Apenas llegue a casa, mamá hacía la cena, papá le ayudaba, Lucas hacía sus tareas en la mesa de la cocina, Lisa me miraba con atención para encontrar algún defecto y James estaba por bajar cuando vio mi expresión de tristeza.

Me eché a mi cama boca abajo soltando un largo grito que reprime.

Pasó mucho tiempo para que levantara mi cara siendo Zoe la primera que vi.

-¿No te pasa que tienes ganas de morir? que cuando piensas en estar muerto sonríes porque sientes que es la solución a todos tus problemas y que no molestaras a nadie dejando un peso que eres en el mundo siendo un simple polvo.

"Me pasa desde hace mucho tiempo, mi papá me ama tanto que me recomendó una psicóloga y de ella un psiquiatra que me recomendó pastillas, yo me excedí de esas cosas porque me hacían sentir bien y por casi morí... la droga es mala"

Levanté mis brazos queriendo un abrazo, Zoe me abrazó y nos acostamos abrazadas hasta que me quedé dormida.

No supe qué hora era cuando me llamaron, Zoe ya no estaba pero estaba en su lugar una pequeña bolsa de c*caina, miento si digo que no probé aunque sea un poco y a pesar de todos yo aun estaba con el uniforme del colegio teniendo que ir mañana, o tal vez hoy dependiendo de la hora con el buzo

-¿Alo? -conteste sin ver de quién era la llamada.

-Sharon, soy Miriam.

-¿Qué pasa? es raro que me llames, casi nunca lo haces.

-Eres una idiota Sharon ¿Por qué besaste a esa porquería? ¿sabes lo asqueroso que es besar a alguien con riesgo de que esa persona contraiga alguna enfermedad de transmisión sexual? al menos puedo seguir pensando que eres hetero y no una desviada- suspiré.

Me levanté de la cama yendo en dirección a la cocina para prepararme yogurt con cereal mientras hablaba con ella.

-No tienes el derecho a decidir a quién debo besar, y solo para recalcar no la bese porque quise, la bese por impulso mío y por mi cabezota, merezco ser golpeada porque mi respuesta no tuvo sentido.

Miriam río después de mucho tiempo, extrañaba esa risa de ella, una risa angelical, dulce y real.

-¿Qué te pasó Miriam? antes eras chevere.

-Pasaron muchas cosas... son muy aburridas no hay explicación.

-Fuimos amigas desde pequeñas.

Miriam no me dijo nada por un largo tiempo que duró la llamada ya para cuando acabe mi cereal, Miriam solo me dijo "Muerte". Me puse de pelos de punta, solo se me cruzó a la cabeza la posibilidad de que Miriam quisiera morir.

Yo solo quiero creer que esa Miriam dulce y frágil sigue ahí pero oculta.