Parte 5
Fue que pasada la media noche salí de mi habitación para ir a la habitación de James teniendo aún las luces prendidas.
Entre con un rechinar de la puerta encontrándome dormido en su escritorio con la laptop prendida, saqué una manta de los cajones de su ropero cubriéndolo para que no le entrara un resfriado mire su laptop y vi que estaba en reproducción un video de patinaje sobre hielo; moví un poco su mano visualizando que estaba escribiendo en un cuaderno acerca del patinaje.
-Oh dios, ten más cuidado, no vaya a ser que mamá y papá lo hubieran visto –dije susurrando para no despertarlo.
Cerré la tapa de la laptop al mismo tiempo que las luces de este, me fui a mi habitación echándome una siesta en la cama.
En mis sueños soñé que estaba en agua sucia y turbulenta, con un olor muy horrible que me hacía imposible respira, corrí a otra dirección para no seguir oliendo pero se hacía cada vez más fuerte al punto que me desmaye encima de los pies de un conejo blanco que agarraba un paraguas amarrillo cubriéndome con eso.
Se que los sueños son sueños, pero si buscas el significado de los sueños por internet puede que ya nos entendamos pero por ahora, no.
-Deja de intentarlo, no lo lograras.
-No querida, yo practique mucho para este momento, por supuesto que lo logre.
Por más que lo intentaba, Six no lograba comer sus fideos con palillos y ya debía sacarlos antes de que acabara la hora de receso, tan solo quedaban 5 minutos y si no lo hacía el profesor de arte la mandaría a la esquina.
Al final Six se rindió con los palillos pero expresando a la vez que lo volvería a intentar en un futuro, justo sonó el timbre indicando que ya acabo la hora, cada uno regresó a su asiento sacando de su mochila un sketchbook incluyéndome. La tarea pasada nos habían pedido dibujar un paisaje con colores fríos a base de crayolas y eso fue lo que hicimos, yo estaba orgullosa de mi creación aunque no hace falta decir que más tiene un significado erótico.
Maldita sea yo y mi mente sucia.
Todos esperábamos al profesor que era un poodle ya anciano pero que se cree que aunque es joven, sin embargo nos sorprendimos que el profesor ya no era él, a cambio llegó un profesor joven por los 30 años que llevaba gafas redondas vistiendo casual y sobre todo, era un zorro blanco.
Mi corazón comenzó a latir preguntándome a mí misma porque, pero me respondí a mi misma que era solo por las hormonas de mi v*gina.
Ni se lo crean, que es por otra cosa que me hizo abrir los ojos como platos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro