En este viaje no hay regreso y, antes de irte, por favor, no me niegues el sabor del último beso de amor 🎶

* * *

«Definitivamente tengo mala suerte o el universo conspira en mi contra».

Estaban en clase de literatura, les habían pidido hacer parejas y, cuando Aidan se acercaba a Axel, Gabriel llegó en un instante.

—Hola, Axel.

Axel estaba entre querer estar molesto o sonreír como idiota. —Gabriel.

—Dime —su voz melosa hizo que un escalofrío le recorriera la columna.

Maldita sea.

* * * * *

—Gabriel... —de repente ya no sabía qué iba a decir.

—Axel —fue la mano de Gabriel en su rodilla lo que lo regresó a la realidad.

—La primera pregunta... —le estaba costando encontrar su voz.

Gabriel hizo un puchero, pero sacó el cuestionario y fue un poco preocupante cuando sonrió: —¿Qué es un beso? —preguntó y ni siquiera lo dejó hablar; él continuó, con una gran sonrisa, mientras sus ojos no se despegan de los labios de Axel—. Un beso es el primer acto de entrega, el más fácil y, a la vez, el más difícil. Si no debe obligatoriamente haber amor en un primer momento, sí debe haber confianza.

Los ojos de Axel se entrecerraron con sospecha, porque no reconocía esa cita. —Si estás robando versos otra vez...

—No lo hago. Eso pienso de los besos, Axel. Y cuando tú te entregues a mí...