Mentes Cerradas.
[Hace muchos años]
En una tribu mantis ubicada a las orillas del mar, el día dió inicio en el momento que el alba empezó a hacerse notar. Machos y hembras salían de sus chozas a hacer todo lo que usualmente harían, como ir a sus puestos de trabajo, que iban desde, ser cazadores, granjeros, herreros, médicos, pescadores, guardias y un largo etcétera de lo que podían hacer en la tribu, la cual era dirigida por 6 hermanos.
Los 6 Lords eran los que siempre se encargaban de mantener a la tribu protegida, además de tener que asegurarse de proveer todo lo necesario a sus súbditos, cosa que ya habían podido hacer mejor con los años. Sin embargo ahora hubo otro problema más de muchos, de esos que son una espina difícil de quitar.
—Tengo malas noticias, debido a la temporada en la que estamos, las presas han reducido en gran mayoría sus números. Es difícil conseguir algo allá afuera mis Lords, en especial con otras tribus buscando lo mismo que nosotros, y pescar también no ha dado los resultados deseados— Decía un miembro de la tribu presente en la sala de los tronos de los Lords.
Los 6 Lords sentados cada uno en sus tronos correspondientes solo mantuvieron un semblante sereno y tranquilo, mientras pensaban en una solución a este problema que aquejaba a su pueblo.
—...Muy bien, lo que haremos es lo siguiente, vamos a tener que racionar la comida mientras ya vemos que hacer. Pero también como solución alternativa habrá que alimentar a los nuestros con lo que la tierra nos provee, por lo cual quiero que les deje saber a los granjeros que deben cosechar algo que salga en pocos días, sino la escasez de comida se hará más y más evidente— Dijo el Lord que se encontraba en el centro.
—Sí mi Lord, ¿algo más?— Dijo el mismo macho frente a ellos antes de recibir otras órdenes.
—Asegúrate de que ninguna cría haya cruzado los muros otra vez, suficiente tuvimos con los últimos incidentes hace unos meses— Dijo la voz de una de las Lords dando el permiso para que se retire.
—Entendido mis Lords— Dijo el macho antes de hacer una corta pero respetuosa reverencia antes de irse del lugar.
Tras unos segundos desde la ida de aquel macho, los Lords dieron comienzo a un debate sobre que deberían de hacer para evitar una crisis de comida. Ante esto ideas empezaron a volar mientras cada uno daba una mejor o peor, pero seguían sin poder hallar alguna qué fuera la solución al problema actual. Sin embargo de los 6 Lords, solo 5 hablaban mientras el último permanecía en silencio, oyendo cada propuesta que uno de sus hermanos daba.
Finalmente tras haber escuchado todas y cada una de ellas, y que ninguna haya sido de su agrado, propuso algo para llamar así la atención sobre él de los demás.
—Yo creo que tengo la solución a nuestro problema— Dijo el sexto Lord mientras sus hermanos lo volteaban a ver.
—¿Y bien? ¿Qué esperas? Dinos tu solución a este problema— Dijo la Lord con una prominente cicatriz en su mejilla derecha.
—Mi solución se basa en que hay que pedirle ayuda a nuestra joven y brillante creadora de cosas, esa pequeña de seguro tendrá alguna solución qué sea fiable y que no repercuta demasiado a nuestra tribu— Dijo el sexto hermano, sin embargo la idea fue rechazada de forma casi inmediata por el resto.
—¿¡Acaso estas loco Morati?! ¡Lo que dices son puras ideas que no tienen sentido!— Dijo una de sus hermanas alarmada por dicha idea.
—Concuerdo con lo que dijo Lewa hermano. Pero no creo que una cría sea capaz de solucionar los problemas de los adultos— Dijo en esta ocasión otro Lord a la vez que se cruzaba de brazos.
—Sin duda alguna, lo que has propuesto es una locura, solo piénsalo hermano, ¿cómo crees que reaccionaría toda la tribu si llegase a enterarse qué le dejamos a una cría solucionar algo que a nosotros nos correspondía eh? Si bien tu idea es querer ayudar a la niña a conseguir mejorar toda su habilidad para construir cosas, la verdad no estamos para eso— Le dijo la misma Lord con cicatriz.
Los nombres de estos Lords eran Lewa, Saud y Ashanti, mientras el de los dos restantes era Kande y Jasir. Todos y cada uno de ellos se encontraban disconformes y en cierto punto enojados por lo que Morati propuso, sin embargo él no se rindió ahí y continuo con lo que ella podría hacer por la tribu.
—Ustedes bien saben que ella nos puede ser de gran ayuda, cría o no, ha demostrado tener unas cualidades extraordinarias, las cuales serán útiles en un futuro, pero están tan apegados a una forma de pensar desactualizada qué no lo ven de la misma forma que yo— Dijo Morati expresando así su disgusto ante la forma en la que sus hermanos trataban a esa cría.
—Basta, he decidido. Y mi palabra se respeta por encima de la del resto, y digo en estos momentos que nosotros nos haremos cargo del tema. No quiero que metas a esa niña en esto, y menos cuando debemos mantener a los súbditos bajo control, si se enteran de que una cría nos ayudo; las cosas se podrían salir de control— Dijo Jasir con voz seria, viendo a su hermano el cual acabo soltando un suspiro derrotado aceptando su decisión.
—De acuerdo, será a tu manera entonces...— Dijo Morati algo resignado mientras por dentro solo podía estar frustrado y muy enojado.
—Bien, entonces habrá que hacer nuestro recorrido de todos los días, asegúrense de que las cosas en todos lados estén en orden y si ven algún revoltoso o actividad sospechosa no duden en indagar lo que sucede. Andando— Dijo Jasir mientras todos se retiraban de la sala de los tronos, también los guardias qué la resguardaban.
Todos se fueron por su lado, y él Lord Morati iría a ver a la cría de la que tanto estaba hablando, la cual vivía cerca de la cueva de los herreros de la tribu.
En la dichosa choza en la que ella vivía, se podían ver a tres crías de mantis jugando entre ellas, la que mayor tamaño tenía era sin duda la mayor. Mientras las otras dos trataban de tumbarla al piso, sin embargo no podían debido a su diferencia de tamaños y de fuerza, aunque las otras dos no se habían rendido todavía.
—¡Ya verás, vas a caer cuando menos te lo esperes!— Dijo una de las dos crías menores.
—¡Sí, ahora ven aquí para que te podamos tumbar!— Dijo la otra mientras iba volando junto a su hermana para atacar a la mayor.
La hermana mayor solo se quedo volando en su posición esperando a sus hermanas, cuando estas ya estaban a una distancia menor, la mantis las sorprendió dando una vuelta de 360 grados en el aire, lo que provocó qué ellas se frenen en seco para darse la vuelta. Pero al hacerlo perdieron tiempo, y esto fue aprovechado por su hermana.
Tumbando a ambas con un buen zarpazo que las hizo caer al piso, dando como vencedora a aquella cría mayor.
—¡Y así es como les volví a ganar jajaja!— Dijo la mayor con algo de regocijo y felicidad mientras se acerca a sus hermanas.
—¡No es justo Mavis, estabas haciendo trampa al aprovechar que somos todavía más pequeñas a comparación tuya!— Dijo una de sus hermanas haciendo un puchero algo tierno incluso para una mantis.
—Je, no es trampa, solo use lo que estaba a mi favor y lo que estaba en su contra. Como el que hayan atacado antes de tiempo, lo que me dio tiempo de crear una buena estrategia para contrarrestar su ataque, así que técnicamente no es trampa si se sabe lo que uno hace— Dijo Mavis mientras se posaba en el piso con sus dos hermanas. —Aunque deberían animarse un poco, esta vez lo hicieron mejor que otras veces.
Annie y Andrea eran los nombres de las hermanas de Mavis, las dos solo pudieron sonreir antes de ser molestadas por otras crías que se encontraban pasando por ahí.
—¡Oh, las dos ineptas pudieron hacer algo bien, eso es una gran sorpresa!, ¿no creen?— Dijo uno de los machos, haciendo reír a los demás de su grupo.
Annie y Andrea se sintieron mal, ya que usualmente eran vistas como unas hembras débiles, así que Mavis enojada salió a dar la cara por sus hermanas, ya que no le gustaba que las molesten.
—¿Y no crees qué tú y tu grupo de idiotas debería estar en otro lado? No sé, por ejemplo viendo como le fue posible a tu madre poner un huevo del que saliera un adefesio como tú...— Dijo Mavis volando tan solo unos metros alejada del macho que había venido a darle molestias.
Las risas callaron, mientras los rostros de diversión y burla se iban esfumando, después de que escucharan lo que Mavis había dicho. Pero el macho no se quedo callado aceptando el comentario dicho por la contraria, dando su contraataque con un comentario burlón.
—Debo aceptar que eso es lo más ingenioso qué he escuchado que digas, sin embargo no esperaría más de una mantis cuya relación con sus padres es bastante mala por tus estúpidas ideas y por tus hermanas tan débiles— Dijo esa cría macho, pero antes de poder siquiera empezar a reírse con su grupo de amigos.
Mavis se lanzó contra él, dándole una buena embestida en pleno aire, tirando a ambos al piso, y de esta forma comenzar un forcejeo que nadie se atrevía a frenar. De esta forma dejando que ellos se sigan peleando, hasta que alguno de los dos salga como vencedor.
—¡Quítenme a esta loca de encima!— Exclamó aquel macho forcejeando con Mavis.
—¡Ya verás lo que te pasa por no respetar a mis hermanas maldito idiota!— Dijo Mavis enojada, en lo que forcejeaba con el contrario.
Los dos rodaban por el piso, las hermanas de Mavis trataban de detener a su hermana llamándola en reiteradas ocasiones sin nada de éxito. Y por el otro lado, los amigos del macho solo podían alentarlo a darle una paliza a la hembra por haberse metido con él y en parte funcionaba, pues pese a que Mavis fuera fuerte. Nunca iba a ser tan fuerte como un macho.
Al menos no su niñez, así que él contrario dejaría a Mavis contra el piso sometida debajo suya, y justo cuando estaba a punto de darle el golpe final. Llegaría el Lord Morati a detener la pelea.
—¡Ya basta, es una orden!— Dijo Morati mientras se acercaba a la distancia, caminando hacia ellos con semblante serio.
—¡Lords Morati!— Exclamaron todos al mismo tiempo, mientras hacían una respetuosa reverencia por verlo frente a ellos.
El lord camino hasta ellos con un semblante serio en la cara, estaba obvio que no se encontraba de un buen humor. Y menos tras haber presenciado parte de la pelea, así que tras llegar con el grupo, este solo miro a cada uno de los que estaban involucrados, para luego soltar un audible suspiro de pesar ya que odiaba este tipo de cosas.
—Muy bien, quiero que me digan, ¿quién comenzó todo esto?— Le pregunto el Lord Morati al grupo de crías.
Rápidamente todos se pusieron en contra de Mavis, apuntando con sus alas ella había sido la que le dió comienzo a la pelea. Pero la joven mantis no se iba a quedar de alas cruzadas, y salió en su propia defensa.
—¡No les crea, son una bola de mentirosos, fueron ellos quienes vinieron a molestar cuando no les estábamos haciendo nada!— Dijo Mavis defendiéndose de todas las falsas acusaciones hacia ella y sus hermanas.
Cómo era de esperarse, el Lord Morati le creyó a ella y no al resto de crías, qué tuvieron que hacerle frente al molesto adulto qué sólo los envío a sus casas. Quizás no con un castigo severo, pero si con la amenaza de que si volvía a ver que molestaban a Mavis y a sus hermanas, iban a haber muchas consecuencias para ellos. Luego de que todos se hayan ido, Mavis y sus dos hermanas se acercaron al Lord volando.
—¡Muchas gracias por creerme mi Lord, ellos llegaron a molestar y yo tuve que salir a la defensa de mis hermanas!— Dijo Mavis con un profundo agradecimiento al Lord.
—No hay de que Mavis, además, te conozco y se perfectamente que nunca iniciarías un combate de no ser que te provoquen, espero que tus hermanas estén bien, no me gusta ver que hayan algunos problemas internos en la tribu y menos si se trata de alguien que no es tan fuerte como los demás, así que espero que las dos estén bien— Dijo Morati mientras veía a las dos hermanas de Mavis que volaban cerca suyo.
—¡Estamos bien, solo apenadas de lo que ocurrió!— Dijeron las dos hermanas de Mavis al mismo tiempo.
—Menos mal, ¿qué hay de sus padres? ¿Están en casa?— Les pregunto Morati mientras veía a las tres crías a la espera de una respuesta.
—No, papá salió a cazar y bueno nuestra madre debe de andar por ahí haciendo algún intercambio por especies o alguna otra cosa, pero no creo que tarden mucho en llegar— Dijo Mavis mientras se ponía a un lado de sus hermanas.
—Bueno, entonces sería un buen momento para hablar contigo y tus hermanas Mavis.
—¿Hicimos algo malo?— Las tres crías preguntaron a la vez, cosa que le saco una corta risa al Lord por esto mismo.
—No para nada, solo quisiera un poco de ayuda para un problema que estamos pasando, así que si no es mucha molestia me gustaría hablar con ustedes, aún más con Mavis— Dijo Morati en camino a la choza donde ellas vivían.
Las 3 lo siguieron de cerca, pero en especial Mavis debido a que se encontraba emocionada de que le hayan pedido su ayuda. Aunque el Lord en realidad había hecho que la pequeña se emocione por algo que en realidad no era verdad, él solo estaba desobedeciendo a las ordenes de sus hermanos. Pero no le impidió hacer que haya hecho muy feliz a la pequeña mantis en esos momentos.
—¡¿Y cual es el problema?! ¿¡Le debería mandar algunos planos a los Lords?! ¿¡O tengo que ir hasta los tronos personalmente?!— Dijo Mavis con una emoción y un gran entusiasmo incontenible mientras volaba alrededor del Lord con un montón de ideas en la cabeza.
Esto lo hizo sonreir ya que veía el entusiasmo de la pequeña como algo positivo, pero no sólo era ella sino también sus dos hermanas, las cuales estaban muy interesadas en unirse también al proyecto o idea que tuvieran los Lords. Aunque claro, esto solo era cosa de Morati y no algo que se haya impuesto de forma colectiva como siempre se decidía o hacía.
—¿Podemos ayudar también?— Pregunto Annie estando cerca del Lord Morati.
—¡Prometemos que no haremos nada malo, y vamos a acatar sus órdenes!— Dijo Andrea mientras se posaba delante del Lord.
—Jeje, por supuesto que pueden ayudarnos, solo hay que esperar a que su hermana pare de hablar, la verdad esta emocionada por esto.
Morati, Annie y Andrea mirando como Mavis seguía volando en círculos alrededor de ellos, con un millón de ideas, y diversos planes que tenía. Sin embargo la pequeña mantis voladora se detuvo en el instante qué noto como la veían, así que soltó una risa apenada y algo avergonzada por lo que ella estaba haciendo. Pero después de consultarle a su Lord sobre cual era el problema, ella entonces se puso a pensar en que podrían ir haciendo para ayudar a la tribu.
Mientras en varias hojas con un poco de pintura, dibujaba unos prototipos de una especie de red gigante, la cual la podían usar ya sea para mar, tierra o aire, para así capturar presas con mayor facilidad. Aunque si bien ya para eso existían las trampas que ellos dejaban, no era suficiente como se venía viendo a lo largo de estos meses, por su parte la idea de la pequeña era crear una especie de mecanismo que se active cuando tenga cierto peso la red, de esta manera podrían tener comida de sobra.
Básicamente algo parecido a lo de las cañas de pescar, lanzar toda la red, e ir tirando lentamente del mecanismo, con un señuelo para que las presas caigan más fácil.
Esto llamo la atención de Morati, ya que se salía por completo de los métodos tradicionales de lo que una mantis podría hacer, y eso era intrigante. Incluso Annie y Andrea admitían que esto era una idea revolucionaria qué podría ir a los libros de historia de la tribu por lo interesante que sonaba la idea.
Pero a mitad de la platica serían interrumpidos por la madre de Mavis y sus hermanas, la cual había llegado mucho antes de lo que se esperaba, la hembra al ver al Lord se sorprendió ya que no se esperaba que este fuera a estar en su choza, en especial si no hay un asunto qué tratar ahí.
—¿Lord Morati? ¿Qué es lo que hace aquí?— Pregunto la madre de las crías mientras hacía una respetuosa reverencia.
Morati sutilmente le hizo una seña a Mavis para que oculte los papeles, ya que bueno no quería que la vieran ahí con él tratando de nuevo, las supuestas "locas y absurdas" cosas imaginativas de la pequeña mantis. Y además por querer mantener silencio sobre el tema, lo más que se pueda.
—Digamos que no había ninguna intención de venir aquí, pero vi a sus hijas siendo molestadas por un grupo de mantis, así que mejor me quede a evitar más problemas, en lo que alguno de sus padres llegaba— Dijo Morati mientras se levantaba de su asiento listo para retirarse del lugar.
Había dicho en parte la verdad, lo cual le dió puntos de credibilidad, sin embargo estaba ahí también por otra razón. Y la madre de las pequeñas no era nada tonta, por ende solo suspiro mientras dejo las cosas que había traído a un lado en el piso, ya que conocía al Lord a la perfección, sabiendo que lo que dijo fue en parte cierto pero no estaba siendo del todo honesto con ella; y si algo le gustaba a la hembra, era la honestidad. Más aún cuando se trata de sus Lords, así que se cruzó de brazos viendo al contrario con una mirada de seriedad, esperando a que este no se fuera sin antes de decirle lo que hacía ahí.
—Lord Morati, lo conozco tan bien como conozco lo afilado de mis garras. Y se bien que no me esta diciendo toda la verdad, y a juzgar por mis hijas, estaban tramando algo antes de que yo llegara, ¿no es así?— Pregunto la madre de Mavis mientras veía al Lord con una ceja levantada.
El Lord miro a las crías para regresar su mirada a la madre de las pequeñas y soltar un suspiro, había sido descubierto así que le conto ahora sí, toda la verdad del porque estaba allí.
—Bien, me descubriste Sandra, y tengo que decir que no solo vine porque quería proteger de tus hijas. Sino también para hablar con Mavis acerca de un proyecto, espero que no le moleste que haga eso...— Dijo Morati llamando a la madre de las crías por su nombre.
—Ay no...no otra vez esto— Dijo Sandra llevándose una garra a la cara, soltando un suspiro de que estaba cansada y agotada de esto, siendo que no era la primera vez, así que era normal su enojo y su desagrado. —No quiero ser nada grosera con usted mi Lord, pero la verdad la idea de que usted solo venga a ver a Mavis por un par de cosas absurdas y sin sentido no es algo que me agrade, además sería de utilidad que mejor pueda darle lecciones a mis hijas en vez de ir metiendo más y más ideas tontas en sus cabezas— Dijo Sandra a la vez que veía con seriedad y muy disgustada a su Lord.
—Entiendo que no sea del agrado tuyo y del tu esposo Sandra, pero es algo que creo necesario. Solo piensa en las cosas maravillosas qué tu hija es capaz de crear para ayudar a la tribu, si tan solo le dieran una oportunidad lo verían igual que yo— Dijo Morati con un trato de informalidad con ella, ya que tenían una buena amistad...y un pasado juntos.
Las niñas en silencio miraban la escena tratando de no mover un solo músculo, pues su madre era alguien estricta como su padre, y no querían captar su atención. Lo cual hasta ahora les había sido de mucha ayuda, solo moviéndose lo poco que tuvieran qué hacerlo, en lo que ambos adultos seguían con su "conversación".
—Lord--...—
—Por favor, solo Morati...no hace falta tanta formalidad—
—Lo...Morati, Ed y yo ya hemos hablado sobre lo que queremos de nuestras hijas; y no está en los planes de ninguno, qué Mavis se la pase perdiendo el tiempo en su imaginación creando cosas que no funcionarán. Así que por favor no me hagas decirle a Ed qué has estado aquí...ya sabes como se va a poner si le digo, y en especial si se entera lo que estabas haciendo, no le va a hacer nada de gracia— Dijo Sandra suspirando, dejando cambiar su semblante de uno serio a preocupado no solo por el Lord, sino también por sus hijas.
Morati vio de nuevo de reojo a las 3 crías antes de suspirar y decidir que por ese día había sido ya suficiente, así que tomo la palabra antes de pasar a retirarse. Cosa que las niñas no querían, pues sabían que luego de eso les iba a tocar un castigo o un regaño, en especial a Mavis.
—Entiendo...entonces solo voy a venir si es una emergencia, con tu permiso, hasta luego niñas— Dijo Morati mientras pasaba de largo a Sandra y salía por la entrada de la choza.
Una vez pasaron unos segundos de que se haya ido el Lord, Sandra vio a sus hijas con una intensidad y seriedad tan fría e intimidante, que ellas estaban nerviosas de lo que la mantis mayor fuera a decir o hacer en esos momentos.
—...Quizás si no nos movemos ella no nos verá...— Dijo Annie en voz baja.
—...Pues yo creo que sí nos está viendo, y muy enojada...— Dijo Andrea en voz baja, mientras le daba mala espina la forma en la que su madre las veía.
—Mejor guarden silencio...— Dijo ahora Mavis mientras estaba muy nerviosa, pues sentía como si la mirada de su madre le estuviera atravesando hasta el alma.
Tras unos segundos, la voz de Sandra les avisaría de lo molesta que estaba con ellas tres, pero en especial con Mavis. Por el hecho de que aún no se dejaba de cosas imaginativas y locas.
—¡Haber, más les vale ser muy honestas conmigo si saben lo que les conviene niñas!— Dijo Sandra viendo a sus hijas enojada y muy seria.
El trío de crías estaban asustadas y nerviosas, en especial al ver que su madre acortaba distancias con ellas, lo cual las puso mucho más nerviosas, notándose por como le estaban buscando salida a esto, al tratar de encontrar una excusa y evitar un regaño de su madre. Sin embargo, no iban a ir a ningún lado, no sin antes recibir un buen regaño y hasta un castigo de su madre, qué comparado a su padre no estaba tan mal, pero igual era malo para ellas.
—¿El Lord Morati vino aquí solo a hacer qué se pusieran a pensar en cosas tontas o en verdad vino a ayudarlas con algún problema?
La madre de las pequeñas veía a sus hijas con tanta intensidad y seriedad, que ellas no querían decirle mentiras, así que le dijeron la verdad a la contraria. Quizás así su castigo no fuera tan grave, o severo como ellas creían que iba a ser.
—¡Sí, él vino a ayudarnos!— Dijo Mavis en primer lugar, seguida de sus hermanas.
—Hizo qué un grupo de mantis se fueran porque nos estaban dando molestias— Dijo Andrea, a la vez que sudaba nerviosa.
—Sí y luego nos pidió ayuda con un proyecto antes de que puedas llegar...— Dijo Annie a lo cual sus dos hermanas la voltearon a ver con mala cara por haber dicho de más.
Sandra suspiro molesta una vez escucho a sus hijas, para luego de unos segundos dejar en claro su punto de vista.
—Niñas, entiendo que quieran al Lord y que les caiga bien, pero no pueden dejarse influenciar fácil, es que me molesta verlas pensando en cosas inútiles. Cuando deben estar pensando en cosas como sus entrenamientos, prepararse para cazar y también hacer ejercicio, ya saben lo mucho que odio que los demás las molesten por no ser lo suficientemente fuertes, así que por favor, prometan qué no van a meterse más ideas tontas en la cabeza...— Dijo Sandra mientras veía a sus hijas con una cara de cierta tristeza y preocupación por ellas. Aunque no dejaba ver casi nada de esto.
—¡Pero mamá!--...— Trato de decir Mavis sin embargo, su mamá la detuvo antes de poder decir algo más.
—¡Nada de "pero" ya dije!, es por su propio bien de las tres, Morati puede ser un buen líder pero por algo no es el que dirige la tribu en su totalidad, porque quiere hacer cosas demasiado alocadas— Dijo Sandra cruzada de brazos viendo a sus hijas.
Finalmente y resignadas a darle una respuesta que ella quería oír, las tres crías decidieron hacerle caso, y evitar que se enoje con las tres.
—Okey mamá...— Dijeron las tres al mismo tiempo bajando sus miradas, como si las hubieran regañado bastante.
—Bien, ahora vayan a entrenar, les hablaré cuando la comida ya este hecha...y por favor, háganme caso a mí sino quieren que le diga a su padre de lo que hacían— Dijo Sandra a lo cual las pequeñas se resignaron a asentir e irse de ahí.
Pero Mavis, terca como la mantis que era no estaba dispuesta a no acabar este trabajo que el Lord le había encomendado, es por eso que cuando su madre se había despistado; ella agarro todos sus papeles y decidió a ocultarlos, y el mejor lugar para hacerlo era bajo la misma choza. Un lugar el cual era poco accesible, al menos para un adulto, porque para ella esto era pan comido, luego de haber escondido sus papeles con sus proyectos e ideas. Decidió hacerle caso a su madre y entrenar con sus hermanas.
A la lejanía el Lord Morati veía a las niñas, soltó un suave suspiro para luego darse la vuelta y poner marcha hacia otro lado, antes de que lo vean ahí. Ya había estado demasiado tiempo en un mismo lado de la tribu, y no quería que sus hermanos se dieran cuenta de lo que estaba haciendo en secreto, sin que ellos supieran.
[Más tarde]
La noche había caído sobre la tribu, los guardias comenzaron a hacer sus recorridos para poder asegurarse de que todo estuviera en orden.
La comida había quedado desde hace un par de horas, y ahora las niñas estaban jugando dentro de su habitación, trataban de tirarse al piso una a la otra, teniendo un divertido rato entre hermanas, el cual era visto y escuchado por su madre. La cual estaba sentada en la sala de la choza, en donde solo había una mesa con bancos para sentarse, ella estaba ahí viendo como al fondo del pasillo sus tres hijas se divertían, a veces dejando ver su lado más puro de mantis.
Al competir entre ellas para ver cual sería la qué ganaría de ellas, eso le sacaba una sonrisa ya que podía permitirse saber dentro de ella que sus hijas eran mantis y se podían volver grandes guerreras, y buenas cazadoras. Algo se lo aseguraba, sin embargo salió de sus pensamientos al ver entrar a una figura que reconoció en el momento en el que entro.
Su marido suspiraba molesto, en lo que dejaba su lanza a un lado de la entrada de la choza, Sandra a juzgar por el look y mirada del macho, sabía que no le había ido nada bien.
—¿No hubo suerte hoy?— Le pregunto Sandra a su esposo en lo que se levantaba para irle a servir algo de lo que hizo de comer.
—No, de hecho tuvimos que irnos más allá de nuestras tierras para encontrar algo... Y nada, por eso regresamos tarde, cada día se nos hace más difícil encontrar algo de comida, las presas escasean estos tiempos. Espero que les haya ido mejor a los pescadores— Dijo Es mientras se sentaba en uno de los bancos.
Desde lo lejos Mavis había oído lo que su padre había dicho, así que se detuvo a escuchar con mucha más atención, ya que quería ver si ella podía ayudar en algo, por lo cual dejo de prestar atención a las dos mantis qué estaban detrás de ella peleando entre ellas, para que una u otra caiga al suelo.
—Bueno ya vendrán mejores tiempos, es solo otros de esos momentos donde todo se pone mucho más difícil, pero tarde o temprano saldremos de esta, no por nada de seguro los Lords ya están poniendo de su parte— Dijo Sandra entregándole su cena a su marido.
Se sentó a su lado, mientras que él comenzaba a cenar del caldo que preparo ella.
—Bueno, solo espero que pasen rápido estos días. Estoy harto de tanta búsqueda sin sentido, y no encontrar nada. Ahhhh...solo el tiempo diría que sucederá en un futuro— Dijo Ed cansado y algo agotado, mientras inicia con su cena.
Al oír esto Mavis solo supo que debía ayudar a la tribu ahora más que nunca, digan lo que digan, si no les gustaba era su problema.
Pero ella haría su parte, y no se iba a rendir, pero antes de estar pensando más en lo que iba a hacer, fue tumbada al piso de sorpresa por culpa de sus dos hermanas, las cuales al verla toda distraída aprovecharon para ir a atacarla de sorpresa.
—¡Oigan eso es trampa!— Dijo Mavis enojada con sus hermanas por el ataque sorpresa.
—¡No es trampa si no estabas prestando atención!— Dijo Annie mientras le sacaba la lengua y se iba volando bajo para seguir con la intensa batalla contra Andrea.
—¡Lo que ella dijo!— Dijo Andrea riendo un poco, debido a lo que le hicieron a su hermana mayor.
—¡Ahora verán, vuelvan aquí par de tramposas!— Dijo Mavjs solo para levantarse e irse a jugar de nuevo contra ambas, para poder tener su venganza.
Mientras sus padres veían esto con orgullo, creyendo que sus hijas podrían ser unas buenas mantis a futuro, eso si, Sandra en ningún momento toco el tema de la visita del Lord Morati. O de lo que estaban haciendo, pues ella ya conocía a Ed y su forma de ser, así que mejor disfrutaba de este momento junto a él. Viendo a sus hijas jugar.
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¡Hola! Muchas gracias por haberse quedado hasta el final de este capítulo, espero que este Spin-off les vaya gustando de ser así, no se olviden de votar, comentar que les pareció este capítulo y también de compartir para que más personas puedan leer esta historia de la villana de la historia de Karu.
Que por si gustan se encuentra en mi perfil, actualmente esta pasando por una serie de correcciones y arreglos de incoherencias; así que por el momento no estaré actualizando la historia hasta que acabe de corregirla totalmente.
Bueno yo ya no les quito más tiempo, solo les recuerdo que tengan un buen día, tarde o de serlo una bonita noche, yo me despido de ustedes hasta aquí.
¡¡Hasta la próxima!!
Posdata: Para no hacer que este anuncio de posdata les salga al final de cada capítulo, voy a hacer que ya desde una vez sepan que toda esta historia se encuentra en un proceso de ser reescrita. Pero teniendo los mismos hechos qué ya se vieron, pero solo un poco cambiados. Como con la historia de Karu. Con todo esto aclarado creo que es un buen momento para dejarlos con su día.
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