Vestigii Ale trecutului:În ritmul vânătorii și al sângelui.
Los pasos lentos de los tres era indicativo de su cansancio, ya llevaban tiempo caminando por las transitadas calles de Japón, las noches eran más activa, pues los Villanos tenían miedo de ser acribillados.
Con pesar y un dolor horrible en el cuerpo habían llegado a su destino, un maldito hotel que solo Momo y su familia podían pagar sin que les doliera la cartera.
Al entrar lo primero que vieron fue una ostentosa recepción y decoraciones de mármol. Jirou y Bakugo eran los únicos que se sentían fuera de lugar.
Recepcionista: -señorita yaoyorozu, es un gusto volver a verla. ¿Necesita alguna habitación?- pregunto jovial la mujer encargada de la recepción.
La Azabache podía sentir la mirada punzante de sus dos compañeros, una que decía no me jodas en todo el rostro.
Momo: -de hecho,mis amigos y yo ya tenemos una reservación a nombre del héroe Vânător- respondió con un aire de nobleza.
El rostro amable de la mujer cambio a uno más amargo, fuera dónde fueran ese nombre calaba en el miedo de todos los civiles, profesionales y villanos...
Recepcionista: -habitacion 4 del cuarto pisó, aquí tiene las llaves- entrego el juego con las manos temblorosas.
La Azabache agradeció con una pequeña reverencia, y fue seguida por los otros dos, después de todo era la única que cuando cumples conocía el lugar. Y a pesar del cansancio y dolor de cuerpo preferían subir las escaleras antes de poner un pie en el elevador...
Al llegar a la habitación la sensación de incomodidad incremento, un aura depresiva rodeo a la rockera y el explosivo al igual que una mirada muerta.
El "cuarto" parecía más un departamento de lujo, solo la sala tenía más lujo que las casas de ambos jóvenes adultos. Momo tuvo que amarrarse la boca para no decir que era más pequeña de lo que recordaba.
Bakugo: -pido el baño primero- empujó con su hombro a la Azabache y comenzó a buscarlo desesperadamente.
Momo: -No había necesidad de hacer eso. Esta habitación es la más lujosa, tiene dos baños bien equipados en cada habitación- explico enojada por el poco tacto de su compañero.
Bakugo: -como sea ponytale, no me importa- respondió con tono áspero y se metió en una de las habitaciones.
Al cerrar la puerta el cenizo suspiro y callo sentado, los recuerdos de sus pesadillas y lo que acababa de vivir golpearon su mente. Cerro sus ojos con fuerza y juro que pudo oír aquel grito, un grito bestial.
Al abrir sus párpados unos ojos amarillos brillantes se encontraban frente a los suyos. ¿En qué momento?, No importaba, estiró su mano para explotar el rostro del bastardo enfrente de él... Pero su muñeca, codo y hombro fueron dislocados en un instante.
Bakugo: -¡aargg!, ¡Hijo de per- sus palabras fueron silenciadas por una patada en el rostro rompiendo la puerta en el proceso.
No tuvo tiempo para quejarse del dolor pues tuvo que esquivar una estocada a su corazón. Con todo el dolor que podía producir acomodo todo su brazo de un tirón y esquivo un corte a su garganta.
Agachándose para eludir la hoja del enemigo lanzo una fuerte explicion al mismo tiempo que sujetaba a su atacante mandándole al otro lado de la sala.
Hay pudo ver quién era, a pesar del traje holgado, el sombre y capucha era obvio quea silueta era femenina, una mujer esbelta y rubia. Antes que pudiera atarla con la cuerda que tenía en su bolsillo de su traje, la mujer pateó su rodilla obligándolo a incarse para clavar su estoque en su hombro.
¿?: -eres una buena presa, por favor... Concédeme tu cabeza como trofeo- su voz mostraba un toque de lascivia al hablar.
*Bam*
Y la mujer rubia callo en seco de nuevo tras el sonido de un disparo. La causante era modo quien tenía puesto una bata de dormir y una pistola en su mano derecha.
¿?: -jejeje, otra presa más. Esta caza es div- fue interrumpida entre convulsiones.
Jirou había aparecido con la misma vestimenta que Momo, con sus jacks estirados y conectados en la mujer.
Momo le dió un kit médico a Bakugo sabiendo del carácter orgulloso del cenizo al rechazar cualquier intervención de su bienestar.
¿?: -No estamos con ustedes por cinco minutos y ya se metieron en un lío... Si que son jóvenes enérgicos- se burló una voz que conocían bastante bien.
Al voltear a la entrada vieron a Vânător y Shinso con sus vestimentas empapadas de sangre casi negrusca.
Antes que pudieran reaccionar la agresora se paró de forma antinatural y ataco a Jirou en francciones de segundos.
*Bum*
*Crack*
Pero su cabeza fue estampada contra la pared undiendola en el concreto de la habitación, sangre chorreo de su cabeza al igual que una maza brumosa, en cuestión de segundos el cuerpo desapareció en una neblina.
Vânător: -en verdad esa chicilla es un caso... Es bueno que solo estubiera jugando con ustedes- limpio sus guantes con un trapo ensangrentado.
Bakugo: -¿¡Quien mierda era esa perra!?- exigió molesto, mientras apretaba la herida en su hombro.
El viejo cazador lo vio con desdén, no era como si le importase mucho la rabieta del cenizo, ni de sus otros estudiantes.
Vânător: -todo a su tiempo, lo sabrán mañana. Por ahora descansen, hoy será su última noche durmiendo tranquilos- sugirió con un toque de amenaza.
Jirou: -¿Y si esa loca vuelve a atacar?, Salió de la maldita nada-.
Vânător: -No lo hará, yo mismo me encargaré de darle el castigo correspondiente... Y Bakugo, que esto te sirva, no debes bajar la guardia- regaño a su antiguo amigo de la infancia.
-ninguno de ustedes deben de hacerlo, recuerden que las leyes no funcionan con ustedes, son prospectos a héroes, no civiles. Ahora duerman, mañana será un día difícil- desapareció entre la neblina que su cuerpo desprendía.
Jirou: -... Eso es nuevo- dijo refiriéndose a la forma que su maestro se había ido.
-¿Hubo buena caza?- le pregunto al joven cazador mientras limpiaba la sangre en su cara.
Shinso: -No diría eso... Encontramos a los jóvenes, o lo que quedaba de ellos- recordó los cadáveres retorcido de los chicos.
-habia cierta cosa que es mejor no mencionar, es bueno que hayan salido de ahí, Sería complicado explicar sus cadáveres- suspiro aburrido.
Katsuki regresaba a su cuarto al mismo tiempo que reacomodaba los huesos de su brazo, daba gracias que tenía una gran resistencia al dolor.
Momo por su parte sentía que no encajaba para nada en la conversación, el aura extrañamente melosa que desprendían aquellos dos la ponía un tanto incómoda, así que decidió también marcharse de ahí.
Jirou: -asi que... ¿Me dirás quién era esa rubia desquiciada?, Oh seguirás las órdenes de tu mentor- pregunto con burla y desafío.
El joven cazador solo rio entre dientes, la actitud altanera y despreocupada de su amiga siempre sabía como hacerle reír, era la única que mostraba no tenerle miedo, al igual que kirishima.
Shinso: -buen intento, pero no diré nada. Vânător es demasiado blando con ustedes, yo soy una historia completamente diferente. La conocerán mejor mañana- abrió la puerta de la entrada, él no dormiría ahí por obvias razones.
-Ve a dormir... Y a ponerte algo de ropa, Vânător no será tan gentil como hoy- cerro la puerta dejando sola a Jirou.
*Ponerte algo de ropa*
Esa palabras resonaron en los oídos de la rockera... Hasta que entendió el porque, solo tenía la bata encima, y mal acomodada.
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Shinso había regresado al sueño, tratando de no pensar en el esbelto cuerpo de su amiga.
Al llegar donde su mentor y su nueva compañera cazadora quedó con cara de poker, la rubia estaba boca abajo y atada de los pies en un poste de madera, abajo de ella había una hoguera prendida. La cazadora trataba con todas sus fuerzas mantener su torso lo más lejos de las flamas.
Doll: -el buen cazador puede ser algo cruel con su castigos... Te ves contento, ¿Pasó algo bueno en mundo de la vigilia?- pregunto con neutralidad, sin un apice de emociones.
-Tienes el mismo rostro que Izuku al hablar de la reina Annalise... Veo que has encontrado a una mujer justa- miro directamente a los ojos del pelimorado.
Shinso aparto la vista incómodo, ignorando la pregunta de la muñeca como si nunca la hubiera hecho. Fijo la mirada en su mentor que veía tranquilamente a su nueva alumna.
Shinso: -solo es una amiga, no hay nada más... ¿Cuánto tiempo tiene Himiko así?- dijo queriendo cambiar el tema.
Izuku: -va para dos horas- apareció detrás suyo esquivando el hacha sin problemas.
-esa fue una buena reacción, pero si no te quieres unir será mejor que te cambies de ropa, recuerda que no tienes privilegios aquí- amenazó con malicia.
Shinso corrió en dirección de la cabaña, sabia que su castigo sería peor que el de su compañera.
Doll: -siempre tan estricto buen cazador, ¿No sería mejor ser más comprensivo?- sugirió viendo al peliverde.
Izuku: -no puedo bajar el ritmo con ellos, doll, son jóvenes, imprudentes y bastante orgullosos, un error suyo podría costarle la vida a los inocentes- refutó a su primera amiga, su segunda figura materna...
-ambos derrochan talento, nacieron para la caza, lo hicieron mucho mejor que yo cuando llegue aquí. Pero Shinso es un holgazán y Himiko carece de enfoque, y disciplina... Necesitan pulir eso lo más rápido que puedan- miro como Shinso había llegado y comenzado a calentar.
Doll: -... Otrora, mucho antes que tú llegaras, el sueño estaba repleto de cazadores, gerhman tuvo muchos discípulos, en el mundo de la vigilia y aquí- a pesar de su falta de expresión, sentir la nostalgia.
-Gerhman era igual de estrictos con ellos... Fueron la mejor generación de cazadores que pudo haber. Me recuerdas a él, Izuku, pero no recaigas en sus errores- tocó su mejilla con ternura.
Himiko y Shinso veían de reojo la escena, era como ver una madre regañando a su hijo. Se concentraron en lo que estaban haciendo cuando el viejo cazador los miro furtivamente.
Doll: -¿piensas traer a los otros aquí?, Ningún ser a llegado sin ser un cazador- miro a los jóvenes cazadores.
Izuku: -hoy entraron al dominio de un semejante, solo necesitan el permiso del dueño...- fijo la mirada a la nada.
-ya han visto lo cruel del mundo onírico, aunque sea por unos minutos. A parte, aquí el tiempo transcurre de forma diferente, será bueno para ellos- camino donde sus pupilos.
Sujeto a Himiko del cabello para cortar la soga que la tenía atada, para acto seguido lanzarla lejos de la hoguera. La rubia levanto el pulgar indicando que estaba bien.
Izuku: -espero que la próxima vez sigas bien mis órdenes, te dije que los espantaras con una que otra lesión, no que los trataces de matar- regaño a su nueva aprendiz.
Himiko volvió a levantar el pulgar, no tenía fuerzas para refutar a su maestro y sabía que era su culpa. Un vial de sangre fue lanzada junto a su cabeza, sin dudarlo tomo un profundo trago del botesito sintiendo como sus fuerzas volvían.
Izuku: -Shinso, te eh dicho mil y una veces sobre la puntualidad, cuando te quiera aquí es porque ya estás aquí, no tengo nada en contra del romance, pero no seguiré tolerando tu impuntualidad- miro a los ojos al pelimorado, hasta que esté encogió los hombros y bajo la mirada.
-ahora, comenzamos el entrenamiento, dentro de pocas horas habrá uns cacería en los bosques alrededor de yahar'gul y necesito que estén en plena forma, ahora comencemos- dijo maliciosamente al mismo tiempo que sus pupilas brillaban.
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Moviéndose por los oscuros callejones, buscaba alguna víctima que cazar, no se preocupaba por los villanos de poca monta que aparecian de vez en cuando. Insignificantes pandilleros que trataban de hacerse los duros. No... El buscaba héroes...
Debía limpiar el nombre y significado de la palabra "héroe", incluso si eso significaba matar a todos los farsantes que se colgaban de aquel mítico significado, después de todo eso le enseño Valtr.
Esa era su misión en Yharnam después que abandono la orden de caballeros de Cainhurts. Eliminar las alimañas que ensucian el nombre noble que eran los Cazadores... Hasta que se topo... Con el buen cazador.
Aún recordaba su encuentro, como encontró el cuerpo destrozado de Valtr frente a un adolescente con ropas de cazador y una espada que conocía muy bien. Su mirada muerta, ese ojo visible solo reflejaba un inmenso vacío.
Su sangre hirvio en cólera por el cuerpo destrozado de su maestro, y ataco sin pensar, ataque que fue esquivado de forma sobrenatural pues el no había hecho ningún ruido.
Simplemente el joven se hizo a un lado a centímetros del corte, y de un revés casi le rebana el cuello. Chizome se alejo del joven cazador, se dió cuenta... que era un monstruo...
¿?: -Îl cunoști pe Valtr?Îmi pare rău pentru ce s-a întâmplat, dar era nebun... Moartea lui a fost necesară pentru a-l salva(¿Conocías a Valtr?, Lo siento por lo sucedido, pero el estaba loco... Era necesario su muerte para salvarlo)- su voz era suave y cansada, casi un ronroneó melancólico.
Chizome: -nu... El a fost singurul care a înțeles... Biserica, Evilblood, Yahar'gul, byngenwerth... Sunteți cu toții viciați, sunteți cu toții pătați(no... El era el único que entendía... La iglesia, los Evilblood, Yahar'gul, byngenwerth... Todos están contaminados, todos ustedes están contaminados)- exclamó en una rabieta silenciosa.
El joven cazador lo miro a los ojos, una mirada que juraría haber calado en lo más profundo de su alma. Sin decir nada más, en una fracción de segundos, chizome tuvo que esquivar una estocada a su estómago, pero el cañón de una pistola lo esperaba en su lugar.
*Bam*
Sintio como la bala atravesaba su pecho, su sangre escurrir del mismo, las gotas callendo en la tierra fangosa... Y el gélido aliento de la muerte en su nuca.
*Slash*
No tuvo más tiempo para quejarse, pues otro corte lo iba a despojar de su brazo derecho. Se alejo lo suficiente para recobrar la compostura y curarse con un vial.
¿?: -Știu care este speranța unei lumi mai bune... Că putrefacția răutății nu există... Dulcile promisiuni pe care Liga le scuipă... Nu sunt altceva decât iluzia unui fanatic. (Se lo que es la esperanza de un mundo mejor... Que no exista la putrefacción de la malicia... Las dulces promesas que escupe la Liga... No son más que la ilusión de un fanático)- El ronroneó de su voz, era el de aquel que no tenía fuerzas... De vivir...
-Înțeleg că Liga vrea o lume fără impurități... Dar dacă îi omoară pe toți, pe cine vor salva? (Entiendo que la Liga quiera un mundo sin impurezas... Pero si matan a todo el mundo, ¿A quién salvarán?)- el peliverde fijo la mirada al cadáver de Valdr.
Chizome por primera vez empezó a dudar, la manera que el niño hablaba era tan cálida y... Vacía... Solo eran palabras huecas para el ex caballero de Cainhurts. El pelinegro no soporto el como pisoteaban sus ideales, y con rabia volvió a atacar al niño.
Pero... Este desapareció en una niebla brumosa, y reapareciendo nuevamente en su costado. Solo pudo sentir el dolor cuando la hoja atravesaba sus costillas, el como rebanaba sus pulmones liberando el arma por la parte delantera de su torso.
De una patada alejo al moribundo chizome, quién por primera vez en su vida tuvo... Pavor... Trato de correr, pero antes que pudiera ponerse de pie un par de dagas se clavaron en sus rodillas. Estaba a Merced de ese monstruo.
¿?: -Îmi pare rău... Odihnește-te din lumea trează(Lo siento... Descansa del mundo de la vigilia)- alzo su espada al mismo tiempo que su ojo visible brillaba en un tétrico ámbar.
Chizome no tuvo tiempo de gritar cuando sintió la fría hoja tocar su piel.
¿?: -tu eres Stein ¿no es así?- pregunto una voz desconocida.
El asesino volteó su cabeza en dirección del extraño, un joven adulto de cabello azul celeste, vestía completamente de negro, y múltiples manos acomodadas por todo su cuerpo.
Stein: -¿quién mierda eres?- pregunto sin una gota de paciencia.
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Lentamente abrió sus ojos, sintiéndose mareado y con una intensa ganas de vomitar. A pesar que estada despierto, tenía la sensación de no estarlo.
Bakugo se paró de la cama como pudo, su cabeza daba vuelta y el aire le faltaba. Pronto se dió cuenta que no era el cuarto donde se había quedado, eso prendió todas las alertas, y solo una cosa se le había pasado en la mente, lo habían raptado.
Explotó la puerta furioso, no podía ser peor este maldito día, primero entraron a un maldito lugar de pesadillas, después una rubia loca lo trato de matar y ahora lo más seguro que un villano lo había secuestrado.
Al salir de la habitación vio a cola de caballo y chica audífonos en el mismo estado que él.
¿?: -te recomendaría no volver a romper otra cosa, el buen cazador es muy especial con sus cosas- una voz suave y femenina llamo la atención de los tres.
-bienvenidos al sueño, lugar de descanso y reabastecimiento para los cazadores- inclino ligeramente su torso en saludo.
-acompañenme, el buen cazador, el joven cazador y la señorita Evilblood los están esperando afuera- dio media vuelta para marcharse sin esperarlos.
Los tres no sabían si seguir a la extraña y alta mujer, todo era muy sospechoso, tan fuera de lugar que parecía una mala broma.
No fue hasta que Jirou pudo escuchar aquella melodía, la misma que desprendía Shinso cuando estaba dormido, supo entonces que estaba en lo que él y su maestro llamaban "el sueño del cazador".
Sin dudar un segundo más la más baja de las chicas siguió a la mujer con apariencia de muñeca. Momo no sé quedo atrás, pues le daba más miedo el estado colérico de su compañero, y este último término aceptando con pequeñas detonaciones por si las dudas claro.
Los tres: -tiene que ser una puta broma- exclamaron al unisono, sin querer creer lo que veían.
Un paisaje lleno de flores y tumbas por dónde mirarán, en los bordes vallas negras y oxidadas marcaban los límites mientras que en la lejanía pilares de un tamaño incalculable se perdían poco a poco de la vista. A lo lejos pudieron distinguir un taller en llamas pero sin soltar humo.
Caminaron maravillados por el paisaje tan onírico y surrealista, sino hubieran vivido la experiencia del ascensor pensarían que esto era un sueño más... Y no se equivocaban del todo.
Pudieron distinguir tres siluetas a lo lejos, una mucho más alta que las otras dos, era obvio de quienes se trataban. Al llegar frente a los tres pudieron ver sus vestimentas, todos llevaban puesto un elegante atuendo de pantalones negros y camisa de botón blancas con tirantes, junto a unos guantes negros con apariencia bastante costosa, parecían miembros de una mafia Italiana
Vânător: -es bueno que hayan despertado completos, son los primeros en venir a este lugar y no ser cazadores, realmente le agradan a los pequeños- comento feliz con su clásico asentó.
-antes que me pregunten lo obvio, bienvenidos sean al sueño del cazador, lugar dónde solo los elegidos por su dueño pueden entrar, otrora fue un lugar donde los más grandes cazadores mejoraban sus armas y carne- explico recordando las palabras de gerhman.
-ahora les daremos el lujo de escojer a quienes quieren como compañero y maestro de este ejercicio- estiro su mano señalando al pelimorado y la rubia.
Bakugo no dudo en escojerlo a él, había muchas razones aparte de la enseñanza, quería ser más cercano a su amigo de la infancia, y saber que es lo que había pasado...
Jirou fue más rápida que Momo y camino Rauda hasta Shinso, este dio media vuelta y camino indicando con una mano que lo siguiera.
Momo maldijo su suerte al tocarle con la rubia loca, miro con nerviosismo la sonrisa inquietante de la chica, una que desbordada una locura bastante volátil. La cazadora le dió la misma señal que Shinso a Jirou dejando a Bakugo e Izuku solos pues la muñeca se había ido apenas los dejo.
Vânător: -¿seguro que quieres hacer esto... Kacchan?- pregunto con una pequeña sonrisa, una que solo mostraba arrogancia y superioridad.
Bakugo: -... Siento que ese apodo es mi nuevo deku... Estoy listo, quiero aprender... Del mejor cazador- alzo la guardia esperando un mínimo movimiento.
Vânător: -tan perceptivo como siempre, eh, viejo amigo. Si no mal me equivoco en el tiempo que estuve... Ausente, estudiaste y prácticaste algunas disciplinas de combate, ¿No?- ladeó su cabeza a un lado mientras su sonrisa ensanchaba.
En un parpadeo desapareció de la vista del cenizo. Bakugo ya conocía ese truco, así que lanzo un codazo en el costado dónde sentía sed de sangre, aún así no había nadie, volteaba a ver a todos lados aún con la guardia alta, hasta que un dedo tocó su sien, juro haber sentido que lo estaba apuntando con un francotirador a quema ropa.
Vânător: -No creas que será tan fácil Bakugo, tienes un gran talento en combate, aprendes rápido por puro instinto, pero tienes muchos defectos que pulir- antes de que el cenizo reaccionara golpeó con una distancia a menos de cinco centímetros.
Bakugo casi perdió el conocimiento, cayó sobre sus rodillas mientras se sujetaba la cabeza en un vano intento de no quedar inconsciente. Un rodillaso al mentón lo obligó a ver el "cielo" mientras se levantaba en el aire, y un codazo en el costado de su cabeza lo tiró al piso en seco.
El joven adulto trato de ponerse en pie con todas su fuerza, su orgullo había Sido pisoteado de nueva cuenta por otro cazador, con su máximo esfuerzo lo único que logró fue voltearse boca arriba.
Vânător: -sera mejor que te pares nuevamente, o tendrás una bala entre las cejas en tres... Dos... Uno...- jalo el gatillo de su Evelin.
Katsuki se paró por puro instinto antes de que la cuente llegué a cero, aún con todo dando vuelta, volvió a abalanzarse contra el cazador, creo una explosión que generaba más humo que otra cosa, esquivo una estocada a su estómago girandose para posicionarse al costado de Vânător, Disparo su explosión directo a su cadera.
Vânător: -buena elección de movimientos, sabiendo que no es tan efectivo ir a mi rostro, preferiste ir por mi cadera para entorpecer mis movimientos, realmente espléndido kacchan- dijo mientras aplaudía con evidente sarcasmo.
Antes que Bakugo saliera de su estupor, otro codazo a su pómulo lo volvío a azotar contra la tierra y las flores, para después una patada lo lanzará lejos del cazador.
Ahí fue cuando Katsuki Bakugo se dió cuenta que todos los movimientos que utilizo su viejo amigo y maestro... Era el mismo que él había aprendido para olvidarse de sus pesadillas...
El viejo cazador se acercó al cenizo solo para darse cuenta que esté estaba inconsciente. No pudo evitar resoplar con cierta decepción, sinceramente esperaba algo mejor de el que fue una vez su verdugo.
Escucho unos pasos en su espalda, no había intención asesina, y el olor que desprendía era más parecido al café y una colonia suave de hombre.
Giro levemente su cabeza para poder ver al cuervo detrás suyo. Aizawa había regresado al sueño después de una ardua misión de la caza. Su mejilla tenía un leve corte y su nariz goteaba algo de sangre, algunas marcas de quemaduras se distinguían a lo largo de su vestimenta.
Izuku: -¿Buena caza?- pregunto casual a su socio.
Aizawa: -buena caza, ¿No crees que te pasaste un poco?- pregunto mientras colocaba una píldora en la boca de su retoño.
Él viejo cazador se encogió de hombros como si no viera el problema.
Izuku: -es bastante resistente, y con lo que le diste ahora está fuera del peligro... como sea iré a ver qué Himiko no mate a la joven yaoyorozo- dió media vuelta para ver a sus otros estudiantes.
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Momo esquivaba por octaba vez un corte a su cuello, y por décima vez un disparo a su ser. Maldijo por milésima vez el que le haya tocado con la rubia loca, si tan solo hubiera sido mas rápida podría estar con el sex... El pro héro Vânător, o al menos con Shinso.
Pero ahora tenía que ocuparse de mantener su cabeza en su lugar. Con torpeza dió un paso atrás para evitar la hoja del Reinterpallasch de Himiko, estaba a punto de esquivar otro corte pero otro Reinterpallasch desvío la hoja.
Vânător: -veo que tienes problemas joven Yaoyorozo, tienes muchos cortes por todo el cuerpo, descansa y observa- posó su mano libre detrás de su espalda como si fuera un elegante mosquetero.
Espero con pasiencia el ataque de su discípula, como un lobo esperando el ataque de un pequeño ratón, solo veía a Himiko como un juego.
La protegida de Annalise no le hizo gracia como su mentor la veía, una mirada de superioridad absoluta. Se escabullo en el costado izquierdo del cazador y asestó una estocada al muslo, pero el filo de su maestro lo bloqueo sin esfuerzo sacándola de balance.
Una patada a su pantorrilla seguido de un corte a su mejilla y un empujón finalizando el encuentro. Ni diez segundos y ya la había matado tres veces si él hubiese querido.
Vânător: -se que quieres copiar el estilo de los cazadores, joven Yaoyorozu, si quieres hacerlo tienes que desprenderte de lo que te enseñaron- imitó en son de burla todos los movimientos de esgrima deportiva.
-aunque les pese admitirlo, las armas solo se crearon para un único motivo: matar. Ya sea para fines egoístas o para salvar a otros, un arma siempre segara una vida, tarde o temprano- enfundó su Reinterpallasch mientras veia a la Azabache a los ojos.
-no hay honor en la caza, no hay honor en un combate, y no hay honor en el trabajo de un héroe. Tanto los cazadores como los héroes sirven al bien común, aun que eso signifique mancharse las manos con la sangre del mal nacido- cada palabra que decía desprendían determinación y un profundo vacío.
Momo bajo la cabeza por la reprimenda de su maestro. No quería aceptar esas palabras crudas, iban contra todo lo que le habían enseñado antes. Sintio como sus lágrimas brotaban de los bordes de sus ojos.
Himiko: -Las palabras del maestre Izu pueden llegar a ser crueles, sabe dónde atacar incluso con las palabras- se sentó al lado de la azabache aún adolorida por el golpe.
-pero cada palabra que dice, cada reprimenda que nos da, es por nuestro bien- su mirada se perdió en el paisaje.
Momo: -lo se, puedo sentir sus ideales en cada palabra que sale de su boca, es solo que me niego a compartir sus creencias, se que las personas no cambian después de cruzar cierta línea... Pero eso no nos da el derecho a quitar vidad- apretó los puños con cierta irá.
La cazadora suspiro en derrota, era imposible cambiar la perspectiva de una persona.
Himiko: -sabes... No tengo mucho tiempo como cazadora, el maestre Izu me reclutó el mismo día del festival deportivo... Cuando había matado a mis padres- dijo lo último con tristeza.
La más joven de los Yaoyorozu al escuchar eso rápidamente la vio con desconfianza, una mirada que esperaría de alguien común.
Himiko: -se lo que estás pensando de mi, te comprendo... Pero ellos eran unos hijos de puta, ambos eran adictos a todo tipo de sustancias, cuando tuve la suficiente edad me utilizaron para ganar dinero fácil... Si sabes a lo que me refiero- a pesar de que dijo lo último en burla se pudo escuchar el quiebre de su voz.
-los amaba demasiado, pero llegué a mi límite ese día... Cuando me cole en festival me tope con él, solo le pedí su autógrafo y el me vio con tanta dulzura... Sino fuera por el sería una villana más- fijo su vista en el viejo cazador quien platicaba con otro vestido con traje de cuervo.
Momo no sabía que decir, lo que había hecho la rubia era imperdonable, después de todo era un crimen. Pero si no lo hubiera hecho seguiria con una vida miserable. Eso abrió un debate moral para la azabache.
Himiko se paró limpiando el polvo en su vestimenta, estiro un poco su cuerpo y ofrecío su mano a Momo.
Himiko: -vamos, si el maestre Izu nos ve flojeando no castigará. Te enseñaré lo poco que pueda, pero depende de ti aprender correctamente- ensanchó su sonrisa mostrando sus colmillos.
Yaoyorozu acepto el gesto, dentro de ella, dentro de su moral, algo había cambiado, acepto que el mundo no era blanco o negro como siempre le habían enseñado.
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Bakugo despertó de golpe, volvío a levantarse y puso su guardia en alto esperando otro golpe. Lo único que encontró fue que estaban devuelta en la cabaña, mirando a su alrededor se fijó que orejas y cola de caballo estaban durmiendo con múltiples moretones y uno que otro corte siendo cubierto por los vendajes.
Gruño por lo bajo, quería gritar del coraje y frustración, explotar todo y mandarlo a la mierda como lo hacía antes, pero la amenaza de esa mujer con apariencia de muñeca lo retenían.
Bakugo: -seis movimientos... Seis maldito golpes y me dejó como una porquería... Como un maldito muñeco roto...- apretó sus puños tratando de no explotarlos.
Lo que más frustraba al rubio no era la negación, no... Lo que más lo frustraba era que había aceptado la cruda realidad, su ami... No... Nunca fue su amigo, fue su víctima, su saco de boxeo, su mejor juguete... El había convertido al niño más puro que jamás conoció, lo había vuelto un monstruo...
*PUM*
El sonido estruendoso y el pequeño terremoto lo saco de su lamento. Salió rápido de la cabaña para encontrar a Shinso ensangrentado en la entrada, su traje hecho jirones y las múltiples heridas en su cuerpo quitaban la imagen invencible que su mente había creado.
Shinso: -ya despertaste... y estás bien... Hasme el favor... De quitarle esto- señaló una estaca en su costado.
Bakugo salió de su catatonia e hizo lo que su compañero pidió. Tomo el pedazo de ¿Madera? Y lo saco con fuerza escuchando el gruñido de dolor que provenía de Shinso, tiró el objeto y se apresuro a levantar al pelimorado.
Shinso: -gracias... Je... Eres más amable de... Lo que piensas- su burla cansada irritó levemente a su compañero.
Bakugo: -tks no te confundas cazador, solo lo hago por qué es lo que un maldito héroe haría- lo guío dentro de la cabaña.
-preguntaria que mierda te paso, pero conociendo a Midoriya es más que obvio- dejo con cuidado al cazador en el sillón de tercio pelo.
Una patada casi arranca la puerta alertando al cenizo. No era otra que Himiko en un estado similar o incluso peor, sujetaba con fuerza una lanza extraña y utilizándolo como bastón camino hasta sentarse al lado de Shinso.
Himiko: -que hay...- saludo a Bakugo como si no estuviera malherida.
-despierta... A las princesas... Es su turno... Ya lo ablandamos- rio levemente junto con Shinso, una broma que solo ellos dos entendían.
Bakugo: -y como carajos piensan que los dejaré así, están en la misma mierda, le diré a cola de caballo que cree un botiquín y ven- la mano ensangrentada de Himiko paro su regaño.
Himiko: -que bonito... El musulmán se preocupa... Por nosotros... Estamos bien, solo necesitamos... Descansar, hemos estado peor- acomodó su cabeza en el hombro del pelimorado.
Shinso solo alzo el pulgar confirmando las palabras de su amiga. Ambos cerraron sus ojos y nivelaron su respiración.
Pasos apresurados se escuchaban más Serca. Jirou y Yaoyorozu llegaron a la sala horrorizandose por el estado de ambos cazadores, nunca habían visto a Shinso tan lastimado y era la primera vez con Himiko.
Jirou/Momo: -¿¡que caraj- hiban a exclamar cuando la mano de Bakugo las paró en seco.
Bakugo: -Vânător fue lo que les pasó. La rubia loca dijo que nos quiere afuera ahora, será mejor no hacerlo esperar- miro fijamente al par dormido.
Sin saber que decir y por el miedo a su profesor hicieron caso a la orden transmitida, rezándole a lo que fuera por no terminar así o peor.
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El día llego a Japón, los transeúntes iban y venían por distintas razones, ya sea trabajo, escuela o simple óseo. Ese no era el caso para Iida Tenya hijo menor de la familia y sucesor del nombre Ingenium.
Ya había pasado cuatro días del pasantías, había escuchado las azañas de sus amigos y compañeros, en especial el grupo que fue con Vânător. Eso no quitaba el mérito a los demás, el profesionalismo con el que trabajaba sus amigos era digno de un héroe hecho y derecho.
Manual: -hoy está el día muy tranquilo, ¿No Ingenium?- pregunto el pro héro que lo había aceptado.
-usualmente las mañanas son un poco más agetreadas, claro que hemos detenido uno que otro sujeto. Sinceramente prefiero que todos los días fueran así de tranquilos- trono su cuello indicando el estrés.
Ingenium: -puede ser por qué es época de pasantes, no solo la UA, también academias como shiketsu o ketsubutsu dejaron a sus estudiantes experimentar el trabajo de primera mano- movió su mano como siempre.
El héroe profesional sonrió por el repentino cambio de humor de su actual pupilo, mayormente se mantenía serio y callado, con una mirada que el conocía muy bien.
Manual: -si, puede ser eso, es bueno que las nuevas generaciones quieran seguir este caminó... Aún que me gustaría que lo hicieran por hacer lo correcto y no por cosas tan materiales... o venganza- su mirada mostraba cierto toque de tristeza.
-Escuchame Iida, estoy muy halagado que un aspirante a héroe con tanto potencial como tú me haya escogido... Pero no soy tonto ¿Sabes?-.
Ingenium: -Manual Sama no se de-.
Manual: -es por él ¿Cierto?, Los últimos avistamientos de Stein fueron aquí en Hosu...- interrumpió cualquier excusa que le pudiera dar.
-Iida, nuestro trabajo como héroes es servir y proteger. No somos jueces y mucho menos verdugos, se cómo te sientes pero no dejes que ese sentimiento te consuma... Si te pasa algo, ¿Cómo se sentirá tu familia, tu hermano?- trato de ser lo más comprensivo con sus palabras, no quería que sintiera una reprimenda.
El joven velocista bajo la mirada, no quería ver a su actual mentor. No podía aceptar esas palabras por más ciertas que fueran. Se negaba a dejar ese sentimiento...
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Melissa: -¿Entonces un héroe lo llamo para hacer un ejercicio juntos?- pregunto mientras caminaba junto a Gran Torino.
GT: -Incluso para mí es sorpresivo, pero es una buena oportunidad para que aprendas algo y mejorar tu peculiaridad y habilidades- respondió mientras se rascaba su barba gris.
Melissa solo asintió, era emocionante desenvolverse junto a otros estudiantes en el mundo real. Los entrenamientos con Gran Torino y las actividades de héroes lograron que pudiera utilizar el ofa hasta un 20% sin dificultades, podía seguir el paso a su mentor pero el peso de la experiencia dictaminaba a la hora de hacer su trabajo.
Melissa: -¿Cuánto cree que duraría contra Shinso?- su pregunta salió sin querer tras pensar inevitablemente en la brecha entre ambos.
GT: -No te apresures mocosa, aún la brecha sigue siendo abismal. En un encuentro de práctica no tardarías más de diez minutos, y si pelea enserio ni uno- contesto con crudeza.
-No te sientas mal por ello, pasa lo mismo con el resto de tus compañeros e incluso varios profesionales. Ese mocoso es un monstruo con piel humana, alguien de su edad simplemente no debería tener esa experiencia de lucha-.
Melissa: -fue solo un instante, solo una fracción de segundo, pero juro que cuando se enfrentó a Bakugo en el festival ví como su mano se volvió moreda- recordó pensativa.
-es como si tuviera múltiples quirks, súper regeneración, sentidos sobrenatural, súper fuerza, su quickening... Y ahora eso- ella sabía de la realidad del cazador, pero no podía delatarlo tan descaradamente.
GT: -eso no es un quirk niña, eso es una técnica de mejora física... El removal: libera el 100% de tus capacidades físicas rompiendo los candados que impone la mente. Pero eso es una habilidad que se debió haber extinto...-.
Melissa: -¿A qué se refiere con extinto?-.
GT: -Esa habilidad pertenece a un antiguo clan de asesinos, el Klan kure... Antes de la era de las peculiaridades ellos eran los más temidos junto con otros clanes alrededor del mundo, pero ellos eran los únicos que podían usarlo sin consecuencias- explico.
-pero se extinguieron hace mucho tiempo, la séptima portadora y yo nos enfrentamos a los últimos cuando eramos jóvenes, fueron temibles adversarios- recordó aquellos tiempos.
La rubia quería preguntar más al respecto, aún había huecos en la explicación del héroe retirado, pero sabía que no obtendría más respuestas. Subieron al tren correspondiente con destino a Hosu.
GT: -Nuestro anfitrión está algo ocupado con dos casos bastante problematico, Stein y otros villanos igualmente peligrosos se avistaron por última vez en Hosu- explico la razón del viaje.
Melissa: -Iida está ahí, me gustaría ver cómo está, se que fue tras ese villano por lo que le hizo a su hermano-.
GT: -y no quieres que haga halgo estúpido, es joven y temperamental a pesar de su sobre rectitud, te entiendo-.
Gran Torino ya sabía del problema con su amigo, Melissa no era precisamente callada. En anciano entendía perfectamente al velocista y sabía lo que conllevaba la sed de venganza hasta el final.
*BUUUM*
El fuerte temblor junto con el fuego a lo lejos anunciaron una explosión.
*PUM*
*Crack*
HAAAARRGGGG.
Una criatura de tétrico aspecto había impactado contra el vagón rompiéndolo con sus garras y fuerza bruta. cerebro expuesto, una máscara de hierro que cubría la mitad del rostro y grandes alas de murciélago, no cabía duda que para Melissa era un Nomu.
GT: -¡Lustitia, quédate aqui y vigila que los civiles estén asalvo!- ordenó al mismo tiempo que se abalanzaba contra la criatura saliendo del vagón.
La rubia asomo rápido por el agujero preocupada por su mentor. Pronto vio el caos de la ciudad y decidió tomar cartas en el asunto. Corrió por los vagones hasta llegar a la cabina de mandó.
Lustitia: -¡Tiene que activar el freno de emergencia ahora!- Ordenó con una autoridad que ella no conocía.
Operador: -¡ya lo hice pero los frenos se rompieron, algo lo deshizo!- reporto asustado y desesperado.
En ese momento la prospecto maldijo en su mente, sabía que por más que quería no podía detener el tren, no manejaba el porcentaje necesario.
*Bam*
El tren había chocado con algo. Podía sentir como esa cosa frenaba lentamente el tren hasta detenerlo por completo.
¿?: -Fue definitivamente mala idea frenarlo con los pies, ya estoy viejo para esto- dijo con burla una voz que ella conocía bien.
Lustitia: -¿Maestro Vânător?- asomo por la ventanilla verificando que era el.
Vânător: -el mismo, no hay tiempo niña, ve ahí. Sigueme,Deja que Momo y Jirou se encarguen de los civiles- llegó hasta donde estaba ella en un parpadeo.
*PUM*
Otra explosión se escuchó a lo lejos. El viejo cazador tocó un aparato en su oído después de ello.
Vânător: -Prădător, ¿Que paso?- pregunto calmado.
Comunicador/Prădător: -son ellos... No sé cómo lo hicieron pero los Nomus no son el único problema ahora- callo un momento.
-Trajeron licanos con ellos, son varios y se desperdigaron por la ciudad, aizawa y Himiko están cazandolos, son tan fuertes como los Nomus- termino de informar.
Vânător- (mierda...). Se que mi querido aprendiz te dijo todo, no puedes negarlo así que no trates de hacerlo. Necesito que vallas ahí y ayudes- apunto a epicentro del desastre.
Lustitia: -¿Que paso?, ¿Ustes que va a hacer?- preguntaba al no saber lo que pasaba.
Vânător: -la Liga de villanos y unos malditos con los que me enfrente otrora eso paso. Ahora ve, ¡Rápido!- ordenó con fuerza con clara irritación.
El cazador vio como la rubia salía disparda con su poder activado. Creaty y heartphone Jack informaron que habían terminado con los civiles, les ordenó que buscarán civiles en la ciudad.
Busco a entre la ciudad a los Licanos topandose con varios, no fueron problema para el experimentado cazador pues sus cabezas rodaban antes de que se diera cuenta.
¿?: - (bestias por todas partes, serás uno de ellos tarde o temprano. ¿No te lo advertí, buen cazador?)- una voz un tanto gutural llamo su atención.
Vânător: - (gascoigne, maldito)-.
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Corría por la ciudad buscando y ayudando a civiles. Todo iba bien y de pronto unos Nomus atacaron sin previo aviso volviendo todo un caos.
Rrrrggrrr.
Escucho gruñidos de perros en un callejón, con los sentidos alertas y con el corazón latiendo a mil por segundo se adentro lentamente.
Iida: -¿¡Hay alguien ahí!?, ¡Quien quiera que seas salga ahora e identificense!- ordenó tratando de sonar lo más autoritario y calmado posible.
Pero lo que sea que ocasinaba esos gruñidos lo ignoro rotundamente. Pronto sonidos de masticadas, algo blando y viscoso siendo triturado.
Casi llegando al final del callejón se topo con una escena de pesadilla.
Iida: -que mierda...- exclamó con una arcada por lo que sus ojos apreciaban.
Una creatura cuadrupeda con extremidades largas y musculosas, de pelaje completamente negro y manchado de sangre, lo más particular era su cabeza de lobo. El ser comía sin apuro el cadáver de un hombre de ahora irreconocible perfil.
El Licano lo observó al sentir su presencia, no dejaba de comer pero su atención fue posada en el caballero velocista. Iida juro haber visto como esa criatura sonreia con burla al sentir su miedo.
*Bum*
*Slash*
*Crack*
Antes de que la bestia pudiera hacer cualquier cosa contra el joven, una sombra cayó incrustando su arma en el cráneo del licano. Era un monstruo peor que aquella bestia, un cazador, pero no cualquier cazador, no...
Ingenium: -Stein...- gruño con rabia sintiendo como su sed de venganza subía nuevamente.
El asesino de héroes lo vio con indiferencia.
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Fin del capítulo
Próximo capítulo: Vestigii Ale trecutului:În ritmul vânătorii și al sângelui. parte 2/2.
Autor: -¿creian que se librarían de mi tan fácilmente?, Soy como la chinche, de mi no se liberarán.
Gracias por la espera, disfruten el capítulo.
Los quiero y tomen agua.
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