Con cara de espanto y pijama de Frozen me encamino a la planta baja, al ser fin de semana mamá se encuentra en casa, por lo que el desayuno también.

Cuando bajo diviso a un alma más ocupando mi sala, mamá está hablando con alguien, no logro detallar su rostro, pues me está dando la espalda.

A paso lento intento sin provocar el más mínimo ruido subir a mí habitación, no es recomendable que nadie me vea así. Sin embargo, al parecer mamá no piensa lo mismo, ella se voltea en mi dirección, con una gran sonrisa.

—¡Thea, mi niña ven acá! ¡Ven que te presento a Mike, nuestro vecino!

Mis ojos se abrieron como platos al notar al chico que se encontraba parado frente a mamá, con una expresión confusa se giró en mi dirección, cuando me reconoció su semblante cambió a uno coqueto.

Reitero:

«¡Tierra tragame y escupeme en Las Vegas!»

A mamá mi mirada de terror no le pasó desapercibida, me guiñó un ojo.

¡¿Qué está haciendo?!

—Pero ven hija, saluda al joven.

Imploré paciencia mientras bajaba maldiciendo las escaleras. Hice un amago de bajar mis shorts de pijama, son un poco —bastante— cortos.

Agité mi mano en su dirección al detenerme a su lado. Tuve que alzar la mirada pues su rostro se encontraba a varios centímetros del mío.

—¿Con que tú eres, Thea? ¿No?

Incómoda asentí. ¡Porfa que se acabe esta tortura!

—Eso dicen. —el soltó una leve risa coqueta. Mostrando así sus dientes blancos como papel. Agh ¡como son tan perfectos!

—Bueno, si me disculpan debo volver a casa, tengo mucho que hacer. —mamá asiente comprensiva acompañándolo hasta la puerta.

—Nos vemos, Grace. —se despide con un asentamiento de cabeza de mamá—. Adiós, Thea.

Y guiñando uno de sus ojos miel en mi dirección finalmente se va.

Una capa rojiza cubrió mis mejillas.

—Lo ví. —señaló ella

—¿Qué cosa? —pregunté fingiendo demencia.

—Sabes de lo que hablo, Thea.

—Fíjate que no sé. —me encogí de hombros sentándome a la mesa.

Mamá río levemente—. Vale, está bien. Pero luego no vengas pidiéndome algo, que tampoco voy a saber.

Y con eso se levantó y se dirigió a su habitación.

* * * *

Hay muchos niveles de intensidad, pero definitivamente Ash sobrepasa cada uno de ellos.

—¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! —la voz de Ash me está comenzando a aturdir.

Y... Listo.

Una vez salí del baño su mirada se iluminó.

—Thea... ¡Estas preciosa! —le sonreí, ella se encontraba envuelta en un vestido pegado al cuerpo, que resaltaba sus curvas y atributos.

—Vaya, Ash, no te había visto bien. —comenté alzando mis cejas insinuante. Me tomó de la mano y nos guío al espejo. Nos veíamos increíble.

Mi vestido era azul cielo, a juego con mis ojos. Era corto, pegado y definitivamente sexy.

—¿No crees que es demasiado?

—Está perfecto.

* * * *

Alicia se negó a venir a mi casa y buscar su outfit con nosotras, alegando que eramos muy lentas.

—Llevo aquí casi una hora, se supone que iban a bajar "ahora mismo". —reclamó repitiendo mis palabras de hace media hora.

No es mi culpa que haya surgido un imprevisto relacionado con mis siete secciones de modelajes, ¡Soy demasiado indecisa!

Alicia traía unos jeans de cuero oscuro y un top, y a pesar de ser una elección por así decirlo básica, en ella lucia increíble.

El camino fue corto, en tan solo quince minutos ya nos encontrábamos allí. Paseé mi mirada por toda la extensión de su casa. Era grande y alargada. Millonarios tenían que ser.

—Si que es grande. —asentí ante las palabras de Ash.

—Ni tanto. —Alicia se encogió de hombros.

—Habló la millonaria. Tuviste mucha suerte.

—Quizá. —Alis le restó importancia.

Finalmente nos decidimos por entrar. Un bola disco colgaba del techo, dando colores vivos y un toque más fiestero al lugar. La música era escandalosa, lo suficiente como para silenciar cada una de nuestras palabras.

—¡VAMOS A LA BARRA! —gritó Ash, lo único que noté fue el leve murmurar de sus palabras y los exagerados movimientos de su boca.

—¡¿Qué?! —chillé.

—¡¿QUÉ DIJISTE?! —Alicia harta de observar como perdíamos el tiempo nos tomó a ambas de la mano.

—¿Por qué tú me escuchaste y acá, esta compañera, —me señaló—. no?

El resonar de la música había disminuido por lo que por fin pudimos hablar sin gritar

—Es difícil no hacerlo cuando chillas en mi oído. —Ash soltó una suave risa apenada.

—Vale, disculpa.

—¿Qué desean? —el barman se acercó a nosotras.

—Tres micheladas. —Alicia nos miró en busca de nuestra aprobación, asentí.

No tengo ni idea de a que sabe pero bueno, siempre hay una primera vez.

—¿Ash...?

—¿Eh? ¡Ah! Sí, sí, claro, yes. —la observamos confundidas. ¿Qué ha sido eso? Pero todo cobra sentido cuando el barman guiña un ojo en su dirección antes de marcharse y sus mejillas se tornan rojas.

—¿Qué ha sido eso? —pregunto conmocionada. Llevando mis pensamientos a la realidad.

—¿Qué cosa? —oh, no, conozco este truco.

—Ash...

—Thea...

—Msh, vale. Tú ganas.

Ash me lanzó un beso mientras el barman traía nuestras bebidas.

—Disfruten.

Y aunque eramos tres se sintió como si no tuviésemos nada que ver nosotras dos.

* * * *

No sé cómo pasó pero ahora resulta que me encuentro bailando con un desconocido, en los altavoces suena The Weeknd con una de mis canciones favoritas Die for You.

Muevo mi cuerpo al ritmo de la música, con movimientos lentos y suaves. La canción desprende una sensualidad alarmante y las luces neón rojas le dan un toque aún más sensual al ambiente. El chico a mi lado me toma de las caderas. Le doy un suave golpe en su mano al notar como intenta sobre pasar la linea de mi espalda. Ni siquiera lo reconozco, el mareo no me ha permitido detallar su rostro con exactitud.

Me pego a su cuerpo, contoneando mis caderas. De pronto siento que mi mano es tomada por alguien, mi cuerpo se estampa contra su pecho y cuando observo su rostro determino que es otro desconocido. Intento alejarme mas sus manos se aferran a mi trasero empujandome una vez más a su cuerpo. Forcejeo para separarme de su lado pero me es imposible, su fuerza sobrepasa la mía.

—No te resistas belleza, sé que lo quieres. —susurra en mi oído provocándome un escalofrío, el miedo se apodera de mí, su aliento apesta a alcohol y un ligue de sustancias.

—Suelta... —antes de que pueda terminar de pronunciar mis palabras un grito ahogado brota de mis labios. ¡Alguien le ha dado un puñetazo! Noto como de su nariz comienza a brotar sangre y me alarmo.

—¡¿Qué haz hechuo?! —chillo hacía el chico a mi lado. Mi rostro se desencaja cuando me doy cuenta de quién es.

Esos ojos negros, ese cabello alborotado y ese rostro perfecto solo pueden pertenecer a...

—¿Huntel? —balbuceo en una mezcla de sorpresa y nervios. Él me observa como si estuviera loca.

—¿Estás borracha? —preguntó acercando su rostro al mío.

—¿Qué...? Pfff no... Dah —solté sin pensar.

—Estás peor de lo que creí. —Hunter siquiera preguntó. Solo tomó mi mano y en un intento de llevarme fuera. No se lo permití.

—¡Es mi plimera fiesta! ¡No me la puedes aluinar! —me zafé de su agarre.

—Deberías agradecerme de que te salvara de ese imbécil. —recalca.

—Puedo cuidarme sola. —refunfuñé.

—Eso no parecía hace unos segundos.

—Narie te pidió que interfieras. —enarcó una ceja

—Lo siento, no estoy a favor de que idiotas como ellos se aprovechando de mujeres, perdón por preocuparme. —ironozó

—¿Te preocupo?

—No.

—¿Entonces pol qué estuviste pendiente a mí todo el rato? —mis palabras lo descolocaron.

—No lo estuve.

—¿Seguro? —enarqué una ceja retandolo.

Él reveló una pequeña sonrisa traviesa y se acercó a mi oído.

—Quizá no. —un pequeño escalofrío recorrió mi espina dorsal. Su voz es tan... Agh.

Mi respiración se entrecortó, y él lo notó. No tardó en tomar mi mano mientras yo aún me encontraba anonadada.

—Es hora de ir a casa.

* * * *

¡Hi sister or brother! Jajaja

¿Qué les pareció el capítulo? Qué galán el Hunter salvando a Thea 🛐

Para ser sincera no tenía idea de que hacer en este capítulo, como dije me bloqueo fácil, pero me ilusiona saber que van conociendo nuevas facetas de Hunter, ya no es solo el chico de mirada aburrida 😏🤭

Además, se preocupó por Thea... Aunque bueno, quizá solo fue su escondido corazoncito y conciencia humana reconociendo a una chica en peligro. Cualquier cosa puede ser 🤷🏻‍♀️

Vale, vale no me alargo más. ¡Nos vemos!

Bayy

ATT: Mery 🤍