Capítulo Treceavo
Uno de los momentos del día que MingSu más odiaba en el mundo era la hora de dormir. ¿La razón? Sólo la Luna y él la sabían.
Pero algo era seguro: no odiaba esa noche.
Al contrario. La amaba. Amaba cómo sus hyungs lo arropaban, cómo Jungkook le besaba la frente con ternura, y la manera en que Taehyung revolvió sus cabellos dulcemente.
Amaba ese hogar en el que les habían acogido... Y deseaba tanto jamás renunciar a él... Por eso mismo, sus ojitos se llenaron de lágrimas de miedo cuando tomó con fuerza la mano de su hyung.
-necesito hablar con ustedes...
Tanto el Omega como el alfa le miraron con ternura, y eso lo hizo sentir aún peor.
-arropamos a Sunnie Noona y volvemos, ¿sí?
El chiquillo asintió levemente, y se escondió entre sus cobijas cuando sus tutores salieron.
La incertidumbre y el temor provocaban que mordiera sus uñas, ansioso.
Todo lo contrario al pequeño, y ajenos a sus preocupaciones, Jeon y Kim entraron en la habitación de la adolescente luego de tocar la puerta, hallando a la muchacha peinándose.
-¿Qué quieren? - murmuró ella, sin prestarles especial atención.
Acto seguido dejó el cepillo en su escritorio, y se sentó en su cama.
-¿Todo está bien? - preguntó ante el silencio que se instaló.
Grande fue su sorpresa cuando Taehyung la abrazó con fuerza, besando su cabello con adoración, y se quedó petrificada cuando Jungkook también se unió.
-te queremos mucho, Sun. Lamento haberte preocupado.
La chica no dijo nada. Ni siquiera intentó contrariar las palabras de Jeon, pues tenía toda la razón.
Se había preocupado.
Por primera vez en años temió perder a un tutor.
Se sentía muy... Rara.
Unos minutos pasaron, y los adultos se negaban a soltar a la beta. No fue hasta que ella se quejó que se ahogaba que la dejaron libre con una mueca.
-Sun... - murmuró Jeon, jugando con sus manos y captando la atención de la chica, quien ya estaba haciendo a un lado las cobijas para acostarse.
-¿Mh?
-¿Nos permites arroparte?
A la beta casi se le salen los ojos de órbita.
-¿Qué cosa?
-que si nos dejas arroparte... - dijo en un tímido susurro el alfa.
La muchacha, sin saber qué decir, asintió levemente, aún sorprendida.
Al contrario, Jungkook y Taehyung sonrieron muy en grande.
Con suavidad Kim tomó por los hombros a SunHee y la recostó, empujando un poco su cuerpo más al centro para que no se cayera si daba vueltas en la noche, dándole espacio a su marido para que colocara sobre la joven las mantas, cubriéndola hasta la barbilla.
Esa danza de ternura y afecto hizo a SunHee llorar ante la invasión de recuerdos a su mente:
Su hermano besándole la frente como Jungkook en ese momento.
Su hermano asegurándose de haberla arropado como Taehyung lo hacía...
El héroe de su hermano secando sus lágrimas con mucho cuidado y amor como la pareja comenzó a hacer...
Aquella pesadilla sin fin que le destrozaba el alma renació de las cenizas del olvido con toda la fuerza del mundo.
-buenas noches - cortó bruscamente la beta a los destinados cuando empezaron a buscar su total comodidad, moviendo algunos cojines y demás.
-buenas noches, princesa - dijeron Kim y Jeon al mismo tiempo, no tomándose personal la reacción un poco brusca de la menor.
Lo que ellos no sabían era la guerra interna que ella tenía por no empezar a llorar a gritos y rascar sus brazos hasta hacerlos sangrar.
—buenas noches, mi linda princesita. Recuerda cerrar la puerta con llave, ¿okay, Sunnie? No te preocupes. Oppa está aquí. Oppa siempre estará aquí, Sunnie.
¿Dónde estás, Oppa?... ¿Por qué no puedo llamarte como se debe?
Un nombre.
Eso pedía.
Kim SunHee sólo rogaba al cielo saber ese nombre.
No, corrección.
Saber no.
Recordar.
Quería con toda el alma recordar el nombre de su hermano... Al menos así podría llamar a su ángel.
Si recordaba, por fin tendría un nombre al cual aferrarse cuando llorara.
-buenas noches, oppa... - murmuró al vacío, sin tomar en cuenta a los dos adultos que apenas cerraban la puerta.
A la pareja de destinados les dio un mini paro cardíaco, pensando que esas dulces palabras eran dirigidas a ellos.
Pero luego uno de ellos conectó todo lo que sabía de la beta, y fue regresado a la realidad brutalmente.
-¿Oíste, Kookie? ¡Nos llamó Oppas! ¡Es un gran avance!
Jungkook, no deseando romper la burbuja de ilusión de su marido, sonrió suavemente y besó sus labios con cariño, queriendo transmitirle silenciosamente el mensaje de que la beta estaba sufriendo...
-vamos con MingSu. Se veía realmente ansioso. Lleva una semana así, y realmente me urge saber cómo ayudarle...
El alfa asintió levemente, sonrió con dulzura mirando la habitación de su niña, y emprendió el camino a la recámara de los mellizos con un extraño nudo en la garganta.
Al abrir la puerta, ambos saltaron de la impresión al encontrar a MingSu parado, esperando su llegada.
-¿Podemos hablar en otro lugar? No quiero que Nae se despierte...
No deseo que Nae escuche nada de esto...
-claro - dijo de inmediato Jungkook -, donde tú quieras, bebé.
Las mejillas del niño se tiñeron de rosa, y sintió su boca secarse mientras caminaba hacia el cuarto de la pareja.
-¿Todo está bien, Su? - preguntó Taehyung apenas la puerta se cerró a sus espaldas.
Jeon tomó con dulzura el hombro de su cachorro, pero éste se separó de él rápidamente, dejando al Alfa confundido.
-no tenemos diez años - soltó el chico de repente, temblando en su lugar cuando las miradas de los adultos se posaron sobre él con curiosidad.
-¿De qué hablas, Su?... ¡Ahhh, ya! ¿Cumplieron once hace poco? ¿Quieren que les hagamos una gran fiesta? - aventuró Jungkook, sonriendo con dulzura a su cachorro, sin notar que las manos de éste, las cuales estaban tras su espalda, comenzaba a tener fuertes temblores.
-no, no... Hyung... No tenemos diez años...
En la mente de Jeon había mil mini Taehyungs corriendo de un lado para otro con las cabezas en llamas, siendo aplastados por los engranajes que no terminaban de encajar.
Por otro lado, Kim comprendió por fin.
-MingSu... ¿Me estás diciendo que mentiste respecto a tu edad?...
El chiquillo comenzó a llorar, asintiendo a la pregunta de Omega.
-¿Que hiciste qué? - preguntó Jeon, boquiabierto, al comprender luego de una eternidad.
Jungkook acercó su mano hacia el pequeño, pero se quedó quieto cuando el cachorro comenzó a llorar con más fuerza, mirándole con terror y abrazando con fuerza su costado.
-¡No me pegues, por favor! ¡Lo siento, lo siento mucho!
Los ojos del Omega comenzaron a picar, mordiendo su labio hasta sangrar en una lucha por no ceder ante la desesperación y el llanto.
-Su - murmuró Kim, hincándose frente al menor -, mírame.
El niño, aún temblando, miró con temor a su tutor, sorprendiéndose cuando una ligera sonrisa apareció en sus labios.
-nene, no importa qué edad tengas, qué casta seas, o de dónde vienes. Nosotros te queremos. Te queremos porque eres un niño bondadoso, lindo, amable, y mil cosas más... Debes entender que esto nos saca un poco de onda, pero te juro que jamás te vamos a hacer daño.
Jungkook quiso realmente llorar cuando los ojos del niño brillaron en alivio.
-Kook tiene razón, Su. Jamás te pondremos un dedo encima... Pero sí te vamos a pedir explicaciones, porque esto realmente es algo que debemos comprender - dijo está vez Taehyung, mientras se hincaba al lado de su Omega.
MingSu se lanzó hacia los brazos de sus tutores, llorando por la confusión que le causaba que no se molestaran.
Por primera vez nadie le hizo daño después de saber su secreto...
-tenemos trece - murmuró MingSu, sin despegarse del abrazo -. Mentí porque... Bueno... Todos adoptan a niños menores de doce... Yo... Yo sólo quiero un hogar donde pueda estar con Byeol...
-¿Y por qué has actuado hasta ahora como un niño más pequeño?...
El cachorro tembló, y se aferró a la camisa del alfa peligris.
-por Nae...
-¿Qué tiene Nae? - murmuró dulcemente Kim.
-Nae no está actuando...
Los destinados se quedaron confundidos, pero se quedaron callados, esperando con paciencia que el menor explicara.
-es mi culpa... Cuando pasaba algo malo, siempre lo traté como un bebé... Y todos los días pasaba algo malo, así que terminé haciendo que mi hermano se convirtiera en un niño chiquito... Me sentí tan mal que comencé a actuar igual, así Byeol puede ser él sin que los adultos creen que esté loco.
Los adultos se limitaron a abrazarlo cuando el chiquillo comenzó a llorar de nuevo.
-yo sólo quería protegerlo, lo juro... Por favor, por favor... No dejen que le hagan daño de nuevo...
El lugar se sumió en un gran silencio, hasta que un sollozo diferente al de MingSu se escuchó.
-lo siento, es sólo que... No sé cómo procesar esto - comentó Jungkook con la voz rota.
-hyung....
-SuSu, te agradecemos mucho que nos hayas dicho la verdad - le interrumpió Kim, tomando la mano de su esposo -, y te prometemos que jamás nadie les hará daño. Eso tenlo por seguro, bebé...
Pero, ¿qué hago para que tu dolor desaparecezca? ¿Cómo te ayudo, mi amor?
-los llevaremos a ti y a Byeol al psicólogo, ¿te parece bien?
El chico se separó de ellos de manera brusca y con el ceño fruncido.
-¡No estamos locos!
Jungkook suspiró, y habló de la manera más calmada y dulce posible:
-no, bebé. No están locos. Están heridos.
...
Llegar tarde es mi pasión!!! >:D
Ok, fuera de broma, sigo con los trámites de mi escuela y eso es taaan agotador y taaan aburrido... :))
Además, ando viendo una serie que nanananana, MERECE UN OSCAR LPM
En fin! Se esperaban ese secreto de parte de los mellizos? Por qué SunHee está tan desesperada por recordar un simple nombre? Qué cosas habrán pasado con Nae y Su para que salieran así de lastimados?? Sigan leyendo y lo sabrán!!
Tengan una linda semana, cuídense mucho, y disfruten de cada momento de sus vidas!! Nos leemos pronto!!
§†Val†§
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro