Capítulo 7
Las lágrimas habían dejado ya de rodar por las mejillas rosadas de Julie mientras terminaba de contar la historia.
— y... y por ese motivo ya nunca suelo bailar ballet y por eso no quería participar... pero no puedo dejar de bailar porque es lo único que a día de hoy me conecta con él...
— Entiendo... — Kang le había tomado la mano mientras Julie contaba su historia y Natalie la miraba con dulzura.
— Tiene que haber sido muy duro para ti y te entiendo..., lo siento mucho, no sabía nada de esto antes... no me informaron en tu anterior escuela... de haberlo sabido todo habría sido distinto...
— No te preocupes, no se lo suelo decir a nadie... Y tampoco se lo comenté a mis antiguos profesores.
— No quería hacerte sentir mal cuando te dije ese apodo... solo lo pensé porque siempre has practicado patinaje artístico y pensé que te lo solían decir... en una noticia salía y... — le dijo Kang mientras apretaba su mano entre las suyas.
— Ey, no importa... no pasa nada. Ha sido culpa mía ponerme a llorar así sin explicación alguna...
Natalie y Kang se miraron mientras Julie sonreía incómodamente.
— Creo que debería irme... Gracias por haberme llamado para el concurso pero mejor que esté año Pies Volando no participe...
— Estoy de acuerdo... — comentó la profesora con una pequeña sonrisa.
— ¿¡Qué!? No, no, no. Esperad un momento, yo... — tragando saliva continuo — yo participaré, seré la pareja de Kang... durante la competición.
— ¿Estás segura de ese Julie? No me gustaría que para que yo participe tuvieras que sufrir... — Kang, que minutos antes había soltado las manos de su compañera, la tomó por los hombros, sorprendido.
— Sí, estoy segura. Si consigo participar en este concurso habré dado un gran paso y le demostraré a mi madre que no va pasarme nada por volver a bailar ballet.
Kang miró a Natalie con un brillo de esperanza en sus ojos mientras ella asentía.
— Bueno, pues no hay nada más que hablar... ¡Manos a la obra!
— Espera un momento — dijo Natalie mientras sonreía —, Julie, aún no me has contado porque tenías esa herida en la muñeca... pero no hace falta que me lo cuentes ahora... ya lo harás más tarde...
Julie le sonrió y le susurró un gracias mientras Kang y ella se preparaban para empezar las clases, aunque sólo fueran de una hora debido a que ya habían perdido gran parte del día. Nuestra bailarina le entregó a su profesora todos los cuadernos que ya se había leído y esta le dijo que podía quedarse con los libros, que serían suyos a partir de ahora.
— Bueno, ahora vamos a practicar algunos pasos simples, seguro que los conocéis... o al menos eso espero...
Natalie les iba mostrando todos los pasos que quería que repitieran. Ellos dos lo hacían a la perfección, sin apenas errores graves. Julie pudo comprobar que Kang llevaba mucho tiempo practicando ballet, se le notaba en la mirada; cada paso y movimiento que realizaba sabía hacía como debía hacerlo y podría realizarlo, perfectamente, con los ojos cerrados.
Julie seguía bien el ritmo de su profesora, sabía lo que tenía que hacer en cada movimiento y lo hacía con equilibrio y precisión, tan solo le quedaba un poco de práctica.
La hora pasó rápido para todos y al cabo de pocos minutos ya había terminado.
— Me gustaría que os conocieras más... sé que es una petición muy rara pero me gustaría que quedarais hoy y conocierais como el otro se mueve.
Julie y Kang asintieron mientras salían del edificio. La chica cogió su bicicleta dispuesta a irse a su casa, pero Kang le agarró de la muñeca.
— Espera un momento...
— ¿Qué sucede?
— Aún no tengo tu número... y no me gusta que vayas sola a casa.
— Toma mi número... — le escribió su teléfono en el de él y, tras pensar lo que le había dicho, respondió —. No te preocupes, sé montar en bici... mi padre me enseñó.
— Ya sé que sabes montar pero no en fio de ese... ese...
— ¿Ese Nico?
— ¡Eso es! Bueno, no me fío de ese... ¿y si quisiera aparecer de repente y hacerte algo?
— No tienes que preocuparte, puedo lidiar con él.
— Ya sé que puedes lidiar con él — le dijo mientras le agarraba de los hombros y esta tensaba el cuerpo — pero no quiero que tengas que llegar a eso.
— Gracias...
— ¿De nada? Oye... ¿por qué me has dado las gracias?
— Por preocuparte... Pero, de verdad, puedo ir sola, y si pasa algo te llamo... ¿Trato?
— Solo si me escribes cuando llegues... y quedamos cerca de tu casa para que no te siga por el camino...
— De acuerdo, nos vemos esta tarde... — Julie se subió a su bici mientras suspiraba alegremente y tarareaba una feliz canción.
— Ay... Ojalá sea verdad y no le haga nada... — comentó para sí mientras veía como Julie pedaleaba con tranquilidad.
En ese momento el teléfono de Kang sonó mientras este seguía con la mirada a Julie y seguía mirándolo hacía el infinito.
— ¿Hola? Ah, hola mi amor... si, si ahora voy... si, no me he olvidado... no, no, claro que no, adiós.
***
***
Julie entró en su apartamento dejando las llaves en el mueble de la entrada y la bicicleta en la pequeña terraza que no solían utilizar.
— Buenas... ¿ya volviste de la academia?
Julie miró sorprendida a Emily mientras esta le sonreía.
— Sí... ¿Todo bien?
— Sí... me cansé de la biblioteca y... — sus ojos miraron hacia otro lado — bueno, supongo que te echaba de menos... mucho de menos... ¿Me perdonas? — le dijo mientras le abrazaba y Julie sonreía mientras soltaba un "claro" entre sus labios.
— Bueno... ¿Qué tal el día?
— Bien... Nico hoy no ha venido, ha sido raro... & la cara de Julie cambió de repente y Emily empezó a preocuparse —. ¿Va todo bien? No me digas que... — Emily se llevó una mano a la boca y la otra a la frente con preocupación —. No te habrá hecho nada, ¿Verdad?
Julie le mostró la herida que tenía en la muñeca y el moratón de su costado, el cual no le había mencionado no a Kang y a Natali.
— Mierda... ¿¡Pero a ese tío que le pasa!? — los ojos de Emily se habían llenado de lágrimas mientras no podía apartar la mirada de aquellas heridas. No podía creer que hubiera sido capaz de tal cosa.
- No te preocupes, estoy bien... gracias a Kang...
— ¿Quién es Kang? Bueno, da igual... luego me lo cuentas... Coge las llaves y hazte fotos de las heridas, vamos.
— ¿A dónde?
— ¿¡ A dónde va a ser!? A la comisaría, no voy a dejar que te haga nada más... no a ti ni a mí.
— ¿Ves? Te ha venido bien estar alejada de mí... a ver si voy a ser una mala influencia — le dijo mientras le guiñaba un ojo.
— Pues sí... eres una malísima influencia que quiero tener en mi vida, así que voy a tener que dejarme influenciar...
Julie se hizo fotos de las heridas y cogió las llaves de su casa mientras se dirigía a la puerta.
— Emily...
— Dime — dijo mientras desenchufaba su teléfono.
— Creo que no es buena idea... imaginate que se entera y viene a por nosotras... creo que podemos dejarlo como estamos y...
— ¿Qué si se entera? Julie, ¡claro que se va a enterar! Pero no te preocupes porque no nos va a hacer nada...
— ¿Y cómo puedes estar tan segura? Y sí viene antes de que le detengan y... y, ¿Y si ni siquiera le detienen?
— Pues... pues no lo sé, pero no voy a quedarme de brazos cruzados mientras ese imbécil te pega, podría haber sido peor... imagínate que ese chico que me has nombrado antes (el cual aún no sé quién es) no hubiera pasado por allí, o que no se hubiera parado a ayudarte, o, peor aún, que hubiera llegado tarde... — su mirada parecía perdida mientras hablaba —. No, no voy a permitir...
Emily abrió la puerta del apartamento y Julie le agarró de la muñeca.
— No, no por favor... yo... creo que no recuerdas lo que te conté ... y creo que debería hacerlo... pero antes cierra la puerta.
— ¿Qué pasa? — le dijo mientras cerraba la puerta y volvía a entrar —. No me irás a decir que estás enamorada de ese idiota, ¿verdad?
— "Jaja", muy graciosa... no... pero, cuando hablamos porque iba a participar en ese concurso te comenté un mensaje que Nico me había puesto y... le dijequetedejaraenpazyquefueraapormísiquería — dijo casi sin aire y sin parar ni un segundo.
— Entonces piensas que dirán o que él lo dirá... pero no, no va a pasar... y si pasa pues ya veremos lo que haces pero tenemos que intentarlo...
— ¿Y no podemos hacerlo más tarde? Hoy no he hablado con Marc y está tarde he quedado con Kang y... Además así nos podrían acompañar...
— Basta... — tras respirar varias veces dijo —. Está bien, iremos esta noche, sin falta alguna. Pero con la condición de que ese Kang vaya.. al fin y al cabo es un testigo más... ¿Estamos?
— Vale...
— Hoy no trabajas, ¿Verdad? — le preguntó mientras volvía a enchufar su teléfono y se sentaba en una de las sillas de la mesa del comedor.
— No, hoy no... Fran me dijo que cerraría antes hoy por una tontería...
— Mejor, así podemos ir cuanto antes... — la mirada de Emily permaneció perdida por el resto de la tarde.
Las dos chicas se prepararon unas ensaladas de pasta para almorzar y se sentaron en sus respectivas habitaciones para hacer los deberes una y la otra para hablar con su novio, al cual no le haría ninguna gracia lo que le tenía que contar.
— Hola, cariño, ¿Qué tal tu día?
— Bi... bien... ¿Y el tuyo?
— También bien... ¿Seguro que estás bien? Te noto un poco rara...
— Bueno, es que tengo que contarte algo...
— ¿Qué sucede?
Julie tragó saliva y cogió aire antes de empezar a hablar.
— Hoy ha aparecido Nico en la puerta de mi escuela y ha empezado a gritarme y a pegarme.
— ¿¡Me tomas el pelo!? La madre que... ahora mismo voy a llamarle, pásame su número AHORA.
— No, estate tranquilo momento y déjame terminar por favor... — Julie no recibió ninguna respuesta por la otra línea, por lo que decidió continuar —. Cuando estaba gritándome apareció un chico que conozco de la cafetería y le plantó cara. Así que no tienes de qué preocuparte.
— ¿Quién era ese chico?
— Era y es Kang, mi nuevo compañero de ballet.
Se hizo un largo silencio por la otra línea y Julie llegó a pensar que se había cortado la llamada.
— Osea que ahora tienes un compañero de ballet que te "salva" de gente como Nico... pues qué bien...
— Ay, vamos Marc... no es para tanto... Deberías estar agradecido con él de que me haya ayudado.
— ¿Y por qué no me llamaste?
— Pues no sé... si quieres le digo a Nico "espera un momento que voy a llamar a mi novio para que te parta la cara"... ¿En serio me estás preguntando esto?
— No, no, era solo pues curiosidad...
— Bueno, el caso es que está tarde-noche vamos a ir a la comisaría y...
— ¿Y por qué no vamos antes?
— Porque Natalie, mi profesora, quiere que Kang y yo quedemos en el parque está tarde para conocernos y saber cómo baila el otro y esas tonterías... así que será después de quedar...
— Entiendo... me parece bien... pero con una condición...
«¿Todos mis amigos son iguales?»
— ¿Sí?
— Yo también iré con vosotros?
— ¿Para qué crees que te he llamado sino?
— No lo sé, a veces haces estás tonterías y...
Los dos siguieron hablando hasta que el reloj marcó las seis de la tarde, mientras el timbre del apartamento sonó.
— Un momento, han llamado a la puerta... — Julie se levantó de su cama mientras gritaba un "voy" y se dirigía hasta la puerta. Nada más abrir encontró a Kang lleno de sudor —. Tengo que colgar, te aviso cuando vayamos a ir. Adiós.
— ¿Estás bien?
Julie se sorprendió ante la pregunta y al verlo tan mojado. Le dejó pasar mientras le decís que se encontraba bien.
— Menos mal... no me mandaste ningún mensaje... Podría haber venido antes pero tenía que... tenía cosas que hacer... menos mal que tú dirección se encontraba en la documentación que me dio Natalie sobre ti...
— Perdón por no haberte mandado ningún mensaje, se me olvidó... ¿Un momento? ¿Qué documentación te dio sobre mi Natalie?
— Ah, bueno, mejor que olvidemos eso ahora...
— Vale... por ahora lo olvidaré... pero no dudes en que te lo volveré a preguntar...
— Bueno, ¿Nos vamos al parque? Tendríamos que "conocernos mejor", como dijo Natalie...
— De acuerdo... pero va a hacer mucho calor... aunque creo que eso ya lo has descubierto tú...
— "Jaja", muy graciosa...
— ¡Julie! ¿Con quién estás hablando? — Kang miró con una expresión extraña y asombrada a Julie, la cual sonrió.
— Ven un momento, porfa...
— Voy... me estoy secando el pelo...
Al cabo de pocos segundos Emily llegó a la cocina, donde nuestros bailarines se encontraban comiendo un paquete de patatas.
— Hola, perdón por tardar tanto es que... — entonces se percató de ese chico y se paró para ver sus fracciones.
— No importa... — se dió cuenta de cómo miraba a Kang y le comentó, aguantando la risa —. Kang, ella es Emily... Emily, él es Kang.
— ¿El Kang de qué has hablado antes?
— Uhm...
— Buah... no me lo imaginaba tan...
Kang miraba a las chicas mientras volvía a meter las manos en el paquete y sonreía nervioso.
— ¿Tan...? — Julie estaba disfrutando de la expresión de su amiga y casi no podía aguantar la risa.
— Tan... guapo...
Kang estalló en una resonante carcajada que hizo convertir a Emily en un tomate.
— Perdón por reírme así... no he podido evitarlo... — y mientras le extendía la mano me dijo —. Encantado, soy Lenni-Kang... pero puedes llamarme Kang... o "el guapo"...
Emily le sonrió aguantando las ganas de reírse o llorar. Había sido original en el apodo, eso había que decirlo.
— Bueno, Julie, ¿Por qué seguís aquí en lugar de estar en el parque "conociéndoos"?
— Pues porque... — dijo mientras se metía un puñado de patatas en la boca - porque hacía calor y hemos visto este paquete y no nos hemos podido negar a probarlo... poco más...
— Entiendo... pues bueno, bienvenido Kang... Si me necesitáis estoy en mi habitación, aunque dentro de poco voy a salir...
— ¿A dónde?
— Pues... ¿Sabes quién es Sarha? ¿Sí? Pues me ha pedido ayuda con los deberes y no me he podido negar...
— Entiendo...
— ¿No irá a estar ese Nico por allí? — Las chicas se giraron para ver a Kang metiendo de nuevo la mano en el paquete—. ¿Qué? Podría estar por allí...
— Es verdad... mejor lo cancelo — dijo mientras cogía su teléfono.
— No, no, no... espera un momento... — Julie le quitó el móvil de las manos y lo colocó delante de Kang mientras le miraba desafiante, este sonreía maliciosamente —. Ahora no vas a negarte... vas a quedar con alguien que conoces y te lo vas a pasar bomba... ¿Estamos?
Julie le colocó el dedo meñique de su mano derecha delante de su cara, mientras ella se lo devolvía con el suyo
— Estamos...
Julie y Kang salieron del apartamento tras terminarse el paquete, a la vez que Emily también salía con su mochila en hombros.
— Una pregunta...
— Dime — dijo la patinadora mientras le pegaba una patada a una piedra.
— ¿Por qué has convencido a tu amiga de que vaya con esa chica a la biblioteca? ¿No sabe las posibilidades de que ese chico esté también allí?
— Sí, sí las sé... es solo que...
— ¿Uhm?
— No puedo decirlo... no sin el permiso previo de Emily... lo siento...
— Entiendo.. secretos de chicas...
— Algo así — dijo mientras se reía —. Solo sé que le beneficia tener más amigas ya que... ha sufrido mucho... más no te puedo decir...
— Entiendo... para cualquier cosa me llamas, ¿Vale? — dijo cambiando el tono de voz por uno mucho más suave y tranquilizador, el cual hizo sacar una sonrisa a Julie.
— Vale, gracias... ya hemos llegado al parque, vamos.
Los dos se sentaron en la fría y húmeda hierba, bajo la sombra de un frondoso árbol. Aquel parque era el lugar de encuentro de muchos jóvenes, se respiraba tranquilidad.
— Bueno.. ¿quién empieza?
— Yo... a ver si puedes hacer esto — Julie se levantó y se colocó delante de Kang, este le sonreía mientras ella realizaba un arabesque sin parar de mirarlo.
— Fácil...
Este clavó el paso mientras le enseñaba un Grand Jeté, el cual Julie recreo a la perfección. Así, paso a paso, tras muchos Pas coru, Pirouette y Battement tendu, la chica decidió realizar uno de los pasos más difíciles de la historia del ballet, el fouetté.
— Venga ya... sabes que es imposible, por lo menos para mí... y seguro que para tí también...
— ¿Apostamos algo?
Kang levantó una ceja antes de asentir.
— ¿Qué tipo de apuesta?
— Sí consigo hacerlo harás lo que yo quiera cuando yo quiera...
— ¿Y si no lo consigues?
— Pues... haré lo que tú quieras...
— Cuando yo quiera.
— Sí, sí... si lo consigo harás lo que yo quiera cuando yo quiera, y si no lo consigo haré lo que tu quieras cuando tú quieras... ¿hay o no hay trato? — le dijo mientras se agachaba y le tendía su mano derecha.
— Trato — le devolvió el apretón de manos —. A ver lo que la princesita es capaz de hacer...
Julie sonrió desafiante mientras respiraba varias veces. Había visto ese movimiento múltiples veces, sabía cómo tenía que hacerlo, se lo había enseñado su mejor profesor de ballet, su padre... Con sus pulmones bien cargados de oxígeno mientras su pierna "de trabajo" se movía hacia un lado y el otro pie plano doblaba la rodilla. Kang le miró con los ojos como platos mientras Julie sonreía maliciosamente.
— Bueno, supongo que he ganado...
— Touche... — dijo aún sorprendido &. Bueno, soy todo oídos...
— Aún no... cuando lo vea mejor...
Kang le miró sorprendido mientras Julie se reía.
— Eres mala...
- Uy, qué miedo, estoy temblando... — dijo mientras estiraba sus brazos y los hacía temblar mientras se sentaba al lado de su bailarín —. Te toca.
— ¿A mí? No, no, no... no voy a hacer el ridículo delante de la princesa del fouetté... no, no, no...
— Por favor, no vas a hacer tanto el ridículo... si te caes intentaré no reírme y...
— ¿Lo intentaras?
— Lo conseguiré, y te ayudaré a conseguir hacer ese movimiento... me sorprende que no sepas hacerlo...
— Ya, Natalie se rindió al ayudarme con ese paso... y justo por culpa de eso no me aceptaron en un concurso...
— Bueno... seguro que yo tengo más paciencia...
Kang le sonrió nervioso mientras se levantaba e intentaba realizar el paso, pero cayó estrepitosamente nada más empezó a girar su pierna "de trabajo". Julie se tapaba la boca por el asombro y para ocultar la sonrisa que tenía entre sus labios.
— Bueno... podría haber sido peor... ¿verdad?
— ¿Peor? ¿Qué querías, qué me abriera la cabeza?
— No, hombre no... pero... tenemos poco trabajo que hacer y mucho tiempo.. olvidalo, es al revés... anda vamos...
— No si al final estamos en una película... ¿y tus pequeños ayudantes?
Juli se levantó con la ayuda de la mano de Kang mientras se situaba al lado del bailarín.
— Vamos a ver... — Julie le agarró de la cintura mientras este le miraba asombrado y Julie se sonrojaba &.¿Quieres o no qué te ayude?
— Sí, sí... — le dijo mientras no apartaba sus ojos de los de ella.
— Bien... — Julie le sujetó una mano y le indicó cómo debía girar la pierna y como debía colocar el pie.
Así pasaron varias horas hasta que el teléfono de Julie los interrumpió, era Emily.
— Hola, Emily, ¿va todo bien?
— Sí, ya he terminado de estudiar con Sarha y estoy yendo hacía el parque para ir todos juntos a la comisaría, cierra a las ocho así que tenemos una hora para testimoniar... ¿Has avisado ya a Marc?
— No, aún no... voy a llamarlo ahora.
— Ok, ahora nos vemos.
— Ok, te esperamos aquí.
Julie colgó y antes de que Kang pudiera preguntarle si pasaba algo ya estaba sonando la voz de Marc por el teléfono.
— Hola, copito de nieve, ¿qué tal todo?
— Hola, Marc, bien. Ahora vamos a ir a la comisaría, ¿te vienes?
— Claro, tardo dos minutos, estoy cerca del parque esperando a que me avisasen.
— Vaya, qué buen novio... — dijo entre risas. El rostro de Kang se ensombreció al escuchar aquella palabra. ¿Acaso tenía novio?
— Pues claro, ¿qué pensabas?
— Ahora nos vemos.
— Adiós, preciosa.
— ¿Qué pasa? — le preguntó el bailarín a su compañera.
— Nada, ahora vamos a la comisaría, si te parece bien...
— Sí, sí, claro... ¿Seguro qué está todo bien? No sé, te veo rara...
— No te preocupes, es solo que me da miedo que no nos crean, solo eso... — comentó mientras cogía su bolsa y se levantaba.
— Seguro que eso no pasa... — le dijo mientras le daba un fuerte abrazo y colocaba su brazo derecho sobre sus hombros mientras esperaban al resto.
Emily llegó, y a los dos minutos Marc. El novio de la patinadora examinó al nuevo durante unos breves segundos, a la vez que Julie le sonreía y le abrazaba con fuerza para borrarle todas esas falsas ideas de su cabeza. Una vez todos listos, los jóvenes se dirigieron a la comisaría. La de pelos rizados tenía el corazón en la boca, por fin podría librarse de ese idiota de una vez por todas, ya no sufriría más después de aquello...
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