Capítulo vigésimo primero
Secretos.
Los secretos pueden salvar o matar, aliviar o destruir. Todo depende de cómo lo digas, cuándo lo digas, a quién se lo digas, y desde cuándo era un secreto.
Pues bien, todos tenemos secretos.
Secretos bobos o sin real importancia... Como haber reprobado un examen de inglés, o haber roto algún jarrón y armarlo para que alguien más sea el culpable...
Pero hay otro tipo de secretos. Secretos que te comen la cabeza, torturan tu alma, y te matan lentamente. Ellos se alimentan del miedo, de la incertidumbre, la desconfianza y el arrepentimiento.
Si alimentas demasiado ese tipo de secretos... Algún día harán explosión.
Tarde o temprano todo saldrá a la luz.
NamJoon miraba varios papeles con el ceño fruncido, mientras trataba de no bufar ante las malas noticias que le informaban por teléfono.
Ese secreto que había estado guardando con recelo empezaba a salirse de control.
Son ese tipo de cosas que, sin importar cuánto pagues, no puedes solucionar del todo.
He ahí un claro ejemplo de que el dinero no lo es todo. Puede comprar silencio, sí... Pero por limitado tiempo.
-no pueden hacer esto, tenemos un trato. La información no iba a ser divulgada. Esto es un delito - susurró con la voz rota, apretando el teléfono con fuerza.
-lo siento, Nam... Estamos tratando de que se vea como una noticia falsa, pero esa enfermera grabó todo...
El moreno jaló sus cabellos con ansiedad, queriendo gritar, lanzar cosas... Proteger a sus amigos...
-¿Dio detalles sobre el incidente? ¿Habló sobre todo?
El hombre al otro lado de la línea soltó un suspiro, igual de angustiado, e hizo un sonido afirmativo.
-no estamos seguros de cómo ha tenido acceso a la información... Se suponía que sólo personal de confianza estaban haciendo las pruebas. Los resultados pasaron directamente a tus manos, Nam. No tenemos duda...
NamJoon volvió a suspirar, cerrando el folder en la mesa, apagando la computadora, y tomando el último trago de su quinto café de aquella hora estresante.
-¿Cómo está Jungkook?
Kim no supo si había reído, sollozado, u otra vez suspirado.
-si quiere saber si ha salido de su habitación, no, no lo ha hecho.
-necesito que lo saques, Nam.
-¿Para qué? ¿Para ordenarle sonreír y ser el idol perfecto? Con todo respeto, Bang PD nim, no lo haré. Kook no se siente bien, no es un robot. ¿Acaso no fue suficiente lo de la última vez? ¿Quiere que esta vez sea más grave? Tenemos suerte de que no haya sido más que un colapso.
PD guardó silencio.
-necesito ese artículo borrado de internet - gruñó Kim -. Ya bastante tienen Kook y Tae como para cargar con esto.
El contrario suspiró.
-haremos lo posible. Mientras tanto, no le digas a nadie. Hemos logrado que no se haga tendencia. No preocupemos al grupo con esto.
-bien. Debo colgar, Bang PD nim.
Con las debidas despedidas, ambos hombres colgaron, cada uno jalando sus cabellos en sus correspondientes hogares.
Con paso pesado, NamJoon fue a la sala, sonriendo un poco cuando halló a los niños jugando con SeokJin, Jimin, YoonGi y Hoseok. Le extrañó no ver a Daehyun ahí, pero restó importancia al tema.
-¿A qué juegan? - dijo con dulzura a los cachorros.
-es un juicio en el que se juzga a Marianne por haber asesinado a su esposo y a sus hijos mientras dormían - dijo contento NaeByeol, mostrando con orgullo el martillo de juguete y la playera negra de Taehyung que le quedaba como toga -. Yo soy el juez, SuSu es el detective que desarrolló la investigación, Jin hyung es el abogado de la fiscalía, Suga hyung es el abogado del acusado, y Minnie hyung es el acusado.
-¿Y Hobi?
El niño sonrió con mayor fuerza, corriendo hasta donde estaba el Omega, abrazándolo con cariño.
-¡Hobi hyung es mi sol! ¡Él me ayuda a ser un buen juez y me hace reír mucho! Además, es parte del jurado, conformado por J-Hope, Hoseok, el señor Jung, Hobi, Jung Hoseok, Hoseokie, y ya.
-¿Sabes lo que significa todo lo que acabas de decir? - preguntó con sorpresa el líder de grupo.
-ni una palabra - sonrió el chiquillo -. Pero no hace falta. SuSu es quien hizo todo, y me explicó un poco lo que haré.
NamJoon abrió los ojos, realmente impactado, cuando MingSu le extendió un sobre amarillo, el cual contenía dibujos bastante detallados de una escena del crimen, fotos de jugo de manzana en el piso representando la sangre, y la "evidencia" adjunta, compuesta por armas de juguete.
-¿Tú hiciste esto?
MingSu asintió, con el rostro completamente rojo.
-¿Lo viste en alguna serie?
El niño se encogió de hombros.
-lo he olvidado.
NamJoon, entre preocupado e impresionado, tomó asiento en el sillón, formando parte de la audiencia de peluches.
-¿En qué parte del juicio van?
-Marianne fue declarada culpable de homicidio en primer grado. El jurado va a decidir si es condenada a muerte o cadena perpetua - explicó MingSu.
-sip. Es mi hora de brillar - rió Hoseok suavemente.
-en mi opinión deberían matarla - susurró el cachorro.
-¿Dijiste algo, SuSu?
-¿Jungkook hyung saldrá pronto de su habitación?
Los adultos se miraron entre sí, y suspiraron.
-no lo creo, Su. Kook... No se siente muy bien...
El cachorro asintió, desanimado.
-es turno de que el acusado presente su defensa - declaró con voz cantarina Byeol.
Así, más de media hora estuvieron en un debate, condenando a Jimin (aka Marianne) a muerte.
A diferencia de como NamJoon creyó que iba a ser, el "juicio" había sido bastante divertido, interesante y bien elaborado. Cuando YoonGi daba un argumento para salvar a Jimin de la pena de muerte, Jin, con ayuda de MingSu, contraargumentaba.
MingSu se tomó el tiempo de hacerle una entrevista a varios peluches (con la voz prestada de Jimin y Jin para hacerlo justo). Por desgracia para Jimin/Marianne, el chiquillo era muy astuto, y en menos de dos minutos lograba poner en aprietos a los que estaban en contra de la pena de muerte.
-el jurado decidirá.
-¿Puedo formar parte del jurado? - dijo MingSu con cautela, sonriendo de manera hermosa cuando Hoseok le dijo que sí.
-¿Tú qué opinas, SuSu? - preguntó el rapero cuando estuvieron a solas.
-estoy de acuerdo con la pena de muerte - soltó sin dudar el niño.
-¿No crees que es un poco... Inhumana?
-los actos que Marianne hizo son inhumanos. ¿Por qué habríamos de tratarla de una manera diferente?
¿Sí sabes que es un juego, verdad, bebé?
-tal vez si tenemos piedad con Marianne, ella pueda redimirse...
-¿Y si actúa? Podría dañar a alguien más.
-la cadena perpetua sería la solución.
-¿Y si escapa? Hace unas semanas varios prisioneros lograron hacerlo, y la prisión en la que estaba se supone que es la más segura del país.
-es un caso aislado.
-¿Qué me dices de Black Mamba? ¿O del Diablo Jeon?
-errores.
-no los han atrapado.
-lo harán.
-debieron sentenciarlos a muerte.
-SuSu, no. Son humanos. No debemos matarnos entre nosotros.
-¿Pero hay que olvidar que ellos mataron? ¿Olvidar que Marianne mató no sólo a su esposo, sino a sus hijos?
El Omega suspiró.
-¿No es peor castigo el diario arrepentimiento?
-dudo mucho que se arrepienta.
-¿Por qué no? Jimin se puso a llorar mientras se le acusaba de homicidio en primer grado.
-Jimin hyung es el actor. No sabe si el personaje que representa siente o no arrepentimiento.
-lo sabe, porque es quien le da vida.
MingSu quiso refutar el argumento, pero no supo cómo.
-cederé - gruñó -, pero no porque crea que tienes razón. Estoy más que convencido de que ese tipo de personas merecen la muerte.
El pequeño aguantó las lágrimas y fue a dar la decisión del jurado. Luego de que le dictaran cadena perpetua a Jimin, MingSu suspiró y se fue a su cuarto, alegando que estaba muy cansado. NamJoon, extrañado, le siguió, no sin antes prometerle a Byeol jugar con él.
NamJoon entró a la habitación del niño en silencio, encontrándolo quitándose la playera para ponerse su piyama.
El horror recorrió todo su ser cuando notó mil y un cicatrices en la espalda del menor.
-MingSu....
El chiquillo dio un respingo y volteó a ver al Alfa con terror y los ojos desorbitados, poniéndose la parte de arriba de la piyama con prisa.
-h-hyung... Yo... Eh...
-¿Quién te hizo eso?
El rostro del menor se puso blanco.
-n-no sé de qué habla, NamJoon-ssi...
El Alfa se acercó, pero al ver que el contrario trataba de retener las lágrimas y empezaba a temblar, le dio espacio.
-tienes tu espalda llena de heridas... ¿Quién te hizo eso?...
-nadie. T-tal vez me caí de algún lado y no me di cuenta que me lastimé... P-pero no duele...
-SuSu, dime. Estoy aquí para protegerte.
La risa que soltó el niño lo dejó helado.
-¡Vaya! E-eso es un alivio. No es como si jamás me hubieran dicho eso...
-la diferencia es que yo no miento. Quizá Jungkook y Taehyung tienen tu tutoría, pero eres parte de nuestra familia, y nos cuidamos entre nosotros. Voy a preguntar de nuevo: ¿quién te hizo eso?
MingSu secó sus lágrimas con una risa ronca, sin saber cómo responder.
Había perdido la cuenta de las personas que dejaron una marca en su cuerpo.
-vivos. Muertos. Da igual. Estoy bien.
-MingSu...
-váyase.... P-por favor... Hyung, no quiero herirlo con mis palabras si llego a explotar, no quiero que me vea así, no quiero... Quiero ser el niño perfecto, me quiero quedar aquí... - dijo sollozando -. Si me ven tan débil, tan herido, tan horrible, me devolverán. Nos devolverán a ese lugar... No quiero, hyung... No quiero... Por favor, váyase...
-pero...
-¡fuera!
El alfa se quedó de piedra por unos segundos.
¿Acaso le había hablado con voz de mando?…
-si me necesitas, estaré con Byeol...
Luego de darle una mirada llena de pesar, el alfa se retiró de la habitación, dejando solo a ese muchacho entre sollozos.
Al verse a salvo, las manos de MingSu comenzaron a temblar con fuerza, y un tic en su ojo se hizo presente.
Asustado, pues tenía años que aquel tic había desaparecido, se abrazó a sí mismo, tratando de calmarse.
Poco le funcionó.
Muy lentamente todas aquellas "manías" (como Ella les decía) se hicieron presentes una a una, volviendo doloroso incluso respirar.
Sus manos se movían contra su voluntad y jalaban con fuerza su cabello, y sus mejillas. Sus dientes comenzaron a morder fuertemente sus labios, dañándolos, y su lengua chasqueaba tanto que le empezó a doler el paladar.
Bueno... No sólo el paladar.
A sus oídos llegó el llanto de un bebé, en su piel volvió a sentir el calor del fuego, su garganta se cerró al tener una mano imaginaria sobre ella, y las lágrimas bajaron veloces cuando ese fantasma de su pasado se colocó frente a él y le sonrió.
-no eres real - gruñó -. No eres real, no eres real, no eres real...
Alguien tocó a su puerta con cuidado, pero lo ignoró, dando por sentado que era otra alucinación.
Tantos años manteniendo el control para que un estúpido juego acabara con todo...
MariAnne.
Mari. Ann.
Maldita sea...
Ante su descubrimiento, las ganas de devolver todo lo que consumió en el día lo inundaron, por lo que fue corriendo al baño de su habitación y permitió que su cuerpo colapsara y sacara todo lo que tenía en el estómago.
¿Cómo pude ser tan estúpido?..., se reclamaba mentalmente.
¿Por qué lo permitiste?...
—Mingie~
Los ojos de MingSu se abrieron como platos, completamente sorprendido, y se le formó tal nudo en la garganta que sentía que no respiraba...
—Mingie, ¿dónde estás?
Se cubrió los oídos, temblando como nunca antes lo había hecho.
-no, no, no...
—Mingie, juega conmigo~
El muchacho vio la puerta abrirse.
Eso era nuevo.
Podía esperar cualquier cosa, pero no eso.
¿Me estoy volviendo loco?
Asustado, corrió a esconderse en el buró del lavabo. Cerró los ojos con fuerza y trató de callar sus sollozos, temeroso a que le encontrara.
—Mingie... Tengo miedo, Mingie....
-no es real, no es real, no es real...
El silencio se hizo en la habitación, y sólo se escuchaba la respiración irregular de MingSu.
—¿Mingie?...
El chiquillo negó con la cabeza muchas veces, repitiéndose una y otra vez que nada de lo que sucedía era real, que todo estaba en su dañada cabeza.
Lo estoy inventando. Lo hago para llamar la atención. No es real, MingSu. ¡Despierta de una vez, maldita sea, y deja de ser tan raro!
—¿Mingie? Mingie, está afuera... Me está buscando, escóndeme...
Las náuseas volvieron con fuerza.
Perdóname... Perdóname, mi cielo, perdón... Pero no eres real.
Pasos se empezaron a escuchar cerca de su escondite, y alguien susurró su nombre nuevamente.
Luego de unos segundos en completo silencio, su cuerpo empezó a acalambrarse, por lo que trató de acomodarse en aquel reducido espacio sin hacer ruido; sin embargo, su cabeza golpeó con fuerza una de las paredes del mueble con un ruido seco.
—uno, dos, tres y cuatro, voy a buscarte, Mingie~
Los pasos que tanto temió se acercaron a donde estaba con prisa, y juraba que podía escuchar su respiración.
Silencio...
Y luego...
Un ruido se escuchó tras de sí, y una respiración caliente y entrecortada chocó con su mejilla.
—te encontré.
MingSu lanzó un gritó cuando sintió (juraba por la Luna que en serio sintió) unas manos tocar su hombro.
Alarmado, salió de su escondite, tratando de huir de esos fantasmas que tanto lo atormentaban.
No obstante, chocó con algo, y lanzó otro grito al mismo tiempo que tiraba golpes al aire.
-¡MingSu, carajo, soy yo!
El muchacho, confundido, abrió los ojos, y se encontró con el rostro medio enojado, medio preocupado de SunHee.
-¿Eres real? - murmuró con la voz rota, tocando su rostro con los dedos temblorosos.
-obviamente soy real. ¿Estás loco o qué?
-tal vez sí... ¿Estoy loco? ¿Crees que estoy loco?
SunHee entró en pánico cuando vio los ojos del menor llenarse de agua.
-no, no... No vayas a llorar... Era una broma...
MingSu se quedó callado, mordiendo con fuerza su labio para no soltar sus lágrimas.
-oye... ¿Qué pasó? Estabas gritando...
El muchacho rechazó con gentileza la mano que le entendía la adolescente.
-lo digo en el mejor de los sentidos: no te importa.
-¡Claro que me importa!
-nos has rechazado a Byeol y a mí desde el principio. Veo tus muecas de fastidio cuando tienes que cuidar a Byeol.
SunHee se quedó callada, sin saber cómo negar esa acusación.
No es que fuera mentira... Pero tampoco era toda la verdad.
Ambos se sumieron en un incómodo silencio en el que únicamente eran audibles los sollozos del menor.
-sí me importa... - susurró la beta luego de una corta eternidad.
-mientes... No me mientas....
-no lo hago. Me importa... Pero no sé cómo demostrarlo.
MingSu trató de hacer oídos sordos. Había escuchado antes más de mil excusas similares.
-yo tenía un hermano - dijo ella -. Era fuerte, inteligente, amable, cariñoso...
Silencio.
-¿Cómo se llama? - susurró MingSu con la voz rota. El camino que tomaba la conversación no se veía muy prometedor.
-se llamaba - corrigió SunHee -. No sé cómo se llamaba.
El muchacho frunció el ceño, muy confundido.
-¿Olvidaste el nombre de tu hermano?
La beta sonrió con tristeza y asintió.
-una bala atravesó mi cráneo - murmuró, haciendo a un lado su cabello, y golpeó suavemente una parte de su cabeza, emitiendo un ruido metálico. MingSu, lleno de curiosidad, tocó esa parte también -. Logré sobrevivir y me pusieron esta placa de metal... Pero mi memoria está incompleta. Tengo lagunas que me son imposibles recordar. Una de ellas, la más dolorosa, grande y honda, es mi hermano. Sé que tuve uno. Sé que era mi único apoyo. Sé que era maravilloso, y que dio todo para protegerme... Pero no recuerdo ni su nombre ni su rostro. Nada. Ni su color de ojos, ni la suavidad de su tacto... Sólo tengo una imagen borrosa. Mi hermano sólo es un recuerdo perdido.
Y su muerte una pesadilla constante.
-MingSu, no es que no me importen. Me importa todo lo que te suceda a ti y a Byeol... Pero he olvidado cómo ser una hermana. Lamento eso. Lamento que tengas que llorar a solas, y lamento escucharte y no hacer nada. Lo siento.
MingSu secó sus lágrimas con el antebrazo y le sonrió con dulzura a la chica.
-gracias, SunHee.
El menor se acercó a la beta y le dio un abrazo, escondiendo su rostro en su cuello.
Un suave y agradable aroma inundó sus fosas nasales, y llenó su cuerpo de tranquilidad, mientras pocas lágrimas seguían bajando por sus mejillas.
-¿Quieres contarme?
MingSu dejó de respirar por un segundo.
Está bien... Estoy bien...
-solo digamos que... También tengo un fantasma recurrente del que no me puedo deshacer...
SunHee leyó entre líneas, y con fuerza correspondió el abrazo del chico.
Así, por más de media hora, aquellos dos cachorros se sintieron a salvo el uno en el otro, ignorando sus más oscuros pesares, y ahuyentando momentáneamente los fantasmas que cargaban.
Secretos y fantasmas. Vaya combinación.
...
SÉ QUE ES TARDE, LO SIENTO!!
Ayer tuve problemas técnicos en la mañana, en la tarde salí por un laaargo rato, y en la noche me perdí en una ciudad desconocida ;')) Llegué medio muriéndome y me dormí apenas toqué la cama, lo siento!
En fin!! Nuevamente no tengo nada más que una pregunta, y en esta hay MUCHÍSIMAS posibilidades, entonces, consideren hasta lo más impensable: ¿Quién es el fantasma de MingSu?
Varios detalles son importantes en este capítulo, pero para no hacerlos tan evidentes, mejor nos quedamos con esa única pregunta.
Pues nada!! Eso es todo por hoy!! Que tengan un lindo día, una buena semana, cuídense, tomen agua, hagamos stream, y nos leemos pronto!!!
§†Val†§
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro