Recuerdos Vividos
Los meses transcurrían tranquilos en Jackson, el asentamiento era como un raro santuario en medio de un mundo en que la regla general eran ciudades que alguna vez fueron prósperas pero habían sido víctima del brote, donde los restos de edificios y vehículos eran un inquietante recordatorio de las vidas perdidas por los infectados. La adaptación fue difícil, pero el lugar cada vez se asemejaba más a lo que un día pudieron llamar hogar.
Ambos sabían lo que significaba estar en el exterior, por eso en cuanto Tommy mencionó la necesidad de hacer una patrulla a larga distancia para investigar, tuvieron el impulso de aceptar con la intención de encontrar supervivientes y algunos víveres útiles que no pudieran conseguir autoabasteciéndose.
Mientras caminaban silenciosamente por las calles desiertas, Joel no pudo evitar notar como la mirada en los ojos de su compañera daba un cambio drástico. Hasta ese momento no se había percatado de que se acercaban a un lugar familiar para ella, olvidó que antes de ambos conocerse Tess viajaba con su hermano, él fue un importante apoyo para la mujer después de perder a su marido y su hijo, pero una enfermedad grave provocó que muriese, dejándola sin familia. Estuvieron juntos años antes de que se lo confesara a medias.
"Tess", comenzó suavemente, "¿Estás segura de que estás bien? Yo no sabía...".
Tess asintió y apretó con más fuerza su pistola. "Lo sé, Joel. Sólo... es mejor que sigamos caminando, de lo contrario tardaremos más en volver".
Joel dio un paso más hacia ella y extendió la mano para descansar sobre su hombro. Ella se había percatado en el cambio del ex contrabandista en los últimos meses. Después del viaje con Ellie y de que se mudaran al asentamiento, el hombre parecía más abierto y más cercano físicamente, incluso le dio la impresión de que eso aumentaba cuando la veía interactuar con la adolescente deslenguada.
Juntos, buscaron en los edificios abandonados y encontraron sólo unos pocos desperdicios y restos andrajosos. Pero en un pequeño complejo de apartamentos, se toparon con un alijo escondido de armas y suministros, incluso había ropa.
Los ojos de Joel se iluminaron, exhibiendo una sonrisa torcida mientras examinaba los suministros. "¡Tess, mira esto! ¡Ganamos el premio gordo!"
Tess emitió un bufido alegre y su expresión sombría finalmente desapareció. "Parece que Tommy tuvo una buena idea en su vida. Todo esto puede ser muy útil, debemos conseguir algo para transportarlo".
Mientras reunían las armas y empacaban las provisiones, escucharon un ruido proveniente de cerca. Sus instintos se activaron y silenciosamente se dirigieron hacia el sonido.
Cuando llegaron a la fuente del ruido, se sorprendieron al encontrar un grupo de supervivientes, incluido niños. Estaban cansados y desesperados, sus rostros reflejaban desconfianza pero no suponían una amenaza, aún así los registraron sin encontrar armas de ningún tipo, llevaban demasiado tiempo sin rumbo y saber que tenían un nuevo sitio al que volver hizo que se vieran casi eufóricos.
"Pensábamos que éramos los únicos que quedaban", susurró uno de los supervivientes.
Joel y Tess intercambiaron una mirada de complicidad. Sabían que no podían dejar atrás a estas personas. Tuvieron que hacer todo lo posible para garantizar su seguridad.
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Estuvieron viajando juntos durante lo que pareció una eternidad. El camino los llevó a un pequeño pueblo abandonado, las calles asfaltadas dieron paso a la naturaleza indicando que estaba cerca de su destino. Fue un raro momento de respiro, una oportunidad para recuperar el aliento y reagruparse. Mientras exploraban las chozas vacías, ambos se acomodaron en el lugar más limpio posible, los demás ya habían caído rendidos de cansancio. El hombre no pudo evitar maravillarse ante la determinación y la resistencia inquebrantables de su compañera, pero expresarlo resultaba difícil.
"Yo..." dijo, con la voz dudosa, retorciéndose para encontrar una posición en la que poder dormir, algo complicado usando una tela vieja y raída de almohada "no sé cómo se nos ocurrió venir aquí, me alegro de haber encontrado a esa gente pero llegará un momento en el que la edad no perdone".
La disertación vino acompañada de un gruñido, ante lo cual Tess lo miró tumbada de lado con una mezcla de gratitud y algo travieso en sus ojos. "¿Y eso no fue cuando recorrimos EEUU con una cría de 14 años?" La mención fue involuntaria e hizo que parara de hablar, su expresión cambió a una meditativa. "Le hubiera encantado estar aquí...En algún momento deberíamos hablar con ella del...hospital, cuanto más tardemos peor será".
Joel extendió una mano y le apretó suavemente la suya. "Lo sé, yo solo quería que estuviera a salvo". Su voz salió en apenas un hilo ante la admisión.
Ella sabía el peso de esa afirmación, por lo que se acercó con la intención de proporcionar consuelo, acurrucándose en su costado. Mientras se apiñaban buscando el calor, sus miradas se encontraron y su conexión tácita dominó el silencio. En ese momento íntimo, ambos se dieron cuenta de que su vínculo siempre fue más allá de la mera supervivencia. Fue una conexión nacida del dolor compartido, la confianza y una sensación indescriptible de anhelo.
Incapaz de resistir más, Joel se inclinó y presionó suavemente sus labios contra los de Tess. Fue un beso tierno y cauteloso, lleno tanto del deseo como del peso de sus circunstancias.
Tess se derritió en el beso, sus brazos rodearon el cuello de Joel como si intentara aferrarse a este fugaz momento de afecto sin medidas. Por un breve instante, el mundo exterior dejó de existir y lo único que importó fue el lazo que compartían.
Pero cuando la realidad de su situación volvió a asentarse, se alejaron de mala gana, con las frentes apoyadas una contra la otra.
"Mírate, Texas, te estás ablandando", susurró Tess, con la voz llena de una mezcla de asombro y miedo, pero una sonrisa dulce. El hombre correspondió con un levantamiento de cejas incrédulo. En otras circunstancias hubiera resultado cómico.
Acto seguido Joel la miró profundamente a los ojos, su voz llena de determinación. "Tess, hemos pasado juntos por un infierno. Merecemos encontrar algo de tranquilidad, algo bueno por una maldita vez".
La mujer se mordió el labio mirando el suelo, la imagen de esas personas que habían encontrado inundó su mente, después de todo quizás él tenía razón y se podía lograr algo de luz en la oscuridad si la buscas. Se limitó a asentir antes de tumbarse para que la venciera el sueño, aún les quedaba un largo día por delante.
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