Entrégame tus labios rotos lo quiero besar
Los quiero curar
Los voy a cuidar, con todo mi amor 🎶

* * *

Axel se había pasado el fin de semana ignorando las llamadas y mensajes de Gabriel, encerrado en su habitación hasta que el domingo por la tarde Sarah entró como si fuera la suya, se detuvo frente a la cama con las manos en la cintura y una mirada asesina: —Estoy aquí. Y ahora me vas a decir por qué estás así.

—No quiero hablar, Sarah. ¿Cómo entraste?

—No me importa si quieres o no. No voy a dejar que un amigo esté así. Ni siquiera cuando me contaste lo de la apuesta... —seguramente la expresión de Axel lo dijo todo—. ¡Ah! ¿Es eso? ¿Ya se besaron y te sientes culpable?

—No nos besamos, pero ya me confesó que es una apuesta.

Sarah hizo un sonido extraño y se lanzó hacia la cama, junto a él. —Eso no me lo esperaba. ¿No es bueno? Si siguiera siendo una apuesta, nunca te lo habría dicho, ¿no? Sé que te dije que jugaran los dos, pero seamos realistas, si él era al menos un poco inteligente, iba a enamorarse de ti. Sólo mírate.

—Él no está enamorado, Sarah —dijo Axel, poniendo los ojos en blanco; aunque su corazón traidor dio un salto emocionado.

—¿Cómo sabes? La sinceridad es un buen paso —Sarah, sin pedir permiso, tomó su celular y leyó en voz alta el último mensaje:

«Sé que fui un idiota. Este es mi último mensaje, no quiero molestarte más, pero ¿podemos hablar mañana? He roto la apuesta, fue una estupidez desde el inicio. Me gustaría tener oportunidad de besarte no una vez, sino hasta el último día de mi vida. Si tú quieres... Sin apuestas de por medio. ¿Quieres salir conmigo, Axel? Sé mi novio. Espero tu respuesta, aunque sea un no, mañana.»

Axel pensaba que el chillido de Sarah era un buen eco de su estúpido corazón emocionado.

—Para alguien como el tonto de Gabriel esto es demasiado, Axel. Piénsalo bien y habla mañana con él. Si lastimó demasiado tu corazón, entonces se lo dices y ambos siguen su camino.... separados. Pero si crees que vale la pena, que es sincero mientras lo miras a los ojos, entonces inténtalo. ¿Qué pierdes por un beso?