UN BESO BAJO LAS ESTRELLAS
Tal vez debí pensarlo dos veces antes de quedarme en casa y no mudarme a las residencias universitarias, no es que me quede demasiado lejos la universidad sin embargo ahí no se encuentra el problema.
El verdadero problema es mamá, que no deja de mirarme con reproche.
—Tienes que ir ahora, Thea. —zanja haciendo un gesto para que me levantara de la cama. Mi única respuesta fue enroscar mi cuerpo más a las sábanas-. No hagas esto más difícil, ¡las galletas se enfrían!
Bufo—. ¿Si voy me dejarás dormir el resto de la tarde?
Ella asiente orgullosa por su logro.
—Además, no sé qué tanto te molesta, se ha mudado un nuevo vecino y dicen que es Muy guapo. —alza sus cejas cómplice. Ruedo mis ojos.
—No estoy interesada en esas cosas ahora.
—Cuando vienes llorando a mí porque no tienes un tal chico de tus libros no pareces tan convencida. —me sonrojo. ¡Es que es cierto!
Suspiro a la vez que me levanto de la cama y tomo mis pantuflas. Mamá sale de la habitación satisfecha, alegando que me espera abajo. Me miro en el espejo antes de hacerme una coleta desarreglada y bajar.
Me espera sonriente y una vez me acerco a ella me la tiende, salgo de la casa sin más.
Es raro, mamá nunca se comporta de esta manera. Y no me refiero a su amabilidad con los vecinos, cosa que es demasiado común en ella, lo raro está en su miradas cómplice y sus sonrisas ladeadas, está tramando algo, y ojalá nunca lo termine por descubrir, sus ideas nunca salen bien.
Sigo sus indicaciones que solo se basaron en tres palabras «casa de enfrente».
Me detengo frente a su puerta. ¿Por qué de repente estoy tan nerviosa? Es solo un chico.
Creo que no tener contacto masculino desde... Nunca, me está afectando.
Justo cuando mis nudillos estaban por chocar contra la madera esta fue abierta repentinamente, di un brinquito sorprendida.
—Eres un idiota, se supone que era nuestro secreto...
El chico alto de cabello oscuro que entonaba esas palabras me observó, causando un corte repentino en ellas, una brillante curiosidad iluminó su mirada mientras me observaba de arriba a abajo sin ningún tipo de disimulo y yo no podía encontrarme más nerviosa.
Soñaba con que la tierra hiciese «¡Fuah!» y me tragara.
Su voz interrumpió el secruptal silencio.
—¿Qué se te ofrece, guapa? —me quedé sin palabras observándolo atónita.
Le dí un leve repaso, ojos verdes, cabello oscuro, cejas pobladas, sonrisa pícara, brazos fornidos, tez clara...
—Te recomiendo cerrar la boca, guapa, no quieres dañar lo que está en esa bandeja. —me guiña un ojo, y yo casi que exploto. No dudo el hecho de que mis mejillas se encuentren completamente rojas.
—Yo... No... Ejem... —balbuceo incómoda.
—¿Aún no te vas, Collins? —una voz a sus espaldas provocó un vuelco en mi estómago, era ronca, pausada, con un tono irónico impregnado en ella.
Tragué en seco. ¡Qué diantres me pasa! ¡Reacciona Thea! ¡Reacciona!
Giré mi cabeza en su dirección, llevaba unos pantalones chándal negros a juego con su chamarra oscura. Su cabello era rubio, estaba revuelto y despeinado, varios mechones caían en su frente, sus ojos oscuros, el semblante serio y defensivo que demostraba.
Cerré mis ojos dándome cuenta de algo, ambos me estaban mirando, habían visto la forma tan grotesca en que los repasaba.
El chico de ojos claros ensanchó su sonrisa mientras que el otro solo me observaba aburrido.
¡Oh, tierra! ¡¿Por qué esperas tanto?!
Justo cuando sus labios comenzaron a articular mi cerebro se desconectó. Eso debe haber sido porque lo que hice a continuación no tuvo ningún tipo de lógica. Tomé la bandeja, la dejé reposando en su manos y lentamente me alejé, no miré atrás, pero sentí sus miradas perforar mi espalda.
Era estúpida, pero no lo suficiente como para correr despavorida.
—¿Y? —mamá me observó con una sonrisita al notar mis mejillas sonrojadas.
—Te odio. —refunfuñé y ella estalló en carcajadas. Imploré paciencia mientras subía las escaleras a mí habitación, aunque bueno no me molestaría tampoco una pócima de invisibilidad.
* * * * *
¡Hi sister!
¡Les juro que esta historia no la dejaré a la mitad! (O en los primeros capítulos)
Realmente es una que mediante su proceso me ha demostrado que promete bastante. Les prometo tendrá mucho salseo así que abrochen sus cinturones. 🤭
Comenten
qué les pareció esta introducción?
La idea en sí les ha gustado?
La portada?
Sin más que decir. L@s quiero, ¡bay!
Mery.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro