*Veintisiete*
El beso acaba y la sensación de tocar las estrellas desaparece a hasta situarnos en el momento, en donde estamos, en el agua. Haciendo lo que no creo que hubiera hecho antes con un chico; sin embargo, Luke ha hecho que todo sea especial. Tanto que me da el valor para meter mi cabeza bajo el agua, pero salir más rápido que una bala. El sigue sosteniéndome, y también riéndose de mí.
Me señala con su cabeza para que subamos a la barca, entonces miro hacia el fondo, donde el ruido de la música parece ir intensificándose.
—Vamos —llama mi atención cuando mi mirada parece anclarse hacia allá.
Me hace pensar que tal vez es hora de volver, aunque los cuestionamientos no se harán esperar, y luego lo de Scarlet. Él dijo que ella se fue a su casa, pero ahora que lo pienso, no creo que lo haya hecho tranquilamente. Luke me ayuda para subir al bote, y entonces veo que trajo una toalla dobladas. Cuando entra en el bote y se acomoda, la toma una y me la extiende ladeando su mirada.
—¿Dónde la conseguiste? —pregunto recibiéndola y secado, tapándome con ella.
—La traje para secarme, pregunté y tu no trajiste ninguna.
—No pensaba meterme al agua.
—Pero ya ves que sí.
—Sí —admito refugiándome con la toalla.
Le miro como toma una caja y la destapa. Es pizza.
—Creo que se enfrió un poco.
—¿No te gusta la pizza fría?
—Me da igual, solo me gusta —responde tendiéndome un pedazo.
También toma dos sodas en lata y en extiende una. Empiezo a comer, no está tan fría, esta perfecta, y sabe deliciosa, aunque su sabor es muy particular y conocido.
—¿Es de donde creo que son?
—Quería probarlas y ver que tal estaban.
—Las pizzas de Brooke son deliciosas. No tienen pierde.
—Eso estoy comprobando —admite concordando conmigo.
Sonrío y seguimos comiendo. Al terminar él lleva la barca hasta el atracadero y yo le frunzo mis labios.
—Solo querías hacer que me metiera al agua, ¿verdad?
—Y funcionó.
—Un poco.
—Bien —repone saliendo al primero para luego ayudarme.
El sol que aún queda nos sirve para secarnos un poco, voy por mi ropa y me visto más rápido que una bala, lo cierto es que no es tan cómodo estar así, y menos, con él tan cerca. Le devuelvo la toalla.
—Creo que deberíamos volver —amito desviando mi mirada de Luke secándose y colocándose su ropa también.
—¿Te aburres aquí?
—¡No! Es solo que esto no estaba en mis planes. Y creo que llevar ropa interior mojada no es agradable.
—Eso no. —Sonríe—, pero no quiero ir allá —agrega sentándose en la plancha de tablas.
—Tampoco quiero hacerlo, apenas me vean me harán muchas preguntas.
Camino hacia él y me siento a su lado.
—¿Y qué piensas responder si las hacen?
Me mira.
—No lo sé, ¿Qué debería decir?
Alzo mis hombros, abrazando mis rodillas.
—Nada. —acota con vehemencia—, a nadie tiene que importarle lo que hagas.
—No es tan fácil.
Le miro de lado.
—¿Por qué no?
Se alza de hombro el, ahora.
—Ellos son mis amigos.
—Tus amigos de paso.
—No es diferente de ti. Antes no te había viso por aquí.
—Sí lo hice cuando era pequeño —emite y se queda en silencio mirando hacia el lago como si recordara algo en su memoria—, solo que nunca pude quedarme.
—¿Por lo de tu abuelo?
—Así es —esboza—, pero tienes razón, ellos son tus amigos, deberías ir y si te preguntan algo solo diles la verdad, que preferiste quedarte conmigo que con ellos.
—No puedo decir eso, es muy engreído de tu parte.
—Soy algo así.
—Yo diría que también un poco antipático. Eso me pareció ese día en el aeropuerto —le recuerdo y él se ríe.
—Lo hice a propósito. Te veías un poco estirada —admite y yo golpeo su hombro sonriendo.
Él estira su mano y me abraza llevándome hacia él, y se siente bien a pesar de la ropa mojada.
—No soy una estirada. Creo que eso eres tú.
—Tal vez un poco.
—Bien, ¿puedo saber que significa tu tatuaje?
—¿Te gustó?
—No, solo me pareció lindo.
—¿Nunca te has hecho uno?
—Ni en sueños, mamá pegaría el grito en el cielo. Es un poco conservadora.
—Tú también lo pareces.
—¡No!
Arrugo mi cara pensando que no soy para nada como mamá. Soy más como mi padre, y tal vez algún día em haga uno.
—Es un tribal.
—Y la calavera.
—El conjunto es un tribal de la muerte.
—Vaya, es un poco exótico.
—Yo no lo llamaría así, es mucho más significativo. Mamá dijo que solo me permitirá hacerme uno, y yo quería muchos, y cuando elegí el diseño escogí este porque era lo suficientemente grande para agrupar todo los que quería, además, me gustó su significado. —¿Y qué puede significar? Yo solo pienso que significa muerte —emito con algo de tedio sobre el tema.
—Pero en la muerte también hay viva. Y creerlo da un poco de esperanza —repone y eso hace que le mire.
Me hace caer en cuenta de algunas cosas, pero luego no les hayo sentido y solo pienso que a Luke le encanta decir cosas así, como cuando dice que le llame veneno.
—¿Y qué hay de llamarte veneno? ¿Tiene que ver con eso?
—Un poco, pero al final no puedo negar que eso es lo que soy.
—Eso suena muy raro.
—Lo sé, por eso deberías alejarte de mí.
—Vaya chico malo —me mofo de él.
—Y tú la chica buena.
—No soy la típica chica buena.
—Pero yo si soy el típico chico malo. Quizás al final del otoño solo te rompa el corazón.
—No, si yo te lo rompo primero.
—Eso quiero que hagas, Allie. Así podrás regresar a tus cosas y te olvidarás rápidamente de mí —aduce sereno y aunque quiero que suene a chiste o mala broma parece muy serio. Me quedo muda, con Luke siempre hay muchas sorpresas—, pero aún no se acaba, así que no es necesario que me lo rompas ahora —añade levantándose y extendiendo su mano para que lo haga también.
El sol se ha ido y la tarde cae, y eso me recuerda que debo llegar a casa para ayudar a papá.
—Debo llegar a casa.
—Yo también, vamos —convida y se le mira algo extraño.
Empezamos a tomar nuestras cosas. Mi cabello está mojado, y si papá lo ve me preguntará cosas y quizás tenga que contarle... me muevo porque será mejor que llegue a casa y mi cabello se seque rápido con el viento. Subimos a la barca y esta vez el proceso es menos tedioso, se podría decir que he pasado un sábado lleno de muchas emociones. Regresamos al otro lado, pero al llegar pienso que no puedo ir a donde están los chicos. No quiero responder preguntas ahora.
Veo que Luke toma sus cosas y se apresura por el camino contrario.
—¿Vienes? Dejé mi moto por este lado.
—Ah, avisaré que me voy, ¿está bien?
—Vale —dice y me espera.
Me apresuro y llamo a June.
—¡Allie! Donde diablos te has metido todo el día —chilla apenas me contesta.
—Bien, solo eh, eh estado con alguien.
—Si, eso nos dimos cuenta cuando te fuste a navegar sola con ese chico —dice sonando algo picaresca.
—¿Me vieron?
Que tonta soy, obvio, sí.
—Y esa Scarlet también. Ay Allie, no nos molesta que te diviertas, pero ten cuidado con esa chica. Es muy caprichosa, y también ten cuidado con él, no lo conocemos mucho, pero a ella como que le interesa demás.
—Vale, lo tendré en cuenta.
—¿Vienes con nosotros?
—Eh, no, me iré a casa. Papá me espera.
—¿Te vas con él?
—Mmm uh —gesticulo para no mentir.
—Lo imaginé, vale, yo te cubro, luego nos hablamos.
—Gracias June —emito agradecida y cuelgo, seguido corro hacia Luke.
Llegamos a donde tiene estacionada su moto y se sube primero colocándose el casco. Cuando la enciende me entrega uno más pequeño y me pide que suba, lo hago y me agarro a su cintura. La pone en marcha y es como un bólido, la brisa que se siente es increíble y la que necesito para mi cabello. Llegamos a casa, ya es un poco tarde.
—Te veré después para alguna de tus locas ideas.
—No lo creo. Tal vez te vea antes.
—No lo creo, mi padre tiene una visita y ya debería entrar para ayudarle, aunque creo que va a reñirme por llegar tarde.
—Entonces ve, para que no te regañe —dice y se inclina para besarme, como si ya no necesitara pedirme permiso para hacerlo.
—Vale —expreso quitándome el casco para entregárselo.
Miro hacia la casa y veo que la puerta se abre, es mi padre pienso y con Luke allí creo que a él si me pedirá explicaciones; sin embargo, me sorprendo al ver que sale una mujer, joven y muy bonita. Mi padre sale detrás de ella.
—Luke, hijo, ¿Dónde andabas? —dice la mujer con voz preocupada, apresurándose hacia nosotros.
Le miro a ella y luego a él. Son muy parecidos, y obvio, es su madre, y por lo visto, la cita de papá.
***
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro