Capítulo 4 (mi cosa rara)
CANCIÓN PRINCIPAL DE Aizen y Lexa.
https://youtu.be/kgUVq-ICt_Y
Despierto aun con lo de ayer en la mente el beso, el maravilloso momento y yo con mi miedo a salir lastimada lo termine cagando todo e incluso lastimándolo. Si Yum estuviera aquí ya me hubiera regañado. Basta Lexa deja de pensar en ello ya lo hiciste, ya la cagaste ahora solo te queda seguir adelante con lo que causaste.
Me levanto de mi cama yendo al baño a alistarme porque, aunque aún es temprano, pero si me vuelvo a acostar no me levantare. Después de terminar bajo a la cocina, pero hay esta él. Se ve que no ha dormido bien.
<<Bien aquí vamos >>
- ¿Aizen, no dormiste bien? -pregunto con un hilo de voz suave.
-No-hablo tajante.
- ¿Venga, aun estas molesto después de lo de ayer? -sus ojos se fijan en los míos después de la última palabra. Ya sé que la he vuelto a cagar.
-No sé, dímelo tu-suspira.
-mmm... ¿quieres café? -digo de inmediato intentando salvar la situación.
Da un fuerte golpe en la meseta levantándose y yéndose.
<<Joder, la he vuelto a liar>>
Termino preparando ambos cafés, tomo el mío en lo que voy a la sala a llevarle el suyo. Pero al verlo hay dormido de esa manera tan hermosa, me derrito. Me siento a su lado a observarlo sin dejar de tomar el café cuando abre los ojos. Sus ojos se encuentran con los míos. Imágenes de ayer de sus labios sobre los míos, la sensación todo me vuelve loca. Y sin poder evitar sonrojarme intento desviar la mirada dándole el café, cuando su mano toma la mía. Envía corriente por todo mi cuerpo. Sus manos en mi rostro, la otra en mi cintura. Otra y otra vez las escenas de ayer en mi mente. Levanto mi vista para volver a quedarme embobada en su mirada.
-Lexa, ¿sueltas el café?
-mmm...he...si claro-suelto el café, girándome y tropezando tirándome mi café encima.
- ¡MIERDA! -grito molesta.
-tranquila, estas bien-me extiende su mano.
- ¡No, no está bien-digo, tomando sus manos y levantándome!
Tira de mi hacia arriba cuando me levanto haciendo que quedemos rostro con rostro a centímetros, sus ojos se conectan con los míos, su mano en mi cintura. Mi respiración se agitada de los nervios, mi cuerpo que se me quiere venir abajo. Sus labios a tan poca distancia de los míos, mi corazón latiendo a mil. Su mirada cambia de mis ojos a mis labios, pasa suavemente la lengua por sus labios humedeciéndose, muerde su labio inferior sin apartar la vista de los míos. Los nervios toman control de mí, mi mente con el beso de ayer. Muerdo mi labio inferior sin saberlo.
-Admítelo, Lexa- murmuro.
-El...que-musite.
-Que te mueres igual que yo por volver a besarnos- dio una pequeña mordida en mi labio inferior.
<<Joder, juro que ahora soy un chocolate>>
-Ai...-me interrumpió.
-¡sshh!, silencio no la cagues.
Sus labios impactaron contra los míos, abriéndose paso como si nada. Sus manos me agarrón del trasero dándome un fuerte apretón pegándome completamente a él. No pude evitar que un gemido se escapara de mi boca, su cuerpo entero se tensó. Intensificó el beso haciéndome entender lo mucho que necesitaba sentirme, lo mucho que lo necesitaba. Mi lengua jugaba con la suya hasta que la sometió ante la suya. Con cada toque de sus labios me desasía, y lo peor es que después tendría más ganas de besarlo...él es tan adictivo. Dejo mi boca dejando un camino de besos hasta llegar a mi cuello, me tomo del cabello tirando de este, arqueando mi cabeza hacia atrás para tener más acceso a mi cuello. Recorrió mi cuello dejando por su paso besos húmedos, mordidas, succiones continuando hacia mis pechos donde paro, regresando de nuevo a mi boca. Besándome hasta el alma, una de sus manos las enredo en mi cabello, mientras la otra se accesoria de dejar marcando su tacto en mi piel. Cada sunción más exquisita que la otra, cada toque, mordida, succión, apretón. Lleve una de mis manos a su nuca acariciando, con la otra exploraba su pecho. Su aliento a café, su dulce sabor, su delicioso aroma. Todo me está dejando nula mentalmente. Para ser preciso me estaba dejando idiotizada por él. Nuestras respiraciones agitadas, cada movimiento de nuestros labios desesperados por devorar al otro. Estaban haciendo que la humedad comience a hacerse presente. Porque un beso exquisito en el piso de arriba, deja con ganas y hasta babeando al piso de abajo. Lo mejor era la sincronización de nuestros labios, la familiaridad. Como si hubiéramos sido hechos el uno para el otro. Llevo una de mis manos a su entre pierna invitándome a sentir la erección y la dureza que se estaba creando por nuestro beso, nos separamos tomando aire para volver a impactar sus labios contra los míos nuevamente. Hasta que la puerta se abrió haciendo que despegara de golpe de él.
-Chicos...-se quedó en silencio- espera ¿se estaban besando?
-No Vale, estábamos jugando a las casitas. No te jode-su voz salió molesta.
-mmm...lo siento es que como dijiste que cuando descansáramos comenzaríamos la próxima misión.
-ya, pero dije que nos veríamos en la comisaria-la molestia en su voz no disminuía.
-Aizen cre...-me interrumpió.
-no la cagues Lexa-habló para volver a girase hacia Vale - ¿a ti quien te dio la llave?
-Me la dieron ya que soy su compañera.
-muy bien, vamos-salió echo una furia.
- ¿En serio se besaron? -preguntó tomándome del hombro.
-lo siento, debo salir-digo zafándome de su agarre y saliendo de la casa.
Me monte en el coche con una sonrisa tonta en mis labios, esperando a Vale para irnos.
- ¿estas sonriendo? -sentí su voz en mi oído.
Mire hacia donde escuche su voz, quedando mi rostro pegado al suyo, sus ojos cian en los míos, sus sexys labios, el beso recién.
<<Hace calor>>
-no-digo, poniendo mi cara de culo y girando mi cara hacia adelante.
Se monta Vale en el coche y nos vamos.
(...)
Llegamos a la comisaria y me bajo del auto antes de que Aizen diga algo más, estoy demasiado nerviosa y me anula mentalmente. Si vamos que me deja tonta. Al entrar me encuentro a Yum.
-¿Qué sucedió?, pareces nerviosa- me abraza- si mataste a alguien me lo puedes decir, yo te ayudo a enterrar el cadáver.
-¡ja,ja,ja!- no puedo evitar estallar en una inmensa carcajada haciendo que me volteen a ver.
-que va, solo que...mmm-tomo aire-me bese con Aizen-logro decir finalmente.
-¡QUEEE!, ¡¿QUE TE BESASTE CON QUIEN?!-grita sin poder creérselo.
-¡ssh!-rápidamente le ponga la mano en la boca-silencio.
-tia, en hora buena ya no eres virgen de labios, ahora solo te falta...bueno ya sabes-se puso hacer ese raro movimiento con los dedos que todo el mundo sabe. Metiendo y sacando el dedo del hoyo imaginario.
-No sabes lo que dices, Aizen no es como los demás chicos.
-Lexa, estas actuando tan cobarde por miedo a salir lastimada... que harás que el que salga lastimado sea él. Y que cuando te arrepientas y quieras arreglarlo, ya él la halla cagado.
-Tienes razón, ¿qué más puedo hacer? Estoy enamorada de ese hombre.
-ahora si me disculpas- dio unos pasos- ¡LEXA, DIO SU PRIMER BESO! - gritó en el medio de toda la comisaria atrayendo la atención de todos a mí. Y digo que a mí porque me señalo con la mano como si fuera una magnífica noticia.
<<Matéenme>>
Golpee mi frente para luego darle una mirada llena de enojo. Y todo comenzó a ir peor cuando el grupo de panolis, como le dice Aizen gritaron.
- ¡¿CON QUIEN ?!-a la vez de una punta de la comisaria a otra.
Y para más rematar entro Aizen gritándolo con orgullo
- CONMIGO, Y DEBO ADMITIR QUE EL MEJOR BESO QUE HE DADO. Y MIRA QUE HE DADO BESOS.
Mire a Yum que puso cara la cagaste Aizen, la cagaste. Mi puta mente de mierda, comenzó a recrear escenas de él con otras chicas, y no puede evitar que los celos tomaran control de mi soltando esas palabras que luego me arrepentí.
- ¡Que va a saber un niñito como tú, a parte no te creas mucho simplemente eres un niño para mí, un hermano, lo sucedido no pasara nunca más! Todo fue parte de una misión-Grite enojada.
Yum se largó de la sala negando con la cabeza, los panolis se quedaron el silencio. Una sonrisa de satisfacción a parecido en los labios de Vale. Y Aizen salió a toda velocidad de aquella comisaria. Camine al despacho de Yum y hay me quede hasta que me di cuenta del error que había cometido.
(...)
Llegamos a la escena del crimen. Y pues debo admitir que es una de las escenas más fuerte que he visto. Desde que Aizen abrió la puerta de aquel hermoso sitio que lucía asombroso por fuera. Adentro parecía el mismo infierno. El olor tan fuerte y desagradable a metálico impregno aquel sitio. En la misma entra hay sangre seca que parece como si hubieran arrastrado a la víctima, en la misma recepción que estábamos las enfermeras, doctoras, las de limpieza todos los adultos en cargados del sitio estaban muertos, con pedazos de su cuerpo tirados por ahí, abiertos de par en par. Con los órganos afuera estaban colocados formando un corazón gigante y en el centro con sangre escrito:
Itami wa tengoku ni tsunagaru...
Traducido al español seria: el dolor lleva al cielo. ¿pero qué clase de demente escribiría algo así? Yo lo colgaría de los huevos a ver si se hace tan machito. Si los adultos están así no me quiero imaginar los niños.
-Ostia, que ganas de vomitar-se quejó la zorra.
-Vale eres policía, debes estar adaptada- dictamine
- es que no puedo.
-No vallas a vomitar aquí, que los forenses vienen de camino. Así que no toquen nada-ordenó Aizen.
Vale salió a tomar aire, mientras él y yo nos adentrábamos por el sitio. Ni siquiera se podía seguir los rastros de sangre, porque había tanta y de todas partes. Que cuando saliera de aquí iba a ver rojo. Al entrar en la cocina nos encontramos la carnicería. Hay pedazos de niños en la meseta, el resto en carderas, los cuchillos llenos de sangre. Algunos clavados en la pared, con sus órganos colgando. En los rostros de esos niños hay dolor, demasiado terror.
En las paredes de la cocina también hay escrito algo:
Karera wa watashi to asobitakunakatta.
<<Ellos no quisieron jugar conmigo>>
<<Hijo de puta>>
- ¡Hijo de puta! -soltó él entre dientes-Lexa, llama a uno de los panolis, diles que vengan y traigan todo lo que sepan del asesino.
-sí, señor.
Le mandó un mensaje a Yum para que me mande el número de uno de los chicos. Y enseguida que lo hace marco al número que me dió.
-hola, mira soy Lexa policía de la interpol. Yum me dió tu número para lo del caso.
-sí, Agner desde este lado. Yumi me comentó ahora mismo voy de camino.
-ok, muchas gracias te esperamos-cuelgo.
Se acerca examinado las calderas en busca de alguna pista.
-¿Sabes si comieron algo?-preguntó.
-pues aquí hay rastro de que si comieron-digo poniéndome los guantes, en lo que recojo una muestra y la guardo.
-examínala tú, no confío en ningunos de estos forenses.
-muy bien.
-por cierto , ya llamé y viene en camino.
Camino hacia donde está Aizen que se encuentra observando todo, imagino recreando la escena en su mente. Caminamos hacia la oficina de la dirección. Está habitación es la única que no tiene nada de sangre, está en tacto.
-que puto asco-dice Vale, cubriéndose la boca con la mano. En gesto de vomitar.
-No vayas a vomitar aquí, ni siquiera toques nada-sentencio.
-no lo hare- entorno sus ojos-¿Crees que sea un solo asesino?-preguntó.
-la mayoría de los casos de psicópatas que hemos resueltos suelen trabajar solos. Trabajar con más para ellos sería un estorbó.
-Lexa, tiene razón.
-yo saldré de nuevo chicos-se marchó deprisa.
Por primera vez deseo que se quede y no nos deje a solas. Desde esta mañana está muy distante.
-Aizen-hago una pausa, tomando aire-¿te pasa algo?
-Que va a pasar si hoy no ha pasado nada-por su expresión y por la manera en que hablo sé que está molesto.
-Se que te pasa algo-insisto.
-claro, que me pasa estamos en busca de un puto psicópata de mierda.
-porque no dejas de tratarme formal.
-los niños no tenemos otros temas de conversación.
<<Así que es eso>>
-¡¿Alguien!?-la voz del pelirrojo hace eco en el sitio.
-voy yo, tu encárgate de buscar los papeles de todos los empleados que trabajaban el sitio. Tanto empleados como los que pidieron la baja días antes. Busca hasta en el ordenador.
-bien-me dirijo a la oficina de la directora.
Busco los papeles, en la laptop. Y en unos minutos me dirijo hacia donde está Aizen. El pelirrojo se acababa de marchar por la puerta. Vale y Aizen sonreían.
-Ya lo tengo todo.
-bien. Lexa tú te vienes conmigo.
-¿Y yo no puedo venirme contigo?-sonrió de manera pícara.
<<Puta>>
Eso sería ofender a esas mujeres trabajadoras. Zorra mejor que le queda mejor.
-Cuando quieras te puedes venir conmigo-habló de manera coqueta, en lo que sonreía- pero ahora te quedarás aquí y esperas a Kristina.
<<¿Kristina?>>
¿Ahora quién cojones es Kristina? ¿Otra más?. Que odio de verdad, que asqueroso odio.
Salí antes de que pudiera decir algo más montándome en el coche a esperarlo. Salió enseguida montándose en el coche.
-¿Hacia dónde?-pregunte arrancando el coche con mi vista fija en la carretera.
-hacia la primera institución que atacó.
