-¿Te escupió la mano? -me preguntó Phillep.

-Si, fue asqueroso pero lo tuve que tolerar sin embargo me debe dinero.

-No debiste pagar por él, debiste llamar a sus padres y reclamarles.

-Eso quería hacerle, pero yo ni nadie sabe el número de sus padres, los profesores tiene el número antiguo de los padres por lo que nadie sabe que onda con ellos.

Phillep se apoyó en la columna del muro para vernos mutuamente.

A diferencia de otros silencios, este era más tranquilo y para pensar con la persona correcta que lo provoca.

-No cabe duda que prefiero este silencio que el de mi familia -dijo Phillep.

Lo mire extraño inclinando mi cabeza al estar confundida.

-Mis papás planean divorciarse -dijo para sacarme de la duda.

-Lo siento.

-No te preocupes, no es nada por lo menos me podré alejar de mi madre, ella engaño a mi padre con mi padrino de bautizo.

Uy, qué golpe tan duro.

-¿Cómo se lo está tomando Julissa?

-Ella planea alejarse de nuestros padres cuando termine la secundaria, pero también como yo quiere estar con papá.

El tema de divorcios no es nada nuevo, el 50% de alumnado que había aquí sus padres están divorciados y el otro 20% está en proceso de divorcio.

-Yo creo que no soportaría si mis padres se divorciaran, de solo pensar... me revuelve el estómago.

Mire detrás de Phillep que a lo lejos venía una compañera de mi salón, Phillep se dio cuenta dejando de apoyarse llegando Martha cansada de correr.

-Sharon... ¿Has visto a la maestra?

Negué, Martha respiró hondo y continuó corriendo.

-Creo que es mi hora, te veo después.

-Vale, por cierto... -Phillep me tomó la mano, pero tras pensarlo lo soltó. -no es nada te veo luego.

Quise preguntar pero tenía que ir al salón dejándolo sin importancia lo que me quería decir, segundos después el timbre sonó para entrar a clase.