Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo 32

GWENDOLYN

Zion no está en casa. Supuse que esto pasaría tarde o temprano. Debe haber ido a visitar a su familia. Son las 4:30 de la mañana. Escucho la puerta principal abrirse y sé que él ha llegado. Sus pasos son silenciosos. Cambio mi posición, me coloco de lado y logro ver el perfil de mi marido.

Cierta tristeza inunda mis pensamientos. Recuerdo los momentos de la boda y lo que fuimos cuando éramos más jóvenes. De eso ya no queda nada, duele saber que todo murió. Al menos por mi parte se siente así. Y yo debo estar agradecida con él por lo que hizo, sin embargo, no puedo ignorar que no existe amor en este matrimonio.

Entre Archibald y yo hay una gran barrera que nos impide acercarnos. Comprobé aquella primera noche de su regreso que la pasión del principio había desaparecido. No sentía ese chispazo de fuego. Pero, con Zion, todo es diferente. Voy a terminar muy mal si me dejo llevar, aunque puedo permitirme ciertos momentos de debilidad.

Como aquel día en el armario.

Sí, como ese día. Muero por repetirlo, sin embargo, antes tengo que deshacerme de mi esposo. Trataré de resolverlo pacíficamente por nuestra hija. Pero si las cosas se complican no habrá más remedio que idear un plan para sacarlo de mi vida. Siempre va a estar a mi alrededor, es el padre de Faith, aunque no tiene por qué significar algo para mí.

Vuelvo a la realidad. Con delicadeza me levanto de la cama. Archibald no se despierta y eso me alivia. No quiero hablar con él. Salgo de la habitación a hurtadillas. Me dirijo a la sala, no tengo la menor idea de qué haré ahí, pero ahí es donde quiero pasar un rato.

—¿Gwendolyn? —Escucho la voz de Zion detrás de mí—. ¿Qué haces despierta? Es muy temprano.

Maldición, tenía que aparecer aquí.

—No tengo por qué responderte —solté, cortante.

En realidad quería besarlo, sin embargo, debía actuar así para no llamar la atención.

—Tienes razón, Damisela.

Dejé escapar un bufido y rodé los ojos. Me senté en el sofá, dispuesta a ignorarlo. El chico se sentó frente a mí, dispuesto a continuar molestando.

—¿Por qué no quieres hablarme? ¿Archibald te hizo algo? —inquirió con preocupación.

—Archibald es mi marido. —Le recordé.

—Eso no impide que te pueda hacer algo malo —aclaró.

—Zion. —Su nombre salió de mi boca con demasiada firmeza—. Para ya. ¿Estás preocupado o qué?

—Sí, estoy preocupado por ti. Porque me vuelves loco, pero no puedo acercarme a ti.

No bajes la guardia, Gwen. No lo hagas.

—Maldito seas, Caballero. —Me levanté del sofá y huí.

Me encerré en el baño. Era la mejor opción. Debía tener la cabeza fría. Las emociones no están permitidas. Pero sigo siendo una mujer y sigo teniendo sentimientos...

¡Joder, no! Todo iba perfecto. ¿Qué salió mal? ¿Por qué tenía que enamorarse de mí? Soy la equivocada. Él me distrae del plan. Piensa, Gwen, piensa. Debo hacer algo, esto no puede seguir así.

Mis neuronas se activaron y mirándome en el espejo supe que debía hacer algo para que Zion se entretuviera en otra cosa que no sea yo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro