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Capítulo 10 (No te hace bien)

-Ya, pero Kaito no es mi mejor amigo que de seguro me hará un buen café amargo-insinuó con una ceja enarcada.

-Te veo de muy buen humor, al menos no traes la cara de culo de siempre. No creo a Kaito ser capaz de follar en un coche y tu mucho menos así que... se divirtieron-una sonrisa de diversión se dibujó en sus labios cuando me logro esquivar el manotazo.

-¿Por qué todo es coger?, hay otras cosas-me levanto recogiendo el frasco y tirándoselo en la cara.

-¡Ay!...y segundo solo quería tomarte el pelo-se levanta caminando hacia la que creo que debe ser la cocina.

Me levanto echándole un vistazo a las fotos que tiene en la sala, en una sale Roy, Kaito y él. En la otra Violett con él, ella sola. Una con los padres, y el hermano. Camino a la cocina sentándome en uno de los banquitos viéndolo preparar el café.

-Ahora que lo pienso no tenemos ninguna foto juntos- digo en lo que tomo la sal, dejando caer una pizca en mi mano.

-Eso porque a ti no te gustan, eres demasiado amargada como para ello-dice poniendo mueca de asco al verme introducir la sal de mi mano en mi boca-no sé cómo puedes-niega.

-¿Qué?, es super saludable la sal-dejo el frasco.

-Ya, lo que digas-se gira tomando las palomitas de maíz y colocarlas en el microondas.

Lo veo demasiado serio, raro. Y lo sé porque lo conozco lo suficiente como para saber que él jamás esta serio. Ni siquiera aun cuando es mal.

-Agner Brown, te hare una pregunta y quiero que me respondas con sinceridad. ¿Qué te sucede? -miro hacia abajo un segundo para volver a mirarme, forzando una sonrisa.

-Nada-hablo cortante-solo es que Violett y yo peleamos, si me lo preguntas es que últimamente no está en casa, según ella es trabajo, pero yo...-no lo dejo terminar.

-Desconfías, sientes esa sensación...como lo dirían otras personas lo presientes-lo hago girarse para mirarme.

-Miedo, eso tengo. Lexa, por esa chica yo hice cosas imperdonables...no lo entenderías-Niega agarrándose la cabeza con frustración.

-¡Vaya, creo la escapadas la necesitas más tú que yo!-me recuesto a la meseta, mirándolo.

-No, no yo estoy bien-toma el café recién hecho sirviéndolo en una taza.

-No que va, podrás engañar a todos menos a mí. Y tal vez a Kaito-tomo la taza del café llevándomela a los labios, dando un sorbo.

-Las rositas-las toma del microondas dejándolas en un bol-¿vemos esa peli?-me anima con las rositas en la mano.

-Vale, pero luego seguiremos hablando-caminamos a la sala.

-Te lo prometo-me toma del brazo con entusiasmo llevándome a la sala.

Lo veo buscar en Google para luego colocar la película en la tv, apaga las luces, coloca la manta para taparnos. Las rositas en el medio y con una sonrisa me mira para volver a mirar a la pantalla.

-¿Qué película pusiste?-pregunto, terminándome de tomar el café.

-Una película coreana-termina.

-¿Cuál?-pregunto.

-Vivo se llama-al no verme muy convencido vuelve hablar-Un virus se desata en una ciudad de corea y él único sobreviviente permanece encerrado, justo cuando pierde la esperanza se da cuenta que no es así-termina.

-Oh entiendo, hubiéramos visto The Walking Dead que me encanta-digo entusiasmada al empezar la película.

La película empezó y nos mantuvimos en silencio viéndola, pero una que otra sonrisa reprimí al verlo mirar hacia los alrededores y a mi principalmente para asegurarse que estaba bien. Por cada sonido pausaba la película algo asustado iba a mirar.

-Se acabaron las palomitas iré a por más-con una sonrisa se levantó.

-¿No quieres que pause o te acompañe a buscarlas?- miro al pausar la película.

-¡No!-exclamo alarmado, lo mire con extrañeza-No, no puedo ir yo-sonríe rápidamente rascándose la cabeza.

-Vale. Cuidado con el zombie del baño-grito al verlo perderse a la cocina.

Continuo la película y la verdad me pregunto que lo asusta porque la película en nada asusta. No lo quiero ver viendo The Walking Dead, ahí si que se caga del miedo. Me rio para mis adentros cuando mi celular comienza a sonar, lo tomo viendo en la pantalla Kris (Mi forense favorita).

-¿Pasa algo?-pregunto preocupada.

-No, solo quería saber si estas bien. Aizen duerme en el sofá y según Vale estaba algo triste he preocupado-su voz está cargada de preocupación.

-No estoy bien, solo quiero coger algo de aire-termino.

-Vale, pero ten cuidado-habla más aliviada.

-No te preocupes-termino y cuelgo.

El celular de Agner comienza a sonar y el nombre de el toxico aparece en la pantalla.

-¡Agner!, ¡Te llaman y el nombre de toxico aparece en la pantalla!-grito desde la sala.

Llega con las rositas a paso apresurado.

-Gracias es Roy, ¿qué sucederá mira la hora?-dice para contestar y desaparecer escaleras arriba.

<<¿Qué hora es?>>

Miro el reloj de mi mano para asegurarme, pero son la 2 de la mañana. Tomo las rositas viendo lo que queda de la película la termino, pero Agner aun no baja. Me debato conmigo mismo si debería subir, hasta termino subiendo. Lo encuentro en medio del pasillo sentado en el suelo, recostado a la pared. El celular en el suelo y me parece ver lagrimas caer por sus ojos. Me dirijo a paso apresurado hacia él que parece totalmente ido, mi corazón late a prisa, la preocupación crece dentro de mí.

-Agner-lo llamo pero no contesta-¿Qué pasa?, ¡joder contéstame!-llora más fuerte así que se cubre la cara con sus manos.

Tomo el celular porque estoy segura de que tiene que ver con ello, lo prendo. Directamente se prende con lo ultimo que vio, mi mente lo procesa demasiado rápido a al ver a Violett besando con un chico y no, eso no es lo peor. Lo peor es que el chico le tiene la mano perdida en adentro de su muslo, muslo digo para no decir su parte intima. Lo miro nuevamente perdido en lagrimas y siento el nudo en mi garganta, esta sensación la conozco y duele como la puta mierda. Verlo así duele, el siempre irradia felicidad.

Sin pensármelo dos veces me tiro al suelo y tiro de el hacia mí, lo aprieto con fuerza contra mí.

-Suéltalo, déjalo salir. Nadie lo sabrá lo prometo, tu eres maravilloso. Si no fuera que estoy enamorada de Aizen tu serias mi hombre ideal- lo animo.

-¡Joder duele!, duele tanto. Siento que me estoy asfixiando, el dolor me asfixia-musita, sin dejar de llorar.

Me duele verlo así, no se la vi tan capaz de no lastimarlo no se porque lo hace. Las lagrimas caen con fuerza y ensucian su bello rostro y a mi me parte, quiero golpearla, quiero que sienta su dolor, pero nunca se comparara con el dolor que el siente.

-Sabes no merece la pena llorar, ellos lastiman y uno se jode. Estoy harta de tanta mierda, la vida no se hizo para llorar...-no me deja terminar.

-No lloro por su traición, en verdad me la esperaba. Lloro porque por ella jodí a las personas que en verdad me querían, por ella hice tanta mierda, me destruí. Por ella mi hermano no me mirara en la vida, perdí tanto y gane tan poco. Y no se trata de perder o de ganar, no se trata de si me arrepiento o no. Se trata de que ella jamás a sabido cuanto duele, de cómo duele-musita-Y ella no tiene toda la culpa, la culpa también la tengo yo...porque soy idiota, por tantas cosas-limpia sus lagrimas con el dorso de su mano.

-Tienes razón, porque algo tan toxico como lo de ustedes no tuvo que haber empezado. Lo destructivo es no es bueno, pero la culpa por encima de todo la tienes tu... porque no deberías haber arriesgado y perdido todo por tan poco, cosas verdaderas importantes por algo que no sirve que tarde o temprano te iba a terminar fallando. Solo debías pensar que, si se lo hizo a tu hermano, quien dijo que a ti no. Siento ser tan dura y directa contigo, pero lo hago porque te quiero, me duele tanto verte así. No soy quien para juzgar porque yo sigo en la misma mierda de siempre, pero al menos Aizen fue sincero desde el principio lo nuestro era una cosa rara y jamás me dijo que nunca volvería a acostarse con una chica. Pero lo tuyo es diferente, porque lo tuyo si fue una verdad a base de mentiras por ella, porque sabias lo que arriesgabas y aun así decidiste seguir. Animo, no dejes que esto te mate-admito con sinceridad.

<<aun te falta...aun seguirás, porque lo toxico es así te consume, te mata lenta y dolosamente. Nunca será suficiente hasta que no tengas nada>>

-Lo peor es que siento que la voy a perdonar, porque la amo lo suficiente como para destruirme, para volverme loco. Porque me amo tan poco, la ame tanto que me olvide amarme-Cada palabra la pronuncio con seguridad y eso me dolió.

-Se que la perdonaras, por eso no diré nada para animarte a olvidarla porque se que no lo harás. No desperdiciare saliva con ello, solo se que me quedare para recogerte cuando ya no puedas y ayudarte-pronuncie con dureza, y aunque fui muy brusca es la verdad.

-Se que estas molesta...-no lo deje continuar.

-Claro que estoy molesta, me molesta que desperdicies tu vida así. Pero cada cual es mayor y sabe las decisiones que toma, las consecuencias que ke toca pagar-me levante del suelo dándole una mano.

-Se que siente que este en el suelo tendré tu mano para levantarme-dibuja una sonrisa melancólica.

-Y la mía-la voz de Kaito me tomo por sorpresa.

Me giro para verlo rojo del enfado, de tristeza. Por la pinta que tiene lleva tiempo suficiente ahí para saberlo todo.

-Kaito, yo debo ser tu fuerza...-lo interrumpe.

-No...sigas que me enfado más. Solo te diré que le patee tanto la cara a ese tio necesitara una reconstrucción facial, todo lo que no podía hacerle a ella me la cobre con él-termino.

-Te consigo el abogado con gusto-agregue.

-No hay pruebas-dictaminó.

-el crimen perfecto-termine.

-¿Quieres algo?-preguntamos ambos.

-Ahora que lo dicen, alcohol-respondió con dolor.

-Abajo-nos dirigimos a la sala.

Enserio Kaito había traído alcohol, destapamos la primera botella y comenzamos a beber.

(...)

Abro mis ojos sintiendo a alguien abrazarme desde la espalda. Miro a Agner y Kaito detrás de Agner. Me toco la cabeza tras el dolor que esta me da al levantarme. Escenas de ayer llegan a mi y no puedo evitar que una sonrisa se dibuje en mis labios así que los observo, me levanto yendo al baño a orinar para regresar y volver acostarme a dormir.

(...)

Despierto sin verlos en la mesita de al lado hay una pastilla un vaso de agua. Me la tomo, entroduciendome en el baño. Dentro hay un cepillo de dientes nuevo en su estuche, una toalla limpia y ropa mía limpia. Me aseo y bajo. Entro en la cocina al ver a Agner cocinar y Kaito ayudándolo.

-¿Qué buen huele?-siento el estómago rugir.

-Buenas tardes-dicen los dos.

-Buenas tardes-digo en lo que observo a Agner, que si no es que se siente bien ya, finge muy bien.

-Debemos ir a la comisaria, pero si quieres puedes quedarte.

-No ya fueron suficientes vacaciones, yo también iré-respondo con firmeza.

-Vale, almorcemos y nos vamos-afirman con una sonrisa.

(...)

La comida estuvo deliciosa y después de comer, hablar otro poco fuimos a la comisaria. No teníamos ningún caso así que estuvimos hablando hasta que entro Aizen intenté hablar con él, pero ni siquiera me vio y se sumergió rápidamente en el despacho de Lorenzo esperé, pero cuando salió ni lo vi. Sali para verlo marcharse en su coche.

<< ¿Me habrá visto?>>

El olor del cloroformo lo siento en el aire, pero estoy tan distraída que apenas noto al hombre a mis espaldas hasta que caigo al suelo y mis ojos se cierran lentamente.

(...)

Abro mis ojos encontrándome para verme dentro de un coche intento zafarme, pero nada los nudos están bien atados, tengo un trapo en la boca. La persona sabe muy bien lo que hizo.

<<¿Me habrá podido llevarme a otro lado?>>

Siento cerrar el maletero vendrá a por mí. Debería hacerme aun ala dormida así cuando me desate o se me acerque poder escapar. Pero lo primero será darle una paliza. Siento la adrenalina correr por mi cuerpo, y mi mente trabajando a mil.

-No te muevas-la voz de Aizen me hace alegrarme.

-¿Qué pasa tio?

-Claro, abre el coche y no te voltees-exige.

-¿Por qué?-pregunta.

-Solo abre el puto coche-su exigencia hace que intente una vez más zafarme.

Se abre la puerta para ver a Aizen mirarme y yo verlo apuntándole a la cabeza al tipo. Disparo haciendo que se retuerza por la electricidad que recorre su cuerpo. Lo empuja con el pie hacia un lado, mientras me zafa. Sus ojos me recorren y hasta que no salgo su expresión no se alivia.

-¿Qué esta pasando?-pregunto, luego de darle una patada al sujeto del suelo viendo retorcerse.

-Te lo explicare mas tarde, ahora-lo toma colocándole las esposas y trancándolo en su auto-Debemos encargándonos.

-Vale.

continuara...

Espero poder actualizar, como ya saben el problema de la luz.

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