-ok- digo sin más.
Tras unos minutos incómodos de silencio. Decido hablar. Joder porque no sé porque razón estar sin hablar con él un segundo se siente como una maldita tortura. Supongo que eso sucede cuando estás locamente enamorada.
-Aizen.
-si Lexa-contesto sin dejar de mirar por la ventana.
-¿por qué estas tan callado?-lo observo a mirarlo para volver a mirar a la carretera.
-mmm...¿Qué crees del caso?-mencionó por hablar.
-Deja de hablarme del trabajo. Quiero que me hables de algo más.
-¡¿de qué quieres que te hable?!, ¡cualquier cosa que te digo nada para ti está bien! ¡¡No te importa lo sucedido, para ti solo soy un niñito!. Y los niños no tienen tema de conversación que a una mujer como a ti les interesaría-su voz salió alterada, llena de frustración- ¡¿así que dime de qué quieres que te hable, dime por favor?!-la frustración es tanta qué dolía.
Joder ahora solo quiero parar el maldito coche y estampar mis labios contra los suyos. Hacerle entender que no es él, soy yo. Mis celos infantiles, mi miedo a salir lastimada. Que soy yo y no él que él solo hace lo que siente y no es un cobarde. Que lo quiero. Pero ahora no es momento de esto.
-mejor dejamos esto. Y continuamos con el trabajo.
-tienes razón- pegó su cabeza nuevamente a la ventana.
Continuamos el camino en silencio hasta que llegamos. Y aunque me dolía debía ir en silencio.
Él se bajó primero entrando en el sitio y perdiéndose en el interior. Se que prefiere ir solo, así que en lo que entra. Yo investigo un poco más acerca del caso en el auto.
(...)
Entro al auto con más papeles. Y cara de decepción.
-¿encontraste algo?
-no. Conduce a comisaría.
-bien.
(...)
Llegamos a comisaría en un completo silencio. Nos bajamos del coche y entramos en ella.
-Lexa, toma estos papeles y busca lo que te dije anteriormente. Pero está vez estando completos. Más los papeles que te dará Roy, en lo que yo voy a ver a la forense.
-tengo un palpito, que me hace dudar del hombre que se suele llevar siempre.
-me estás diciendo que el asesino, puede ser el que desaparece.
-si
-puede ser, tu busca. Cuando termine vendré a saber.
Camino con los papeles hasta la oficina que Yum nos dio. Viendo cómo se aleja por la puerta. Ese hombre me vuelve loca.
-mmm... ¿Te ayudo?-la voz dulce pero tímida de Katio. Hizo que me volteará a míralo.
Estaba frente a mí, su hermoso rostro estaba sonrojando. Se pasaba la mano por su cabello varias veces en un gesto nervioso.
-tranquilo, puedo sola.
-enserio déjame ayudarte- se ofreció nuevamente, tomando los papeles en sus manos.
-muchas gracias.
- a tu oficina ¿verdad?
-si.
Caminamos a mi oficina. Katio no me quita la mirada ni un segundo. Cuando lo miro para que deje de hacerlo solo sonríe y mira al suelo. Es tan tímido me resulta inevitable no reír por su inocencia, es tan tímido. Es un crío. A ver que lo digo en el buen sentido. Podríamos llevarnos de maravilla, seríamos buenos amigos.
-Lexa, ¿Verdad?-habló el pelirrojo.
-si.
-¿quieres un café?, Aizen y tú se ven cansados.
-si gracias. Amargo por favor, sin azúcar.
-¡Valla! , Que si te gusta fuerte-la voz de Roy se hizo presente.
-si, me gusta el café amargo.
-toma, Aizen me pidió que te lo dirá- extendió un portafolio con más papeles.
-gracias.
-bien chicos, gracias. Ahora sí me disculpan debo trabajar- me encerré en la oficina.
Puse los papeles en el escritorio buscando en uno por uno, de ellos. Al igual que en los desaparecidos llevados por el asesino.
(...)
Encontré algo muy curioso, y no puedo creer que haya tanta casualidad. Todos los llevados por el psicópata son cocineros de 38 años de edad. Tiene que ser nuestro hombre.
Esperaré a Aizen. Salí de la oficina encontrándome con Yum y los chicos sentados conversando y riendo. Me acerco tomando a Yum desprevenida, haciendo que pegue un pequeño brinco. Los chicos rieron.
-¿qué pasa, que estás aquí?
-Nada que alguien tenía que revisar los papeles de los empleados, y pues me toco.
-Bueno si te sirve el asesino usa veneno de ratas con algo más- hablo Agner.
-Gracias, eso me confirma que mi teoría podría ser cierta.
-Son muy buenos ustedes. Bueno tu más- insinuó Kaito sin mirarme a los ojos.
-Kaito tío, eres demasiado tímido-la voz de Roy salió maliciosa.
Decidí cambiar el tema antes que el chico le diera algo de lo nervioso que estaba.
-No deben ser tan malos policías, cuando son los principales de la comisaria. ¿Por qué no se encargaron del caso?
-Porque Kaito tenía miedo-informo Agner.
-No es cierto, era que ustedes no querían trabajar de más-se excusó el pobre.
-Panolis- solté sin más.
-¿nos dijo panolis?-preguntó Agner
-Pues si amigo, le dijo panoli a Kaito-se río Roy.
-y por qué yo, si dijo a los tres-reclamó el rubio.
-Porque cuando oigo la palabra panoli, me recuerda a ti, así que te dijo panoli tres veces- respondió divertido Roy . Poniéndole la mano en el hombro.
No me hizo gracia pero todos rieron a carcajadas. Creo que es un tan mal chiste que da gracia de lo malo que es.
-¡ja,ja,ja! tu chiste es tan malo que da gracia de lo malo que es-me burlo.
-Gracias... ¿espera que?- se le borro la risa de la cara a Roy mirándome a los ojos.
-Panoli-soltó Agner sin dejar de reír.
Sonó mi móvil y al ver que era de Aizen me levante rápidamente caminando unos pasos, para poder escuchar bien.
-dime.
-¿Ya terminaste con lo que te pedí?
-sí, ya te estoy esperando en comisaría. ¿tu encontraste algo?
-sí, voy con la forense y Vale para allá.
-Muy bien. Te espero.
-¿Lexa, vienes?- Kaito se acercó tomándome del hombro.
-¿Quién es ese?-la molestia en la voz de Aizen. Era rara.
-sí, dame un segundo estoy al móvil.
-Bien.
-¿Kaito, quien es ese?-volvió a preguntar un tanto irritado.
-Uno de los chicos de aquí de la comisaria. El del grupo de los panolis- le recorde.
-No sabía, que te llevaras tan bien con ellos-su irritación hace gracia.
-Aiz...-me interrumpió.
-Nos vemos en la comisaria-su voz era seria.
cuelgo dirigiéndome de nuevo hacia donde estaban los chicos.
-¿encontraron algo?- dijo Agner interesado.
-pues sí. Viene con la forense-asegure.
-Ojala y acabemos con esto pronto-Comento Kaito.
-Lexa, para irnos por ahí-declaró Yum
-Estoy ansiosa por pasar tiempo juntas. Antes de volver-admití.
-y yo, mi hermanita hermosa-me envolvió en sus brazos.
(...)
Aizen entro con una chica tetona. Y cuando me refiero tetona es que las tetas son más grandes que ella, buen cuerpo. Cabellos blancos, lacios por el final del rostro. Hermosa como un ángel. Ojos azules, lunar debajo de su ojo izquierdo. Debía tener alrededor de unos 30 años. Desprendía seguridad, confianza. Tenía un toque malicioso en su rostro. Y por sus ropas debe ser la forense. Solo espero que a Aizen no le guste. Aunque no lo creo ya que la chica es muy hermosa. Entraron al laboratorio. Y al minuto salió él, buscándome con la mirada. Camine hacia allá de manera apresurada.
-Lexa-me llamó
-aquí estoy.
-Lexa, no me estabas enseñando- señaló Kaito detrás de mí.
Por la expresión el rostro de Aizen sabía que Kaito la había cagado. Su rostro se tornó molesto y sin dejar de mírame a los ojos habló.
-No sabía que eras profesora.
-Aize...-me interrumpió.
-¿Eres profesora?-insistió.
-no la cojas con ella-reconoció Kaito.
-mi...-volví hablar.
-¿Respóndeme eres profesora o no?- nunca lo había visto así.
Es tanta su molestia que se podría decir que esta celoso. Pero eso es imposible.
-No, no lo soy-negué por la seguridad de Kaito.
-entonces vamos-dijo tomándome del brazo y sacándome de ahí.
Al entrar en la oficina me soltó, la expresión de su rostro se suavizo. Mientras sus ojos me estudian.
-¿Bien, alguna similitud?-mencionó más tranquilo.
-Solo dos o tres-reconoció Vale.
-en los mismos-remarcó Aizen.
-No en diferentes-Repuso de inmediato.
-mmm... Hay algo que se nos va-comentó la chica que estaba muy centrada en su trabajo.
-espera ya regreso-salió él.
En unos segundo volvió con una memoria.
-revisa estas grabaciones-susurró en mi oído. Haciendo que me erizara.
mirando las grabaciones se ve como en un vehículo entra en un camino de bosque y no vuelve a salir.
-Aquí, ese es el Asesino. Encontramos una cabaña en el bosque con la ropa llena de sangre y la foto de una niña-informó
-Así que ahí se escondió-señale.
-muy bien, ya sabemos-confirmo.
estaba tan cerca de mí que apenas podía respirar. Me estoy poniendo demasiado nerviosa.
-Aizen, hace calor- se alejó.
-Bien-respondió cortante.
-Mira, tengo un palpito estuve buscando y encontré esto -tome el mapa que estuve estudiando- el asesino hace una letra por institución que ataca. así que si estoy en lo correcto...me interrumpió.
-esta es la próxima-dijimos a la vez mirándonos.
-todos los tipos que desaparecen tienen dos cosas en común la edad y la profesión-insinuó.
-Búscalos en los archivos-ordena.
Después de comparar las fotos y ver la vida de ambos sujetos. Concordamos que eran los mismos.
-Hijo de puta, estuvo frente a nosotros-insultó en voz baja.
-Te dije que confiaras en mí-recalque.
-vamos-me tomo del brazo.
Pasamos por el laboratorio. Al entrar nos encontramos con la forense esta que nunca he visto en la vida.
-Las huellas coinciden con la del tipo de la foto que te mande-preguntó Aizen
-sí, toda...- la chica cuyo nombre no sé, no termino.
Sus ojos se clavaron en los míos, con descaro me recorrió de arriba abajo. Una sonrisa pícara apareció en sus labios.
-¿Ella, quién es que no me la has presentado?-insinuó con coquetería.
-Ah, Kris se me había olvidado. Ella es Lexa mi compañera-presento Aizen señalándome.
-Pues muy hermosa. Creo que acabo de olvidar hasta mi nombre-soltó con descaro Kris.
-Bien, Kris nos vamos-anunció Aizen.
-sí, claro-se giró hacia mi-Lexa vuelve pronto-sugirió.
-Claro-hablo.
No había que ir a china para saber que ella no sería un problema, estaba de más decir que Kris no iría tras de Aizen. Salimos a toda prisa de la oficina. Nos montamos en el coche y cuando estoy a punto de arrancar.
-Lexa, toma- me extendió dos loncheras Kaito.
-Gracias-las tomo poniéndola en el asiento del al lado.
-Ten cuidado-me observó el Rubio con preocupación.
-lo tendré no te preocupes Kaito.
Arranco el auto, Aizen estira la mano tomando una de las loncheras. Comiendo el contenido en su interior.
-Joder, ¿tienes una cuchara?-menciono.
Reviso mi lonchera en lo que conduzco, encontrando la cuchara. se la extendiendo. después de comer se queda en silencio.
-¿Que sucede?-preguntó al ver su cara.
-Tengo hambre-confiesa con sinceridad.
-toma comete el mío-se lo ofrezco.
-No, comételo tu-se niega.
-Ya comí- miento.
-verdad, estuviste en la comisaria supongo que comiste algo- lo toma.
(...)
Llegamos y rápidamente Aizen toco la puerta del sitio. Una chica abrió la puerta.
-Buenas noches.
-Buenas noches, Policía no dirá nada-ordenó con tono autoritario.
-Si claro pasen-vocalizó la chica.
-Necesitamos ver a la recursos humanos-informó Aizen haciéndose paso.
En lo que nos adentrábamos en el pasillo. Veo asomado a un niño en una de las habitaciones. Aizen le acaricia el cabello y el niño le hace gesto de silencio. Y corre hasta la cocina.
-Lexa, síguelo no vaya a ser que sea chivatón el niño-susurra solo para que yo lo oiga.
-Está bien-camino en la cocina.
El niño estaba buscando comida le doy un caramelo que tenía en el bolsillo. Sus ojos se fijan en los míos, su rostro tan tierno, pequeño, me recuerda a mi cuando perdí a mis padres. Fui enviada a un orfanato y ahí tuve que vivir hasta que Lorenzo me adopto sacándome del lugar para niños sin padres. Para enviarme a estudiar como yo quería, convirtiéndome en lo que soy ahora. Yo jure que yo resolvería el caso de mi familia. Pero nada aún, como si nunca hubieran existidos ni un rastro de ellos. Estaba tan absorta en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta que alguien más entro en la cocina, hasta habló.
-¿Qué haces despierto a estas horas pequeño?-su voz es algo ronca.
Se trataba del hombre que estábamos buscando.
-Lexa, escucha-Habló Aizen por el micro.
Aproveche que estaba entretenido con el niño para girarme y responder.
-Ven ahora a la cocina-le ordenó-
-¿Tu eres?-pregunta el hombre acercándose a mí.
-Vamos, ve a dormir- me dirigí hacia el niño.
-Si señorita- sentí como me nalgueaba y se iba sonriendo.
-ese niño me acaba de nalguear-hablo más para mí.
-Japoneses. Niño suertudo-La voz de Aizen se hizo presente en la habitación.
Mire para verlo entrar en la cocina sin dejar de mirar al hombre directamente, se detuvo justamente a mi lado.
-Hola, tu debes ser el nuevo cocinero-le extendió la mano en un gesto amable.
-Si, así es. ¿Y ustedes son?-volvió a preguntar.
-Soy Rocky y ella es Alexia. somos profesores de aquí de la institución-mintió Aizen sonando tan sincero.
-Oh, ya veo-asistió con la cabeza más para él que para nosotros.
-¿Qué te parece si nos conocemos?-ofrece Aizen con amabilidad.
-Me parece bien-aceptó el sujeto.
-Ir por unas bebidas ¿te parece?-invito Aizen con una sonrisa.
-No gracias, no tomo-se negó sin dejar de mirarme.
-Que mal, ¿podrías cocinarnos algo es que tenemos hambre y así te ponemos a prueba?-propuso Aizen.
-Claro.
-Bueno cuéntame de ti-volvió a hablar Aizen.
-de mí no hay mucho que contar, nací en un barrio humilde perdí a mi mujer y a mi hijo-comenta sin apartarme la mirada.
-Que mal, lo siento por ti. Yo perdí una hermana, un gilipollas la mato en una escuela-soltó Aizen con fingida molestia.
-Que mal- apretó un poco sus dientes en lo que seguí cocinando. Sabe fingir bien el degenerado.
-Toma prueba hermosa- me dio la cuchara con la salsa.
-mmm...delicioso- digo chupando el dedo que pase por la salsa.
Mire disimuladamente su expresión se puso algo serio. Pero rápidamente supo disimular.
-Linda, yo te perdonaría la vida-agregó tomándome desprevenida.
-¡Ja,ja,ja!, gracias supongo-disimulo con inocencia.
<<Jodeeer>>
-Te juro que a ese tipo lo mataría, ella era tan pequeña-volvió hablar Aizen.
-Bueno, el dolor lleva al cielo-articula con anhelo.
<<Mas que confirmando es nuestro hombre >>
-Ya está la comida-señala.
-Ya no tengo hambre. Pero vamos-se excusó rápidamente Aizen.
-Claro.
estando frente a la puerta de salía, se volteo hacia Aizen.
-¿Hacia dónde vamos?-interrogó.
-A comisaria. Policía- Enseño su placa.
Lo condujo a el auto sentándolo en el asiento de atrás. Nos montamos en auto, conduje hacia comisaria.
-¿Estas loca, como se te ocurre probar? -Preguntó preocupado.
-Venga, no me iba a pasar nada. Y no creo que fueras a llorar-le informe restándole importancia al asunto.
-Me da igual. De todas formas solo somos compañeros-agregó con rapidez.
-Viste que eres un niñito-admito.
-¡Jump, jump!-esa risa es como si disfrutara de lo malo.
(...)
Llegamos a la comisaria, nos bajamos con tipo frente a nosotros.
-Lexa, ¿te gusto la comida?-preguntó Kaito. Con una sonrisa tímida.
-mmm...aun no la he probado-miento.
-mmm... está bien-aceptó algo decaído.
Mire a Aizen que se detuve mirándome a mí y luego a él. Negue con mi cabeza varias veces, pero una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.
-Estaba deliciosa-confesó Aizen.
-Qué bueno-se alegro Kaito.
-Ambas porque Lexa me dio la suya- y con una sonrisa triunfante, entro con el asesino sala del interrogatorio.
-Kaito, lo siento Aizen tenía hambre-me disculpo al ver su cara.
-No pasa nada- una sonrisa, melancólico alumbro su rostro.
-No en serio lo siento. Ahora debo irme-intento explicarme.
Sali en busca de un café para Aizen y para mí. Entro a la sala de interrogatorio para encontrarme a Yum en el suelo, y Aizen golpeando al asesino contra el cristal.
-¡¿No puedes ver bien?!-la violencia en la voz de Aizen asusta.
-¡JA,JA,JA!-rie el asesino.
su rostro está lleno de sangre, hay sangre en la camisa de Aizen. Al parecer salpico a su camisa, al Aizen estamparlo varias veces contra el cristal. Entre corriendo al verlo que lo seguía golpeando. Su rostro se veía ido con tanto enojo. Pero a pesar de todo se veía tan atractivo.
-¡Aizen, para!-le ordeno.
-No te metas Lexa-ordenó
-Aizen, para. No pierdas el control-intento tranquilizarlo.
-Tienes razón, no voy arruinarme por un imbécil-lo suelta.
-¡jodeeer!, ¿pero qué coño paso aquí?- preguntó Agner desconcertado. mirando todo alrededor.
-chica deberías tener cuidado que eso pronto va a hacer efecto-río el asesino.
-Ya veo porque te golpearon-agrega Agner fulminándolo con la mirada.
-No le dio nada-habló Aizen saliendo.
-Agner llévalo a la celda. Yo debo ir hacer algo primero-pedí de favor.
-Claro.
tomo a Yum zarandeándola para despertarla. Abre sus ojos lentamente como si estuviera mareada. Se incorpora mirando hacia todos los sitios.
-¿Dónde coño esta Aizen?, ¿Cómo se atreve a dormirme?-espeta furiosa.
-Yum, por favor olvídalo. Necesito que borres las cintas de grabaciones donde se ve a Aizen perdiendo el control-pido en apenas un murmullo.
-Pero Lexa...-la interrumpí.
-Por favor- rogué.
-Bien, yo me encargo ve a calmarlo-informó un molesta.
-Gracias, eres la mejor-bese su mejilla, me levante del suelo saliendo de ahí.
Prepare otro café yendo hasta donde estaba él sin su saco encima ya que estaba con sangre solo tenia su camisa blanca.
-Toma- extendí su café.
-Gracias. Ya resolvimos el caso ahora solo necesito terminarlo bien- camino hasta Yum- necesito que cites tres policías aquí-pidió calmado.
-No vuelvas hacer lo que hiciste, ven sígueme-advierte Yum guiándolo.
-Perdón-se disculpa.
Espere afuera hasta que salieron el Kris, Yum y el.
-bien, haremos el plan paripé-proclama Aizen.
-¿ qué es eso?-pregunta Vale ida.
-Lexa, les explicara-dice.
(...)
Después de hacer el plan, Yum y Kris se fueron dejándonos solos . Lo vi tan serio que quise hacerle un chiste.
-¿Que pasa niñito un día agotador?-bromee.
Me di cuenta que todo resulto mal cuando su rostro cambio de serio a frustración, decepción.
-¡Jodeer, Basta!, ¿Cuándo dejaras de llamarme niñito? ¿Qué debo hacer para que dejes de hacerlo? -me miro a los ojos-Nada de lo que hago para ti parece suficiente. He estado dos años de detrás de ti. Dos años gustándome, intentando conquistarte. Estos dos años nada de lo que hago es suficiente. Nos besamos pero para ti no significa nada, me ves como un niño, un hermano. Pues está bien ya no insistiré más, estoy harto. pues a partir de ahora... solo somos compañeros.
Cada palabra pronunciada por sus labios me dolía, tanto como a él, porque yo lo quiero. Pero es este temor a salir lastimada. Estaba tan ciega que no vi que lo lastimaba, jodeer quiero besarlo, quiero hacerlo. Pero estoy segura que con lo enojado que esta me detendrá.
-Ai...-me interrumpió.
-Solo nos trataremos profesionalmente-explicó
-estos dos años nos hemos hecho amigos-me excuse.
-¿Eso quieres?, bien seremos nada mas que amigos. Nunca nos besamos olvídalo-asegura con seriedad.
eso me dolió, pero me lo merezco. Y a lo mejor es lo mejor así ambos no saldremos lastimados. Vale se acercó a nosotros con una sonrisa en su rostro, estoy segura que nos escucho.
-Aizen, ¿sales conmigo esta noche?-propuso con descaro.
deseo que le diga que no pero se la respuesta.
-Si, esta noche salimos y vamos a donde tu quieras. Lexa vete a enseñar que por lo menos a Kaito no lo tratas como un niñito-suelta como una indirecta.
Ahora me había enfadado, camine a donde estaba Kaito, Roy y Agner sentándome a conversar con ellos.
(...)
Camine hasta la salida parándome al lado de Aizen.
-Venga, Kaito búscame un café ya que al menos tu no eres un niñito como otros- hable entre dientes haciendo énfasis en cada palabra.
El rostro de Aizen cambio a molesto, su expresión fue de celos aunque supo disimularlo rápidamente. Camine hasta el despacho de Yum y hay me quede pensando un par de horas. Creo que Yumi tiene razón es momento de recuperar a mi chico. Por que él es mi chico, y yo lo quiero. No me daré por vencida.
-Lexa, te estaba buscando tenemos tres nuevos miembros. A parte de Kris y Vale-dice con horror en su rostro.
-¿Quienes?-preguntó con temor.
-Los panolis-seña y me quedo ida un segundo.
-No jodas-niego con la cabeza.
Pues si-afirma.
-bueno por lo menos terminamos el caso, estoy agotada- me recoste a su brazo.
El cual se corrió haciendo que me cayera un poco hacia el lado. En serio no quiere que tengamos contacto. Creo que ya lo perdí.
-Nos vamos, a por un café para conocernos- sugirió Roy.
-Venga Aizen, ¿sí?-insistió Vale.
-Vale, Vale- dijo haciendo que ella sonriera.
Salimos de ahí montándonos en una furgón yendo a una cafetería. Al llegar allí estaba si la memoria no me fallaba Violett creo que se llamaba, la novia de Agner entramos en la cafetería. Todos pedimos y después de hablar como loros por un par de horas salimos de la cafetería para montarnos en el coche. Cuando todo fue muy rápido solo escuche la voz de Agner.
-¡¡Cuidado!!-gritó Agner.
Agner me empujo cayendo al suelo junto conmigo, el impacto de una bala se hizo presente y el cristal de la cafetería se rompió. Los vidrios cayeron al suelo lo que Agner me cubrió. Se levanto enseguida saliendo desprendido detrás de tío que corría a toda velocidad. Detrás se mandó Aizen. Me acaban de intentar matar, bueno eso es mejor antes que la indiferencia y frialdad de Aizen. Todos me preguntan como estoy.
-Estoy bien, estoy bien-digo ida.
-Ven aquí- Kris me tomo del brazo sentándome dentro de la furgón revisándome.
-Estoy bien-insistí.
-Lexa eso fue para ti-preguntó Roy asustado.
-Tal vez-dije no muy segura.
-Venga, cálmate-pronunció suave Vale aun asustada.
-Lo siento, no pude hacer nada para protegerte-habló Kaito decaído.
-tranquilo, estoy bien-insistí con seguridad.
En serio estoy bien , solo que no puedo dejar de pensar en quien mandaría a matarme, Aizen podría ponerse en peligro si sigue a mi lado. Estoy feliz que ni siquiera estuviera al lado mío, cuando la bala. Agner fue rápido aunque también se puso en peligro. Me alegra saber que todos están bien y no paso nada. Siento que puedo confiar en mi equipo, eso de Agner fue una muestra yo no creo que tenga que ponerse a prueba.
(...)
Después de unas horas vinieron caminado Aizen y Agner con el cabello pegado por el sudor en la cara, todos sudados, agitados. Enseguida Agner se acercó.
-¿Estas bien?- me preguntó preocupado asesorándose.
-Estoy bien, ¿gracias y tu?-pregunte preocupada.
-tranquila estoy bien- dijo acercándose a su novia.
Sentí su mano cálida tomarme del brazo, me giro haciendo que lo mirara fijamente a su rostro, sus ojos cian hicieron contacto con los míos. En sus ojos había preocupación se nota, reviso tocando mi pecho.
-¿Estas bien Lexa ?¿no te paso nada?-preguntó suave, preocupado.
-Estoy bien-repetí.
-Vamos, a donde se monto el chico. Ahí deben haber pistas-asegura Agner.
-Yo me monto atrás, no quiero que nadie este cerca de mi-Digo tomando distancia.
-Aquí adelante conmigo. Ahora, es una orden- ordenó Aizen autoridad abriéndome la puerta.
Se monto conmigo al lado mío y por el GPS que había puesto al coche donde se monto el chico cuando lo andaban persiguiendo, encontramos el coche estaba abandonado.
-Kris, todo tuyo-expresó.
-Claro.
Todos salieron del coche dejándonos solos. Me pegue un poco dejando a él, dejando que mi codo chocara con el suyo. El también comenzó a pegarse un poco más, nuestros hombros se rozaban.
-Me alegra que no fuera a ti, y fuera a mí no quiero te me pase nada a ti- hablo con sinceridad.
-Ni yo quiero que te pase nada a ti-musitó con alivio.
-No me iba a pasar nada-abro el primer botón de mi camisa mostrándole el chaleco anti balas.
-No sé como puedes estar, con eso todo el tiempo-sonrió con alivio.
-tengo que estar adaptada, si hago de escudo protector-le recuerdo con una sonrisa.
Recoste mi cabeza en su hombro, y me dejo. Eso me hace feliz porque eso significa que tengo oportunidad. Estira sus brazos como si estuviera estirándose, echo mi cabeza hacia adelante dejando que ponga el brazo. Pega mi cabeza a su pecho y me siento cómoda, segura.
-Quiero que sepas, que no te veo como un hermano y mucho menos como un niñito-confieso con un hilo de voz.
Me despego haciendo que mi rostro quede pegado a escasos centímetros del suyo, nuestros ojos se conectaron. Con solo mirarlo se lo que quiere hacer, y es que yo quiero. Se acerca de poco a poco hasta que sus labios están a punto de acercarse a los míos, con el nervio sin querer una de mis manos tocan el claxon. Nos separamos de golpe.
-¿Lo hiciste apropósito? -dice enarcando una de sus cejas.
-No, es el nervio, estoy nerviosa-admito con timidez.
-¿Estas nerviosa?-su sonrisa de diversión me hace sonreír.
-S...-no me deja terminar.
Sus labios impactan contra los míos, una de sus manos me toman del mentón en lo que intensifica el beso. la otra me toma del muslo. Nuestras lenguas juguetean, sus labios buscan necesitadamente los míos. Y lo necesito sentirlo, este hombre me vuelve loca. Con la misma facilidad que puede darme la vida puede quitármela. En serio no me importa nada cuando somos yo y él. No puedo aguantarlo es tan inevitable. Las miles de sensaciones que mi cuerpo siente con su toque, sus labios. La necesidad, creo que estoy empezando a entender que las ganas por este hombre no se me quitan se me acumulan. Es una droga. Todo Aizen, y yo a dictada a él. Aizen es el dulce de mi amargo café... Él es eso que aunque me borren la memoria jamás podría dejar de querer. Siento que aunque lo olvide mi cuerpo podría reconocerlo. Porque la familiaridad, la química, las miles de cosas que me hace sentir jamás se olvidaran. Este niño tiene demasiado poder en mi y me gusta. Ya no hay vuelta atrás, lo sé. Puede lastimarme todo lo que quiera jamás lo soltare. Su dulce sabor. Sus labios y los míos se besan mas allá, nos besamos hasta el alma.
-¡ejem,ejem!, ya nos vamos- la voz del pelirrojo me hace brincar.
-que inoportuno - habla entre dientes.
(...)
Aizen le encargo el caso a los panolis y nos fuimos a casa prefirió venir conmigo que irse con Vale. Su enojo era demasiado pero a mi no me importa, no me retratare. Aunque la chica que apareció en la comisaria me molesto un poco el tuvo paciencia.
-Después, de todos estos años sin dar un beso. ¿te gusto?-pregunta con curiosidad
-el primero, tu fuiste el primer beso-aclare- y si me gustas mucho.
- ¿y te pongo?-preguntó nuevamente.
-si... me gustas. No me líes-digo intentando apartarlo.
-déjame liarte- sus labios dejaron un corto beso en los míos dicho lo último.
Salimos del coche adentrándonos en la casa.
Aizen va al baño a bañarse y yo sin poder contenerme me adentro en el baño encontrándolo sin camisa, ese pecho todo definido él es un orgasmo andante.
-Lexa, ¿por qué no te bañas conmigo?-insinúa de manera picara.
-no creo que sea lo mejor-me niego.
-jodeeer , Lexa creo que sino lo hago ahora me volveré loco.
Diciendo eso el estampo sus labios con los míos, con unas de sus manos me agarro de la cintura pegándome bien a él, una de sus manos viajo hacia mi mejilla sujetándome por el rostro. Sus labios separaron los míos con gran facilidad, Aizen se mueve a un ritmo demandante, el cual yo sigo sin problema alguno. Nos compenetrábamos tan bien, nunca supe porque todos les gustaba besarse, pero ahora ya se lo que siente es tan exquisito. Su lengua hace contacto con la mía de maravilla, me da pequeños y suaves mordiscos en el labio inferior. La mano que me tenia en la cara se enredo en mi cabello y la otra que estaba en mi nalga la metió por debajo del vestido tocándola esta vez directamente, dando un fuerte apretón haciéndome sentir su maravilloso tacto. Su piel esta caliente, sentir su mano sobre mi piel me esta empezando a excitar más de la cuenta. Las sensaciones tan maravillosas del beso. Incluso su exquisito aliento a café y dulce, su respiración pesada. Por no dejar las manos en el aire además de que lo quería tocar, le rodee los brazos en el cuello y enredando una mano en su cabello. Hundió mas los dedos en mi piel, me siento muy caliente. Nos gustó más, sentí su miembro duro. El beso se volvió algo más apasionado, estoy atrapada por Aizen. Lentamente se echó hacia atrás, lo miré atontada, con los labios entre abiertos, hinchado. Nos miramos desconcertado por algo tan poco habitual.
<<mierda y ahora que se supone que haga>>
-Lexa eso fue...- dijo con asombro en su rostro, su voz salió ronca, seca, extraña
-báñate te espero fuera-con eso salí con suma rapidez .
<<mierda eso fue asombroso, pero ahora que hago...>>.
(...)
Estaba sumergida en mi pensamiento que cuando al rato salió con la toalla envuelta en sus caderas ni cuenta me había dando. Me mira alegre, pero algo confundido aún.
-Aizen me esperas aquí iré a bañarme.
-ok-Entre al baño y cerré bien la puerta atrás.
<<mierda estoy tan mojada que parece que tengo una piscina entre las piernas>>
Aún seguía pensando en lo ocurrido siento las sensaciones, el calor de su piel, el tacto de su piel en la mía. Sin darme cuenta me estoy tocando en el suelo del baño. Toque ese punto que en más de una ocasión me había tocado pensando en él, comencé haciendo movimientos suaves y circulares. Fui aumentando la velocidad ya que lo estaba haciendo más rápido me apoye en la pared y con la otra mano que tenia libre tape mis labios para que no se me escapara ningún gemido. Me introduje un dedo y luego otro, lo hice a un ritmo despacio, dentro y fuera aumente el ritmo poco a poco. No tarde mucho en correrme ya que estoy muy caliente, termine sudada y todo el cuerpo relajado. Me di una rápida ducha fría para bajarme el calentón. Me envolví en la toalla y salí, y justo como le dije él me estaba esperando.
No me aparta la vista de encima al contrario me está recorriendo cada parte del cuerpo con ella.
Entramos en la habitación.
-Aizen en verdad yo no te veo como un hermano y nunca podría- estaba nerviosa y un poco asustada.
Camino hasta donde estoy, sin más preámbulos me beso, es un beso intenso. Me succiona y muerde mi labio inferior. tiene sus manos en mis nalgas, lo rodee con mis brazos el cuello. Se separo de mi unos centímetros y sin dejar de observarme, sus manos viajaron a la toalla que envolvía mi cuerpo zafándola y dejándola caer al suelo. Me sus ojos me recorren despacio todo el cuerpo con sus ojos intensos y lleno de deseos.
Así expuesta no puede evitar sonrojarme y sentirme nerviosa esto era nuevo para mí, me llamo la atención el bulto que estaba creciendo en su entre pierna. Aizen se inclinó un poco hacia abajo, me tomo de los muslos y me alzo como si fuera una pluma. Envolví con mis piernas su torso. Él capturo mis labios sin esperar mucho y me deje llevar.
Le rodee el cuello con los brazos, lo cual lo permitió que me presionara contra su cuerpo semi desnudo. El calor y el tacto de nuestro cuerpo nos prendió, el bulto estaba creciendo en su entrepierna lo sentía en mi parte baja. El olor del jabón impregno mis fosas nasales. Me beso de manera efusiva durante unos segundos, la manera en la que succionaba y mordisqueaba mis labios era embelesadora y nueva para mí. Mientras lo hacía comenzó a moverse hacia la cama conmigo aún encima besándonos.
En un momento cayo sentado en el colchón y me hizo acomodarme a horcajadas sobre él, termino recostándose un poco hacia tras. En esa posición en la cual su cuerpo y mi cuerpo estaban tan cercanos, los besos hicieron que sintiera con mayor intensidad los pálpitos y humedad entre mis piernas. Como si fuera lo más natural del mundo comencé a mecer mis caderas hacia delante y hacia atrás frotándome contra su miembro ya erecto, que no se en que momento se le había caído la toalla que llevaba envuelta en su cintura hacia rato. Solo se que el roce directo entre mí intimidad ya tan mojado y su pene erecto era maravilloso, me ponía mas. Se separo de mis labios para mírame, se mordió su labio inferior en lo que mecía mis caderas a un ritmo más rápido y demándate. No pude evitar gemidos que salían de mi boca.
jodeeer Lexa-jadeo.
Agarro mis caderas y comenzó a moverlas más rápido, me moví al ritmo que quería. Yo quería cumplir con sus expectativas y complacerlo, sabía que no tardaría mucho en correrme por el nivel tan grande de excitación. Todo era tan erótico, excitante que debía ser un sueño.
Sentí su miembro tensarse y ponerse aun más duro, sé que no tardaría. Él tampoco mucho en correrse, sentí una corriente recorrer mi cuerpo que vino acompañado de un fuerte gemido y termine corriéndome justo en ese momento. Aizen me levanto de las caderas. Enseguida pude notar el liquido blanco y espeso. Me moví más abajo y con mi boca limpie su miembro.
<<es hora de poner en practica lo que e visto y he aprendido en los porno >>
Con mi lengua recorrí todo su pene.
<<jodeeer si que es grande, como podía alguien tener semejante tamaño, todo eso me cabria >>
succioné, lambie y moviéndome a un ritmo rápido y con mi mano masajee su miembro a la misma vez que me lo metía en la boca y me movía en un movimiento rápido. Me tomo por el cabello moviéndome a el ritmo que quería y me deje guiar. Aizen solto un gruñido bajo. Sentí un liquido caliente y espeso llenarme la boca completamente, casi me ahogo era demasiado, pero termine lidiándome para tragármelo, se lo deje impecable y lo mire
<< se corrió dos veces, supongo que no lo haces tan mal Lexa para ser tu primera vez >>.
Me atrajo a sus labios volviéndome a besar, me coloco encima de su miembro aun medio levantado, deslizo las manos de mis caderas a mis nalgas y las apretó con fuerza. Se volvió a incorporar y se sentó otra vez conmigo encima. Bajo de mi boca a mi cuello comenzó a dejar besos deliciosos, succiono, mordió, hasta llegar a mis senos. Con una de sus manos masajeo uno de mis pechos, se dedico a besar mis pechos. El instante se hizo tan delicioso y tortuoso a la vez, mis gemidos sonaban como quejas. El rio sobre la piel de uno de mis pechos, con su otra mano pellizco el pezón de mi otro seno haciendo que se me escapara otro gemido. Con su boca mordisqueo el otro, sentía su miembro ponerse duro otra ves.
<< oh no, de eso nada >>
Sin más me aparte de él levantándome de encima cayendo hacia el otro lado de la cama. Me miro atontado y confundido.
- ¿Qué paso? -dijo con la voz seca y trayéndome de nuevo a él para besarme, me zafe de su agarre, lo cual lo dejo mas extrañado y confundido.
- ¿Qué clase de chica seria si te dejase continuar?, no sería yo - insinúe divertida.
-Tienes razón- sonrió también.
-Así que hasta mañana Aizen- me dispuse a marcharme hasta que me sujeto con su mano atrayéndome tan fuerte que de un tirón me sentó encima de él.
-pero que clase de chico seria yo si te dejara marchar, teniendo la oportunidad de tenerte, después de dos años loco por este momento.
Me beso otra vez, pero más fuerte, más deseoso. Ya no quiero resistirme quiero ser suya, yo también lo deseo. Me tiro en la cama indicándome que me pusiera de lado, se colocó detrás de mí, mis nalgas quedaron contra su miembro, mi espalda contra su pecho. Su barbilla se apoyo en mi hombro... nos quedamos completamente pegados. Puso su mano en mi muslo y me indico que levantara la pierna. Se las arreglo para llegar con facilidad a ese punto que me volvía loca, empezó a jugar con el haciendo movimientos circulares. Acariciaba arriba y abajo, haciendo que se me escapara un gemido. Esta torturándome, introduzco un dedo dentro de mí. Se siente tan bien, no creo que aguante mucho. Introdujo otro, se mueve en un ritmo rápido, saco su dedo de mi interior.
-Aizen... no pares- pedí en apenas un jadeo.
Hizo que me pusiera boca arriba. Se subió encima me beso, bajo hacia mi cuello trazo un camino de besos a mi abdomen, jugo con su lengua en mi ombligo, provocó un cosquilleo. Levanto mis piernas y las abrió, paso su lengua por la cara interna de mis muslos, los succiono y les dio pequeñas mordidas. Llevo su lengua a mi botón y comenzó a lámelo y chuparlo, era demasiado, gemí en alto. Lo cual solo hizo que aumentara el ritmo, introdujo sus dedos dentro haciendo que la sensación fuera más exquisita y excitante. Sentí tensarse mi cuerpo, termine corriéndome en su boca. Saco los dedos de mi interior y los introdujo en su boca saboreándolo, eso me prendió más. Volvió a mi boca y lo sentí colocar su miembro en mi entrada.
-Aizen -en apenas un susurro.
Dime - musito suave y mirándome a los ojos con deseos.
-Es mi primera vez - mi voz salió suave nerviosa, su expresión cambio a asombrado a tierna en un segundo.
-Tranquila seré cuidadoso -me aseguro con la ternura del mundo.
Introdujo primero la punta y comenzó a moverla sube, despacio, sin prisa. Su mirada estaba clavada en la mía, están llenos de ternura y deseo. Dolía un poco, pero se iba transformando en placer. Continúo introduciendo de poco a poco.
-Aiz... duele-me queje.
- ¡ssh!, ya falta poco-Siguió introduciendo y comenzó a moverse suave.
-Due... -me beso con ternura.
Aumento el ritmo, gemí en su boca. Se movía dentro y fuera, el dolor estaba convirtiéndose cada vez más en excitación. Cada vez aumentaba mas el ritmo y el beso se intensifico.
-Aizen -solté entre jadeos.
jodeeer esa sensación tan exquisita me estaba volviendo loca. Sentí el clímax acercándose, estaba saliendo y entrando en mi cada vez más rápido, su respiración se mezclaba con la mía al mismo par.
Te ...quiero-solté en un gemido corriéndonos a la vez.
-Jodeeer Lexa. me gustas mucho- admitió tirándose a un lado de la cama y llevándome consigo para abrazarme.
- estuvo ...super, super es poco-aseguro trasmitiéndole seguridad.
-eres jodeeer sensacional, ¿echamos otro?-nos besamos otra vez .
(...)
Entra la luz del sol por la ventana, estaba con la cabeza en el brazo de Aizen y él me estaba abrazando por la espalda.
- ¡ay!, me duele todo el cuerpo-susurre.
-Te dije que cuando te cogiera te iba a dejar así-dijo sonriendo -Eres tan bonita-me miraba a los ojos con una ternura en sus ojos cian.
Me subí encima de él y lo besé.
-¿Echamos otro?-susurro.
-no nos pasamos toda la noche, madruga cogiendo creo que si dormimos 2h es mucho-le recordé.
-¿y que? - Se subió encima mío besándome.
-Tengo que olvidar esto-digo separándome de sus labios.
-¿Tu quieres olvidarlo?-preguntó sin dejar de mirarme.
-¿No y tu?-reconocí.
-tampoco-me aseguro.
-¿Entonces que somos?-pregunte con algo de miedo.
-una cosa rara-Anunció con una sonrisa.
-Una cosa rara-repetí extrañada-me gusta- le sonreí
-Mi cosa rara- aclaro -Y ahora ven aquí-sus labios impactaron contra los míos.
Espero que les guste chicas. Esta semana voy a estar ocupada con la escuela ya que estoy a fínales pero nos veremos pronto. Déjenme sus comentarios que me animan a seguir.
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