ser tan complicado, es levantar la mano, estirar el dedo y presionar el botón... ¡No es tan difícil!, y como me pasa siempre, una parte de mi riego sanguíneo se había detenido vete tu a saber donde, así que después de odiarme a mi misma durante un rato me di la vuelta, cruce la calle y me metí en mi edificio... ¡A tomar por saco! .
Salí del ascensor refunfuñando, pero después de haberme visto reflejada en el cristal una parte de mi se alegró de no haberme cruzado con Quim... estaba deseando que me viera guapa y arreglada, y no echa un despojo o vestida con ropa del trabajo que me hacia parecer una snob. No se porque, de siempre me vestía demasiado formal para ir a trabajar, total solo tenia que sentarme en una silla y escuchar la vida de los demás, pero me sentía mas en el papel de terapeuta si iba con otro tipo de ropa de la que voy estando en la calle, creo que eran tics que me sacaba yo sola para infundir me respeto hacia mi misma, si iba con vaqueros y sandalias creo que no tendría el arrojo necesario para dar mi opinión como profesional, debía llevar al menos algo de tacón y unos pantalones negros, aunque fuera de tela vaquera, debían de ser negros o a lo sumo de algún tono crema... pero elegantes y porque no decirlo, algo aburridos.
Me quedé pensativa mientras buscaba la llave de mi piso, Quim me había visto vestida de pordiosera y/o politoxicómana, después me había visto vestida con ropa del trabajo y si no recordaba mal no me había vuelto a ver... ¡genial!. Frustrada a mas no poder, y enfadada conmigo misma por sentir que había retrocedido hasta los quince años entre en mi casa y fui directa a la cocina, cogí dos cucharas y me fui hacia el salón, escuche a Cristina reírse y imaginé que seria a causa de su nuevo hobby, ser una “voyeur”.
-¿de que narices te ríes? - grité un poco antes de entrar al salón – me has visto parada frente al edificio como una lela ¿verdad?
Se echo a reír de nuevo, pero esta vez escuche otra voz en mi salón... ¿Marcelo?, no fue hasta que entre por completo, cuando supe que debía haberme quedado fuera de mi piso, al menos diez años mas.
-Tranquila Cristina, no le pasa nada, hazme caso... - Quim estaba sentado junto a Cris en mi sofá y la tenia cogida de la mano, pero no en un sentido cariñoso, sino que estaba con la mirada fija en las lineas de su mano, ¿queee?, ¿también lee las manos? ¡Venga hombre! - todo saldrá bien si continuas como hasta ahora, esta linea es recta... todo ira como la seda.
-¿entonces porque esta tan raro?, ¡Me esta volviendo loca!
-Vamos a ver...- levantó la vista y la miró a la cara – hay algo que quiere contarte, pero no me corresponde a mi decirlo, pero es algo relacionado con el futuro.
-¿y que hago?, ¿me callo o le pregunto?
-Saca el tema, pero de una manera delicada...
Cristina le sonrió, y el soltó su mano, cuando se me cayeron las tarrinas de helado al suelo fue cuando se dieron cuenta que estaba.
- ¡ ey ! - dijo cris poniéndose de pie - ¿donde narices has ido a por helado?, ¿a Nebraska?
La hubiera mirado, si no hubiera sido porque me quedé obnubilada mirando a Quim, el inclinó su cabeza sonriéndome !!!interés ¡¡¡ , según el lenguaje corporal, aquello denotaba interés. (grito interior y aplausos por doquier). Di gracias al cielo por haber podido pensar, aunque hablar ya era otra cosa... no me di cuenta que yo también sonreía, hasta que sentí que se me calentaban los mofletes.
-lo siento, - dije reparando en Cris – había mucha gente en la cola.
-¿ha estas horas? - me miró incrédula y procuré no mirar al suelo.
Me encogí de hombros y por suerte no siguió preguntando, me hubiera relajado un poco si no hubiera visto los prismáticos junto a la mesa que estaba frente al sofá, entonces un escalofrío helado me recorrió la columna vertebral, ¿que hacia Quim en mi casa?, ¿había pillado a Cristina espiándole? , ¡¡ Mátameeeeeee !!
-hola Quim...- dije sonriendo con un hilo de voz
-Hola Paula, - dijo metiéndose las manos en los bolsillos...(oculta algo) – espero que no te importe que haya venido, no tenia tu número de teléfono y me apetecía tomar un café contigo – se me paró el corazón y cogí aire – he tocado al timbre y Cristina me ha dicho que subiera
-No, no... tranquilo, adelante... estás en tu casa.
Nos sonreímos durante unos segundos, interiormente tenia ganas de saltar y gritar, y por otra parte estaba nerviosa y ansiosa, me senté en una de las sillas mientras que Quim y Cristina volvían a sentarse donde habían estado cuando yo había llegado. Hubo un silencio algo incomodo hasta que Quim habló, aunque no se dirigió a mi.
- es muy amable lo que estáis haciendo por la vecina... seguramente este destrozada, - esto último lo dijo mirándome a mi, yo abrí los ojos de par en par ¿que? - espero que podáis encontrar el gato.
Miré a Cristina con los ojos como platos, ¿¿un gato, mi vecina?? ¿pero que narices ha pasado aquí los quince minutos que llevaba fuera? Cristina me miró con los ojos muy abiertos e hizo un leve movimiento en dirección a los prismáticos, entonces lo entendí todo... Probablemente Quim había visto los prismáticos y la pequeña barricada que había en mi salón justo frente a la ventana y “lógicamente” había preguntado que pasaba. Me rasqué el cogote e intente ignorar la sensación de agobio que empezaba a hacerse demasiado patente en mi.
-Bueno chicas, ha sido un placer, sobre todo tu Cristina, me ha encantado conocerte – se puso de pie y las dos le imitamos – justo ahora tengo una reunión pero...- esta vez me miró a mi, -¿te gustaría quedar sobre las ocho o así? Iremos a la cafetería de aquí abajo, no quiero molestarte en exceso
-No me molestas – sentí que me ponía colorada por instantes
nos sonrió a las dos y nos dio la espalda para ponerse de camino a la puerta, el corte que tenia la camisa, el estupendo porte que tenia su cuerpo y aquellos tirantes le conferían un atractivo que me desbordaba por completo, jamás de los jamases había estado en presencia de nadie que me perturbara de aquella manera, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta se detuvo en seco y se llevó la mano derecha a la cabeza y poco después apretó los dedos sobre su frente, se volvió hacia nosotras, estaba algo pálido pero sonrió levemente.
-pensándolo mejor... conozco un sitio estupendo no muy lejos de aquí, esta cerca de la playa y aparte de que tienen unas vistas impresionantes, hacen los mejores helados de Valencia... ¿que me dices?
Parpadeé durante unos segundos ¿helados?, dios... ¿como iba a pensar en helados si en lo único que podía pensar ahora mismo era en llevarle una silla y abanicarle hasta que le volviera el color a la cara ?
-claro...- susurré – como quieras, pero ¿estás bien?
-Si , si... tranquila – sonrió ampliamente – es el calor, y que tengo un hambre atroz, con todo el follón que hay en el bufete no he parado a comer, ha sido un leve mareo, te tocaré al timbre a eso de las ocho de la tarde ¿de acuerdo?, - asentí- hasta luego chicas¡
y diciendo esto salió por la puerta sin darnos opción a decir nada, Cris y yo nos miramos con el ceño fruncido.
-¿soy yo, o aquí ha pasado algo raro? - pronunció después de unos segundos en silencio.
-Parece que si....- caminé pensativa por el salón – parecía que se iba a desmayar, se ha quedado blanco
-si... como si hubiera visto un fantasma...
-¿que??? ¡¡¡Cállate!!! - exclamé nerviosa – No digas eso ni en broma, yo tengo que vivir aquí sola...
-Era una forma de hablar...- dijo sonriéndome – relájate.
Después de unos instantes ya estaba como loca buscando que ponerme desesperadamente, Cristina se había sentado en mi cama y me ayudaba a descartar modelitos, también me contó que vio salir a Quim del edificio poco después de haber ido yo a por los helados, que lo vio cruzar la calle y que segundos después sonó el telefonillo de abajo, al decirle que no estaba, dijo que volvería mas tarde, pero Cristina no permitió que se le escapara la presa, por lo tanto prácticamente lo obligó a que subiera...¿para que?... Aquí viene la mejor parte... ¡¡¡Para que le viera el futuro!!! .
En aquel momento me temblaron las piernas y tuve que sentarme.
-¿que has echo que? - dije intentando no saltar sobre ella y arrancarle el pelo
-vamos... no sabia de que hablar, y pareció ponerse muy contento cuando le dije que me habías hablado de el.
La miré con la mirada mas cruel y asesina que seguramente exista en el mundo, de echo creo que si hubiera estado treinta segundos mas mirando así, la habría desintegrado, pero para lo que a mi me parecía bochornoso a ella parecía hacerle gracia.
-¡¡ encima no te rías!!
-Eres una exagerada Paula, antes de que yo le dijera nada el me dijo que su compañero de trabajo le había obligado a venir a pedirte un café, según Quim … nadie lo soporta porque solo habla de ti.
La miré sin creerme una palabra de lo que decía..¿que Quim hablaba de mi?, pero si apenas había vida en el despacho, ni en su piso todos esos días atrás... de echo hubiera jurado que estaba de viaje.
-Cristina... no me cuentes historias
-¡¡ Es verdad !!! yo también me sorprendí cuando me lo dijo, pero con esa cara de niño que tiene, ¿que iba a hacer?, simplemente le dije que ya sabia quien era porque me habías hablado de el y de como os conocisteis...
me llevé las manos a la cara
-¿y que dijo el?
-Se echo a reír, y me dijo si yo pensaba igual que tu – quite las manos de mis ojos y la miré – le he dicho que yo le creía al cien por cien, y es cuando me ha dicho algunas cosas sin que yo le preguntara.
-¡¡La madre que lo parió!!
-Que...
-¿que?, ¿como que, que?, ¿pero tu ves normal que le vaya diciendo a todo cristo que es vidente?
-En teoría no me lo dijo el, el ha supuesto que yo lo sabia, y no le he quitado la razón. El solo me ha dicho una cosa referente a algo que llevo pensando últimamente.
-Que cosa...
-Nada importante – la miré sorprendida
- ¿Nada importante y se lo cuentas a un desconocido?
- Te repito que el me lo ha dicho a mi – dijo poniéndose en pie – y eso corrobora que no es un cuento, ni esta loco Paula... ese hombre tiene un don, algo especial... no hizo falta que me adivinara nada para que sintiera que es diferente.
- Vaya...
- Que....
- Es la primera vez, que no le sacas un “pero” a un chico que me gusta, ¿que cojones ha echo contigo el rato que habéis estado a solas?
- nunca lo sabrás... - dijo dándose la vuelta y saliendo de la habitación.
La seguí por toda la casa hasta que vi que cogía sus cosas para irse
- ¿donde narices vas?, pensé que te quedarías hasta que me fuera
- tengo cosas que hacer, pásalo estupendamente y espero que me cuentes todo en cuanto llegues, - me miró fijamente y me apuntó con el dedo – te repito... en- cuanto- llegues, o te juro que te llamaré dándome igual la hora que sea, ¿entendido?
Asentí sin hablar y la miré como se marchaba, cuando estaba a punto de salir se volvió hacia mi sonriendo
- por cierto, ya se me olvidaba... si te saca el tema... el gato de la vecina se ha perdido, nos ha pedido el favor de mirar por si lo viéramos por la calle o en algún alfeizar …
- arriba no vive nadie, y es la peor excusa que nadie ha inventado jamas...
- vale... Pues dile que los prismáticos son míos y que los traje para espiarle, tu misma...
cerró la puerta mientras se echaba a reír, la hubiera matado de haber podido... odiaba mentir, sobretodo porque luego no recordaba lo que había dicho y era todo un follón... en fin, ten amigas para esto...
Eran las siete y media pasadas cuando al fin pude decidir que ponerme, era casi verano, hacia un calor horroroso y eso dejaba poco margen a la hora de que ponerme, así que me decidí por un vestido color coral, de tirantes finos y escote bonito, no era muy corto, acababa un poco antes de llegar a las rodillas... No estaba mal, y aquel color me favorecía.
Puntual como un reloj toco el timbre, pese a que lo estaba esperando el bote que pegué fue bastante importante, cogí mi bolso y salí corriendo de casa, el me esperaba en el patio echo un autentico pincel, sonreí incluso antes de abrirle el portal.
Se había cambiado de ropa, se había puesto unos pantalones de lino blancos, y un polo color rosa pastel, pocos hombres vestían con cosas rosas, una tontería según mi criterio, ya que nada me parecía mas sexy que un hombre con algo rosa, y sobretodo si ese algo le quedaba tan increíble como a el.
Me miró de arriba a abajo y torció la cabeza a la vez que sonreía de una manera arrebatadora, volvía a tener interés, ¡¡¡Dios!!! daba gracias de haber ocupado mi tiempo en aprender signos del lenguaje corporal, ahora podía entender algo mejor algunos de sus gestos, esperaba de todo corazón que el no hubiera echo lo mismo, yo era un jodido libro abierto, aunque pensándolo mejor... si el era vidente, esas cosas no le hacían falta... DIIIOSSS... (epic fail).
Suspiré y sonreí al mismo tiempo para despejar mi mente de esos pensamientos que parpadeaban en mi interior...¿sabrá que me interesa?, ¿sabrá que me interesa?, una y otra vez, constantemente sin parar. Me abrió la puerta del copiloto de su bonito Volvo, no entendía una mierda de coches, sabia que era un Volvo porque era igualito que el coche de Edwart cullen en Crepúsculo, y porque después me di cuenta que en el maletero estaba el nombre en relieve.
No hablamos mucho de camino al sitio que había dicho que me llevaría, aun así me sentía en las nubes...
- vas muy guapa – dijo después de un extraño silencio – ese color te sienta genial...
- Ídem... - dije sonriendo
- no supe lo que significaba esa palabra hasta que vi Ghost
me eche a reír y asentí con la cabeza, el parecía divertido y lo que es mejor... tranquilo.
- yo también...
- ¿te gusta Ghost?
- ¿Conoces a alguien a quien no le guste?, es una película preciosa, que siempre me hace llorar...
salimos de la autopista y nos dirigimos al pueblo donde se encontraba la playa, estaríamos a unos cinco minutos de nuestro destino y sin saber porque me puse nerviosa, aunque a decir verdad lo disimulé como una campeona.
- ¿lloras con facilidad? - preguntó sin mirarme
- bueno... depende de como me pille el día, aunque generalmente si. Sobre todo con cosas referentes a animales... - me miró sonriendo – no me mires así, los animales son inocentes e indefensos, cuando veo que sufren es... horrible, y con ello no quiere decir que las personas no... es solo que...
- te entiendo... - suspiré y sonreí – los animales y los niños son lo mas inocente de este mundo.
Me había ganado... si, ya lo había conseguido... solo le faltaba tener a un bebe en brazos y un perro a sus pies y ya me hubiera amarrado a su vida para siempre... me volvía loca cuando veía a un hombre siendo cariñoso con un bebe.
Aparcamos enseguida, cosa difícil en aquel lugar, yo había estado varias veces con mis amigas, y siempre estaba hasta los topes, y era normal, la cafetería se encontraba en una zona privilegiada, estaba frente al mar y tenia distintas terrazas, por no hablar de los helados suculentos que tenían y la famosa Horchata (bebida típica de Valencia) dulce como la miel.
Encontramos una mesa pequeñita para dos justo en la mejor terraza y la que mas cerca estaba de la playa... aquellas vistas, aquel sol a lo lejos, que aun se mantenía firme, dios... que bonito. Después de que hiciéramos el pedido, y el camarero nos dejara sendas copas de helado, miré sonriendo a Quim que saboreaba cada cucharada como si fuera lo último que iba a hacer en su vida, un pensamiento pervertido que no pude controlar me azotó la mente y eso me obligó a tener que pensar en otras cosas, pero después volvía a mirarle devorar aquellas cucharadas de helado con sabor a kinder bueno y me relamía de verle... ¿todo lo haría con la misma intensidad? ¡¡joder, para yaaa, se va a dar cuenta!!
- ¿has ido a la playa? - levanté la vista y me estaba mirando con la cuchara en la boca, cogí aire
- no, me dormí cerca de la ventana y supongo que me dio el sol...
me guiñó un ojo y tuve que centrarme en mi copa de helado, si no quería saltar sobre el y quitarle el leve bronceado a lametones... calma mujer, calma...
- se que tu vecina se mudo hace dos meses, no se le ha perdido el gato.
Casi me ahogo, si no llega a ser por los golpecitos que me dio en la espalda me hubiera muerto ahogada por mi propia vergüenza, carraspeé y me limpié las lágrimas de los ojos
- me lo temía...- dije en susurro un mientras el sonreía – yo...
- tranquila...- me interrumpió - ¿quien no ha espiado a sus vecinos alguna vez?
- No, no Quim, no es eso... yo no espío a nadie, de verdad.
Bueno, a ti... pero era solo por saber si seguías vivo, ¿puedes leerme la mente?? ¿eh? ¿eh?
- bueno... ya me contarás alguna vez que teníais montado tu amiga y tu, una persona curiosa Cristina... vaya que si...
me eche a reír. Y le miré... con el pelo revuelto y con aquel mar de fondo estaba aun mas guapo de lo que ya era.
- si lo es... aparte es una de las mejores personas que conozco, esta algo loca pero... ¿quien no esta loco en esta vida?
- Dímelo a mi...- me eche a reír y me imitó - ¿os conocéis desde hace mucho?
- Bueno... desde que teníamos unos diez años, eramos las típicas que amigas que se dicen lo que piensan y acaban teniendo trifulcas increíbles. - se echo a reír – es verdad, con diecisiete años teníamos un temperamento horrible las dos, íbamos con un grupo de amigas y siempre eramos las dos las que acababan peleadas... somos muy diferentes, pero a la vez es de las pocas personas que me comprende
- Amigas que pese a lo que pienses, siempre te son sinceras...
- exacto, ni yo lo habría dicho mejor, a veces era cruelmente sincera, pero eso forma parte de ella, y yo la quiero así...
- ¿tienes muchos amigos? - se había terminado su copa y ahora me prestaba toda su atención, había entrelazado los dedos y tenia su barbilla encima, eso denotaba autoridad, curioso...
- bueno... están Elena y Mateo del trabajo, y otras dos amigas nuestras, de Cristina y mías quiero decir – asintió – luego todo lo demás son conocidas y conocidos, gente con la que te llevas bien, quedas de vez en cuando a tomar un café, pero que no pasa de ahí.Me miró fijamente casi sin parpadear durante varios segundos seguidos, hubiera jurado que los ojos se le ponían grises.
- Tienes una barrera...- dijo cuando estaba distraída mirando el mar, me volví enseguida
- ¿perdón?
- Te ocurrió algo con una amiga, algo que te marcó para siempre, por eso hoy en día eres como eres, no dejas que nadie se acerque a ti, que nadie te conozca realmente, por eso solo te fijas en hombres poco recomendables, porque sabes que al final se irán o los alejaras de tu vida, sin que ello suponga una gran perdida a largo tiempo.
Me costaba respirar y el corazón me latía desesperadamente... como, ¿como podía saber eso? Como... ¿como podía si siquiera tener el valor de sacar el tema?, me enfadé, me enfadé profundamente, me enfadé sobretodo porque no tenia con que rebatirle,
- que puedas saber cosas de la vida de los demás no te da derecho a inmiscuirte en ellas, !¿lo sabias?¡
de repente su semblante cambió, y volvió a parpadear con normalidad,
- yo...de verdad Paula, perdóname, no... no quería incomodarte
- pues lo has echo.
- Perdóname de verdad, a veces no puedo controlar lo que digo yo... soy un imbécil... ¿ves?, ¿ves porque no puedo tener una relación con alguien normal?. Soy un jodido desastre.
Se había llevado las manos a la cara y se apretaba la sien intentado pensar con claridad, yo intentaba no pensar y que ciertos recuerdos no se adueñaran de mi estado de animo, pero ya era demasiado tarde. Me puse de pie y salí de aquel lugar lo mas rápido que pude, no sabia exactamente porque actuaba así, estaba siendo una niñata, pero me asusté, me asusté al sentir la necesidad de contárselo, y no podía, aquello no podía salir de mi, Y odiaba la idea de que el hubiera podido ver ciertos matices oscuros de mi pasado, hay cosas que no debe saber nadie mas, hay cosas con las que solo debe cargar uno.
Salí a la calle y pase de largo el coche de Quim, andaría durante un rato y después pillaría un taxi para que me llevara a casa, dejaría pasar unos días y después si tenia valor le pediría disculpas a Quim y me alejaría de el para siempre, torcí a la izquierda y me metí en una callejuela, no pude evitar llorar, cuando estaba a punto de darme contra un coche una fuerza me apartó de puro milagro y me tope frente con frente con Quim
-Paula por favor, perdóname, te ruego que me perdones de verdad... - me puso ambas manos en la cara y secó mis lágrimas – he sido un desconsiderado.
- Y un capullo
- tienes razón, yo... yo solo, dios, ni siquiera se explicarme pero te prome...
unos aullidos nos hicieron quedarnos en silencio, un perro aullaba no muy lejos de allí, luego los aullidos cambiaron y esta vez eran aullidos de dolor, nos miramos durante unos segundos y después echamos a correr en dirección a los aullidos, giramos en una de las boca calles y allí frente a un perro de la raza galgo estaba un chico con un palo, aquel hombre levantó el palo y justo cuando iba a golpear al animal, Quim corrió los metros que nos separaban saltó sobre el, que callo al suelo, el muchacho se levantó y echo a correr calle arriba, y para mi sorpresa Quim corrió detrás de el.
El corazón me latía bruscamente, di unos pasos hacia el animal y fue cuando me di cuenta de que protegía algo, había una caja detrás de el, cuando me sintió cerca me gruñó visiblemente asustado, pude ver que le sangraba un costado causado seguramente por un golpe de aquella miserable rata, por lo demás parecía estar bien, no pude evitar echarme a llorar. Esa mirada, esos ojos asustados, aquella expresión desangelada me partió el alma, intente acercarme de nuevo pero me volvió a gruñir, yo solo quería acariciarle, asegurarme que estaba bien, me arrodillé todo lo cerca que sus gruñidos me permitieron y me quede allí, esperando a que Quim llegara o a que aquel perro dejara de gruñir, durante unos segundos nos miramos, el animal seguía agazapado protegiendo aquello que fuera lo que estuviera en aquella caja, aquello me hizo llorar de nuevo... cuando abrí los ojos, el animal se había acercado a mi y me estaba oliendo, me quedé quieta y deje que me olfateara lo que quisiera, después de un rato, se sentó delante de mi, fue entonces cuando me acerqué del todo y me dejo acariciarle, era precioso, portentoso y elegante... un precioso galgo que seguramente hubieran usado para la caza, parecía abandonado... lo habían usado para la temporada de caza y ahora lo desechaban como si no valiera nada, me mordí los labios deseando la muerte a todo aquel que pudiera hacer eso... miré mas de cerca su herida y parecía ser superficial, volví a echarme a llorar cuando me dio un lametón en el brazo.
Quim llegó poco después, no me di cuenta de todo hasta que no lo vi bien de cerca.
- ¡¡¡dios mio Quim !!! - tenia una pequeña herida en el labio y el polo ensangrentado - ¿estas bien? la sangre...
- tranquila...- dijo apartando mis manos de la cara – esta sangre no es mía, - abrí los ojos de par en par
- ¿le has pegado? - susurré alucinada
- menos de lo que merecía, voy a ponerle una denuncia por maltrato animal, se quien es ese tío, se dedica a colgar vídeos espantosos en Internet pegando a animales, lo he reconocido en cuanto he visto el palo, el muy gilipollas usa siempre el mismo.
- ¿como puedes estar tan seguro?
Me miró fijamente a los ojos, y tragué saliva... ¿acaso no era obvio?, el galgo se había acercado a nosotros y ahora olisqueaba a Quim, que se arrodilló y acarició su carita.
- vaya...- sonreí- parece que le has caído muy bien
- le caigo mejor a los animales que a las personas Paula, ya deberías saberlo.
Me eche a reír y me acuclille a su lado para ver mas de cerca como estaba el animal, después mire la caja... ¿que podría haber allí que el galgo protegiera tanto?, viendo que estaba distraído con Quim me acerque y con sumo cuidado la abrí, lo que me encontré me destrozó el alma, habían dos cachorros de perro y un gatito que apenas tendría dos meses, parecían estar bien, aunque quizá algo delgados, pero como eran tan pequeñines quizá fuera lo normal, miré a Quim con el corazón en un puño y rápidamente vino a mi lado, el galgo se puso entre los dos y se sentó, sentía que ya quería a ese perro, y solo lo conocía de media hora.
- dios mío Quim... son tan pequeños, ¿los habrán abandonado?
- Supongo que si...- dijo poniéndose de pie de golpe y sacando su teléfono móvil – odio estas cosas... te lo juro que odio estas cosas.
Yo miré de nuevo la caja, uno de los cachorros era un Husky siberiano, blanquito y canela, supe que raza era porque siempre había querido tener un perro así, el otro cachorro era un Bretón, quizá mezclado con alguna otra raza, pero era muy bonito, blanco y con pequeñas manchas marrones, el gatito era negro con una curiosa mancha blanca entre los ojos a modo de rombo, los acaricié sin poder evitar llorar otra vez... a este paso me quedaría seca en diez minutos.
- Paula , ¿me ayudas a llevarlos al coche? - me puse de pie enseguida – uno de mis clientes tiene una clínica veterinaria, dice que los llevemos y les echará un ojo, - lo miré fijamente – no puedo dejarlos aquí a su suerte...
acepte sin pensármelo siquiera, agarré al husky que resultó ser hembra, y al gatito, tenia miedo por si el gato se revolvía y se me escapaba, pero por suerte pareció agradecer mi contacto, ya que hundió la cabecita en mi cuello, Quim cogió el otro cachorro que también resulto ser hembra, y puso la mano sobre la cabeza del galgo que pareció entender el mensaje, todos volvimos para el volvo de Quim. Cuando llegamos antes de nada abrió la parte trasera del coche y dejó sobre el asiento al la pequeña Bretón, después abrió el maletero y sacó una toalla, y una caja de plástico. Yo me metí dentro del coche, me senté en la parte trasera y deje a los cachorros sobre la toalla, después Quim puso la caja a un lado del suelo del coche y metió dentro al cachorro de Bretón y al gatito que se tumbó plácidamente, iba a coger a la cachorra de Husky cuando esta, con sus andares torpes vino hacia mi y se tumbó en mi regazo. Quim me miró sonriendo.
- vaya... parece que ya ha elegido... - le sonreí y miré a la preciosa cachorrita que descansaba en mis piernas – tendrán hambre.
- Seguro...
Poco después le vi preparando algo con los cinturones, poco después metió al galgo y lo abrochó. Un cinturón para perros... ¿Quim tenia una mascota?
Hicimos el camino en silencio, yo estaba la mar de entretenida con los cachorros que se habían dormido durante el viaje, y el galgo parecía haber dejado de sangrar, y estaba tumbado tranquilamente con su hocico sobre mi pierna, aquel animal había convivido con personas antes... y saber eso me partió el alma.
Llegamos a una clínica veterinaria, de la que salieron dos personas, una chica que parecía ser la veterinaria me ayudó con los cachorros, mientras que el otro chico desabrochó al galgo. Después Quim y las otras dos personas entraron al interior de la consulta, yo me quede fuera varios minutos hasta que el hombre salió.
- disculpa que no me haya presentado antes, me llamo Mario – le sonreí con cariño
- no pasa nada, yo soy Paula.
- Encantado de conocerte – me cayo bien de inmediato
- igualmente... ¿están los perritos bien?
- El galgo tenia la herida superficial, mi mujer ya lo ha curado y ahora esta comiendo como un descosido – me eche a reír – el gatito también esta bien, esta comiendo y parece todo normal, ahora esta mirando a las perritas.
Asentí mientras me sentaba en una de las sillas de la sala de espera.
- me ha contado Quim lo que ha pasado... - le miré a los ojos – este chico un día se meterá en un buen lio.
- ¿en un buen lio?
- Si, Nosotros tenemos una asociación a favor de los animales, los rescatamos de las calles y les procuramos un nuevo hogar, tenemos una protectora pero ahora mismo esta hasta los topes, Quim nos ayuda mucho con eso, y aparte nos asesora legalmente incluso nos defiende en algunos juicios – lo miré asombrada – muchas veces se llevan detenidos a algún integrante de la asociación cuando nos manifestamos, el se encarga de todo, me ha dicho que le ha dado una buena tunda a aquel miserable, gracias a eso tenemos sus datos, he hablado con mi hermano que es policía y ya se esta tramitando la denuncia, yo no se como lo hace... pero siempre sabe donde esta el malo...
mientras lo decía, sonreía de una manera que me hizo reír, realmente aquel hombre intentaba dar con la causa de porque Quim siempre sabia esas cosas, era una autentica sorpresa que no supiera que Quim tenia un don, era raro que al señorito “no puedo controlar lo que digo” no se le hubiera ido la boca con el... Justo en aquel momento salió del interior de la clínica y aquel simpático hombre volvió al interior, seguramente para ayudar a la mujer. Quim no apartó los ojos de mi, y se sentó justo a mi lado.
- Mario es un bien hombre – dijo mirando hacia la dirección donde se había metido aquel chico – siempre está cuando se le necesita, su mujer también es muy buena, quedan pocas personas así...
- si... lo se, ¿tienes algún perro? - me miró a los ojos- he visto las cosas que tenias y bueno... ¿porque tenerlas si no tienes animales?
Se echo a reír, y no pude evitar mirarle como una tonta
- tenia... y ahora voy a volver a tener otro – abrí mucho los ojos – me llevo al galgo – di un grito de alegría
- ¿ en serio? ¡¡¡Que bien!!! ¿como le llamarás? - me miró divertido
- Badkins – fruncí el ceño... ¿badkins?, aquel nombre me sonaba
- ese nombre...- forcé mi mente – ¡¡ Así se llama el perro de stallone en Rocky Balboa!!
abrió mucho los ojos y se echo a reír, realmente parecía sorprendido de que lo supiera.
- ¡¡ sii !! ¿como lo sabes?, ¿te gusta Rocky?
- ¿que si me gusta?,¡me encanta!, es una de mis sagas preferidas, aunque a decir verdad me gustan casi todas las películas de Stallone...
- ¿ en serio? No puede ser... - me miró asombrado
- te lo juro, veía esas películas con mi padre y creo que eso tiene bastante que ver en muchas de las cosas que me gustan – se echo a reír – ademas no te las des de listo, seguramente ya lo sabias.
Me miró a los ojos en silencio, pero sin perder aquella sonrisa dulce.
- No, no lo sabia... no puedo elegir lo que quiero saber, simplemente lo se y ya esta.
- Ya veo...- sonreí - ¿como se llama tu otro perro? Espera no me lo digas... - pensé durante unos segundos - ¿Rambo?, ¿Apolo?, ¿Iván Drago?
Se echo a reír a carcajadas
- Rambo... se llamaba Rambo, - justo en aquel momento su expresión se torno triste – murió hace once meses.
- Vaya... lo siento muchísimo
- No pasa nada, ya era muy mayor, mis padres me lo regalaron cuando tenia nueve años, vivió mucho y muy bien, el ahora esta en un sitio mejor y con eso me quedo, aunque... lo echo tantísimo de menos, muchas veces cuando estoy en casa concentrado en las cosas del trabajo me parece escucharle, y es una tontería porque el no llego a ver donde vivo ahora, pero aun así, me da la sensación de que está, de que corretea por la casa nueva inspeccionándolo todo como el hacia... Quizá sea mi imaginación.
- No lo creo – dije en un suspiro, y el me miró – estoy segura de que realmente le oyes, y pienso que el sigue contigo, a tu lado, cuidándote y protegiéndote, ahora desde un plano distinto al nuestro, pero no te ha dejado, las personas y los animales no se separan aunque su cuerpo físico ya no esté, no se puede romper un lazo que une dos almas, puede que ya no le veas, que ya no puedas tocarle, pero sigue ahí, es lo único que tengo claro. Nada puede romper un lazo de amor, y cada vez que te parezca escucharlo sonríe, porque ten por seguro que será para que sepas que esta bien, y que tu también debes estarlo.
Cuando le miré vi que estaba llorando, iba a pedirle perdón cuando me abrazó, me abrazó fuertemente como hacia tiempo que no me abrazaban, podía sentir su corazón a cien por hora, y rezaba para que el no pudiera sentir el mio, ya que como siguiera mucho tiempo pegado a mi, se me acabaría por salir por la boca. Aun así aproveché su cercanía para oler su cuello y su pelo... olía a cítricos.
Cuando se separó de mi, escuchamos unos pasos y ambos nos pusimos en pie, era la mujer acompañada de Mario.
- están todos bien, les he puesto las vacunas que les corresponden y aparte de estar hambrientos están bien, aunque la cachorrita Bretón quiero que pase la noche aquí, parece algo resfriada y al ser tan pequeñita quiero tenerla en observación, ahora llamaré a la protectora y que venga a por la Husky y el Gatito
se me borró la sonrisa de golpe, ¿que? ¿llevárselos? ¿tan pequeñines?
- ¿tan pequeñitos?, ¿podrán vivir bien allí? - pregunté algo nerviosa
- a decir verdad estamos hasta los topes, pero no voy a dejarlos en la calle... - dijo la mujer con un halo de tristeza – me da mucha pena pero yo ya tengo tres perros en casa, mis padres otros tres y a cada persona que conozco le regalo un perro – sonrió con dulzura – no puedo hacer mas.
Me quedé pensativa y me miré las manos, no podía dejar que se los llevaran tan pequeñitos como eran, y lo tuve claro.
- yo me los llevo. - dije para la sorpresa de todos
- ¿Que? - Paula de verdad que no es necesario
- Si es necesario Quim, llevo mucho tiempo queriendo tener mascota, y bueno esta ocasión es mas que idónea, así que no hay mas que hablar, Me llevo a Jodie y a Aiden
los tres se echaron a reír
- ¿Jodie y Aiden? - dijo Quim entre risas
- Aun no se sabe si el gato es macho o hembra...- dijo la veterinaria sonriendo
- bueno... si luego resulta ser gata la llamare Aide
Una hora después, estábamos en el coche de vuelta, la cachorrita Bretón se quedaría allí al menos una noche, después pensaría que hacer con ella, pero no dejaría que se la llevaran a ningún sitio que no fuera una familia, Badkins parecía feliz en el asiento de atrás, en mi regazo descansaba Jodie, y Aiden en una cajita a mis pies, había comprado todo lo necesario para que pasaran la noche y al día siguiente iría a comprar mas cosas para cada uno, la verdad que estaba como un niño el primer día de navidad.
- ¿porque Jodie y Aiden? - dijo Quim girando hacia la derecha y buscando aparcamiento por nuestra zona
- así se llaman los personajes de mi videojuego preferido, - me miró sonriendo – son dos almas que están unidas, aunque una esta en un plano distinto a la otra, se podría aplicar en este caso, ya que ella es una perrita y el un gatito, pero aun así no dejan de jugar y hacerse mimos.
- Eres un encanto Paula... de verdad.
Aquello no me lo esperaba, y me puse mas roja que un tomate, intente no parecer torpe, pero fracasé en mi intento cuando casi me doy una buena leche al salir de coche, era un desastre, un autentico y patético desastre, pero a Quim parecía hacerle gracia... espero que aquella sonrisa no fuera de burla...
Quim me ayudó a subir todas las cosas a casa, y la verdad que no me di cuenta de la locura que acababa de cometer, hasta que una vez todo subido me fijé en el aspecto de mi salón, justo en medio había una camita para Jodie, el comedero junto con el bebedero, un saco de pienso para cachorro, comida de gato, una caja de arena para Aiden y varios juguetes para ambos que me habían regalado Mario y su mujer... madre mía...
- creo que vas a estar bastante entretenida esta noche – dijo Quim mientras volvía a poner la correa a Badkins y se dirigía a la puerta
- eso me temo – le seguí – si quieres podemos tomar otro poco de helado, no será tan bueno como el de esta tarde, pero menos da una piedra.
Me miró sonriendo, y al fin pude respirar, no se que parte de mi se había accionado sola y había pronunciado esas palabras, pero a el pareció gustarle escucharlas, aunque por la forma en que me miró supe que no se quedaría.
- tienes mucho por hacer... y no quisiera entretenerte, ademas tengo que preparar las cosas para Badkins – asentí sonriendo – pero... como no puedes salir a pasear a Jodie hasta que sea un poquito mas mayor ¿te gustaría que viniera a tomar un café contigo?- El corazón me latió fuertemente, y el sol salió de detrás de aquellas montañas oscuras. - se que no es un gran planazo para un sábado pero...
- Me encanta la idea – le interrumpí – tráete a Badkins, hay una terraza increíble al otro lado del piso, la puerta esta en mi habitación, la prepararé y podremos estar al aire libre
Asintió con la cabeza, y pude ver que sus mofletes se tornaban rojizos, me anoté un punto y di un brinco (interiormente claro). Poco después me despedí de Quim, cuando me di la vuelta Jodie y Aiden estaban mirándome, no pude evitar sonreír, el no sentirme sola, me hizo inmensamente feliz.
Pase las siguientes dos horas pensando donde colocar cada cosa, al final decidí poner la cama de mis pequeñines en mi habitación, al menos mientras fueran unos bebes, después deje la caja de arena de Aiden en la galería de la cocina, que el se encargó de inaugurar rápidamente, incluso Jodie fue a mear justo allí... cuando ya lo tuve todo organizado y a los peques inspeccionando el lugar, me dio por salir a la terraza a ver en que condiciones estaba, ¡¡¡CUANDO ME METERÉ LA BOCA EN EL CULO!!!
Estaba echa una autentica pocilga, ¿pero cuando fue la última vez que la había limpiado? ¿ cuatro siglos?, me llevé las manos a la cabeza y hice todo el esfuerzo del mundo por no echarme a llorar, así que en lugar de darme una ducha y meterme en la cama, me encerré en mi habitación con mis dos nuevos compañeros de piso y me puse a limpiar a fondo la terraza, no se cuanto tardaría, pero seguramente se me hiciera de día... Aunque pensaba en que en unas horas volvería a estar con Quim y todo parecía cobrar sentido, estaríamos juntos, solos y en mi casa... concretamente a varios metros de mi cama...¡¡OH DIOS MIO...!!
<3 <3 <3
Hasta aquí un nuevo capitulo :) como vereis es mas largo... :P Gracias por todo el enorme cariño que me dais, de verdad no imaginais cuantisimo os quiero.
Ya sabeis que os espero en la pagina de facebook "Si tan solo fuera sexo" y en twitter @miiiojeda y como no en el canal de Youtube Miriam Ojeda.
¡¡Hasta el Miercoles o jueves de madrugada jiij !!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro