Ojos azules...

—¿Allie?

Me giro de forma brusca y me encuentro con la cara de papá, observándome bastante divertido y moviendo su mano frente a mi cara.

—¿Qué sucede? —pegunto, seguido me llevo una cucharada de cereal y yogur a la boca.

—No lo sé, dímelo tú. Parecías estar en otro planeta.

Vaya, la verdad es que sí desde que me he tropezado con los ojos azules de ese misterioso chico.

¡Cielos!

Ni siquiera pude dormir... pensando en miles de teorías por las que vino a mi casa. Papá hace ruido con la silla al levantarse y eso llama mi atención, él me mira achinando sus ojos muy intrigado con mi reciente actitud.

—No quiero pensar que te estás aburriendo desde ya.

—¡No, claro que no!

—¿En serio, cariño?

Sí, tranquilo, la verdad es que estoy feliz de pasar estas vacaciones contigo —emito y él suspira como si no le convenciera—, incluso tengo planes para el sábado.

—¿Planes? —me mira curioso—, ¿con quién? —increpa y eso me hace esbozar una sonrisa.

—Con los chicos, quedamos en ir a pasar la tarde al centro comercial. Así que más te vale que me des permiso.

—¿Tengo otra opción?

—No —niego con una divertida mueca. Él sonríe y luego sacude mi cabeza despelucando mi moño—. ¡Oye! —le chillo.

—Solo te dejaré ir si me prometes que vas a divertirte.

—Eso no tengo que prometértelo pa.

—Sí, debes hacerlo porque no quiero que vuelvas echa un desastre como lo hiciste de tu fiesta de bienvenida.

¡Ay, no me lo recuerdes! Chillo internamente.

—Eso... no fue nada...

—No lo creo —aduce y eso me hace abrir mis ojos—, seguro te hicieron una mala broma, sino, no hubiera venido la hija de Isaac.

—¿Isaac? ¿Quién es?

—El padre de Scarlet Preston, son bastante populares en este pueblo.

—No sabía que lo conocías muy bien.

—Lo conozco bien, por eso te lo digo.

—Ella... es agradable...

—No lo es, cariño —expone y después de lo que sucedió no puedo estar más de acuerdo, pero no puedo decirle que algo malo ocurrió, preferiría... que no.

—Creo que es un poco engreída nada más.

—Sí que lo es; pero si tienes problemas con ella, no dudes en decírmelo.

—Por Dios, papá, no pasa nada. Ella no está incluida en mi salida del sábado. Me veré con los chicos de siempre.

—Bueno, en ese caso, espero que te diviertas mucho.

—Lo haré, te lo aseguro —le prometo y él me sonríe más tranquilo—, ¿y tú que harás? —le pregunto cuando ha empezado a recoger sus platos del desayuno.

—¿A qué te refieres?

—No te hagas pa. Seguro debes estar saliendo con alguien.

—¿Eso crees? —Se ladea interrogante y yo me encojo de hombros sonriendo—, sabes qué, termina de comer tu cereal —ordena fingiendo autoridad.

—¡Papá! —protesto y él se sonríe divertido dejando caer su papel.

Yo solo niego, papá sí que es divertido y no quiero arruinar este tiempo con él. quiero que sea perfecto pienso con mucha ilusión y de inmediato la cara de ese chico viene a mi mente.

Sí se llama Luke, rememoro nuestra corta conversación, no lo negó.

—¡Allie! —papá grita esparciendo de mi cabeza la imagen de ese chico y yo ruedo mis ojos.

Me apresuro en terminar de comer y me levanto rápido para llevar mi taza vacía.

—Así está mejor.

—No eres agradable, ¿sabes?

—Creí que era el mejor papá del mundo —se ufana y yo niego.

—Toma, es tu turno de lavar los platos.

Le entrego mi taza y la cuchara y su sonrisa se va.

—No eres agradable, ¿sabes? —me remeda y yo me echo a reír.

—Lo sé, pero soy tu única hija —le digo y me escapo a mi habitación toda sonriente antes de que me replique que el mío es en el almuerzo.

Al llegar me recuesto sobre la puerta pensando que estar con mi padre es realmente divertido, y no lo cambiaría por nada. Miro hacia la ventana, camino hacia allá, la vista de mi habitación da justo al patio trasero, hacia el vallado, justo donde estaba él. Eso me hace suspirar y luego enojarme porque lo he estado haciendo mucho desde que llegué.

¡Demonios! No puedo suspirar por alguien que apenas y conozco, además, seguro es algo de esa odiosa Scarlet.

Me sacudo y vuelvo a mi realidad recordando que ha dicho que no le gustaría ir el sábado, y a lo mejor está incluido en los planes de ellas. Será mejor que lo olvide, será mejor que no vuelva a encontrármelo, resuelvo volviendo a mi cama, me siento en ella y busco mi teléfono. Es hora de hablar con mamá.

***