Entrégame tus labios rotos lo quiero besar, los quiero curar, los voy a cuidar con todo mi amor 🎶

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Gabriel había sentido la piel caliente de Axel cuando este se ruborizó y al instante se retiró, como si su toque lo hubiera quemado.

—¡Gabe! —sonaba entre sorprendido y molesto.

Gabriel lo ignoró y tiró de él en un abrazo para otra foto.

Después, se sentaron en un banco y Axel, sin mirarlo, preguntó: —¿Por qué no me dices la verdad?

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Axel ya no podía con eso. Iba a acabar con él, quererlo, y saber que para Gabriel era sólo un juego. Lo besaría ahora mismo, para terminar, si sólo le dijera la verdad...

—¿Q-qué verdad? —el tartamudeo de Gabriel le dijo todo. No había escuchado mal. Esto era una apuesta y ya.

—La verdad. Tu verdad, Gabriel. ¿Por qué estás aquí?

—Vamos a hacer algo —con un suspiro, Gabriel se llevó una de las manos de Axel a sus labios, besando un nudillo—. Voy a decirte una verdad por cada vez que he intentado besarte...