Sharon sabe que los días viernes son los días en las que está disponible hasta las 7:30 de la noche, sus padres no estarían en casa, Lisa estaría ocupada en el trabajo después de la Universidad y su hermano James estaría ocupándose de Lucas mientras le cubre la espalda.

Era hora de ir a la casa de Miriam, su casa estaba cerca de la escuela pero muchas veces los profesores se preguntan cómo es que ella aun llega tarde a las clases.

Marcada las 5:30 los alumnos salieron del colegio todos alborotados y otros con sudor casi oliendo a pescado podrido. Sin embargo eso era lo de menos para el grupo de amigas que pasarían dos horas de emociones como todos los viernes, sin embargo aquel chico que chocó con ella en la hora de receso volvió a aparecer junto a una chica de su misma especie.

Sharon no aguantó más y guiándose por sus instintos fue tras él tomando por sorpresa a sus amigas que la tuvieron que seguir para ver qué le sucedía.

Por razones que no sabía el chico mapache, volteo atrás y de su boca salió el nombre de Sharon y el de ella sin siquiera saber cómo, dijo su nombre.