Capítulo Vigésimo Tercero
Ya habían pasado más de tres horas desde que Daehyun, Jungkook, Jimin, Taehyung, Hoseok, YoonGi y NamJoon habían vuelto al puente para buscar la moneda de Hyun.
Jin se había quedado en la casa con los cachorros, aunque cada media hora Jungkook volvía para ver si todo estaba en orden, y luego volvía para seguir con la búsqueda.
Por desgracia, tal como lo había predicho Tae, no habían encontrado nada.
Daehyun estaba al borde del llanto cuando el reloj dio la una de la mañana, y seguían sin hallar su moneda.
-panda, tenemos que irnos - murmuró Jungkook -. Ya es tarde y no hay luz... Lo siento.
-p-pero...
-panda - dijo el Omega, tomando suavemente sus mejillas -, vámonos... Si quieres, mañana vengo contigo a buscar de nuevo... Pero ya vámonos...
Dae asintió con la cabeza, sin decir nada pues tenía un nudo en la garganta, y siguió a Jungkook, quien indicó a todos que volvían a casa.
Taehyung se quedó unos metros más atrás que todos, caminando con paso pesado por la culpa.
Si no hubiera caído del puente, si tan sólo Daehyun no lo hubiera atrapado...
¿Prefieres haber muerto, haber dejado a tu familia a que una moneda se haya perdido? Eres un idiota, Jeon Taehyung. Un gran idiota, le gruñó su lobo. Sí, es verdad. Daehyun perdió algo importante al ayudarte. Pero esa moneda se puede recuperar. Tu vida no, Jeon. Deja de estar pensando estupideces, y agradece a Dae haberte salvado. Ayúdalo a encontrar su moneda y ya.
-oye - escuchó a su lado, alzando la mirada.
Su corazón dolió al ver el rostro triste de su esposo.
-¿Por qué, Tae?... ¿Por qué volviste?...
El Alfa se quedó callado, sintiendo que se ahogaba.
-¿Por qué rompiste nuestra promesa?
Taehyung quiso decir algo, mentir y jurar que había sido un accidente... Pero no pudo.
-Tae - rogó Jungkook -, ¿por qué? Lo prometimos. ¡Lo juramos por Él!
-¡Ya sé! - gritó con furia Taehyung.
La pareja se quedó en silencio un largo rato, ignorando los llamados de sus amigos para irse.
-los alcanzamos luego - dijo Jungkook a Dae cuando éste fue a pedirles retirarse.
Hyun miró a ambos con pena, sintiendo que por su culpa (de nuevo) estaban peleando.
-me quedo contigo. Te espero.
Jungkook agradeció mentalmente, pues sentía que en cualquier momento tendría una gran pelea matrimonial, y no quería estar solo.
Pero Taehyung no pensó de igual manera.
-no - declaró con voz fría y áspera -. Vete. Esto es entre Jungkook y yo.
Daehyun quiso asentir y salir corriendo de ahí, pero no lo hizo.
A pesar de las lágrimas que estaban atoradas sin la posibilidad de salir en sus ojos, del deseo inmenso de dormir, de su cansancio y estrés, y de las nulas ganas de pelear con Taehyung, Dae se acercó con paso amenazante al alfa de su esposo, y con una voz llena de desesperación y tristeza, soltó:
-no me importa. Si Jungkook me necesita, aquí estaré.
-lo dices como si le fuera a hacer daño a mi propio esposo - gruñó Tae.
-no lo harás.
Y con eso, Dae se alejó un poco, dándoles espacio para que platicaran.
-"no lo harás" - imitó Taehyung con voz chillona.
-¿o sea que me vas a hacer daño?
-¡No, no!... No es lo que quiero decir...
-¿Y por qué lo imitas con tanta burla?
-porque él no me conoce - gruñó Tae.
Jungkook rió con cansancio.
-te conoce lo que yo te conozco. Todo lo que sé de ti se lo dije. Le dije que jamás me harías daño, que eres un Alfa dulce y atento. Le conté lo distraído que eres, y la inteligencia con la que compensas tus despistes... Y ¿sabes qué? Ese "no lo harás" es mío... Porque siempre le dije a Dae eso. "No lo hará. No me dañará"... Y tú sólo te burlas de eso...
-no, Kook, yo...
-¿Me lo vas a negar? ¿En serio? ¿Negarás que te burlas de la confianza con la que lo dijo? ¿De lo que realmente significa?
-¡Ese no es el punto!
-Dae conoce lo que yo de ti - murmuró Kook con la voz rota -. Dices que no te conoce, y tal vez tienes razón. No vive contigo, no te besa, no es tu esposo... Pero incluso yo siéndolo, te desconozco.
Tae se quedó callado.
-creí con firmeza que no romperías tu promesa, y míranos - gruñó, señalando el puente cercano -. Creí que teníamos la suficiente madurez para...
-¿Madurez? - rió Taehyung sin ninguna gracia -. ¿Quieres hablar de madurez, Jungkook? ¡Te encerraste en nuestra recámara por dos semanas! ¡No quisiste hablar conmigo, no quisiste que te consolara! ¡Sólo te encerraste como un niño pequeño! ¡Huiste! ¿Y yo soy el inmaduro?
Jungkook quiso replicar, pero se quedó callado, sabiendo que su esposo tenía razón.
Como un cobarde se había escondido.
-no tienes ni el más mínimo derecho a juzgarme - susurró Tae con la voz rota, apretando los puños -. Al igual que tú, me duele ese día... Pero cuando veo a mi alrededor, buscando consuelo en tus brazos, ¡sorpresa! No estás. ¡Nunca estás!
-¡¿No estoy?! ¡¿Quién es el que te abraza cuando lloras en silencio por las noches de pesadillas, quién te murmura con seguridad que todo estará bien mientras internamente sufre lo mismo?! ¡Yo, Taehyung, yo! ¡Yo soy quien tiene que tragarse las lágrimas, el que no debe mostrar su debilidad! ¡Ya no puedo con eso, te lo juro! ¡Quiero solamente abrazarte, quiero que me beses, quiero sanar contigo! ¡Pero a cada paso hacia delante que damos, nos haces retroceder dos! ¡No es justo!
-¡¿No es justo?! ¡Lo que no es justo que no confíes en mí!
-¡Confié en ti, y mira a dónde has vuelto por unas semanas que te dejé solo!
-¡No puedo ser perfecto, Jungkook! ¡Amo este lugar, a pesar de que hemos tenido graves problemas aquí! ¡Amo las sensaciones que me provoca ver el agua bajo mío, sin llegar a tocarla, adoro sentirme más cerca del cielo!
-¡¿Y yo qué?! ¡Cada que terminamos aquí, algo malo sucede! ¡Dime una única buena cosa que nos haya pasado aquí!
Taehyung no respondió.
-¡¿Lo ves?! ¡Aquí no hay nada! ¡No hay absolutamente nada, Tae! ¡Prefieres volver a este lugar lleno de nuestro dolor en lugar de estar al lado de aquellos niños que nos traen felicidad!
-¡No es cierto!
-¡No estuviste en las dos semanas que me ausenté con los niños! ¡Byeol me lo dijo!
Tae mordió su labio, sintiéndose culpable.
-no es justo - murmuró Tae -. No es justo que me reclames huir cuando tú te escondes...
-¿Esa siempre va a ser tu réplica a mis reclamos? ¿En serio? ¡Lo siento, ¿okay?! ¡Lamento huir, pero tal parece que ni siquiera puedo tomarme ni un minuto para derrumbarme porque de inmediato culpas mi ausencia para hacer tus estupideces!
-¡Lamento eso, Jungkook, de verdad! ¡Pero si tan sólo confiaras en mí, si me dijeras lo que te duele, yo te ayudaría!
Jungkook rió, dejando a Taehyung paralizado.
Era una risa rota, llena de dolor y malos recuerdos.
-¿Otra vez con eso?... - dijo con un hilo de voz el Omega -, ¿de verdad?
Jeon bufó, desviando la mirada cristalizada.
-es la verdad. No confías en mí. Nunca me dices qué te pasa, lo que te molesta, ni lo que te gusta.
-¿Y es mi culpa?
Taehyung se quedó congelado.
-dime, Taehyung - dijo Kim con la voz llena de furia -, ¿acaso es mi culpa?
-creí que habíamos superado eso...
Jungkook se volvió a reír, esta vez dejando que las lágrimas llenaran sus ojos.
-¿Superarlo? ¿En serio? ¿Me reclamas que no confíe en ti, cuando tú fuiste el causante de eso?
Taehyung mordió su labio, mirando el suelo. Si iban a tocar ese tema, saldrían realmente mal.
-¿Te mereces mi confianza? ¿En serio?
-yo...
-confié en qué cumplirías tu palabra y no volverías a este puente. Me fallaste. Confié en que, si llegaba a ausentarme, serías lo suficientemente maduro, consciente, o como quieras llamarlo, como para hacerte cargo de los niños. Me fallaste.
Jungkook hizo una pausa.
Taehyung quería desaparecer, sabiendo lo próximo que saldría de los labios de su esposo.
-confié en que me serías fiel, Kim Taehyung... Y también me fallaste.
-no, Jungkook... No volvamos a eso de nuevo - rogó con cansancio, pasando su mano, con estrés, por su rostro.
-quieres saber por qué no confío en ti. He ahí tu respuesta. Cuando lo hago, me decepcionas.
-¡No estamos hablando de ese estúpido día!
-¡¿Y por qué no?! ¡Si tanta confianza me pides, demuestra que te la mereces!
-¡Ese no es el punto!
-¡Si no lo es, ¿por qué me lo reclamas tanto?! ¡A pesar de todas las veces que has demostrado que no cumples con lo que prometes, a pesar de tus fallos que me afectan, a pesar de todo, sigo aquí! ¡Seguía confiando en ti! ¡Pero hoy has ido demasiado lejos!
Taehyung se quedó helado cuando Jungkook se quitó su abrigo, luego su playera, y por último su camiseta, dejando al descubierto su cuerpo, y una gran mancha de un tono purpúreo en el espacio de la conexión entre el cuello y el hombro.
-creí en ti. Creí que recordarías renovar nuestro lazo con una marca. Creí que no sería necesario decirte, recordarte... Pero me equivoqué.
Jungkook no pudo aguantar más las lágrimas, y éstas bajaron veloces por sus mejillas. Un aroma triste llenó el espacio en el que estaban, y éste puso en alerta al Alfa que estaba a una distancia prudente, buscando su moneda para matar tiempo.
-Jungkook, yo...
-¿Recuerdas todas las veces que te dije que iría por regalos para los niños? Cada mes te daba esa excusa para ir al hospital para que abrieran mi marca, porque mi Alfa se había olvidado de hacerlo.
-cariño...
-¿Qué, Tae? "Cariño...", ¿qué? ¿"Cariño, lo siento"? ¿"Cariño, no era mi intención"? ¿"Cariño, no volverá a pasar"? Busca otras respuestas, sé más creativo. Y mejor actúa, que tus palabras vacías no me sirven de nada.
Jungkook se puso de nuevo las prendas, y se dio media vuelta, dispuesto a irse; sin embargo, una gran mano tomó su brazo con brusquedad, y lo detuvo de un jalón.
-m-me lastimas.... - sollozó Jungkook, asustado.
No obstante, antes de que Taehyung pudiera gritar, llorar, o lastimar más a su Omega, alguien lo empujó con fuerza, y lo alejó de Jungkook con un gruñido.
-¡No te atrevas a tocarlo así! - bramó Daehyun, mostrándole al otro Alfa los colmillos.
-¡No te metas donde no te llaman!
-Hyun... Vámonos... Por favor, panda... Vámonos...
Daehyun le gruñó una última vez a Taehyung, pasó el brazo de manera protectora por los hombros de Jungkook, y comenzaron a caminar hacia la casa del Omega, ignorando ambos los llamados desesperados de Jeon.
-¿Estás bien? - preguntó Dae luego de quince minutos andando en completo silencio.
-no importa - murmuró Kook, limpiando disimuladamente sus lágrimas -. Puedo con esto... No importa...
Daehyun suspiró con tristeza.
-¿Y tú?
-¿Mh?
-¿Tú estás bien? Lamento mucho haberte metido en mis problemas matrimoniales cuando también tienes tus propios problemas...
Hyun sonrió, y despeinó el cabello de su amigo con cariño; sin embargo, no respondió la pregunta.
-panda...
-si soy sincero, ¿tú lo serás conmigo?
Jungkook suspiró, y aceptó el trato.
-no, no estoy bien - rió suave y tristemente Dae, dejando de abrazar a Jungkook para empezar a rascar el dorso de su mano derecha con fuerza, aguantando las lágrimas -. Sabes cuánto me cuesta sonreír. Esa moneda era lo único que me daba fuerza para fingir frente a las cámaras, frente a las personas... Y frente a ti...
-¿Yo? - preguntó asombrado Kook.
-perdón, yo...
-no, no. Está bien. Dime.
Jeon Daehyun suspiró, frustrado, y empezó a arrancar sus cabellos, deteniéndose en medio de la calle.
-no puedo... No puedo verte triste, no puedo soportar que estés herido...
-oye, espera... No es tu culpa que me sienta así.
-lo sé, pero... Desde pequeños siempre has sido tan alegre, y tan delicado... Y me llena de furia que alguien te hiera... Y me cansa tanto tener que sonreír cuando lo único que quiero es ponerme a llorar mientras te abrazo. Quiero absorber tu dolor, y odio tanto no poder...
-Dae - llamó dulcemente Jungkook, tomando las mejillas del otro -. No necesitas fingir conmigo. No quiero que sonrías para ser quien me dé fuerza. Puedo con todo. Estoy bien... A veces sólo necesito tiempo. Sólo eso, Panda. No necesito un actor como amigo. Sólo necesito que seas tú. Triste, feliz, enojado... Simplemente tú, Hyun.
Daehyun asintió en silencio, luego se tragó las lágrimas acumuladas en sus ojos, y dijo:
-ahora sé sincero conmigo, Kook. ¿Cómo te sientes?
Jungkook negó con la cabeza, y soltó un suspiro lleno de...
Vaya, de todo.
-no lo sé. Estoy furioso... Triste, arrepentido, frustrado, decepcionado, cansado... Me siento tan cansado...
Jungkook jaló de la manga a su amigo, y retomaron el camino a casa.
-Taehyung... ¿Te engañó?
Jungkook se puso tenso, pero no dejó que su cuerpo temblara.
-sí. No importa. Sólo... Vamos a casa...
Daehyun asintió, arrepentido de haber preguntado por eso, aunque furioso con Taehyung por haber hecho aquello.
....
Los niños ya estaban profundamente dormidos para cuando Dae y Jungkook llegaron.
Por otro lado, SunHee se veía más que despierta. Apenas los amigos cruzaron la puerta, ella ya estaba jalando a Jungkook hacia su recámara.
-¿Estás bien? - preguntó confundido el Omega, tomando asiento al lado de la chica en su cama.
-necesito pedirte algo - dijo la chica con voz firme, pero con el labio temblando y las mejillas rojas como cereza.
-oh, claro - murmuró decepcionado Kim, creyendo que la chica no lo vería más como un simple banco o una tienda.
-puedes... ¿P-puedes darme... Un abrazo?
Los ojos del Omega brillaron de emoción, y una preciosa sonrisa abarcó sus labios. De inmediato asintió, emocionado, y se acercó a la Beta, envolviéndola en un cálido y hermoso abrazo.
SunHee, al sentir cómo su tutor la apretaba con dulzura, no pudo evitar romper en llanto.
-¿Qué sucede, nena?... ¿Qué te atormenta?...
SunHee escondió su rostro en el cuello de su tutor, aspirando profundamente el dulce aroma que emanaba... Aunque frunció ligeramente el ceño cuando también un ligero rastro de roble y naranja inundó sus sentidos.
Ambos se quedaron en silencio un largo rato, sólo abrazándose.
Finalmente, SunHee habló, con la voz completamente rota:
-mi hermano murió este día... Cinco años atrás...
Jungkook se puso tenso, y guardó silencio, dejando que la Beta soltara todo lo que tenía dentro.
-hoy, a la una de la mañana con veinticinco minutos, el corazón de mi hermano se detuvo... Y yo... Yo me quedé sola... M-mi hermano murió por mi culpa... Y ni siquiera recuerdo su nombre... - sollozó -, no puedo... A él, quien todo me dio, el que me protegió, el que me salvó, el que murió por mí... N-no me acuerdo de él... No sé si nombre, no recuerdo su cara, ¡no puedo recordar su voz!... Sólo es una sombra.... Una sombra en mis recuerdos, un fantasma en mi vida... Sólo es eso... Un espacio en blanco.
Jungkook acarició dulcemente el cabello de la chica mientras ella lloraba, poniendo todas sus fuerzas para no hacerlo también.
Poco a poco, SunHee se fue quedando dormida, hasta que sus leves ronquidos, interrumpidos ocasionalmente por sollozos, llenaron la habitación.
El Omega, entre enternecido y dolido por la imagen, besó con dulzura la mejilla de la chica, la cargó, y la acostó en su cama, arropándola acto seguido.
Por unos minutos se quedó observando a la muchacha, pensando en cómo podría hacerla sentir mejor.
Y luego se escucharon diminutas pisadas corriendo.
Jungkook frunció el ceño, confundido. Le dio un último vistazo cariñoso a SunHee, y fue al cuarto de los mellizos, encontrándolos riendo y susurrando.
-¿Qué travesura están haciendo?
Los cachorros dieron un salto del susto, y miraron al Omega con terror.
Jungkook suavizó su semblante molesto cuando notó los ojos llenos de lágrimas de Byeol.
-n-nosotros... P-perdón... P-por favor, perdónanos, hyung - sollozó el chiquillo, extendiéndole al adulto unas llaves.
-hey, hey... No llores, estrellita, por favor. Todo está bien, ¿sí? - susurró con dulzura mientras le secaba las lágrimas al muchacho.
MingSu miró con mucho recelo cómo su hermano de inmediato dejaba de llorar, y casi ronroneaba contra el tacto del mayor.
-díganme qué estaban haciendo.
-escuchamos ruidos afuera. Nos asomamos por la ventana, y es un perrito... Se ve que tiene frío y está hambriento... No podemos dejarlo afuera...
Jungkook suspiró.
-y tomaron las llaves sin permiso. ¿Dónde rayos están todos?
-dormidos... Estaban exhaustos, así que cuando llegaste, cayeron como troncos en el sillón.
Kook hizo una muñeca de preocupación.
-traigan seis mantas del clóset. Vamos a tapar a los chicos, y después dejamos entrar a ese perrito, ¿okay?
Mientras NaeByeol gritaba emocionado que sí, MingSu se limitó a asentir.
Así, los niños y el Omega fueron tapando uno a uno a los adultos, riendo silenciosamente cuando alguno roncaba, y tratando de mantener dormido a uno que otro que se había caído del sillón.
Cuando llegó el turno de Daehyun, Jungkook notó que sus mejillas estaban húmedas y su labio roto de tanto haberlo mordido.
El Omega, triste por ver a su amigo así, depositó un beso en su mejilla, y lo arropó hasta la barbilla con sumo cariño.
-hyung - llamó Byeol al ver las acciones de su tutor.
-¿Qué pasa, estrellita?
-¿Por qué das beso a Hyunie hyung?
El Omega sonrió.
-porque lo quiero mucho.
-pero ¿y TaeTae hyung? A él también le das besitos...
-TaeTae es mi esposo, Byeol. Hyunie es mi mejor amigo. TaeTae y yo nos damos besos en los labios, y Hyunie hyung en las mejillas de vez en cuando... Es... Diferente - murmuró con una sonrisa triste.
Estaba molesto con Tae... Pero le preocupaba que aún no hubiera llegado a casa.
Ya pasaban de las cuatro de la mañana.
-vamos... Vamos a meter al perrito, ¿sí? Dejemos a los hyungs dormir.
Los menores asintieron, y en silencio se dirigieron a la entrada de la gran casa, emocionados por el perrito que estaba afuera y dejarían entrar.
-si trata de morderlos, no se espanten. Intenta defenderse de desconocidos. De cualquier manera, dejen que yo lo meta.
El Omega abrió la puerta.
Había un pequeño cachorrito medio dormido frente a ella. Estaba empapado, temblando. Su pelaje estaba cubierto de lodo, y una de sus patitas sangraba.
Jungkook tomó con delicadeza al can, tratando de no despertarlo.
Era muy pequeño, por lo que no tuvo problema en cargarlo y meterlo a la casa, pidiéndole a los niños que cerraran la puerta.
-ahora vamos a limpiarlo un poco, ¿okay?
Los tres fueron al baño, y cerraron con seguro, por si alguien llegaba a despertarse.
-¡Es tan lindo! - chilló con emoción Byeol, dando saltitos.
El perro abrió los ojos de golpe, y soltó un chillido, aterrado, y trató de huir de los brazos de Jungkook al verse en un lugar extraño.
El Omega trató de no lastimarlo al contenerlo, recibiendo una mordida en su mano.
Sin embargo, cuando el cachorro volteó para gruñirle a los humanos (pues Jungkook lo había soltado por el dolor de la mordida), se quedó helado, bajó la cabeza, y soltó tristes chillidos.
-tranquilo - susurró Kook con dulzura, acercándose a él -. Todo está bien...
El perrito se dejó agarrar, lamiendo la herida que le había dejado al Omega antes de que éste lo depositara en la bañera.
-¿Estás bien, hyung? - murmuró Byeol, preocupado.
-sí, no fue nada. No te preocupes, cariño.
El chiquillo miró con reproche al pequeño animal.
MingSu, por otra parte, abrió la llave del agua de la bañera ligeramente, mojando el pelaje del cachorro, sonriendo ligeramente cuando éste estornudó.
-hey - llamó el muchacho, llamando la atención del can -. Eres muy lindo. ¿Me dejas limpiarte?
Cómo si entendiera, el perro se acercó a la mano enjabonada del menor, y se restregó suavemente contra ella. MingSu, satisfecho, empezó a enjabonar el pelaje del animal, tarareando una canción.
Jungkook sonrió dulcemente, y, con discreción, sacó su teléfono y le tomó una foto.
Byeol jaló la camisa de su hermano, y pidió con los ojos esperanzados que le dejara bañar también al can.
MingSu le sonrió, asintió, puso jabón en su mano, y le mostró cómo limpiar al perro, guiando sus manos hasta que Nae pudo hacerlo por sí mismo.
Byeol le mostró a Jungkook con una gran sonrisa sus manos llenas de espuma, y lanzó una carcajada cuando, a la más mínima distracción de MingSu, le embarró en la cara toda la espuma que tenía. MingSu de inmediato contraatacó, lanzándole agua de la bañera, riendo.
Y, en un segundo, ambos mellizos estaban sobre su tutor, mojándolo y llenándolo de jabón mientras los tres reían y el perro ladraba.
Luego de unos minutos llenos de risa, agua y jabón, terminaron de bañar al can, lo secaron, y Jungkook curó su patita herida.
-¿Qué tipo de perro es? - preguntó sonriente Byeol.
-uhm... Parece un husky. No lo sé...
-¿Podemos quedárnoslo? ¡Por fi!
Jungkook sonrió con pena a sus cachorros, y negó suavemente.
-lo siento, niños. Carecemos del tiempo que este amiguito necesita. Además, TaeTae hyung ya tiene un perro, y Yeontan llega a ser... Muy... Celoso y territorial. No queremos que nuestro pequeño amigo se meta en una pelea, ¿verdad?
Ambos negaron, decaídos.
-miren - murmuró Kook, alzando sus barbillas y sonriéndoles -, vamos a llevarlo a un lugar donde cuidan perritos, ¿okay? Tengo un amigo que lo va a querer mucho, mucho, mucho, mucho. Además, podremos ir a visitarlo cuando quieran.
El semblante de los niños cambió por completo, y unas brillantes sonrisas abarcaron sus labios, y celebraron saltando y riendo.
-bueno, ya, a dormir. Mañana lo llevaremos con JungHyun.
-¿Tu amigo?
-bueno... Es mi hermano...
-¿Hyung tiene hermano? ¡Genial!
Jungkook se hizo pequeño, incómodo.
-¿Podemos dormir con él? - preguntó Nae.
-uhm... Está herido, pero si él quiere...
Byeol trató de agarrar al perrito, pero éste retrocedió, y se escondió tras Jungkook.
-creo que quiere dormir con hyung - rió el menor.
Byeol se despidió con una caricia del can, y un beso en la mejilla del Omega, y salió entre saltos de vuelta a su habitación, bostezando.
MingSu hizo lo mismo, pero antes de irse, preguntó:
-¿No te llevas bien con tu hermano?
Jungkook volvió a encogerse.
-no, sí... O sea... Mi hermano y yo nos llevamos bien.
-no soy tonto, Jungkook hyung. Recuerda que soy más grande de lo que aparento, y me doy cuenta de casi todo.
Jungkook suspiró.
-lo sé, lo sé... Lo siento. Es sólo que... JungHyun y yo peleamos hace mucho. Sólo nos hablamos cuando son emergencias.
-¿Por qué pelearon?
Kim trató de que sus ojos no se anegaran en lágrimas, pero falló.
-son cosas de adultos, SuSu... Te contaré algún día, pero no hoy. Ve a dormir, ¿sí?
MingSu miró con tristeza los ojos cristalizados de su tutor, y se fue, no sin antes darle un dulce abrazo.
Así, Jungkook quedó solo con el perrito.
-pues bien - murmuró, secando alguna lágrima rebelde, y sonriendo al animalito -. Vamos a dormir. Mañana te llevaré con JungHyun.
Y por eso es que necesitas primero pensar, no hablar, Kim Jungkook, se recriminó a sí mismo.
A Taehyung no le gustaría mucho la idea...
Al demonio con él.
Kim suspiró, y se llevó al animal a su cuarto, poniendo en el suelo la cama que su Alfa guardaba para Yeontan.
-quédate ahí, ¿okay?
El perrito ladró, y movió la cola. Se recostó sobre su cama, y se removió, medio incómodo. Se levantó de nuevo, y chilló, acercándose a la cama del Omega.
-es que.... Mira, Cosita, no puedes subir... Mi esposo...
Al demonio con él, repitió en su interior.
-bien. Sube.
El cachorro, contento, se dejó agarrar por Kim, y de inmediato se acomodó en la almohada de Taehyung.
-eres adorable - rió -. ¿Dónde estarán tus dueños?
Pasó casi una media hora en la que Jungkook dio vueltas en la cama sin poder dormir.
-Tae no ha vuelto... - murmuró, levantándose -, ¿estará bien?...
¡Al diablo con él, Jungkook!
No. Es mi esposo, y por mucho que estemos molestos, me preocupa su bienestar.
Jungkook tomó su teléfono, cerró los ojos, pidiendo a la Luna que Tae contestara rápido, y le llamó.
Un tono.
Dos tonos...
Cinco...
Siete...
-el número que usted marcó no está disponible, favor de-
Colgó. Volvió a llamar.
Un tono.
Dos tonos...
Cinco...
Siete.
-el número que usted marcó-
-vamos, Tae... - murmuró, preocupado, llamando de nuevo.
Y luego escuchó una musiquita.
Confundido, fue a la mesa de noche, abrió el primer cajón... Y halló el teléfono de su esposo.
-¡Maldita sea!
Con los ojos empapados en lágrimas fue rápidamente a tomar un abrigo, se lo puso, tomó sus llaves del carro, y se fue; no obstante, antes de subirse a su auto, notó que el cachorro lo había seguido.
-quédate, Cosita.
El can hizo caso omiso y saltó para quedar sobre las piernas del Omega.
Jungkook no dijo nada. Arrancó, y volvió al puente.
Estuvo más de tres horas buscando, gritando el nombre de su esposo... Pero no lo halló.
-¿Dónde estás?... - murmuró, al borde del llanto, dando vueltas por toda la ciudad -, Tae... Aparece, vamos...
No lo hizo, y Jungkook tuvo que volver a casa, pues empezaba a cabecear.
El cachorro en el asiento del copiloto lo miraba con tristeza, y lamía de vez en cuando la mano del Omega cuando éste ya no aguantaba las lágrimas.
Jungkook llegó cerca de las siete u ocho de la mañana a su casa, sorprendiendo a Daehyun, quien, como siempre, era el primero en despertar.
No obstante, al ver la cara de derrota y de "mírame y no me toques" de su amigo, no le dijo nada.
Jungkook llegó a su cuarto, y cerró con dificultad la puerta, pues sus manos temblaban mucho.
Con paso derrotado, se dirigió a su cama, se sentó en la orilla de ésta, y se puso a llorar.
El cachorro a sus pies empezó a ladrar suavemente. Jungkook lo tomó en brazos, lo depositó en la cama, y se acostó.
De inmediato el animalito empezó a lamer su rostro, borrando todo rastro de lágrimas. Jungkook sonrió con tristeza, y abrazó al can suavemente, ocultando su rostro en su pelaje.
Pero un dolor que recorrió su hombro le hizo alejarse.
-pero ¿qué rayos?...
Jungkook bufó, molesto, cuando notó que el animalito había mordido con un poco de fuerza el lugar donde estaba su marca, abriéndola un poco.
A pesar de que dolía, se rió segundos después, con ironía.
-vaya... Mejor me marcó un perro que tú, Tae - le habló al vacío con la voz rota.
Jungkook se volvió a acostar, y abrazó de nuevo al can.
-no muerdas - advirtió -, o de inmediato te llevaré con JungHyun.
El cachorro pareció entender, porque cerró sus ojitos, y se durmió.
Jungkook suspiró, dejó caer una última lágrima y, con un nudo en la garganta, rogó a la Luna:
Por favor... Cuídalo... Que no le haya pasado nada...
Tae, amor... Perdón si no siempre te llego a entender, pero... Vuelve... Sólo quiero que vuelvas. Podemos solucionar todo.... Por favor sólo vuelve a salvo.
Te amo.
...
WENAAS!
Creo que este es el capítulo más largo que he escrito en esta historia...
Cómo están? Ya empezaron sus clases?? Yo sí, y jamás creí extrañar tanto las clases presenciales como ahora. En serio.
No estoy muy segura si podré actualizar cada semana como lo he estado haciendo, pues realmente los estudios consumen el 90% de mi tiempo, y el otro 10% lo dedico a dormir y comer, so... Les pido paciencia. Estoy tratando de acomodar mis horarios para no tener que escribir a las cuatro de la mañana, pero eso tardará un tiempo porque soy demasiado desorganizada.
Pues nada! Hoy sí tengo preguntas preguntosas!:
¿Quién será Él, a quien Jungkook y Taehyung dedicaron la promesa de no volver al puente? ¿Taehyung realmente le habrá sido infiel a Jungkook? ¿Por qué?... Y, ¿por qué razón se habrá peleado Jungkook con su hermano?...
Y bueno! Dejaré la nota hasta aquí, porque la tarea me llama y me urge acabarla! Cuídense mucho, tomen agua, disfruten su día, y hagamos stream a PTD!!! Nos leemos pronto!!!
§†Val†§
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro