Capítulo Vigésimo Cuarto
Calor.
Eso es lo primero que sintió al despertar. Un dulce calor abrazando su cuerpo y llenando su triste alma.
Con lentitud abrió los ojos, preguntándose qué era aquello tan... Suave.
Jungkook soltó un chillido y se cayó de la cama al encontrarse el rostro de su esposo a milímetros del suyo.
Desgraciadamente, con el salto que dio, golpeó accidentalmente a Taehyung.
-¡¿Qué pasa, estás bien, a quién mato?! - preguntó exaltado el Alfa, poniéndose de pie.
Jungkook volvió a chillar, y se tapó los ojos cuando el cuerpo desnudo de Jeon dejó atrás las sábanas que lo cubrían.
Jungkook ignoró el sonido de la puerta que se abría con brusquedad, tratando de despertar de aquella vergonzosa pesadilla.
-¡¿Qué demonios está-?!... ¡Oh, mierda, mis ojos! ¡Vístete, Taehyung, por amor a la Luna, vístete! ¡Si van a hacer sus porquerías al menos cierren con seguro, o háganlo en la noche, no a las tres de la tarde!
La puerta se cerró con fuerza, y la pareja se quedó en silencio.
-¿Cariño?...
Jungkook abrió los ojos despacio, y se encontró con el rostro preocupado de Taehyung.
-¡Tae, estás aquí! - gritó, sonriendo y liberando unas lágrimas de alivio, parándose del suelo y aventándose a los brazos de su esposo -, ¡Volviste! ¡Estás en casa, Tae, volviste!
El Alfa rió suavemente, y le devolvió el abrazo a su Omega con fuerza.
-sí, volví...
Jungkook frunció el ceño y se separó de él.
-espera... ¡Volviste! - gritó con furia -, ¡después de haberte desaparecido toda la noche, volviste! ¡Eres un estúpido, idiota, tonto! ¡No tienes idea de cuán preocupado por ti, Alfa estúpido! ¡¿Y tienes el descaro de meterte desnudo a la cama?! - señaló su cuerpo con la cara pintada de rojo -. ¡Eres un...! ¡Un...! ¡Cosita, ataca a este Alfa idiota por hacerme enojar!
Jungkook esperó a que el cachorro mínimo le gruñera a Taehyung, pero ni siquiera eso.
El cachorrito no estaba.
-¿Cosita? - murmuró Jungkook con pánico, buscando debajo de la cama, de las almohadas, en el clóset y hasta en el baño de su habitación, ignorando al Alfa que se estaba vistiendo -. ¡Cosita, ¿dónde estás?! Los niños me van a matar... ¡Cosita!
Volvió a la habitación, encontrándose a Jeon completamente vestido y con una pequeña sonrisa.
-tú - gruñó, apuntando de manera acusadora a Tae -, ¿dónde está Cosita? ¡¿Te lo llevaste?! ¡Querías de vuelta tu espacio en la cama y lo dejaste en otro lado, ¿verdad?!
Taehyung rió suavemente, y despeinó los cabellos de su chico.
-¡No me trates como niño! ¡Estoy sumamente molesto contigo!
Jungkook retiró la mano de Tae de un golpe, y lo miró con fuego y lágrimas en los ojos.
-no volviste en toda la noche, ¡estaba angustiado! ¡No hagas eso, maldita sea!
Taehyung suspiró, hizo a Jungkook sentarse, y le tomó de las manos.
-sí volví anoche.
Jungkook quiso gritarle, llamarlo mentiroso, sacarlo a patadas de su cuarto, pero Jeon le tapó con delicadeza los labios para continuar:
-tú y los niños me metieron a la casa, me bañaron, me curaste. Estuve a tu lado, cariño. En serio.
Jungkook quedó petrificado.
Entonces... ¿El perro?...
-¿"Cosita"? - rió Taehyung -, ¿en serio? De todos los nombres existentes... ¿Me llamaste "Cosita"?
-eres un ser despreciable... - murmuró Jungkook, quitando las manos de encima de su boca.
-lo siento, bebé, no te escuché. ¿Qué fue lo que dijiste, Kookie?
-¡Eres un ser despreciable, Kim Taehyung! - gritó, levantándose de la cama y conteniendo el furioso llanto que se acumulaba en sus ojos -. ¡Te estuve buscando! ¡Pasé cuatro malditas horas haciéndolo, ¿y siempre estuviste a mi lado?!
-Jungkook, no...
-¡Viste cómo estaba! ¡Me viste llorar, me oíste gritar tu nombre, fuiste testigo del pequeño ataque de ansiedad que tuve antes de llegar a casa, creyendo que te había pasado algo!... ¡¿Y qué hiciste?! ¡Nada! ¡Absolutamente nada! ¡Tú, tú, tú! ¡¿Te gustó verme roto, llorando, preocupado?! ¡Pudiste transformarte de vuelta en un humano, pero decidiste quedarte en la forma de ese adorable perro!
Jungkook se soltó a llorar, sintiendo que había sido traicionado, abandonado...
Sólo un objeto de burla y lástima.
-bebé...
-no. No digas nada. Sal de la habitación.
-Jungkook...
-¡Sal de la habitación, Taehyung!
El Alfa tembló ante la voz del lobo de Jungkook. Era ligeramente más grave que la de su esposo, y también más... Defectuosa.
Más... De un Alfa.
Era como escuchar a un Alfa recién presentado jugando con su voz de mando... Y digamos que no era totalmente agradable...
-no - murmuró Taehyung, recibiendo la total y sorprendida atención de Jungkook.
-¿Qué?
-no me iré. Tienes que escucharme.
Jungkook bufó.
-bien. Si tú no te vas, yo sí.
Taehyung detuvo a su esposo antes de que abriera la puerta con un abrazo.
-¡Suéltame! ¡Taehyung, maldita sea, déjame en paz!
-¡Escucha, por amor a la Luna!
-¡¿Qué?!
-¡No me pude transformar, por mucho que lo intenté!
Jungkook dejó de luchar contra el gesto de su esposo.
Taehyung, al notar que su conejito le escuchaba, continuó.
-traté, te lo juro. Cuando te vi en el baño, después de morderte, intenté transformarme... Pero no pude. Lo intenté por horas... Y me dolió mucho no poder consolarte cuando empezabas a llorar. Lo siento.
Jungkook se quedó callado, temblando por la incertidumbre.
-¿Cómo puedo confiar en ti?...
A veces la duda es un arma. Una que lastima a quien la porta, y también a quien la provoca.
Es filo de esa arma atravesaba el corazón de ambos destinados. De manera dolorosa, e insegura.
-una vez más - pidió Taehyung en un roto susurro -. Te pido que confíes en mí una vez más...
Jungkook se rindió, y cedió ante el fuerte abrazo de Jeon, dejando caer la cabeza en el hombro contrario.
-lo siento - murmuraron ambos a la vez.
-¿Cómo es que te volviste tan... Diminuto?
Taehyung rió, y escondió su nariz en la curvatura del cuello de su Omega, dejando después dulces besos.
-no lo sé... Cuando te fuiste me sentí tan indefenso, tan insignificante, tan... Pequeño. Simplemente pasó.
-¿No te duele? ¿Tienes ganas de devolver, de dormir, o algo? - preguntó Jungkook, angustiado, mientras se separaba del abrazo y revisaba a su esposo.
De inmediato la atención del Omega cayó en aquella herida en el brazo del Alfa.
-ven, vamos al baño. Ayer se veía menos... Dolorosa...
Taehyung se dejó arrastrar al baño, y le sonrió con dulzura a su Omega cuando éste le miró, alarmado, cuando, al descubrir la herida, ésta era aún más grande de lo pensado, y había empezado a sangrar.
-¿Qué te pasó? - habló por lo bajo Jungkook, comenzando a limpiar la sangre.
-bueno... Accidentalmente un ciclista chocó conmigo... Yo iba distraído, tratando de transformarme, así que no lo pude esquivar a tiempo...
-esta herida no te la provoca una llanta, Tae...
El Alfa suspiró.
Debía decirle la verdad.
Bueno, en realidad sí había chocado con un ciclista, pero ese moretón no lo necesitaba ver Jungkook.
-fueron unos adolescentes... empezaron a lanzarme piedras, y una me golpeó en la pata....
Jungkook se quedó callado, pero frunció el ceño, bastante molesto con la situación.
Luego de unos minutos, Jungkook terminó de curar la herida en el brazo de su Alfa.
Oh, y por mucho que Taehyung trató de ocultarlo, también descubrió el moretón de su espalda provocado por el ciclista.
-¿Dónde más te duele? - murmuró el Omega al acabar con la herida en la espalda.
Taehyung quiso llorar.
A pesar de haber peleado, de haberlo dejado sin consuelo aún estando cerca, de todo, Jungkook seguía mirando por su bienestar.
Incluso ese día, lo primero que hizo el Omega fue revisar si la mujer, al aventarlo, no lo había dañado.
-aquí - murmuró, tomando la mano de su esposo y posándola sobre su corazón -. Me duele porque traicioné tu confianza, porque te he fallado cuando más me necesitabas... Me duele porque siento que eres demasiado bueno para mí... Lo siento tanto, amor... Perdón...
Jungkook se quedó callado unos segundos. Luego le sonrió a Tae, lo abrazó con cuidado, y acarició sus cabellos dulcemente como si fuera un niño.
-te perdono, Tae. Por todo. Y también lamento huir cuando me necesitas... Lamento si no estoy para ti...
-no, no. Siempre estás ahí... Yo soy el ausente...
-ambos lo somos... Así que vamos a cambiar eso. Enfrentemos nuestros problemas. Juntos. Confiando el uno en el otro....
Taehyung asintió, abrazando más fuerte a su lindo Kim.
Confianza y cariño. Eso basta para combatir al mundo, ¡a la mismísima Luna!...
¿Verdad?....
...
-¡Tienes que decirles! - gritó Byeol inmediatamente de entrar a la recámara después de salir de la escuela.
-¡Que no!
-¡Pero ellos son buenos! ¡Pueden ayudar!
-¡Sé que son buenos y pueden ayudar, pero estoy bien!
-¡Si tú no les dices yo sí!
-¡Nae! ¡Oye, no corras, te vas a lastimar!
Byeol ignoró a su hermano, dejó su mochila en el piso, y fue corriendo hasta el cuarto de sus hyungs, tocando rápidamente.
Un Omega, confundido, abrió la puerta, y le sonrió dulcemente al chico.
-buenas tardes, estrellita. Lamentamos no hacerlos podido dejar o recoger en la escuela. Estábamos... Cansados...¿Qué sucede?
-¡MingSu-!
De inmediato su boca fue tapada por su hermano, quien le sonrió nervioso a su tutor.
-no es nada. Puedo arreglármelas. Byeol es... Muy exagerado. No le crean.
Al lado del Omega apareció su Alfa, abrazando por la cintura a su esposo y mirando con curiosidad a los mellizos.
-¿Qué pasa?
NaeByeol trató de alejarse de su hermano, empujándolo y pataleando, pero ni así logró que le soltara.
-nada, nada - rió MingSu con nerviosismo -. Byeol es un dramático.
-¿Dramático por qué? - cuestionó el Alfa, dejando atrás el sueño para ponerle más atención a sus cachorros, separándose un poco de Jungkook, quién ya tenía el ceño fruncido.
-por... Porque... Eh...
MingSu lanzó un gritó cuando su hermano mordió su mano con fuerza.
-¡A MingSu le pegan en la escuela! - gritó Byeol antes de que su mellizo lo volviera a callar.
-¡Ya te dije que no es cierto! - exclamó furioso el aludido.
-¡¿Te pegan en la escuela?!
-¡No, no! ¡Byeol miente, miente!
-¿Y por qué no querías que nos dijera, si miente? - cuestionó el Omega con el ceño fruncido.
-¡Es que miente! - gritó desesperado Byeol.
-¡No miento!
-¡Cállate, Byeol! ¡Ya cállate!
El silencio se hizo, y el chiquillo empezó a derramar varias lágrimas. MingSu, alarmado, trató de abrazarlo, pidiéndole perdón apresuradamente; sin embargo, fue empujado.
-¡Quiero ayudar! - gritó Byeol, empujando de nuevo a su hermano con fuerza -. ¡Quiero ayudarte y que seas feliz, pero no me dejas! ¡No dejas que nadie te ayude!
-¡No necesito ayuda! ¡Estoy bien!
-¡Mientes! ¡Tú eres el mentiroso!
-NaeByeol, en serio. Ya cállate - gruñó MingSu, empezando a enfadarse de verdad.
-¡Siempre me dices eso! ¡Que me calle!
-¡NaeByeol, lo digo seriamente! ¡Ya basta! ¡No quiero herirte si exploto! - gritó desesperado MingSu, arrancando sus cabellos con furia.
-niños, no creo que gritar sea...
-¡¿Por qué no quieres que nadie te ayude?! ¡No me dejas abrazarte cuando lloras en las noches!
-Byeol, cariño, yo creo que...
-¡No necesito que me abrace nadie, Byeol! ¡No te necesito!
Eso dejó sin aire al pequeño Byeol, quién empezó a temblar con fuerza y permitió que un río bajara por sus regordetas mejillas.
-retira lo dicho... - pidió con la voz rota, temblando de pies a cabeza.
MingSu lo miró de la manera más fría posible, y, a pesar de que le doliera, soltó:
-no. No te necesito. Deja de meterte en mis asuntos. Sólo eres un niño estúpido que no comprende nada.
Ante aquellas palabras tan hirientes, Byeol se soltó a llorar con amargura, siendo de inmediato abrazado de manera protectora por Jungkook, quién desprendió feromonas de ira y tristeza y empezó a acariciar su cabello mientras le susurraba dulces palabras de consuelo al pequeño, llevándoselo dentro de su habitación.
-¡MingSu! - gritó con furia Taehyung, mientras su cabello adoptaba un tono rojo oscuro -. ¡Discúlpame con tu hermano! ¡Ahora mismo!
-¡Tú no eres mi padre para decirme qué hacer!
-¡Deja de hacer eso!
-¡¿Hacer qué?!
-¡Querer parecer un hombre adulto cuando no eres más que un niño herido!
MingSu se quedó helado, y todas las palabras hirientes que pensaba soltar se atoraron en su garganta, y empezaron a asfixiarlo.
-sé que estás molesto - empezó Taehyung, murmurando y calmando su semblante furioso -. Sé que estás herido... Pero no lastimes a tu hermano. No está bien, Byeol no se merece eso. Dices querer protegerlo, pero lo estás dañando con tus palabras...
-es que...
-¿Cómo crees que se siente Byeol al escuchar a su propio hermano decirle que no lo necesita? ¿No piensas cuánto puede afectarle ese "Sólo eres un niño estúpido"? ¡Eres su hermano, MingSu, el apoyo que más necesita en este mundo! ¡Byeol ha cortado lazos con todo el mundo, eres lo único que le queda de su anterior vida! Eres su ancla, su esperanza, su todo. Sabe que tú jamás te irás de su lado, confía en ti ciegamente... No quebrantes esa confianza, ese... Ese cariño - murmuró con la voz rota -. No lo hagas... No lo hagas, SuSu... Te arrepentirás...
Ambos se quedaron sumidos en silencio un largo rato, escuchando los sollozos de Byeol y cómo Jungkook lo consolaba.
-hyung... ¿Has herido a alguien estando molesto?
Jeon suspiró, decaído, y sus ojos se llenaron de lágrimas a la vez que su cabello tomaba una tonalidad gris y azul.
-he lastimado a quien más amaba por estar yo también herido. Busqué mi sanación haciendo daño a esa persona, destruyendo su confianza y nuestra relación... Sí, MingSu. He herido a alguien estando molesto y triste... Y es algo de lo que me arrepiento diariamente.
El muchacho sintió como si una cubetada de agua helada le hubiera caído encima, notando que sus palabras realmente habían lastimado a su pequeño hermano.
MingSu suspiró pesadamente, y jaló sus cabellos con fuerza, sintiendo las lágrimas acumularse.
Debías protegerlo, quererlo, evitar que algo malo le pasara... Pero no. Lo has dañado. ¡Bien hecho, MingSu!
-lo siento... - murmuró.
-ve y díselo a Byeol. Después hablaremos tú, Jungkook y yo.
El muchacho asintió, tomó profundamente aire, y entró al cuarto de la pareja.
En la cama, Byeol estaba llorando, siendo abrazado por Jungkook.
-Byeol...
El mencionado alzó la mirada, pero cuando se encontró con la de MingSu, frunció el ceño y escondió la cara en el cuello de su tutor.
A MingSu le dolió en el corazón esa acción.
-hey..., hablemos... Por favor, Byeol...
-no - murmuró él, abrazando más fuerte a Jungkook -. No me necesitas. ¿Por qué hablas conmigo?
Las manos de MingSu comenzaron a temblar, y su respiración se volvió más y más pesada.
Taehyung, al notar esto, puso una mano sobre el hombro del cachorro, y lo acercó un poco a su cuerpo, y soltó algunas feromonas para que se tranquilizara.
MingSu así lo hizo. El olor a canela le dio un sentimiento de paz, el de tierra mojada le recordó a las noches de lluvia que siempre veía desde su ventana, y le dio consuelo. Por su parte, el olor a chocolate endulzó sus sentidos, y le dio el valor para volver a dirigirse a su hermano:
-Byeol, lo lamento.
El chiquillo asomó sus ojitos llorosos, atento a las palabras del contrario.
-lamento mucho haberte gritado, haber dicho que no te necesito... Perdóname.... Te necesito, Byeol... Mucho... Por favor, perdóname...
El chiquillo soltó un sollozo, se alejó de Jungkook con dulzura, y fue corriendo a los brazos de su hermano.
MingSu y NaeByeol se sumieron en un enorme abrazo, ambos llorando.
Sin embargo, en medio de ese llanto, los mellizos sonrieron.
Se tenían el uno al otro. Siempre.
-SuSu... - murmuró Byeol.
-¿Mh?
-¿Por qué no les dices?... - preguntó con un hilo de voz, temeroso de que su hermano volviera a enojarse.
Y casi fue así... Pero MingSu respiró profundamente, y habló con calma.
-estoy bien, Byeol. En serio.
El contrario se quedó callado unos segundos.
-¿Es por lo que pasó con WooShik?
El cuerpo entero de MingSu se puso tenso, y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-quedamos en que nunca lo nombraríamos - gruñó MingSu, hablando muy bajo para que sus tutores no les escucharan.
-ellos son diferentes - murmuró Byeol.
-Nae... Por favor...
-no, SuSu... Por favor... Diles...
El muchacho se separó de su hermano, temblando.
¿Y si de verdad son diferentes?...
-hey, ¿estás bien? Estás temblando, Su... - murmuró Jungkook, angustiado.
Pero MingSu estaba en otro mundo.
Un mundo lleno de dolor, en donde lo más importante era quedarse callado.
MingSu estaba en una pesadilla, aún si su cuerpo seguía en un plano de ensueño.
—¿Estudiar? ¿Tú? ¡Ja! ¿Para qué? Eres un inútil. No serás nadie, te lo aseguro. Tampoco te querrá nadie. Estarás solo toda tu patética vida. ¡Solo, MingSu! Métete esa idea a la cabeza, y deja de llorar de una maldita vez.
-¡MingSu! - Taehyung lo sacudió un poco, chasqueando los dedos frente a él -. Bebé, mírame. Su, mírame...
—SuSu, tengo miedo...
-¡MingSu, bebé! ¡Mírame! - pedía desesperado Jungkook, odiando con el alma las gruesas lágrimas que bajaban por el rostro de su niño.
—¡Mírame a los ojos cuando te hablo, escoria! ¡Deja de llorar de una vez!
-¿Qué le pasa a SuSu? - gritó Byeol, llorando.
—SuSu... Está afuera, me está buscando... Aléjalo, SuSu... Que no me toque...
-no llores, estrellita... T-todo está bien...
—¡Deja de llorar, o te haré llorar con provecho! ¡Eres débil! ¡Eres débil!
Luego de unos eternos segundos, MingSu parpadeó, y dirigió su mirada cristalizada a los ojos de sus tutores, secando en vano las lágrimas que corrían por su rostro.
-no soy débil... - murmuró con la voz rota -, se los prometo... No soy débil...
El primero en actuar fue Taehyung, atrayendo el cuerpo del cachorro contra el suyo, dejándolo gritar y llorar contra su pecho, sintiendo cómo su corazón se partía en mil pedazos ante la escena.
Preocupado, miró a su esposo, quien tenía los ojos cristalizados, y no sabía qué hacer para consolar a su niño.
¿Cómo arreglas un alma hecha pedazos desde el momento en que nació?
-está bien, Su... Incluso si te rompes un poco, está bien. Todo está bien, pequeño... Aquí estamos.
Aquí estoy, bebé... Aquí está papá...
...
MingSu miraba sus pies con atención, como si fuera lo más interesante en el mundo. Sus manos no dejaban de jugar entre sí, y de vez en cuando un sollozo entrecortado salía de sus labios maltratados.
-SuSu - murmuró Jungkook, tomando las manos del chico, y alzando con dulzura su barbilla para que sus ojos se encontraran -, ¿qué está pasando, cariño? ¿Qué es lo que te atormenta?
El muchacho se zafó del dulce tacto de Jungkook, y volvió a mirar al suelo, así como jugar con sus manos.
Llevaban diez eternos minutos en el cuarto de prácticas sin haber dicho más que esas palabras.
Los adultos estaban a punto de colapsar por no saber qué hacer.
-oye, precioso...
-no me digas precioso... - soltó de repente MingSu, temblando ante algún recuerdo -, p-por favor... No me digan así... Les diré lo que quieran, pero no me vuelvan a llamar así...
Taehyung alzó las manos, prometiendo no volver a hacerlo.
E internamente estaba muriendo, más que preocupado por la desesperada petición del chico.
-bebé - murmuró Jungkook -, ¿qué pasa?
MingSu miró a los ojos al Omega, y luego al alfa. Tragó saliva, y empezó a hablar.
Pero claro, no del tema de su mini ataque.
-Byeol dice que me pegan en la escuela... Y en parte es cierto...
De inmediato el cabello de Taehyung adoptó un tono rojizo, y el lugar se llenó de sus feromonas llenas de ira, pero dejó que el cachorro continuara.
-tal vez sí me empujan en el recreo, o... O destruyen mis tareas, o me dan un golpe en la cabeza... P-pero estoy bien, en serio. No es nada extraordinario... Sólo es... Un juego...
-¿Y a ti te gusta jugar?
MingSu se removió, incómodo.
-n-no, pero... P-pero...
-SuSu - suspiró Taehyung, pasando la mano por su rostro -, lo que te pasa no es un juego. Es bullying, y es malo.
-n-no, no... Es que.... Estoy bien... Prometo que estoy bien, no he llorado por sus bromas, ni nada por el estilo... Deben... Deben creerme...
-te creemos - declaró Jungkook, tomando sus manos -, creemos que has tratado de ser fuerte, SuSu... Pero esto no se trata de ser fuerte. Se trata de bullying.
-no es bullying, es un juego... Sólo es un juego, no importa...
-¿Te gusta que te peguen?
-no...
-¿Te gusta que te arruinen las tareas?
-no...
-¿Te gusta el juego?
-n-no...
-es todo. Mañana hablamos con el director. Si no hace nada, te sacamos de esa escuela.
-p-pero...
-MingSu - dijo con dulzura Tae -, lo hacemos para protegerte.... Sé que quizá no sea el mejor ejemplo, pero... ¿A ti te gustaría que Byeol "jugara" con esos niños a eso?
-¡No! - gritó sin pensar MingSu.
Taehyung sonrió con tristeza.
-a nosotros tampoco nos gusta que estés en esta situación. E insisto en que no es un juego. No hace ninguna gracia golpear a otras personas por el gusto de verlas llorar, o por la necesidad de sentirse superior o cualquier otra razón. El bullying no tiene justificación, y no es bueno. No se debe callar, MingSu. Si alguien te pega, te molesta, o te hace daño, dinos. Buscaremos una solución.
-¿Te han hecho daño? - intervino Jungkook.
MingSu se quedó callado, volviendo a mirar el suelo.
-MingSu... Por favor... Queremos ayudar. Ayúdanos a detener a esos niños... Que no hagan más daño a nadie.
-¿Crees que le hacen lo mismo a otros niños? - preguntó MingSu, con un tono de preocupación en la voz.
-tal vez - admitió el Omega -, pero para que dejen de hacerlo, hay que denunciarlos... Por favor, MingSu... Dinos, ¿te han hecho daño?...
El silencio se instaló por unos segundos... Hasta el el chiquillo sollozó mientras subía sus mangas, dejando al descubierto moretones recién hechos.
Pero eso no fue lo peor.
Ante la sorprendida y horrorizada mirada de la pareja, el muchacho pasó la mano por sus húmedas mejillas, removiendo el maquillaje que cubría una herida que abarcaba parte del mentón, y terminaba en su labio inferior lastimado.
Mientras Taehyung y Jungkook tomaban el rostro de MingSu, alterados, éste se dedicaba a tratar de no quejarse por el dolor.
-dile a Nam que encienda el carro - pidió con la voz temblorosa Taehyung a un Jimin que había preguntado cuándo iban a salir para comer.
Park se quejó un poco, pues ya tenía hambre, pero la pareja le dedicó una mirada asesina, por lo que fue a decirle a NamJoon que prendiera el auto.
-p-pero... Dijeron que lo harían m-mañana...
-es mejor acabar con esto ahora, SuSu. Todo va a estar bien, ¿okay? - le sonrió Jungkook al cachorro, temblando -. ¿Quieres decirnos algo más, SuSu?
El cachorro guardó silencio un rato, con las palabras atoradas en la garganta.
Quería decirles, quería que le ayudaran, quería... Quería dejar de sentirse tan... Roto...
-Puedo... ¿P-puedo saber qué es exactamente lo que hace un... Psicólogo?...
Tanto Jungkook como Taehyung debieron reprimir las lágrimas, contándole al cachorro el trabajo de un psicólogo, y cómo éste podría ayudarlo con sus problemas.
-¿Quieres ir a un psicólogo, bebé?...
MingSu comenzó a temblar, escuchando a lo lejos los gritos de NamJoon de que ya estaba el carro listo.
No quería retrasarlos con su común indecisión, por lo que iba a negarse; sin embargo, lo que salió de sus labios no era lo planeado.
-sí... C-creo que sí...
...
Me creerían si les dijera que está historia no sólo los ha hecho llorar a ustedes?
No, en serio. Llevo más de quince minutos llorando por cómo MingSu reprime todo su dolor para no causar "molestias" a Tae y Jungkook. Me duele mucho el hecho de que un niño de tan corta edad sufra en silencio, por el temor a que su dolor sea usado en su contra en algún momento. Lo que hace peor el sentimiento de impotencia es la infancia de MingSu.
Spoiler alert: no es nada linda.
Y dirán "wey, si tanto conflicto te causa, cámbialo"; sin embargo, creo que debo dejar así al personaje. No todas las personas tienen una vida de color rosa, y es lo que este chico, con su corta edad, representa.
MingSu es aquella parte de la vida que muchos no conocemos, y en él pongo, por desgracia, historias reales.
Okay... Creo que solté mucha información, pero lo vi necesario. Una disculpa.
En fin... Este capítulo no tendrá ninguna pregunta. Creo que la mayor parte del capítulo se explica por sí mismo, por lo que dejaremos la nota hasta aquí. Tengan bonita semana, cuídense mucho, tomen agua, disfruten su día, y por favor, si alguien sufre bullying, NO lo callen.
Nos leemos pronto.
§†Val†§
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