-¡Phillep! –hace mucho tiempo que no decía ese nombre.

Pero no podía decir cuál era el destino, se supone que él se fue al extranjero según dijo mi madre.

Pero si lo pienso mejor mi madre no es fuente confiable, ella también me había dicho que si ponía un libro debajo de mi almohada todo lo que estaba ahí se metería en mi cerebro, lo hice un día antes del examen y el día del examen, saque "0" de nota.

PD: No vuelvas a creerle a tu madre.

-¡OH! VAYA –esa fue su respuesta.

Ambos parecemos sonreír hasta que recibí un golpe en la parte de atrás de la cabeza proveniente de un libro grueso de Historia y provocado por Penny, una loba roja.

-UY, lo siento –dijo con una sonrisa maliciosa.

-Metete el libro por el culo maldita estúpida –le recrimina Miriam levantando el dedo del medio.

Penny, Penny, Penny...

Ambas somos del mismo grado de 5to de Secundaria pero ella está en el aula "C" mientras que yo estoy en el aula "A", por razones desconocidas ella odia verme o me ignora. Según Miriam que desea a muerte que ella desaparezca, Penny me odia por ser una potencial amenaza para que su "Crush" -quien no existe- se fije en mí en vez de ella ya que estamos en el mismo salón.

No miento si digo que me da pena por el CRINGE que me da.

-Paso mucho tiempo desde que hablamos, creo que la rápida decisión de mis padres los tomó a todos desprevenidos.

-En verdad que sí, no era justo en aquel momento que te fueras, era último año pero ahora pasarás el último año de secundaria solo con una –reí más por incomodidad que por gracia.

Phillep nos invitó a la cafetería de sus padres que estaba a cuatro cuadras del colegio pero él si llegaba temprano a diferencia de Six que vive cerca.

Si, lo volví a recordar.

-¿Entonces son compañeros desde la primaria? –pregunto Six mientras mastica una dona.

Cielos, que tierna.

-Es una larga historia, y un largo historial para la perfecta Sharon que era un de bullying.

Solo me digne a suspirar, no era un secreto y claro es algo con lo cual me arrepiento y por otro lado siento que le halle el sentido del porqué reunirnos.

-Eso era cierto, no me gusta recordar esa etapa de mi vida tan oscura que es el molestar y acosar a los demás solo porque no hacían lo que yo quería que hicieran.

-Eso ya lo sé –dijo Phillep. –peor sería que lo negaras y siguieras igual, me alegra volverte a ver toda cambiada.

-El placer es mío, más me sentí como una mariposa a lo largo de estos años, aun me falta creo que alzar mis alitas todas frágiles –Phillep río.

Cuando Phillep era pequeño, yo recordaba que él defendía a los que yo molestaba, si lo miro atrás más pareciera que yo era el diablo y él un ángel, oh vaya, que recuerdos.

Antes de las 7:30 nos la pasamos charlando recordando nuestra infancia, le presente a Six y a Miriam y él me presentó a Julissa que más bien es su hermana gemela.

Todos tuvimos una charla agradable hasta que miré la hora y me di cuenta que ya iban a ser las 7:30 por lo que tuve que decirles que era hora de irme.

Mis amigas se despidieron de Julissa y Phillep, quedaba yo que tenía que irme y antes de salir de salir de la tienda le pregunté por Joshua.

-Ah, aun lo recuerdas –trague saliva. –él está bien se fue a otro lugar a estudiar.

-¿Le va bien en su nuevo ambiente?

-Sí, tiene muchos amigos, está viviendo con sus familiares.

-Que bien –sonreí al escuchar eso, me despedí moviendo la mano esperando algún día volver a verlo para pedirle disculpas por mi actitud de niña malcriada que tenía.

-Mejor le hubieras dicho la verdad.

-Si lo hacía se sentía culpable –Phillep toco la cruz de plata que tenía en su cuello como collar mirando el cielo antes de entrar para ayudar a sus padres.