Capítulo veintiseis: perdiendo ingresos
—Y eso fue todo lo que pasó —suspiro, dándole un trago a mi café, papá se pasa las manos por su rostro.
—¿Ella no te dijo más nada? ¿Algo referente a Lizy? —cuestiona.
—Tal vez no la dejé, como dije, huí, como un cobarde.
—¿Por qué serías un cobarde al alejarte de algo que te afecta o alguien que te lastimó?
—No debiera haber superado ya, perdonarla —cuestiono, papá se acomoda en el sillón.
—Ni que fueras Dios para perdonar, mucho menos eres una persona sin sentimientos para superar. —Papá no aparta la vista de mi—, Aleix, lo que tú viviste fue una mierda, me sorprende que sigas en pie...
Me acuesto en el suelo, analizando sus palabras.
»¿Sabes lo orgulloso que estoy de ti?
—Sí, me lo dices siempre —me burlo, él ríe.
—Mientras yo esté aquí, lo escucharás siempre. —Se acerca a mí, desordenando mi cabello.
—¿Si ella intenta...? —No puedo completar la pregunta.
—No podrá hacerlo —me contesta.
—¿Cómo estás seguro? Biológicamente es su mamá.
—Exacto, biológicamente, no legal. En la partida de nacimiento de Lizy solo está tu nombre. Aparte, ya tú hiciste la denuncia por su ausencia, ya con eso tienes bases para establecer que ella no estuvo porque le pintó, no porque tú lo evitaste o algo. —Saca su lado abogado a contra luz, sonrío aliviado.
—Sí...
—Entonces no debes temer. También tienes de tu lado el hecho de que ya pasaron seis años y ahora es que está apareciendo, ¿qué hizo durante todos estos años?
—¿Dañarle la vida a otros hombres?
—Probablemente —agrega—. No debes preocuparte, hijo, no podrá quitarte a tu estrellita.
Suspiro, al parecer hoy es el día en el que pareceré una cafetera.
—Eso no me dejaba dormir —confieso.
—Ya no pienses en eso, no podrá, por la ley, no podrá arrebatártela.
—¿Y si un día viene y la secuestra? —Papá me mira con la boca entreabierta.
—Bueno, ahí sí estaremos jodidos, no creo que sea capaz —señala divertido.
—Sí es capaz, más no creo que se atreva —corrijo, él asiente.
»Dios. —Me cubro el rostro con las manos—, solo me dijo "hola" y ya yo estoy pensando en secuestros.
—¿Ansiedad? —se burla, yo gimo.
—Sentido arácnido, algo me dice que ella no solo hará una aparición en esta historia.
—¿No tienes otra cosa que contarme?
—Nop. —Me hago el loco.
—¿Seguro? —insiste.
—Nada de nada.
—Ujum. —Me mira con los ojos entrecerrados, río—. ¿Qué es Raven para ti?
—Mi novia —digo, soltando una risita.
—¿Desde cuándo?
—Bueno, no es mi novia, pero pronto lo será.
—¿No sé suponía que solo era trabajo? —se burla.
—Algunas cosas se salieron de control.
—Sí. Sí. —Él ríe, peinando su cabello color chocolate hacia atrás—. Habla, pues, te escucho.
«Lo chismoso es de familia»
Sí, es hereditario.
—La conocí el día que te fui a buscar a mamá y a ti al aeropuerto, la volví a ver el día en que me dieron el nuevo trabajo. —Me pongo más cómodo en el suelo.
»La película, es de romance, así que tocó pasar tiempo juntos para "fortalecer nuestra química", ya lo había hecho antes, no pensé que sería diferente.
»Pero ella lo cambió todo. Pasamos casi todos los días juntos, conociéndonos y relacionándonos. Los besos tampoco faltaron, ya me había besado con varias actrices, pero... no se sentía así.
»Le coqueteaba de manera inofensiva, ella me regresaba todo, no sé en qué momento los sentimientos se fueron volviendo reales.
»La ví llorar, la vi reír... Cada día me atraía más, aunque lo negaba.
»El día de San Valentín, me invitó a una cita, yo no acepté y para rematar le dije que no me gustaba.
»El día siguiente, después de rodar, pasó algo que me hizo darme cuenta que quería cuidarla, protegerla. No quería verla mal. Ella me confrontó, diciendo que si no le gustaba, para qué la trataba así, le daba falsas ilusiones. No pude aguantarlo más y le confesé todo, ese día se quedó a dormir.
»Una de las razones por las que tenía miedo a confesarlo, era Lizy, no quería que ella saliera perjudicada por mis actos, no quería que la lastimaran.
»Empezamos la relación, todo era increíble, decidimos ir a una cita doble con su mejor amigo y su novia. Su novia era Karine.
»Después de eso me alejé, pensé que muchas cosas y... sentí pánico; el miedo de que pasara de nuevo volvió.
»Luego los chicos me hicieron darme cuenta que el que estaba lastimando era yo, sin querer, después que dije que quería cuidarla, la hice llorar.
»Esa noche fui a su casa, a pedirle perdón, tardó, pero logré ganarme su perdón.
—¿Todo eso pasó este mes? —pregunta, con tono sorprendido. Río.
—Sí, los meses más locos de mi vida.
—Ya veo. —Peina su cabello.
—Ah, se me olvidó otra cosa —suelto una risita.
—¿Qué pasó? —se burla.
—Lizy está con ella en una sesión de fotos —digo lentamente.
—Vaya, me sorprende. —No puedo evitar reír.
—Sí, quiso irse con ella, me dio un poco de pena, pero Raven dijo que no había problema —explico, jugando con el piercing de mi labio.
—Sin comentarios.
—Aprovechando que estás aquí... quería ver si podías conseguirme una cita con algún psicólogo. —Papá abre lo ojos sorprendido por mi petición.
—¿Por qué no le dices a Camille? —cuestiona.
—No quiero que se preocupe de más. —Sonrío, restándole importancia.
—Me alegra que hayas tomado esa decisión, pensé que nunca irías —confiesa, despeinado mi cabello.
—Es que ya me di cuenta que a veces no está mal aceptar que se necesita ayuda. —Sonrío. Él se levanta, viendo todo a su alrededor.
—¿Vamos a visitar a tus hermanos?
—Vale. —Le extiendo mi mano, él me ayuda a levantarme—. ¿Quién es tu hijo favorito? —le pregunto, tomando las llaves de mi camioneta.
—Ninguno —contesta rápidamente. Carga a Kitty, quien le lame toda la cara.
—No te creo. —Salimos de la casa, caminando a mi auto.
—¿Por qué no? No tengo hijo favorito.
—Hmm... ¿No hay ninguno que sea más especial para ti? —intento.
—Todos son igual de especiales. —Sube en el puesto de copiloto.
—¿Seguro? —Me acomodo en mi asiento, encendiendo el automóvil.
—Segurísimo —dice mirándome, río.
—Veamos. —Salgo a la carretera—, estamos en la casa y de repente se empieza a incendiar, solo puedes salvar a uno de nosotros, ¿quién sería? —Él ríe, yo estoy completamente serio.
—A ninguno, me muero con ustedes.
—¿No te gustaría que aunque sea uno de tus hijos tuviera vida? —lo acuso, él no para de reír.
—Axel, Axel es mi hijo favorito —contesta, antes de volver a reír.
—¿Qué? Esto es traición —digo indignado.
—Tú querías respuestas. —Juega con el pelaje del cachorro—, te di tus respuestas... ¿Y ahora es traición?
—Sí, pensé que yo era tu hijo favorito, por eso insistí. —Bufo.
—Te salió mal la jugada —se burla.
—¿Qué tiene Axel que yo no?
—¿No se embarazó a los catorce años...? —Deja la pregunta en el aire.
Yo aprovecho el semáforo para mirarlo con los ojos entrecerrados.
—¿En serio?
—No, no es en serio. —Ríe—, solo que Axel si me quiere, no como otros.
—Drama, drama, drama —repito una y otra vez, él me da un empujón.
—Ya te dije quien. ¿Qué más quieres?
—No sé, aunque sea pudiste haber dicho que era yo para no herir mis sentimientos —digo sin ánimos.
—Mentir es malo —me regaña.
mi princesa: ya terminamos
Tú: vale, las voy a buscar?
mi princesa: todavía no
mi princesa: iremos a comer helado y a comprar unas cosas
Tú: me avisas
mi princesa: obvio que lo haré, eres mi chófer
—"Mi princesa"—lee Xahi en tono burlón—; te tiene idiotizado, hermano mayor.
—Sí. —Me rio, dejando mi teléfono a un lado.
—Y lo aceptas... Esto se salió de control. —Pone sus manos en su cabeza, de forma exagerada.
—Demasiado, se salió demasiado de control. —Aparece Papá, quien estaba siendo acaparado por mis hermanas.
»¿Y Ax? ¿Dónde está?
—No sé, tú deberías saber dónde está tu hijo favorito —señala Xahi, viéndose las uñas.
Sí, la noticia de Axel siendo el hijo favorito de Samuel se corrió, esperemos y no llegue nunca a sus oídos.
—Dolido —lo acusa, revolviendo su cabello.
—¿Jugamos? —Axa aparece sosteniendo cajas de juegos de mesas, papá la ayuda a dejarlos en el suelo.
—Vamos a jugar juegos de mesa en el suelo... ¿No va en contra de las reglas? —Nos encogemos de hombros tras la pregunta de Alexis, luego estallamos en carcajadas por la total coordinación.
El momento perfecto de padre e hijos se dañó cuando decidimos jugar monopolio, también conocido como el juego arruina familias.
—¡Me pagas ya! —grita Axael, levantándose de su sitio y acercándose a Xahi.
—No tengo plata, en la otra ronda te pago lo de tu hotel.
—No quiero que me pagues en la otra ronda, ¡quiero que me pagues ya!
—Dios. —Peino mis cejas con mis dedos.
«¿No podían seguir jugando yenga?»
No, los niños querían jugar monopoly.
Papá separa a los chicos, divertido con la situación.
—Xahi... ¿Qué tal si le das una de tus propiedades a Axa como pago? —sugiere, el castaño bufa.
—Jamás, ¡solo tengo cinco propiedades! Si le doy una perderé mis ingresos.
—Sino me la das, perderás tus bolas —lo amenaza Axael.
—Ups. —Ese fue Dios.
«¿Dios? Pensé que había sido Alexis»
Bueno, sí, fue Alexis. Pero Dios la iluminó para que lo hiciera.
En cartón del juego está dado vuelta en el piso, las fichas están esparcidas en el mismo.
Y Alexis está recibiendo miradas de odio y de aprecio. No tienes que ser adivino para saber quién dio cada una.
—¡Alexis Siena! —Axa intenta acomodar el tablero, Xahi lo vuelve a desordenar.
—No hay manera que sepamos donde estaba cada quien, déjalo así. —Axael gruñe, cruzándose de brazos.
—Paz, señores, solo paz —digo, poniéndome de pie.
Me estiro y camino hacia el enchufe, donde había dejado mi móvil cargando.
Al desbloquearlo lo primero que me notifica que "mi princesa" me ha mandado varias imágenes.
Cambio de look... ¡¡¡No me mates!!!
Esa es la descripción de una fotografía de Lizy... Sentada en una silla de peluquería.
Hay muchas más imágenes, todas del procedimiento.
La verdad no le hicieron un cambio dramático, solo flequillo... Su cabello también va un poco más corto.
mi princesa: qué tal quedó?
mi princesa: antes que me odies ELLA LO PIDIÓ
Tú: no te preocupes, es bueno que ya vaya desarrollando su estilo :)
mi princesa: clarooooo, una chica independiente, también le compré mucha ropa ¡¡¡tendrá un armario nuevo!!!
Tú: genial, mientras que tú ayudes a acomodarlo, será muy genial
mi princesa: vale, vale, vale... cita acomodando el armario de Lizy?
Tú: acepto, será la mejor cita
mi princesa: siiii
mi princesa: todavía no hemos terminado y mi guardaespaldas me llevará, cuando te dije para que nos buscarás, se me había olvidado que él estaba aquí
Tú: en serio, estás LOCA
mi princesa: pero aun asi te encanto
Tú: ujummmmmmm
mi princesa: si te encanto
mi princesa: SABES
Tú: no, no sé
mi princesa: también le compré cosas a Lizy para su cumpleañooos
Tú: con ella ahí?
mi princesa: si, solo le pedí a los encargados que envolvieran la cosas bien :)
Tú: vale, me las enseñas más tarde
mi princesa: OBVIO
Le envío otros mensajes, pero no me contesta, supongo que se ocupó en algo, así que bloqueo el teléfono y lo dejo para que se termine de cargar.
—¿Es cierto que todavía te sientes mal?
—Un poco, pero no es para preocuparse. —Papá me mira con los ojos entrecerrados.
—¿Cuándo piensas ir al doctor?
—Ya fui, me dieron unos medicamentos que están haciendo efecto, no hay que preocuparse. —Me siento en la alfombra.
—Bueno, bueno. Cualquier cosa me avisas, Aleixander.
—Lo sé.
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