Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14


Emily volvió al apartamento sin ganas de dirigirle la palabra a su compañera. Nada más abrir la puerta se encontró el edificio en silencio, algo extraño debido a que solía escucharse siempre la voz de Julie de un lado para otro. Tras llegar a la cocina descubrió que su compañera había salido, dejándole una nota pegada en la puerta de la nevera.

Volveré pronto, no voy a dejar esto así. Le preguntaré a Kang.

Negó con la cabeza varias veces mientras cogía un par de botes de tomate y encendía el fuego de la vitrocerámica. Se sentía en medio de una gran batalla de la que no podría salir tan fácilmente. Pero si podía escoger bando.

Julie, mientras tanto, se encontraba en una calle totalmente desconocida para ella. Su compañero de baile le había mandado la ubicación de donde se encontraba cuando esta la había llamado para hablar de algo urgente.

— Perdón por la tardanza, es que mi... — se fijó entonces en su rostro y en sus ojos rojos, antes de seguir hablando —. Oye... ¿estás bien?

— Siéntate... — le dijo mientras se sorbía la nariz y se limpiaba una lágrima, para luego sentarse también en el borde de la carretera.

— ¿Qué te cuentas? No me dirás que ha pasado algo... ¿no te encontrarás mal después del golpe de hoy, verdad? — Kang la miraba con compasión sin entender muy bien que le podría pasar para encontrarse en esa situación. Apenas se habían hablado durante ese día y ahora se la encontraba medio llorando.

— No, no es eso... es sobre lo que dijistes de Marc...

— Ah... si... sobre eso — se colocó una mano detrás del cuello mientras se lamía nerviosamente los labios — . Y.. ¿qué quieres saber?

- Qué le dijiste y qué te dijo.

— Solo le conté que ibas en la bici y que un coche te arrasó, pero que aún no sabía si estabas bien o no.

— ¿Y qué te contestó?

— Me dijo que estaba haciendo cosas y que más tarde te preguntaría si tenía tiempo. Después colgó.

— Uah... bravo... — le dijo mientras se colocaba delante suya con lágrimas en los ojos. No podía creer que Marc tuviera razón. Se sentía una estúpida por haber confiado en el chico que tenía delante. Kang la miraba atónito, sin saber muy bien que hacer o qué decir —. ¿Pero crees que soy un juguete al que puedes liderar? ¿Una marioneta y tú eres mis cuerdas?

— No... no sé de qué me estás hablando.

— Sí, sí que lo sabes... Me has mentido a la cara, dos veces. No tuviste tiempo de contarle nada a Marc, era todo mentira.

— ¿Y cómo puedes estar tan segura de ello?

— Marc no sabía nada. Cuando se lo he comentado enfadada le iba a dar algo... y... y yo, cegada por tus palabras y por el enfado... me he enfadado con él. Injustamente.

— Pero, Julie... ¿cómo puedes creerle a él? Claro que no va a decir la verdad... ¿te crees qué es tonto?

— Eso mismo te pregunto yo a ti... conozco bien a Marc, y sé cuando es verdad lo que dice... No sé cómo pude confiar en tus palabras... Das asco, Lenni-Kang, mucho asco. — y tras aquellas palabras empezó a caminar por la carretera sin volverse ante las palabras del chico, que se levantó de golpe.

— Julie, espera... ¡Julie!

Nuestra chica se giró mientras Kang corría hacía ella. Las luces de un coche estaba deslumbrandola mientras este intentaba frenar. Kang se lanzó hacía ella al mismo tiempo que el vehículo paraba justo donde segundos antes se encontraba la bailarina. La ambulancia siguió su camino, con la sirena ahora puesta.

— ¿Estás bien?

— Sí, creo que sí...

— Menos mal...

— Gracias...

— No es nada...

Y tras aquello se levantó de nuevo del suelo y siguió andando lejos del chico. Este sonrió y empezó a seguirla.

— ¿Has visto mis súper músculos? Sin ellos no podría haberte salvado...

— Sí... sí... súper fuerza... ¿oye, puedes marcharte?

— Ay... vamos... Perdóname... yo pensaba que se lo había dicho...

-— Exacto, pensabas... pero no era así. Debo irme.

— ¿A dónde?

— A un lugar lejos de ti...

— Oh, vamos... mañana tenemos que practicar para el concurso — Julie se paró en seco y empezó a andar hacía él mientras este sonreía pensando que ya no estaba enfadada. Que había recapacitado y que el concurso los uniría.

— Ah, sí. Sobre eso... no quiero participar con un ser miserable y mentiroso como tu... díselo de mi parte a Natalie.

***

***

— Ya he vuelto...

— Hola.

— Perdón por haberme ido así tan de repente, pero quería aclarar las cosas con Kang.

— Entiendo.

— No voy a participar en el Tutú Dorado... al menos con él no.

— Estupendo.

— ¿Solo vas a decir una palabra a todo lo que te comente.?

— Puede.

— Estupendo... — y cogiendo su teléfono añadió — . Voy a llamar a Marc.

— Disfruta — una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al ver la cara de frustración de su amiga. A veces era bueno hacerla enfadar. Solo a veces.

Una vez ya en su habitación, Julie marcó el número de su novio. Deseaba poder seguir llamándolo así después de disculparse con él.

— Hola, Marc. Sé que no querrás ni escuchar mi voz, y lo veo comprensible, pero por favor, escucha esto último. Lo siento... Me he equivocado al gritarte así, eso no estuvo bien. He ido a hablar con Kang y me ha vuelto a mentir en la cara... yo... lo siento, no estuvo bien.

— Mi copito de nieve... — el nudo volvió en su garganta.

— Te quiero mucho Marc, y eso no lo va a cambiar ni nada ni nadie.

— Gracias por disculparte... tengo que colgar...

— Oh... va... vale...

Y tras aquello colgó. Julie se quedó con un mal sabor de boca. Salió de su habitación y sus pensamientos fueron interrumpidos por la risa nerviosa de Emily.

— ¿Qué haces Emily?

— Oh... nada...

— A ver... déjame ese móvil...

— ¡Ni se te ocurra!

Tras varias risas y empujones Julie sostuvo en sus manos el teléfono de su amiga. Ahí descubrió las muchas búsquedas sobre ese tal Henry que le había mandado un mensaje aquella misma tarde.

— Estas enferma tía...

— No es lo que parece... solo quiero saber si es alguien de fiar... ¿Tú no hiciste lo mismo con Kang?

— La verdad es que no...

— Claro... por eso te salió defectuoso...

— Anda, callate... ¿y qué tal? ¿Qué ha descubierto nuestra detective?

— Pues veras... nació en los Ángeles pero por motivos del trabajo de sus padres se tuvo que mudar él solo aquí. Sus padres tienen otro hijo y lo han medio abandonado. O al menos así se siente él. Es nadador profesional y... -— sus ojos recorrieron una noticia que le había notificado de repente.

— ¿Qué sucede?

Emily no respondió, tan solo se limitó a enseñarle el teléfono a su amiga con lágrimas en los ojos. Julie leyó el texto y, sorprendida, le dio un abrazo a su amiga para intentar tranquilizarla.

¿Por qué? ¿Por qué cada vez que voy a salir de este hoyo me vuelvo a hundir más? ¿Qué nadie podrá sacarme nunca? ¿Me quedaré aquí siempre? ¿Nadie podrá escuchar nunca más mi voz? ¿Me ahogaré en mis propios gritos?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro