Vigésimo Sexto
¡Hay un aviso muy importante al final de la historia, léanlo, por favor!
JungHyun estaba cruzado de brazos, sentado en el sillón individual, mientras los cantantes hablaban al otro lado de la sala.
-¿Me pueden recordar por qué lo dejamos pasar? - gruñó Jimin.
-en primera, porque es una falta de respeto cerrarle la puerta en la cara como a muchos nos hubiera gustado hacer... Y en segunda... Porque Jungkook lo invitó.
El mencionado bajó la cabeza.
-¿Me recuerdas por qué lo invitaste?
Kim suspiró, frustrado, y se abrazó a sí mismo, sintiéndose mareado.
-ayer un pequeño perrito se quedó fuera de la casa, todo mojado, lastimado y sucio... Los niños se despertaron, lo vieron, y pues... Lo metimos.
-sabes que no tenemos tiempo para mascotas, Jungkook - suspiró NamJoon -. Apenas y tenemos tiempo para los niños.
-lo sé... Por eso llamé a JungHyun. Él tiene un refugio de animales... Y no podía simplemente mandar a la calle a ese perrito. Si JungHyun podía darle comida, techo y abrigo, pues...
-ay, Kook... - dijo Jimin, abrazándolo, acariciándole el cabello con dulzura mientras Jungkook rompía en llanto contra su hombro -, sé que tenías buenas intenciones... Pero... ¿JungHyun? ¿De verdad? ¿Después de lo que pasó?...
Jungkook se removió incómodo, pero no separó la cara del hombro de Jimin.
Daehyun estaba confundido. No sabía cómo consolar a su mejor amigo, porque no sabía qué era lo que sucedía. Además, Taehyung desprendida ciertas feromonas que le daban la impresión que, si se acercaba a Kim, Taehyung se le echaría encima.
Ya bastante había tenido con la golpiza del día anterior, y no deseaba repetir.
-¿Y el perro por el que se hizo este problema? - preguntó Min.
-aquí estoy - dijo Taehyung, alzando la mano.
-dije perro, Taehyung. Además, te ruego que guardes silencio, porque con él cerca soy capaz de matarte - le gruñó YoonGi.
-por eso. Yo soy el "pequeño perrito"... Me transformé. No sé cómo... Pero lo hice. Por varias horas, hasta que me quedé dormido. En la mañana era yo de nuevo.
Todos se quedaron callados.
-eso explica los ladridos - susurró Daehyun.
-¿Y? ¿Qué hacemos con...?
-¡Hola! ¡Soy NaeByeol! ¿Quién eres tú?
-¡Byeol, vuelve acá! - le llamó una voz femenina.
-disculpe, no queríamos molestarle - mencionó otra vocecita.
-oh, no es molestia. Es un cachorrito adorable.
Todos los adultos voltearon de inmediato a ver a los niños y al adulto que intercambiaban palabras.
Incluso las lágrimas de Jungkook dejaron de correr de un momento a otro.
-¿Y quiénes son ustedes? - preguntó con curiosidad JungHyun.
-¡Somos hermanos! MingSu y Byeol... y SunHee noona - declaró contento el pequeño.
-ah... Bueno, yo soy Jeon-
-JungHyun - interrumpió Jungkook, poniendo tras de sí a los mellizos y a la beta -, no es necesario que le hables a los niños, ¿okay? Cometí un error al llamarte, y lo lamento. Es tarde, por lo que puedes pasar la noche aquí; sin embargo, mantente alejado de ellos.
El hermano del Omega se puso de pie, y se encogió de hombros.
-bien. ¿Puedes decirme dónde no molestaré a nadie?
-el tercer cuarto a la derecha. Ahora te alcanzo y te doy cobijas.
JungHyun suspiró, y se fue al cuarto indicado, dejando en completo silencio la sala.
-¿Quién era él, Jungkook? - preguntó extrañada la beta.
-¡El hermano de TaeTae hyung! ¡El señor era Jeon, y TaeTae hyung es Jeon! ¡Son hermanos! - dijo Byeol con alegría.
Jungkook suspiró.
-es mi hermano...
-pero... - murmuró confundido Byeol, frunciendo el ceño -, eres Kim...
-tengo el apellido de TaeTae, y él tiene el mío... JungHyun es mi hermano.
Los cachorros se quedaron callados.
-¡Tu hermano es muuuuy lindo! - dijo Byeol.
Jungkook hizo una mueca.
-sí... Lo es...
-¡Niños! - llamó Taehyung con una alegría fingida -, ¡vamos a cenar!
-por fin - murmuró SunHee -, creímos que se les había olvidado. Ya son las nueve...
Taehyung sonrió con pena.
-lo siento, nena. Teníamos que resolver un asunto en la escuela de MingSu.
-¿Lograron que el director hiciera algo? - preguntó el mencionado con los ojos llenos de esperanza.
Jungkook lo tomó por el hombro, y le sonrió con tristeza.
-lo siento, SuSu... Pero... Tendremos que cambiarte de escuela...
-¡¿Eh?! ¡¿Por qué?! - exclamó SunHee.
-okay... - dijo Su, restándole importancia con un gesto de la mano.
-¿Qué? ¡No! ¡No te pueden sacar de la escuela! - gritó la beta, molesta.
-no, no. Está bien. Es lo mejor... No quiero volver a ver a esos niños...
SunHee quedó confundida, pero no dijo nada más.
-vayan a comer, ¿sí?
Los menores asintieron, y se fueron. Jungkook, estando solo con Taehyung, suspiró.
-Jungkook...
-ahora no, Tae... Por favor... Sólo... Sólo mantente callado. Sé que yo llamé a JungHyun, pero... No hables. Por favor.
-lo siento...
El Omega asintió, fue a su recámara a recoger algunas cobijas, y, después de tomar profundamente aire, entró a la habitación de su hermano.
-ten - dijo sin mirarlo, extendiéndole las cobijas -. Si necesitas algo, pídeselo a Jimin.
-sabes que me golpeará si le hablo.
Con toda la furia del mundo, Kim miró directamente a los ojos a su hermano.
-mira, JungHyun, no es de mi interés. Dejó de serlo hace tres años.
El hermano mayor suspiró, y guardó silencio.
-¿Tienes hambre? - susurró Jungkook después de unos segundos en silencio que parecieron años.
-no es de tu interés.
-no, no lo es. Es pura cortesía.
-comí con mamá y papá. Hacen comida suficiente como para alimentar a media ciudad. Y claro, como su hijo menor y su marido no los visitan, yo debo comerme todo.
-te tolero muchas cosas, pero no que metas a mamá y papá en esto, Jeon JungHyun. ¡No te lo permito! ¡Es tu culpa que no pueda pararme en mi propia casa!
-¡¿Tu casa?! ¡Dejó de serlo en el momento que preferiste un sueño estúpido a nuestra familia!
-¡No es ningún sueño estúpido, JungHyun! ¡De esto comes!
-¡¿Yo como de tu dinero?! ¡Estás loco! ¡Jamás he tocado ni un centavo de lo que mandas a la casa! ¡Jamás!
-¡Ya no es mi problema que seas un maldito orgulloso! ¡Yo cumplo con mandarles dinero mensualmente! ¡Este sueño "estúpido" compró la casa de mamá y papá, tu departamento, y paga las medicinas de papá!
-¡¿Y cuándo te has parado en esa casa que compraste para ver al padre enfermo al que le pagas la medicina?! ¡Nunca! ¡Nunca, Jungkook, nunca! ¡¿De qué te sirve tanto dinero si no eres capaz de gastarlo en una cena familiar, un viaje con tus padres, o algo así?!
-¿Una cena donde estés tú? ¡Ja! ¿Es una broma? ¡¿Después de lo que me hiciste?!
-¡Mamá y papá no tienen nada que ver en eso, y los castigas de igual manera que a mí!
-¡¿Yo te castigo?! ¡¿Te he castigado por lo que fuiste capaz de hacerme?!
JungHyun se quedó congelado.
Había olvidado la voz del Omega de su hermano... Y no era agradable oírla de nuevo.
Estaba rota...
-tan sólo... Ve con mamá y papá.
-claro. Dime qué días te vas de viaje, y con gusto voy por ellos para llevarlos a algún lugar.
-¿Qué tiene de malo pasar el rato en la casa que les compraste?
-dime que bromeas...
El hermano mayor se quedó callado.
-¿Crees que quiero volver allí? ¿Al lugar donde mi matrimonio casi se acaba, donde mi hermano me traicionó de la peor manera, donde pasé uno de los peores días de mi vida?
-Jungkook...
-no, JungHyun. No voy a pisar esa casa. Mucho menos si tú estás en ella. Si te estoy dirigiendo la palabra, es porque te invité al hogar donde mis amigos y yo vivimos. No sé cómo se me ocurrió recurrir a ti para resolver mi problema, pero lo hice, y estás aquí. No me gusta, pero estás.
-échame, si tanto te desagrado.
-lo haría, pero por el respeto y cariño que te tuve alguna vez no lo haré. Además, mamá me mataría si te pasara algo en el camino.
-puedo irme en carro a la casa, no te angusties.
-de cualquier manera son tres horas sin tráfico a la casa. Si mamá te ve llegando a las doce o una de la mañana, me matará. Prefiero evitar derramar sangre.
-la tuya será, porque apenas Park me vea, derramará la mía.
-lo mantendré alejado. Y, ya que dijiste que no tienes hambre, te dejo. No toques nada.
Y se fue, dando un portazo.
Los niños se le quedaron mirando con un poco de preocupación cuando Jungkook se sentó a la mesa y empezó a comer en silencio.
-hyung - dijo Nae con timidez, captando la atención de su tutor -, ¿te encuentras bien?...
Jungkook sonrió, asintiendo.
Sonrió tan en grande, que sus abultadas mejillas ocultaron una pequeña lágrima.
No, no estaba bien... Pero ya había estado demasiado ausente. No se encerraría de nuevo por sus problemas y dejaría a sus niños solos.
Nunca más.
Que el cisne negro cobre vida cuando rompa esa promesa.
-todo perfecto, mis niños.
-¿El hermano de hyung no quiere comer?
El Omega se tensó.
-JungHyun comió en su casa - intervino Jimin -. Ahorita debe estar durmiendo, así que no hagan mucho ruido, y no se acerquen, ¿okay?
Los cachorros asintieron, confundidos por la forma tan rara de actuar de todos los adultos.
Bueno, casi todos. Daehyun estaba igual o más perdido que los niños, y buscaba un buen momento en el cual poder hablar con Jungkook a solas sin el riesgo que Taehyung lo fuera a golpear.
Así, la familia siguió comiendo en un incómodo silencio. La casa apestaba a feromonas de todos los miembros de la Boyband, mareando a los cachorros.
Después de lo que fue, quizá, media hora, Jungkook ya se sentía más calmado, y le sonrió a su esposo antes de tomar agua, aliviando a Tae, quien imitó su gesto.
-TaeTae hyung, ¿tú conocías al hermano de Jungkook? - preguntó Byeol con curiosidad.
Tanto el mencionado como su esposo escupieron el líquido que tomaban.
Taehyung se hizo para atrás, intentando pararse, pero por accidente la silla se atascó con una parte del mantel, y cayó con ella al suelo estrepitosamente. Trató de agarrarse de Jimin, pero por desgracia también se lo llevó, al igual que toda la mesa (lo que tiró a todo quien estuviera de ese lado de la mesa).
Jungkook, por su parte, se estaba ahogando, tosiendo, y golpeando el brazo de Dae, quien al ver que no estaba jugando, empezó a pegar con un poco de fuerza la espalda de su amigo.
Dae trató de llevarse a Jungkook al baño, pero se tropezó con su propio pie, lanzó un chillido, y se cayó sobre su mejor amigo.
Los cachorros (quienes habían sido los únicos que no se cayeron o estaban llenos de comida), miraron con estupefacción la escena.
-supongo que esto fue mi culpa... - murmuró Byeol con tristeza.
-¡No, no! - dijo Taehyung, quitándose la mesa de encima, y acercándose rápidamente a Byeol para tomarlo de las mejillas -. No es tu culpa, estrellita... Fue... Fue un accidente...
-¡Lo siento, Kook! - gritó Dae, apurado, quitándose de encima de Jungkook, quién se quejó del dolor del golpe que se había dado -. ¿Estás bien?
-n-no... Llévame... Llévame al baño... Por favor, llévame al baño - dijo el Omega con la voz rota, cubriendo su rostro con ambas manos para que los niños no vieran su llanto.
De inmediato Dae cargó a Jungkook y se lo llevó, dejando a todos en silencio.
-debería ir a ver a Kook - dijo Taehyung.
-¡No! - le gritaron los cinco adultos restantes al unísono.
-deja que Jungkook se tome un momento, Tae - dijo YoonGi con sequedad -. Lo necesita. Dae lo ayudará. No te preocupes.
El Alfa se quedó callado. Miró su ropa toda embarrada de la comida que le había caído encima, y gruñó.
-eres un tonto - le regañó Jimin, tocando su cabello, que estaba todo pegostioso por el refresco que lo empapó -. ¡Cuando te vayas a caer no me lleves contigo!
-¡Apoyo a Jimin! ¡Y, por lo que más quieras, tampoco te caigas con todo y mesa! - rezongó SeokJin, quitándose de la cara una nugget empapado de Coca-cola.
-¿Fui el único al que le tocó que le cayera la salsa catsup y la lata de chiles jalapeños...? - murmuró YoonGi con asco.
-comparto tu pena en lo de los jalapeños... - gruñó Nam -, espera un segundo... Dime por favor que no tengo queso en mi pantalón... ¡Rayos, es mi conjunto favorito!
-si esta comida mancha de manera permanente mi ropa, te voy a matar, Jeon - gruñó Hoseok.
-la próxima vez me pondré del lado contrario al tuyo, lo juro.
Taehyung sonrió con pena, pidiendo una disculpa silenciosa.
-no los lastimé o ensucié a ustedes, ¿verdad? - preguntó el Alfa con preocupación a los menores.
-nop...
-regresamos en unos minutos... No voy a esperar a que Kook salga del baño principal. Tae, me voy al baño de tu cuarto y te voy a robar unas camisas. No es pregunta - gruñó Jimin, yéndose al cuarto del Alfa.
Los demás hicieron lo mismo, repartiéndose las habitaciones que sí tenían baños propios.
-estoy seguro que Jimin no me dejará bañarme primero... Así que hablemos un poco en lo que desocupan las regaderas - suspiró Taehyung, sonriéndole a sus niños con vergüenza -. ¿Emocionados por su cumpleaños? Falta ya una semana, ¿no? - dijo con emoción a los cachorros.
-¡Sí! - gritó con alegría Byeol, olvidando la tristeza de haber hecho a sus hyungs ensuciarse y a Jungkook entristecerse.
-¿Por qué reaccionaron así? - de repente preguntó SunHee, sin filtro alguno, haciendo a Tae borrar su sonrisa y tensarse por completo.
-¡Noona! - regañó MingSu -, ¿podrías siquiera tomarte la molestia de ser discreta?
La beta se encogió de hombros.
-¿Y?
Taehyung suspiró.
-es complicado...
-creo que puedo soportarlo - dijo la beta.
-no lo dudo.
-¿Entonces?
-SunHee, basta... - murmuró MingSu, notando cómo los ojos del Alfa se cristalizaban.
-no, quiero saber. ¿Qué sucedió?
-ya te dije. Es complicado.
-ya te dije. Puedo soportarlo.
-es complicado para mí, SunHee. Sé que tú puedes soportar cualquier cosa, pero yo no. Al menos no esto, ¿okay? Y te agradecería mucho si no volvemos a tocar el tema.
La beta frunció el ceño, pero no dijo nada más.
-iré a ver a Kook. Tal vez él me deje bañar. No hagan travesuras, niños. Y... Sun... Te lo pido de corazón, no se vayan a acercar al cuarto del hermano de Jungkook.
Así, Taehyung se fue, dejando solos a los niños.
-SuSu...
-¿Mh?
-quiero ver al perrito...
-como están las cosas, creo que mejor lo vamos a ver mañana, ¿sí?
Byeol hizo un puchero, y no dijo nada más... Por treinta segundos solamente.
-SuSu, tengo sueño... - murmuró, jalando de la playera a su hermano.
-ve a dormir.
-pero no puedo dormir si no vas conmigo...
MingSu suspiró, le sonrió a su hermano, y asintió, ignorando un mareo que quería hacer actor de presencia.
-okay. Pero despídete de los hyungs.
-¡Sip! ¡Buenas noches, noona!
SunHee le sonrió, y se despidió con un gesto de la mano, yendo a su recámara. Ambos mellizos corrieron a las habitaciones donde estaban sus hyungs, y les gritaron desde fuera "¡buenas noches!", recibiendo la misma respuesta. Sin embargo, cuando estaban a punto de despedirse de Taehyung, Jungkook y Dae, un fuerte aroma a molestia golpeó sus sentidos.
-¿Los esperamos o...?
MingSu tocó con cuidado la puerta.
-hyungs, ya nos vamos a dormir... Buenas noches...
-¡Sí, niños, b-buenas noches! ¡Dennos un segundo, ahorita vamos a arroparlos!
Byeol aplaudió, contento.
Los mellizos vieron su tarea terminada, pero, al pasar frente a la habitación de invitados donde estaba el hermano de Jungkook, Byeol se detuvo.
-hay que despedirnos de él...
-nos dijeron que no nos acercáramos.
-pero está solo... Y es feo que nadie te diga que duermas bien...
MingSu suspiró, y pasó la mano por su rostro, frustrado.
-treinta segundos, Byeol. Yo te cubro.
Nae soltó un chillido de alegría, abrazó a su hermano y le dio un beso en la mejilla. Luego, tocó a la puerta de JungHyun, y entró.
El hermano de Jungkook se quedó paralizado al ver al niño.
-hey... Eh... ¿Qué necesitas, pequeño? - preguntó con una dulce aunque incómoda sonrisa, arrodillándose frente al cachorro.
-nada, sólo quería desearle a hyung buenas noches.
Y acto seguido Byeol le dio un fugaz abrazo.
-¡Hasta mañana! - se despidió, y salió de la habitación.
...
-¡Ya te dije que olvidé cancelar su venida! ¡Estaba tan exhausto por buscarte toda la estúpida noche que ni siquiera recuerdo cuándo le pedí a JungHyun venir! ¡Además, es tu culpa! ¡Si no hubieras aparecido con el aspecto de un pobre e indefenso perrito, no lo habría llamado! ¡O si te hubieras transformado cuando te busqué por horas, habría recordado pedirle que no viniera!
-¡¿Mi culpa?! ¡No podía transformarme de vuelta en un humano, Kim Jungkook! ¡Lo sabes!
-¡No, no lo sé! ¡Es lo que dices, pero mayormente lo que dices y lo que haces son cosas por completo diferentes!
-¡Dijiste que ibas a confiar en mí!
-¡Confío en ti, pero no con él cerca!
-¡Eso no es mi culpa, Jungkook! ¡Sé que cometí un error, y lo lamento! ¡Pero no puedes simplemente odiarme a muerte cada que ves a tu hermano! ¡No es justo! ¡Yo no siquiera quiero tenerlo aquí!
-¡¿Crees que yo sí?! ¡¿Crees que disfruto todo esto?! ¡Taehyung, no puedo ver a mi hermano a la cara! ¡No tienes idea de cuánto me estoy esforzando para no ponerme a llorar, ni golpearlo, ni echarte de la casa! ¡No lo sabes!
-¡Pues ayúdame a comprender, Jungkook! ¡No soy adivino, ni telépata! ¡No puedes esperar que haga o no haga algo si no me dices nada!
Jungkook iba a gritarle, a sacarlo del baño a empujones... Pero Daehyun, al notar sus intenciones, lo tomó de la mano, y negó con la cabeza cuando cruzaron miradas.
-¿Puedo?... - murmuró suavemente Dae, mirando con tranquilidad a los ojos de la pareja.
-no.
-sí.
Los destinados se miraron entre sí con el ceño fruncido.
-no tiene el derecho de opinar sobre nuestra relación.
-¿Y qué vamos a hacer? ¿Gritarnos? ¿Pelear? ¿En serio quieres eso? Porque te juro que traigo mil cosas atoradas. Oh, y con la llegada de mi amado hermanito, mil más.
Taehyung gruñó, y se cruzó de brazos.
-adelante, Hyun.
-en primera, Jungkook, debes respetar las decisiones de tu Alfa. Si él dice no, es no.
-¡Pero...!
-basta, Je- ¡Kim! Taehyung respeta tus decisiones. Durante todos estos meses lo he visto ceder a tus deseos, a tus ideas, sin que le des mucho peso a su opinión. Un matrimonio no funciona bien así, Jungkook.
El Omega se quedó callado, maldiciendo entre dientes mientras se cruzaba de brazos como un niño regañado.
-en segunda, y va de nuevo para ti, Kim, Taehyung tiene razón. Si no le dices lo que te molesta, ¿cómo esperas que tu esposo no haga las cosas mal? Estás dejando a Taehyung caminar a ciegas en el laberinto que pueden ser tus deseos, y aunque sé que ambos son lo suficientemente adultos como para saber qué hacer y qué no, su matrimonio se debe basar en la comunicación.
Jungkook suspiró, sintiendo que quizá, y sólo quizá... Sí había sido un poco injusto con su TaeTae.
-en tercera, y aunque no es algo que me corresponde decir porque no conozco la historia de nada, deben arreglar sus problemas.
La pareja compartió una mirada incómoda.
-Taehyung, a ti no te puedo decir nada porque no somos amigos. De nada. Quizá en algún futuro me llegues a contar tu historia, pero hasta que eso suceda, no me voy a entrometer en asuntos personales.
Taehyung asintió con la cabeza, agradecido.
-en cambio tú, Kook... - suspiró Dae, mirando a su amigo con una débil sonrisa -, sí te quiero pedir un favor... Trata de arreglarte con tu hermano... No sé qué problemas hayas tenido con él, pero... ¿Realmente es tan grande como para mandarlo a una habitación completamente alejado de todos y no dirigirle ni la mirada?...
El Omega asintió, con los ojos llenos de un fuego helado que erizó la piel de su amigo.
-bien... Entonces no me meteré en eso...
Jungkook suspiró, y asintió.
-oigan, par de tontos. Ustedes son la pareja más hermosa que he visto en mi vida... Disfruten su matrimonio. Perdónense... Es un largo proceso el de perdonar... Pero verán que vale la pena. Y ustedes... Vaya, en serio. Están hechos el uno para el otro. Y no lo digo porque son destinados.
Daehyun les brindó una suave sonrisa, y salió del baño, dejando a la pareja sola.
-lo lamento - murmuró Taehyung -. Sí, es verdad que si me hubiera transformado cuando me buscabas no estaríamos en esta situación... Y, si no hubiese hecho lo que hice años atrás, de igual manera no estaríamos en esta situación... Perdóname, Jungkook. Lamento si actúo como un idiota... Lamento mucho haberte dañado...
Jungkook suspiró, y asintió.
-también lo siento, Tae. Si hay falta de comunicación en nuestra relación es por mi culpa. Lamento guardar mis sentimientos y explotar cuando me preguntas por ellos...
-no podemos seguir así... - señaló Taehyung.
-lo sé... Una de dos, o vamos a terapia, o lo resolvemos nosotros mismos.
-no nos ha resultado muy bien la última opción...
-sí... Supongo que entonces tendremos que ir a terapia...
Taehyung asintió.
-vamos a estar mejor... Lo presiento. Esto no es el ojo del huracán. La lluvia se terminó...
Jungkook besó los labios de su esposo con cariño, y asintió.
-te amo. En serio.
Taehyung rió, y correspondió el beso.
-también te amo. Más que a nada en el mundo.
-tus labios saben a mostaza...
-los tuyos saben a gloria.
Jungkook rió, avergonzado, y empujó juguetón el cuerpo de su esposo.
-yah, métete a bañar. Los niños esperan a que los arropemos. Deben estar jugando a algo, así que tienes unos minutos.
-tenemos.
Así, entre risas, Taehyung jaló a Jungkook a la regadera, empapándolo.
Después de bañarse, darse mimos, y cambiarse, la pareja fue hasta el cuarto de los mellizos para darles las buenas noches...
Aunque no esperaban encontrarse a un MingSu retorciéndose en el suelo, lloriqueando porque su abdomen dolía mucho.
Bueno... Una nueva tormenta estaba por comenzar... Y vaya que la Luna los pondría a prueba con dureza.
....
Pues bueno.... ¿Cómo digo esto sin que las lágrimas hagan presencia en mis ojos?...
Mis queridos lectores, ¡este es el final de la segunda temporada Un Cambio En El Destino!
Sip, créanlo o no, así es (ojo, sí habrá tercera temporada).
Realmente disfruté muchísimo ribir UCEED. Fue un gran reto, y pasé por muchísimas emociones intensas en el proceso de elaboración.
Con sinceridad, esta temporada me ha gustado más que la primera.
Todos los personajes, todas las escenas de UCEED me marcaron mucho como escritora y como persona.
Y no me puedo olvidar de su apoyo.
En serio, les agradezco mucho los votos, los comentarios, los halagos, ¡todo! Aquello es por lo que me dan ganas de seguir publicando mis historias, porque sé que aunque sea alguien disfruta de los que hago.
En serio, ¡muchas gracias!
Aún quedan por resolver MUCHAS cosas. Desde aquella misteriosa Situación, así como el pasado de nuestros niños y lo que ocurrió durante aquellos seis años de matrimonio que no fueron narrados.
Daehyun también tiene mucho que contar todavía, y nuestra rebelde SunHee aún tiene problemas para sentir que encaja en la familia.
Prometo que aclararé todo. ¡De verdad! Peero aquí va mi pequeño problema: no tengo tiempo.
Y sí, como dije, sí habrá tercera temporada. Pero, por desgracia, no la publicaré TAN pronto. Tengo que organizar las ideas, y, lo más importante, esforzarme mucho para que les guste y se den el tiempo de leerla. Eso lleva tiempo, y tiempo es lo que me falta. Estoy en clases, tengo proyectos extracurriculares, y tengo diez historias más en edición, aparte de tres que están en proceso de publicación.
Ah, y no me puedo olvidar de la portada. Por favor, si conocen a alguien que haga portadas (o ustedes mismos), ¿me darían una mano?
En fin. ¡Prometo estar de vuelta como en dos meses, lista, con ganas y con nuevas aventuras de esta familia tan extraña! ¡De cualquier manera, avisaré por aquí cuándo la tercera temporada esté lista!
¡Hasta entonces!
§†Val†§
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