Solo quedan 4 días para el regreso a clases, tanto Phillep como Julissa están contentos de que ya sean clases.

Eso prefieren ellos a tener que estar en casa comiendo algo en un ambiente pesado e incómodo.

El padre de ellos se divertía mucho viendo su celular que da el partido mientras ellos no tienen nada que ver porque él, solo él, es el único que debe hacerlo en la casa.

Al acabar la cena ambos se quedan encerrados en una sola habitación con 2 camas que le corresponde a cada uno.

Al poco rato es que se empiezan a escuchar las continuas discusiones de todas las noches de todos los años que han estado viviendo.

-Hermano -Julissa se dirigió a Phillip que volteo a verla al ver por mucho la ventana que da al exterior de la ciudad .-me da miedo papá .miró la puerta con miedo.- temo que quiera matarme cuando le confiese lo que soy.

-Será sobre mi cadáver si se atreve a tocarte un pelo para "corregirte"

Estamos en un descampado, ¿no sería genial abandonarlos? piénsalo mujer.

¿Así nos agradeces luego de dártelo todo? Si es posible vete de esta casa si tanto quieres morir sin futuro.

Mamá nunca entenderá nuestros sentimientos, ella solo piensa que mientras no nos abandona es una excelente madre.

Anda, no seas un m*ricon llévale flores a ese novio tuyo y cuando regreses te daré una buena lección.

No es necesario que vayas a la universidad, en esta casa como los tenemos a ambos será suficiente para que me den dinero hasta mi muerte.

Tengo un amigo que tiene su hijo, será un excelente candidato para que tu hermana se case y nos de más ingresos.

Deja de titubear y aprende a ser el hombre de la familia como yo.

La forma en que son los padres de ellos es muy antigua, yo dudaría de si en verdad existen esa clase de padres aun en nuestros días.

-Mientras más pronto nos vayamos y nos apoyemos, todo estará bien.

Ambos se agarraron de las manos mientras se daban un abrazo esperando con ansias el ser adultos.

No cabe duda que por mas que hayamos formado conciencia y luchemos por nuestros derechos, aun esta la existencia de alguien antiguo que nos ve como presas.