Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

*Nueve*

Hablar con mamá siempre será un pequeño karma obligado cuando estoy lejos de ella. quisiera que fuera normal como todas las madres del mundo, pero no se puede, y sencillamente porque no todas las madres se parecen, y la mía, es un tanto particular y sobreprotectora.

¡Cielos!

Agradezco que Carl esté allí y mi hermanito la mantenga ocupada, aunque a veces tampoco se la soporta como todo chico. Guardo mi teléfono en el bolsillo de mi chaqueta y voy al taller de papá. Al llegar a la puerta lo veo al fondo puliendo una tabla. Miro al interior del almacén y está repleto de máquinas y aparatos, incluso cada que vengo encuentro más cosas.

Papá es diseñador y le apasiona la carpintería, no será el ejecutivo perfecto como lo es Carl, pero es el mejor construyendo y moldeando cosas con madera.

Tampoco es que mi padre viva solo de eso, en realidad, antes trabajaba para una constructora bastante famosa, pero lo dejó desde que el abuelo muriera y le dejara todo a su cargo. Y con ese dinero simplemente decidió hacer lo que él quería, y alejarse. Por eso se mudó aquí, y le ha ido muy bien, es básicamente el carpintero del pueblo, y así es que conoce chicas.

¡Cielos! Que historia la de mi padre.

—¿Muy ocupado? —pregunto y él detiene la máquina.

Se levanta la máscara de protección y me mira.

—Tengo un encargo, cariño, ¿por qué?, ¿estás aburrida?

—No, ya hablé con mamá y solo vine a ver en qué andas —repongo y él me mira achinando sus ojos.

—¿Y qué dice tu madre?

—Lo de siempre.

—Que te extraña mucho y ya quiere que vuelvas.

—Sí, eso es lo de siempre —confirmo y él sonríe.

—Me da la impresión de que cree que te secuestro.

—Es una tontería, siempre le digo.

—Pero siempre ha sido así, apegada a las cosas.

—No quisiera que fuera así, pero tampoco me molesta.

Él niega.

—Estoy de acuerdo.

—¿Puedo usar tu camioneta?

—Allie, sabes que aún no puedes conducir.

—Sí puedo, es que no me dejan.

—No.

—Pa.

—¿Para que la quieres?

—Quiero comprar algunas cosas para la cena.

—Podemos ir después que termine.

—Pero te demoras.

—Prometo no hacerlo, así que ve a dar una vuelta. Te llevaré a almorzar donde Ashley.

—¿Tu antigua chica?

—¡Allie! —me riñe arrugando su cara—. Nunca fue mi chica.

—Sí, como no.

—Haz lo que te digo o cambiaré de opinión.

Eso que dice me hace rodar los ojos.

—Está bien —rechisto con una mueca y me voy de allí pensando que papá tiene algo de sinvergüenza.

Ashley es la camarera del restaurante del camino, antes de llegar al pueblo, y si solía salir con ella. Me apresuro y camino hacia el vallado que colinda con el bosque, subo la valla de palos y cruzo al otro lado. Miro hacia atrás por si papá me ve, no le gusta que me trepe así, y luego cuando estoy allí, me doy cuenta que me he parado justo donde había estado ese chico en la tarde de ayer.

—¡Estaré listo en una hora! —escucho gritar a papá y yo levanto la mano para señalarle que le escuché.

Me muevo de ese lugar conde todavía hay marcas de los rines de su moto, aunque ni siquiera sé si es suya. Ni siquiera sé nada de él, pienso sacudiendo mi cabeza y empezando a caminar. Me adentro un poco, no es peligroso, en realidad lo peligroso es la quebrada, pero ya estoy bastante grande para caerme en ella, otra vez... sacudo mi cabeza para no recordar lo de la piscina en casa de esa chica.

Recorro el camino que conozco, y mientras lo hago saco mi teléfono para mirar la hora. Pienso en las chicas y en que seguro deben estar haciendo algo a estas horas, mientras yo camino hacia el interior de un bonito bosque. Me gusta aquí, es tranquilo, es natural.

Escucho ruidos de pájaros. Observo el poco sol que se cuela sobre las copas altas de los árboles. Pongo la cámara de mi teléfono y empiezo a tomar algunas fotos para llevarme nuevos recuerdos.

Le pongo el lente frontal para hacerme una selfi, y entonces escucho ruidos de ramas quebrarse. Eso llama mi atención. No me asusto, pero si me giro a todos lados mirando que pudo ser. No veo a nadie. Papá me habría advertido algo, siempre lo hace cuando hay temporada de animales sueltos, de todos modos, no es un bosque tan grande y profuso para ello.

Miro mi teléfono, aún falta mucho para que se cumpla la hora, pero tal vez ser mejor que me devuelva, aunque quiero llegar al rellano junto a la quebrada.

—¿Te perdiste Caperucita? —escucho que hablan, reconozco esa voz, pero no veo a nadie—, arriba, tonta —me indica y levanto mi mirada hacia el árbol encima de mí.

Entonces ocurre algo que parece tonto y mágico a la vez cuando sacude la rama donde está trepado y de esta empiezan a caer pequeñas hojas secas. Trago grueso al ver a ese chico otra vez.

—¿Qué haces aquí?

—¿Aquí donde?

Su pregunta me hace exhalar. Empiezo a sacudirme las hojas de la ropa y del cabello, esparciendo el atisbo de romanticismo que eso pudiera tener.

—Donde más, en ese árbol —acuso sacudiéndome lo último de las hojas.

—Me gusta aquí —dice encogiéndose de hombros y no sé por qué, pero su respuesta me enoja.

—¡Bien! —mascullo dando la vuelta.

—¿Te vas? —pregunta y a regañadientes me detengo.

—¿Acaso estás siguiéndome? —acuso de nuevo.

—Por qué habría de hacer eso —acota y de un salto baja de la rama.

Me hace sobresaltar porque creo que va a matarse con la caída de allí. Pero cae y se incorpora recogiendo el cigarrillo que seguramente tenía. Lo coloca detrás de su oreja donde es bastante obvia la expansión que tiene en ella. Le miro y viste igual que ayer y las veces anteriores, todo de negro.

—¿Qué? —llama mi atención—, ¿te enamoraste de mí? —pregunta y eso hace que me ruborice.

Seguido resoplo por lo tonta que debí haberme visto.

—¿Por qué iba hacer algo como eso? Ni siquiera te conozco —me quejo apartando mi mirada.

—¿Por qué no? Todas lo hacen, dicen que soy irresistible.

¡Que diantres! Me giro para verle la cara de engreído, pero ha dado la vuelta y empezado a caminar en la dirección que yo quería hacerlo. Me quedo allí, muda, como una estatua y enojada. Se detiene y me mira por sobre su hombro.

—¿No vienes? —pregunta y me resulta arrogante.

—¿Por qué iría? ¿Por qué eres irresistible? —me mofo de su antipática actitud.

—No —responde serio—, porque también vas hacia allá —señala con su dedo hacia el camino y sigue andando.

Solo puedo reír a desgano porque este chico sí que es un engreído con un gran ego pagado de si mí mismo. No se vuelve a girar y sigue caminando por el sendero que señala cerca de palos a los lados. Entonces levanto mi teléfono y le tomo una foto, a su espalda. Lo bajo muy rápido cuando se gira de nuevo sintiéndome atrapada.

—¿Te quedarás todo el día allí?

Ahora aprieto mi teléfono con fuerza, y a regañadientes troto hasta donde va.

—Estás acosándome, ¿verdad? —increpo cuando me coloco a su lado.

—Por qué haría eso. No eres tan linda.

—¿Cómo Scarlet? —reviro y él se gira de lado para mirarme.

Su mirada azul clara luce seria.

—¿Estás celosa? —cuestiona y eso me descoloca, seguido vuelve a girarse para seguir caminando.

Resoplo porque en serio me ha hecho ver muy tonta, y me hace preguntar porque pregunté esa estupidez si no me interesa... para nada. Me giro y me doy la vuelta del lado contrario.

—Vaya que si estás celosa —grita y eso me hace poner los ojos en blanco.

¡Quien se cree! Mascullo enojada mientras solo le escucho reírse alto y jocoso, de mí.

—¡Idiota, idiota! —repito hasta que vuelvo al patio de casa.

Llego todavía enojada al taller y encuentro a papá quitándose el overol.

—Ya te iba a buscar, ¿pasó algo?

—¿Por qué me pasaría algo?

—No lo sé, te ves... —vacila un poco y me mira fijamente—, colorada —añade finalmente.

—Tal vez me encontré con un idiota —murmuro entredientes.

—¿Dijiste algo?

—¡Que ya tengo hambre! —resoplo y se echa a reír—, te espero en la camioneta —agrego y ruedo los ojos dando la vuelta.

Sin embargo, cuando doy pasos hacia la camioneta de papá, no puedo evitar mirar hacia ese lado del cercado y luego exhalar pensando que soy más tonta por reaccionar así por un chico que apenas... y conozco...

***

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro