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Prólogo.

Dentro de una habitación donde se encontraban todo tipo de aparatos de tortura, con propósitos médicos, e incluso de los más retorcidos posibles, se hallaba en medio de la sala un bicho atado de pies a cabeza a una mesa de operaciones en el medio de la oscura habitación. Siendo iluminado únicamente por un candelabro que colgaba del techo con varias velas prendidas que ya estaban algo usadas, quedándoles pocos minutos de utilidad.

Para cuando el bicho empezó a abrir sus ojos estaba desorientado, no sabía en dónde estaba de hecho no recordaba lo que había pasado y las circunstancias que lo trajeron hasta este lugar; al recuperar su visión tras unos cuantos parpadeos, al darse cuenta de en que lugar estaba trato de moverse pero en esos momentos se dió cuenta de que estaba atado a la mesa impidiendo que se levante, sin más y solo pudiendo observar miro cada rincón de la habitación tratando de encontrar a alguien, incluso grito un poco para encontrar ayuda.

–¿Hola? ¿Hay alguien por ahí?– Pregunto el bicho algo aterrado mientras trataba de liberarse sin éxito.

Aún sin recibir respuesta volvería a intentarlo, pero he aquí nadie respondió a su llamado, cuando iba a intentarlo una tercera vez una voz femenina lo detuvo de hacerlo.

–Grita todo lo que quieras, no hay nadie que te pueda ayudar, guarda tus gritos para algo más...– Dijo la misteriosa voz desde algún rincón de la habitación.

–¿Quién?...¿Quién anda ahí? ¡No te quedes callada se que sigues por aquí!– Grito el bicho mientras buscaba a la dueña de la voz.

De entre las sombras del lugar saldría una hembra mantis, una la cual se le veía sonriendo de una manera para nada tranquilizante, su forma para sonreír ponía nervioso al bicho que estaba sobre la mesa de operaciones.

–¿¡Quién y qué quieres conmigo?! ¡Suéltame de una vez!– Exclamó el bicho mirando a la mantis algo enojado pero igualmente muy nervioso.

–En primer lugar tengo que decir que eso no se podrá, ya que formarás parte de algo grandioso. Y en segundo lugar déjame decirte que quizás no sepas mi nombre más he aquí tu vas a conocerlo dentro de muy poco.– Dijo aquella mantis mientras se acercaba al bicho.

El bicho continuaba moviéndose tratando de romper sus ataduras pero para su mala suerte estaban tan apretadas y sujetadas a la mesa que le sería misión imposible liberarse, además si conseguía su objetivo aún quedaba una cosa más por hacer, ver como podía escapar de la mantis que en esos momentos ya estaba a una distancia un tanto incomoda para el.

Sin mediar palabras con el bicho la mantis solo le miraba de los pies a cabeza, lo examinaba sin decir nada como un depredador cazando a su presa le daba vueltas alrededor de la mesa poniendo cada vez más nervioso al macho.

–¡Solo dime lo qué piensas hacer conmigo!– Grito abruptamente sacando de sus pensamientos a la mantis que lo miraba algo molesta.

–Oh que mal educado eres, ¿Acaso no sabes que no se debe interrumpir a alguien mientras examina a su siguiente sujeto de pruebas?, Sin duda un gesto muy grosero de tu parte.– Dijo la mantis al mismo tiempo que lo miraba a la cara muy enojada.

–¿Sujeto de pruebas? ¿¡De qué mierdas estás hablando?!– Exclamó el bicho muy nervioso, incluso más que antes hasta se le notaba su miedo en la mirada.

La mantis se alejo un poco de el, yendo hasta una mesita metálica en dónde ella tenía una gran variedad de instrumentos médicos que pensaba utilizar con el bicho sobre la mesa, tras hacer la "más difícil elección de su vida" termino por elegir un afilado y muy confiable bisturí.

–...Creo que debía haberlo dicho desde el principio, pero tú vas a formar parte de algo mucho más grande de lo que puedes imaginar. Serás como mi primer intento de crear a mi musa; eso sí es que llegas a sobrevivir a todo el procedimiento que tengo pensado hacer.– Dijo la mantis mientras pasaba el frío metal del bisturí por uno de los brazos del macho.

Al bicho le causo escalofríos el tener que sentir ese bisturí pasando por su brazo, como si la mantis estuviese jugando con su comida antes de hacer otra cosa.

–¿¡Sobrevivir?!, ¿Procedimiento?, ¿A qué te refieres?– Pregunto el bicho mientras tragaba saliva al notar como la mantis dejaba de jugar con su bisturí.

–Ya pronto lo sabrás, aunque, ¿Sabías este dato interesante? Los bichos de tu especie, en especial los machos adultos son capaces de resistir hasta más de 1,200 cortes siempre y cuando no sean tan profundos, hechos en alguna vena o arteria importante. Así que hazme un favor trata de no moverte demasiado eres tan valioso como para perderte ahora mismo.– Dijo la mantis preparando el bisturí para atravesar la piel del bicho.

–¡Espera, espera, espera!, ¡Por favor no lo hagas!– Dijo el aterrado bicho pero sin ser escuchado por la mantis.

La mantis entonces hizo la primera cortada, nada grave al principio solo un poco de dolor que era hasta cierto punto tolerable, pero eso solo era el comienzo, tras el primer corte la hembra metió dentro de la cortadura unas pinzas ocasionando un poco más de dolor haciendo gritar al bicho debido a como su piel era abierta exponiendo sus musculosos. Ya con dicha vista la hembra mantis empezó a buscar el lugar en donde tenía que hacer su siguiente corte, ella miraba un libro que se encontraba sobre una herramienta que construyo para dejar los libros a un alcance favorable para sus experimentos , tras repasar las páginas de nuevo encontró el lugar e hizo otro corte aún más doloroso que el anterior haciendo que el bicho grite aún más fuerte mientras se retorcia en la mesa en la que estaba.

Haciendo enojar a la mantis debido a que podría hacer un corte más profundo de lo que debería y arruinar así su trabajo.

–¿Quieres quedarte quieto? No quisiera tener que malgastar lo que tengo de cloroformo, y si no te quedas quieto te prometo que esto será aún más doloroso de lo que tiene que ser.– Dijo la mantis algo enojada al mismo tiempo que sujetaba para que no se mueva.

Si bien ella podía usar su cloroformo para hacer las cosas más sencillas para ambos al menos un tiempo, la mantis no quería porque sabía que esto apenas era el comienzo y quería que por ahora su sujeto de pruebas pase dolor a comparación de las atrocidades que han de venir para el pobre bastardo. Finalmente para calmar al bicho, la hembra le dió un fuerte puñetazo en la cara una vez su paciencia se había acabado.

–¡Quédate quieto de una maldita vez y déjame hacer mi puto trabajo, si no yo me voy a asegurar de hacer que esto tenga que ser insoportable para ti tanto como para mí!– Dijo la hembra sujetando del mentón al asustado y tembloroso bicho.

Era muy terrorífico ver la cara enojada de la mantis la cual tras soltar el mentón del bicho se dispuso a continuar su trabajo, mientras el pobre macho empezaba a sollozar, la hembra entonces solto un suspiro para tranquilizar sus nervios siempre trabajaba mejor si estaba calmada, una vez tras varios ejercicios para lograr calmarse consiguió regresar a su serenidad.

–Bueno ahora que ya todo se acabo, continuaré con lo que estaba haciendo antes de que te pusieras histérico.– Dijo la mantis mientras retomaba sus cortes.

Ahora el macho trataba de aguantar sus gritos, lloraba del dolor mientras la mantis continuaba con los cortes en ciertas partes de su brazo, y así siguió el doloroso procedimiento hasta que gran parte del brazo del macho ya estaba expuesto, aún era una sorpresa que este se mantuviera despierto después de todo este rato en donde la hembra pareció disfrutar de todo.

Ahora tomándose un pequeño descanso antes de continuar, ella limpiaba sus herramientas de la sangre del bicho al mismo tiempo que lo mantenía despierto suministrando una droga que lo haría olvidarse del dolor al menos por un rato. La mantis tomo asiento en una silla que estaba delante de un escritorio dándole la espalda al bicho que poco a poco se le iba bajando el dolor pero aún así al mirar abajo le daba una sensación de terror y horror al ver su brazo abierto; por otra parte su captora estaba trabajando con algunos tubos que planeaba insertar dentro de su brazo.

Aún dándole la espalda al bicho la mantis hablo haciendo que el bicho la mire un tanto asustado de que su "descanso" se haya terminado ya, pero por suerte la hembra solo quería hablar para no estar en silencio.

–Sabes, tendrías que dar las gracias de que todo esto te sucede, no solo te voy a transformar en algo superior, sino que también haré que formes partes de un nuevo mundo. Aunque si te soy sincera, mis primeros intentos fueron toscos y bruscos, por no decir fracasos totales. Creo que debería explicarte porque empecé a hacer todo esto, aunque sería malo solo empezar desde que inicie a hacer esto, será mejor que te lo cuente desde el principio, desde que era una cría. Y más te vale escuchar porque la verdad no soporto a los sordos o los que no ponen atención.– Dijo la mantis mientras se aclaraba la garganta para empezar a relatar lo que iba a ocurrir.

— — — —

Verás, yo nací en una tribu de mantis por así decirlo, "ordinaria" si es que esa es la palabra con la que podrías describir a una bola de salvajes como son los de mi especie, pero bueno no me desvío más del tema.

Nací como el Tik Tik negro de la familia nunca conseguí ganarme el respeto de mis padres por más que lo intente, incluso pese a ser la mayor mis hermanas menores eran quizás de las más aptas candidatas, pero no las culpo por seguir las salvajes y bárbaricas costumbres mantis de ese tiempo; yo por otra parte decidí no centrarme demasiado en la fuerza, sino en la inteligencia, y para cuando apenas era más que una pequeña cría  con  alas deje conocer a todos mi intelecto e interés por el progreso. Aunque en una sociedad en donde lo bárbarico importa más que la inteligencia o el avance tecnológico no era de sorprenderse de que nadie se haya impresionado con mis creaciones.

Ni siquiera los artesanos de la tribu mostraron respeto por mi, más interesados estaban en crear armas, cestas y jarrones, que en implementar mejoras a su vida cotidiana.

"Porque así ha sido y así debe de ser", decían esos idiotas.

Incluso llegue a pensar que solo era una perdida de tiempo el estar creando cosas para toda mi tribu, si no había nadie que pudiera reconocer que nos servirían para facilitarnos la vida. Nadie más que un solo macho mantis veía potencial en mi, y ese macho era mi antiguo Lord; el Lord Morati para ser exactos.

El fue el único que siempre me estuvo apoyando y manteniendo atención constante en mí, pero ni eso iba a hacer que las cosas pudieran cambiar para bien, solo era un constante sufrimiento de rechazo y de parecer la mantis que creaba las cosas más "inútiles" a su parecer; nunca encaje en ningún lado. Y sin duda eso fue doloroso para mí, pero al menos contaba no solo con apoyo del Lord Morati sino que también mis dos hermanas me apoyaban en todo y querían que yo lo siguiera intentando.

En parte acepto de que sus palabras de aliento y de apoyo emocional sirvieron un poco, aunque no lo suficiente.

¿Y sabes que es gracioso de todo esto?

Que yo creía que en algún punto iba a poder ser respetada por toda la tribu y por los 5 hermanos del Lord Morati pero jamás llego ese momento.....

— — — —

El reloj con péndulo de la habitación interrumpió el relato de la hembra, haciendo que deje de contar su historia, por su parte el reloj continuo durante un pequeño lapso de tiempo más, la mantis entonces se levanto de su asiento trayendo algo consigo entre sus garras. Para el bicho esto significaba que nada bueno iba a pasar, y estaba en lo correcto porque la mantis dejo ver que traía una serie de cables delgados pero resistentes que pensaba conectar a su cuerpo.

Esto asusto demasiado al bicho, tanto así que miraba a la mantis suplicando que por favor no fuera a usar eso en el pero la sonrisa tan tenebrosa y macabra que se veía reflejada en su cara le decía que ella no lo iba a escuchar para nada, haciendo que empiece a suplicar inútilmente por la clemencia de la contraria pero no conseguiría nada.

–¿En serio vas a pedirme clemencia apenas que vamos empezando? Que patético la verdad, aún así puedo decirte que cuando haya terminado contigo serás algo completamente diferente y por supuesto superior a los del resto de tu especie.– Dijo la mantis trayendo más de esos cables hacia el otro lado de la mesa.

Era turno de abrirle su segundo brazo, el bicho trato de seguir pidiendo clemencia a la mantis pero esta algo harta de tanto ruido por parte del bicho le pondría un bozal en la boca.

–¡Mmmmmm! ¡Mmmmmm! ¡Mmmm!– Exclamaba el bicho con el bozal en su boca tratando de rogar para que se detenga.

–¿Que dices, que siga con tu siguiente brazo? De acuerdo, si tú lo dices con todo gusto entonces, ¡Jajajaja!– Dijo la mantis para reírse un tanto sádica y malvada.

He aquí la mantis ignoro los gritos ahogados del bicho para comenzar a hacer otro corte en su brazo lo mejor que pudo pues el macho no dejaba de moverse debido al dolor, el efecto de las drogas que le aplico ya había pasado así que ahora mismo el bicho sentía cada corte y acción de la hembra. He aquí ella sabiendo que así no iba a poder tener un buen progreso decidió sacar lo último de cloroformo que le quedaba.

–Realmente quería guardar esto para otra ocasión, pero tú me haces mal gastarlo con apenas unos cuantos cortes así que no te quejes después si esto te resulta más doloroso.– Dijo la hembra

Después de decir esto, la mantis me quito el bozal al bicho para poder aplicarle el trapo húmedo con el afrodisíaco, el trato de resistirse pero la hembra lo tomo con fuerzas del mentón haciendo que mantenga la cabeza en su lugar para ponerle el trapo en la boca y parte de su nariz.

El bicho trato de resistirse pero al final poco a poco el cloroformo empezaba a hacer efecto, pues sentía como sus ojos se sentían más pesados estando al borde de desmayarse. Pocos segundos tuvieron que pasar antes de que el macho se desmaye sobre la mesa de operaciones de la mantis.

–Bien, ahora que ya estas dormido yo voy a continuar con lo que estaba haciendo si no es mucha molestia.– Dijo la hembra mantis mientras iba a lavarse sus garras del fuerte olor a cloroformo que tenían ahora.

Cuando termino de lavar sus garras y también el trapo, ella regreso a donde estaba el desmayado bicho, sabiendo que a partir de ahora la habitación iba a estar más silenciosa sin los sollozos o súplicas del macho se acerco a una esquina de la cual le quito a un tocadiscos la sábana que tenía puesta en esos momentos.

–¿Que sería un buen procedimiento sin algo de música para animar el momento?– Dijo la mantis para ella misma.

De debajo del tocadiscos sacaría una caja con varios discos que tenían diversos nombres, y no exactamente los nombres de las melodías.

–Veamos, ¿En dónde está? ¡Oh estas aquí!– Dijo la hembra sacando un disco y quitándole algo de polvo de encima.

Puso con cuidado el disco en donde debía de ir para a continuación poner la melodía que iba a escuchar en estos momentos en donde solo estaría con sus pensamientos.

Mientras el disco con la música se reproducía, ella inhaló una gran cantidad de aire antes de dejarlo salir mediante un suspiro que la hizo tener su pulso correcto empezando de esta forma los cortes sobre el brazo del macho.

Es así que mientras el macho estaba desmayado ella se ponía manos a la obra antes de que este despierto, lo cual tardaría un rato pero se quiso dar prisa en caso de si sus cálculos eran incorrectos.

Ahora como una maestra dirigiendo a una orquesta la mantis cortaba la piel del bicho con agilidad y destreza que podrían ser perturbadoras para algunos e impresionantes para otros más.

Es así como ella empezaba a hacer su "obra maestra" una muy retorcida y que iba en contra de todo tipo de etnia.

Mientras hacia su trabajo, ella noto como en uno de los muebles cercano a dónde estaba haciendo su "obra maestra" se encontraban varios artículos suyos que le traían muchas memorias de su largo viaje hasta este momento.

Dándose el lujo de recordar hasta el más mínimo de los detalles de todo este largo proceso que tuvo que pasar.
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¡Hey bienvenidos a lo que sería una nueva historia de Hollow Knight, está vez acerca de otro de mis personajes originales de dicho juego, Mavis la mantis loca que adora a The Radiance!

La verdad este es un proyecto que tenía en mente, y con la ayuda de mi querido amigo Koumouby pude ser capaz de traerles la historia antes de tiempo.

Espero les guste este proyecto, y de ser así compartan la historia, comenten que les ha parecido este prólogo y también voten porque eso me ayuda muchísimo a traer más de este contenido.

Y aclarando, está historia es un Spin-off de la personaje pero se encuentra dentro del universo de la Historia de Karu.

Ahora bien, les deseo un buen día y yo me despido de ustedes hasta aquí.

¡¡Hasta la próxima!!

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