
53. Nunca te dejaré caer
Félix se sorprendió a medias cuando su transporte llegó a la escuela y vio a Marinette ya en la entrada. Luka, su hermana y la pequeña rubia del salón ya estaban con ella, mientras que las dos chicas de la clase de Mendeleiev caminaban en su dirección.
Agradeciendo distraídamente a su chófer, el rubio se bajó del vehículo para unirse al creciente grupo.
Escuchar que Luka había estado en la casa de Marinette el tiempo suficiente para ver una película y hacer galletas, casi logra poner una mueca en sus labios.
Sí, Marinette se había referido a ellos como mejores amigos, pero ¿Y si Luka estaba interesado en algo más? No es que eso cambiara los planes de Félix (no se detenía por su primo, de quien Marinette realmente estuvo interesada, no iba a hacerlo por quién ella consideraba un amigo), la competencia siempre era bienvenida, sólo tendría que ajustar su estrategia en consecuencia.
No mucho después, estaban caminando hacia el interior de la escuela, acabando los bocadillos que Marinette les había ofrecido.
Félix disfrutaba especialmente de las galletas de avena y almendras. Y las chicas se aseguraban de que Nathaniel y Marc caminaran derechos y hacia su salón correspondiente en lugar de hacia una columna o un muro.
—Oh, oh. Merde —el siseo grosero de Aurore llamó la atención de todos.
— ¡Aurore! —Mireille fue a regañarla, cuando notó el ceño fruncido y la expresión serie de su amiga y compañera — ¿Qué-?
—Miren allá. La pastorcita mentirosa está haciendo una gran entrada —señaló disimuladamente con un movimiento brusco de sus ojos.
Lila estaba entrando a la escuela, abrazando su mochila como a un osito de peluche, con la cabeza gacha, el cabello mal arreglado, un agujero en sus mallas grises y, si se la miraba más de cerca, un maquillaje que parecía sacado de una mala película serie B de acción y peleas, tratando de pasar por moretones y rasguños.
La niña fue inmediatamente rodeada por todos sus seguidores, tanto de la clase de Bustier, como de otros grupos.
Félix escuchó el suspiro de resignación de Marinette.
—Vamos, vamos. Antes de que quedemos atrapados en la marea de estudiantes —presionó la diseñadora.
Aurore y Mireille la miraron con preocupación, recordando como la mocosa la había acusado de intoxicación premeditada. Sin nada más que hacer, entrelazaron brazos con Marc y lo llevaron a su salón después de que el medio dormido escritor colocara un beso en la mejilla de Nathaniel, probablemente sin darse cuenta.
Al menos, pareció servir para despertar un poco más al pelirrojo.
Cuando Félix le puso una mano en la espalda baja, empujándola sutilmente hacia su propio salón de clases, Marinette agarró la muñeca del paralizado artista, tratando de llevarlo con ellos —vamos Nath, puedes perder la cabeza cuando estemos dentro —trató de bromear para ocultar su inquietud.
El joven dibujante no dijo nada mientras se dejaba arrastrar por su amiga, pero el rojo de su cabello parecía haberse derramado hasta sus mejillas.
Una vez Marinette dejó a su amigo sentado y a salvo en su mesa, para que pudiera empezar a perder la cabeza sobre el lindo chico de cabello negro y ojos verdes que acababa de besarlo en la mejilla, se unió a Félix en su propia mesa y trató de parecer tranquila.
Cosa que no se sentía. Como, en lo absoluto.
Solo estaba esperando a que el hacha proverbial cayera sobre ella.
— ¿Nette? —Félix murmuró a su lado, mirándola con atención. Buscó señales de que ella estaba por tener un ataque de ansiedad o algún tipo de colapso, pero no parecía estar a ese nivel.
Sin embargo, incluso sin eso, Félix estaba disgustado con la inquietud y presión que Rossi creaba en su pretendida. Esperaba que su amenaza del día anterior hubiera taladrado su denso y terco cráneo, por lo que solo quedaba esperar y oír cuál sería la nueva mentira de la mocosa megalómana.
Si hacía tan solo una insinuación hacia Marinette, bueno, Félix ya tenía más planes en mente que los destinados al evento de su tío.
La forma en que su compañera hundió la cabeza entre sus brazos, sobre la mesa, no hablaba solamente de inquietud. Félix, de repente, notó indicios de maquillaje en la zona bajo sus ojos.
Claramente ocultando ojeras de una mala noche de sueño.
Esta vez no hubo ningún akuma al que aquejar una mala noche.
En solo unos segundos, el pacífico silencio del aula fue interrumpido por los falsos sollozos irritantes de Rossi, y las preguntas preocupadas de sus ovejas.
— ¿Qué más desearía? Pero les juro que no pude ver nada —la mocosa 'sollozó' —me detuve en medio de la acera para sacar mi teléfono de mi bolso, así que tenía la vista gacha cuando me patearon en la pierna izquierda —hizo coincidir su narración con el desgarro en su ropa —me caí hacia adelante, así que puse las manos para tratar de amortiguador el golpe, y fue cuando sentí el tirón en mi cabello —continuó sollozando, esperando un momento en que los adolescentes a su alrededor arrullaron en su preparación por ella —oh ¿Por qué tenía que ser precisamente hoy que traje el hermoso broche de flores que me regalaron? Ahora está perdido para siempre —ella lloró en voz alta.
Y Félix casi gruñó en voz alta, al mismo tiempo que Marinette se tensó. Ninguno de ellos pasó por alto la mención a un accesorio para el pelo, con temática de flores.
~∆~
Para la paz y tranquilidad de Marinette, no se hizo mucho revuelo sobre la nueva historia de Lila en la escuela. Al menos en voz alta. Más de una vez vio a muchos de sus compañeros reunidos y hablando en voz baja, con expresiones muy serias.
Marinette, no obstante, decidió que no le importaba y trató de atravesar todas sus clases como mejor pudo.
Gracias al cielo tenía un agradable y cálido compañero de siestas-durante-el-almuerzo en Félix.
Se anotó mentalmente que realmente debería decidir algo que hacer para regalarle a Félix. El chico se lo merecía totalmente.
~∆~
Era relativamente temprano en la mañana del sábado, y Alya ya se había asegurado de que sus hermanas pequeñas estuvieran bañadas, vestidas y desayunando, cuando su teléfono sonó con la canción que tenía especialmente programada para su novio.
—Buenos días, hermosa ¿Te desperté?
—Hola, guapo —la bloguera sonrió inmediatamente —no, ya llevo un rato levantada ¿Qué pasa?
— ¿Recuerdas esa nueva película de superhéroes que querías ver? —Nino empezó, con voz tentadora, a lo que Alya asintió con ilusión; la premisa de la película iba sobre múltiples héroes de todas partes del mundo reuniéndose para establecer una alianza y una base secreta —bueno, ¿adivina quién es un novio genial y consiguió entradas para la matiné?
Alya se cubrió la boca para no chillar y alertar a las niñas —no es cierto ¿Cómo lo hiciste? —aunque preguntó, Alya no le dio tiempo a Nino de contarle cómo había escuchado en una estación de radio que estaban dando boletas dobles por contestar algunas preguntas, así que llamó de inmediato; ventajas de estar al tanto de la radio para mantenerse al día con los nuevos éxitos musicales —no importa, eres el mejor, bebé —ella arrulló.
— ¿Quieres que pase por ti o nos vemos en el metro? —Nino preguntó, feliz por la perspectiva de una cita temprana.
Las miradas gemelas curiosas, dirigidas hacia su persona, hicieron que Alya se detuviera en seco —oh, en realidad, aunque realmente quisiera ir, Nino, tengo que cuidar a Etta y Ella hoy —Alya se quejó —mamá me lo pidió desde hace días. No hay nadie más en casa.
Nino hizo una mueca de simpatía, sabiendo lo dudo que era ser el hermano mayor —oh, nena, lo siento... supongo que preguntaré a los demás sí alguien quiere boletos para hoy-
— ¡No, espera! —Alya lo detuvo en seco, cuando una idea se le ocurrió —tengo una solución, no regales las boletas todavía.
Nino tarareó con interés, invitando a su novia a explicar su repentina solución.
~∆~
El sábado por la mañana resultó bastante ocupado para Marinette.
Los kwamis la ayudaron a despertar relativamente temprano, cómo ella lo había solicitado la noche anterior.
Se unió a su madre en una sesión de yoga, y un poco de artes marciales chinas antes de tomar un sólido desayuno.
Reunió el encargo de Jagged en una caja, tomo sus artículos para medición y un kit de costura portátil por si había cualquier arreglo que hacer y, finalmente, después de un poco de deliberación mental, guardó un brazalete en su bolso.
Con cuidado, salió del edificio, evitando efectivamente cualquier tropiezo en las escaleras, y sacó su teléfono; estaba por enviarle un mensaje a Luka sobre dónde quería reunirse cuando una bicicleta se detuvo justo frente a ella, haciendo repicar una campanilla.
—Buenos días, Ma-ma-marinette —Luka la saludó, apoyándose con una pierna en la acera para equilibrar la bicicleta. Su guitarra acústica estaba en la canasta delantera.
La niña suspiró ante el apodo, con una pequeña sonrisa de buen humor —buenos días, Luka. Estaba a punto de enviarte un mensaje —se inclinó para colocar un beso rápido en su mejilla —no tenías que venir por mí —cuidadosamente, colocó su caja en la canasta de la bici, muy consciente del preciado instrumento.
—No es molestia —el chico aseguró —para ser honesto, he estado pensando demasiado sobre esta reunión y me tiene nervioso —con una expresión apenada, le tendió la mano a su mejor amiga y la ayudó a subir tras él —sabía que me ayudarías a calmar mi cabeza.
Marinette resopló, aferrándose a él —Luka, generalmente soy yo la que pierde la cabeza por todo —le recordó, antes de convertir su agarre en un abrazo —aún puedes decidir que no quieres hacer esto ahora, nadie te lo reprochará.
Luka se tomó un momento para absorber el apoyo incondicional de Marinette, escuchando la canción tranquilizadora de flautas y tamboras muy sutiles que su corazón estaba cantando específicamente para él. Y no pudo evitar sonreír. Si ella supiera lo buena que era para calmarlo... no tenía palabras para explicarlo, pero Luka lo apreciaba enormemente.
—Está bien, necesito hacer esto —él la tranquilizó, cuando las tamboras empezaron a ser cada vez más fuertes, en convicción protectora —han sido muchos años en los que me pregunté sobre él y mamá nunca respondió. Después de hablar con él, lo haré con ella. Y Juleka también merece saber.
Marinette asintió contra su espalda —bien, hagamos esto entonces —ella sonrió, aunque Luka no pudiera verla.
Pero él podía sentirlo en su voz. Sonrió también, estaba a punto de empezar a pedalear cuando una voz familiar llamando a Marinette los detuvo en seco.
Ambos oji-azules giraron sus cabezas en dirección al parque al otro lado de la calle. Marinette sintió un vacío en su estómago cuando vio a Nino y Alya caminar hacia ellos, con Etta y Ella de sus manos, ¡Y Nadja y Manon a un lado!
Marinette ahogó un quejido. Ya podía sentir los problemas llegar.
Escena retrospectiva.
Alya y Nino llevaban a las gemelas en dirección de la panadería-pastelería de Tom y Sabine, cuando las niñas pusieron su atención en alguien más.
— ¡Manon! —la pequeña castaña con coletas llegó corriendo y abrazó a las gemelas antes de empezar a platicar de algo.
Alya no les prestó mucha atención cuando vio a Nadja Chamack caminar en su dirección, con una sonrisa resignada.
—Buenos días —saludó educadamente.
—Oh, Alya, buenos días, ha pasado un tiempo —la mujer saludó de vuelta — ¿Marinette está con ustedes? —miró alrededor.
—No, en realidad, íbamos a verla —Alya explicó que la necesitaban para cuidar a las gemelas unas horas.
—Oh, yo iba a pedirle lo mismo. Me llamaron para cubrir a un compañero y necesito que alguien se quede con Manon —la presentadora explicó —aunque si ya estará ocupada...
Alya le restó importancia —oh, no se preocupe, de hecho, será mejor si las niñas juegan entre ellas y Marinette solo tiene que vigilarlas.
Nadja no parecía muy segura sobre dejar a una adolescente a cargo de tres niñas llenas de energía, pero siguió adelante hacia la panadería. Vieron a Marinette justo afuera, en la bicicleta de un chico.
Nadja rezó mentalmente para que estuviera llegando a casa y no saliendo.
Fin.
— ¡Marinette!
La franco-china le hizo un gesto de disculpa a Luka mientras se bajaba de la bici, solo para encontrarse con los brazos llenos de Manon. Marinette no pudo evitar sonreír y abrazarla con fuerza.
— ¡Marinette! ¿Vas a jugar con nosotras hoy? —la niña preguntó, llena de energía y una sonrisa con un diente faltante.
Marinette parpadeó hacia ella — ¿Qué?
Nadja juntó sus manos debajo de su mentón —hola, Marinette. Me llamaron de emergencia para cubrir un evento, sé que no pude llamarte con antelación, pero esperaba que pudieras cuidar a Manon hasta la hora del almuerzo —se explicó — ¿Puedes?
Sin dejar a la chica responder, Alya añadió su propia petición —y necesito que cuides a las gemelas un par de horas ¿Por favor?
Marinette sintió un nudo de angustia en su pecho mientras Manon soltaba sus brazos para unirse a Etta y Ella —y-yo, uh, realmente lo siento Madame Chamack, Alya, pero no puedo.
Nadja suspiró en decepción, sabía que era una posibilidad sin un acuerdo previo, pero tenía esperanza; por supuesto que lo entendía.
— ¿No quieres jugar con nosotras, Marinette? —Manon preguntó, tristemente.
Marinette se mordió la lengua ante sus ojos de muñeca. Oh, cuán difícil era decirles que no —No es eso, Manon —ella se inclinó a su altura —es que ya tengo un compromiso hoy que no puedo posponer —ella señaló la caja en la bici de Luka. El chico saludó con una mano cuando las tres niñas miraron en su dirección, pero por lo demás, se mantuvo en silencio, dejando que Marinette atendiera su situación.
—Está bien, Marinette. Lo entiendo.
Marinette hizo una mueca de pena —le prometo que la próxima vez lo haré.
Nadja lo entendía, por supuesto, pero Alya no parecía estar en la misma posición, incluso cuando Nino sí.
—Chica ¿Qué es? ¿Una entrega? —teorizó — ¿No debería tomarte mucho tiempo, no? Podemos esperar unos minutos —sugirió. Aún quedaba media hora hasta la función matutina, después de todo.
Marinette se obligó a tragar el nudo en su garganta y responder —no es solo una entrega, Alya. Podría tomar un tiempo —respondió, sin mirar a su amiga ¿Seguía siendo su amiga? mientras acomodaba un moño de Manon —y ya tengo que irme —se despidió de las niñas con la mano y se levantó para volver a subir a la bici, donde Luka la recibió con una mirada suave y una sonrisa, esperando tranquilizarla tal y como ella y había logrado con él.
Alya parecía totalmente dispuesta a seguir discutiendo el tema hasta que llegaran a un acuerdo que los 'beneficiará a todos'.
Afortunadamente, Nadja pareció darse cuenta de su inconformidad.
—Está bien, Marinette. No podemos disponer de tu tiempo sin previo aviso —aseguró, dándole a Alya la mirada patentada de toda madre —no te retrasamos más. Suerte en tu compromiso.
—Gracias, Madame Chamack. Nos vemos, todos —Marinette se despidió, y Luka se puso en marcha, escuchando el suspiro de alivio que exhaló su musa.
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—Es... ¿Solo mi impresión? O Alya parece un poco... explosiva estos días —Luka sugirió, sin saber bien cómo tocar el tema o si debía hacerlo en absoluto.
Marinette apretó levemente sus brazos alrededor del chico —nosotras... tuvimos una discusión después de clases el otro día.
Luka tarareó — ¿Y cómo te sientes al respecto?
El chico prácticamente podía sentir el temblor en su voz —creo que perdí a mi amiga —ella dijo, con un hilo de voz, tan débil, que Luka casi no la escuchó.
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Encadenaron la bici en el parque cerca del hotel. Se detuvieron un momento para ver a Chloe y su madre, Audrey, saliendo del hotel hacia una limusina, hablando de compras, al parecer.
Marinette suspiró de alivio cuando la rubia ni siquiera los vio y renovó su paso al interior del lujoso edificio. Penny ya había avisado de su visita así que le indicaron el elevador sin problemas.
Durante todo el camino, Luka estuvo agarrando la mano de Marinette, tamborileando el pulgar sobre su palma a un ritmo constante y suave. Sin saber cómo ayudarlo, Marinette simplemente lo dejó hacer.
Luka había tomado su guitarra de la canasta y ahora descansaba contra su espalda; también le había arrebatado la caja y la llevaba en el otro brazo.
—Never gonna give you up —Marinette cantó suavemente, mientras miraba los números del elevador —Never gonna let you down —sintió que Luka le apretaba suavemente la mano en gratitud. Las puertas del elevador se abrieron y ellos salieron al pasillo con múltiples puertas —Never gonna run around and desert you.
—Gracias, mélodie —él le susurró, dejándose guiar por ella hasta la puerta adecuada.
Se sintió como una eternidad esperar luego de que Marinette golpeara a la puerta.
—Marinette, bienvenida —Penny fue quien los recibió. Fue bastante evidente la forma en que se congeló cuando vio a Luka a un lado de la niña.
Si ella estaba al tanto de la situación o no, Marinette realmente no podría decirlo con solo mirarla ahora mismo.
— ¡Penny! ¿Qué pasa? ¿Es Marinette? —la voz entusiasta de Jagged no tardó en oírse desde dentro de la habitación. La mano de Luka se cerró con un poco más de fuerza alrededor de la de Marinette — ¿Qué hacen en la puerta? ¡Adelante, adelante!
Marinette miró a Penny, quien parecía un poco dudosa, pero de todos modos los dejó entrar en la habitación —Buenos días —la niña saludó, tratando de mantener alguna apariencia de tranquilidad.
Honestamente, también estaba un poco nerviosa con todo esto. Nunca dudaría ni se arrepentiría de hacer esto por Luka, pero ciertamente se estaba tomando más libertades de las que debía, y podría poner al fuego su relación laboral con Jagged y Penny.
Aun así, sin importar el resultado, no elegiría otro modo de hacer las cosas.
—Netti, pequeña, llegas justo a... tiempo —Marinette pudo notar el segundo exacto en el que Jagged posó sus ojos en Luka. Su habitual emoción se convirtió en una expresión seria, pero suave, mientras miraba de su joven diseñadora a su hijo, y las manos apretadas de los dos; incluso él podía percibir el nerviosismo en ambos —Luka.
El joven, que había mantenido sus ojos bajos desde la reacción incómoda de Penny, levantó lentamente la mirada, componiendo una expresión valiente —padre —regresó.
El hombre pareció perder el aliento por un momento, solo por esa simple palabra. Fue a dar un paso adelante, pero Fang se le adelantó, rodeando a los dos adolescentes.
Marinette ya estaba medio acostumbrada, no creía que alguna vez lo estaría del todo, pero había aprendido a relajarse alrededor del cocodrilo.
Luka, por otro lado, se tensó. Obviamente sabía de Fang, pero nunca pensó tener a un cocodrilo adulto frente a él.
El enorme lagarto meneó la cola, como un cachorro frente a ambos, y empujó suavemente sus piernas en busca de afecto. Aparentemente, decidiendo que le gustaba el nuevo chico.
Tímidamente, ambos jóvenes cedieron a las demandas del animal y rasguñaron suavemente su lomo escamado.
Jagged no pudo evitar reírse —Marinette, linda, ¿Por qué no te quedas aquí con Penny un momento? Queremos tu opinión sobre la escenografía para la sesión de fotos con la chaqueta —ofreció suavemente.
Marinette apenas contuvo un suspiro de alivio, recuperando la caja de manos de Luka, después de soltarlo —por supuesto, tío Jagged —Penny se acercó a ella con su inseparable tablet en manos, y la guío a un sofá.
Fang las siguió.
Jagged se acercó a su hijo, un poco dudoso, le puso una mano en el hombro. Luka le dio una mirada llena de tantas emociones que ni él mismo podría enlistar. En silencio, caminaron hacia una de las habitaciones, dejando la puerta abierta.
Penny y Marinette los siguieron con la mirada, dejando escapar un suspiro al mismo tiempo cuando los varones se perdieron de su vista, pero pudieron escuchar el sonido de sus voces.
Penny miró a Marinette con cariño —estoy segura de que Jagged estará agradecido por esto contigo.
Marinette le devolvió la sonrisa —solo espero que todo resulte bien para esos dos.
—Yo también, linda, yo también —tarareó la mayor, antes de pasar a lo que Jagged había sugerido —ahora ¿Qué piensas de esto? Queremos jugar con algunos colores intensos, pero sin opacar la atención con respecto a la chaqueta...
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Luka ciertamente no era bueno con las palabras, o eso es lo que generalmente se decía a sí mismo, así que permitió que su padre condujera la conversación.
Jagged básicamente contó una versión más extendida y detallada de lo que había dicho cuando Truth y Líes lo habían puesto bajo su poder.
Explicó que Anarka había decidido abandonar la banda una vez que supo que estaba embarazada, diciendo que podía seguir amando la música, pero el bienestar y la tranquilidad de sus futuros hijos era más importante. Jagged mantuvo el resentimiento fuera de su voz bastante bien (tanto que incluso Luka no lo sabría si no lo estuviera escuchando directamente de su canción) cuando le explicó que su madre le había dado un ultimátum sobre dejar el espectáculo o mantenerse alejado de los bebés.
— ¿Por qué mamá haría algo como eso? —Luka no podía entenderlo, su madre amaba la música, y cualquier persona con ojos podía ver que Jagged vivía para el escenario y el espectáculo.
El hombre se frotó el rostro, con aparente cansancio —tienes que entender, hijo, que hay algunos reporteros darían cualquier cosa por conseguir una exclusiva. No todos aceptan un no por respuesta o respetan el derecho a la privacidad de las personas —explicó —tu madre y yo... realmente nunca fuimos una pareja formal. Nosotros solo... bueno...
Luka lo detuvo ahí —Está bien. Soy lo suficiente mayor para entender lo que tratas de decir. No necesito detalles, papá —le respondió, un poco incómodo.
Jagged se frotó la nuca —claro, como te decía, no éramos una pareja como tal, pero ya sabes cómo es la prensa, trataban de conseguir una declaración de que sí estábamos juntos... en una ocasión en particular, una periodista hostigó tanto a tu madre que... casi la induce a atropellar a una persona —los ojos de Luka se abrieron ampliamente —después de eso, ella estaba tan ansiosa e inquieta. Tuvo que ir al médico, y así supimos que estaba encinta...
El silencio se mantuvo por un momento tensó —tratamos de hacerlo funcionar. Me disfrazaba meticulosamente cada vez que iba a visitarla: sudaderas grandes, gorras, lentes oscuros ¡incluso pelucas! Te lo juro... fue así durante el embarazo, su nacimiento, su primer año... pero estuvimos bastante cerca de ser descubiertos un par de veces, y tu madre estaba realmente harta, así que volvió a darme un ultimátum —Luka tragó en seco, sintiendo apretada su garganta —si de algo sirve, todos estos años he estado al pendiente de que nunca les falte nada a ti y a tu hermana. Sé que no lo compensa, pero traté de persuadir a Anarka varias veces, a medida que crecían... pero nunca cedió.
Luka asintió —a veces mamá es... muy orgullosa —él ofreció —pero, papá, creo que Juleka y yo somos lo suficientemente mayores para tomar parte en esta decisión... Juls merece saber todo eso también. De ti no de mí —Jagged asintió — ¿Vendrías a casa, por favor?
Jagged suspiró —lo intentaré, hijo, pero no puedo prometer que tu madre no me lanzará por la borda —Jagged se rió —creo que recuerdas la forma en que me trató la última vez que me acerqué al Liberty.
Luka asintió con la cabeza en silencio, recordaba ese día. Vivica, su akumatización, la primera vez que Marinette confío en él para ser Viperion...
—Gracias por contarme todo, papá.
Jagged negó —merecías saberlo, hijo. Y tu hermana también.
Así que Jagged le dio su teléfono a Luka para que grabara su número en él, y pudieran hablar mejor sobre esa reunión.
Después de eso, se pusieron en pie y regresaron a la sala de estar, viendo a Marinette diciéndole algo a Penny, usando sus manos para añadir gestos amplios y exagerados. Fang hacía pereza a los pies de ambas.
—Por cierto, Luka ¿Cómo conseguiste que Marinette te trajera? —Jagged recordó, preguntando en voz baja.
Luka no pudo evitar resoplar una risa — ¿Conseguirlo? Ella fue quien lo planeó —Luka le explicó a su padre las dos opciones que Marinette le había ofrecido cuando él le contó sobre su relación familiar.
Jagged no pudo evitar reírse cuando Luka le dijo lo segura que estaba Marinette al ofrecerle cubrirlo durante el baile si era necesario —sabía que había una razón por la que me cae tan bien esa pequeña artista. Sé bueno con ella ¿De acuerdo?
—Por supuesto. Ella es mi mejor amiga.
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Después de eso, la prueba de vestuario fue bastante bien y rápida.
La chaqueta le quedaba a Jagged a la perfección, y estaba lista para la sesión de fotos, que Marinette había ayudado a mejorar a Penny, y esta ya había enviado los arreglos necesarios al equipo de escenografía.
Lo único que Marinette tuvo que hacer, fue recortar un poco la cadena con los colmillos de Fang, ya que quedaba un poco más abajo de lo que a Jagged le gustaría. Pero, para las diez y media, todo estaba listo y finiquitado.
Penny hizo la transferencia del resto del dinero acordado a Marinette y Jagged les ofreció un transporte, antes de irse para una reunión con su reciente discográfica (por supuesto que había mandado al diablo a Bob Roth. De hecho, les contó que su equipo legal estaba trabajando en una fuerte demanda al desagradable hombre, lo cual sorprendió gratamente a los dos adolescentes), pero el dúo se negó y se despidieron felizmente.
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—Gracias por todo, ma mélodie —Luka la abrazó, una vez estuvieron fuera del hotel.
Marinette correspondió el gesto con gusto, riéndose por lo sorpresivo que fue —no hay nada que agradecer —ella aseguró —estoy feliz de que todo saliera bien para ambos.
Luka negó con la cabeza, separándose un poco, para colocar sus manos en los hombros de la chica —no, de verdad. ¿Te gustaría ir por un jugo o algo? Yo invito.
Marinette negó, sonriendo. Estaba feliz de ver que el peso en los hombros de Luka se resbalaba —no necesito nada, lo juro, pero... quería preguntarte algo.
Luka la miró con atención, soltando sus hombros —dime.
Pero Marinette volvió a negar con la cabeza, esta vez con más firmeza —aquí no, ven —lo tomó de la mano y lo guío de vuelta al parque donde habían dejado su bicicleta.
El parque era bastante grande, así que la niña los condujo hacia una zona oculta entre arbustos densos y árboles. Después de mirar alrededor y lucir satisfecha con su ubicación oculta, se sentó sobre el césped e invitó al músico a hacer lo mismo.
Luka se sentó a su lado, altamente curioso.
—Yo... quería saber —despacio, soltó su mano para meterla en su inseparable bolsito, sacando algo —tu... ¿Tu oferta sigue en pie?
Allí, en la palma abierta de su mano, estaba el brazalete de la serpiente.
Luka sintió un segundo golpe de alivio en lo que iba del día —por supuesto que sí, Marinette —respondió inmediatamente, pero sin hacer ningún movimiento hacia el brazalete —sin embargo, me pregunto ¿Qué cambió?
La chica se mordió los labios, echando vistazos a su alrededor nuevamente —me di cuenta de algo que he estado pasando por alto durante semanas —ella empezó, con un poco de autocrítica en su voz — ¿Recuerdas cuando ese fan de Adrien fue akumatizado en Party Crasher? —Luka asintió y Marinette frunció el ceño, recordando una de sus últimas pesadillas —yo... fallé ese día. Fui atrapada por el akuma. El maestro fue quien repartió los miraculous para ayudarme —una pausa, un suspiro pesado —yo... no tengo ese respaldo nunca más; si caigo de nuevo, será el final del juego... y necesito ayuda —esa fue la parte más difícil de admitir, y Luka estaba silenciosamente orgulloso de ella —necesito tu ayuda, para que yo pueda ser humana, para que pueda equivocarme sabiendo que tendré la oportunidad de hacerlo mejor.
Luka se inclinó hacia adelante y apoyó su frente contra la de Marinette. Sintió su respiración pesada, y supo lo difícil que era para ella tener que compartir sus cargas, admitir que no podía manejarlo todo por su cuenta y buscar ayuda en otros.
No había nada romántico en su interacción. Luka solo quería asegurarle a su preciada musa y mejor amiga que él estaba ahí para ella, para lo que fuese. Luka nunca más quería tener que ver a Marinette derrumbarse bajo el peso del mundo; ella necesitaba respaldo, y él sería su primer pilar.
—Gracias por dejarme ayudarte —Luka suspiró de alivio.
Marinette tomó su cercanía y la usó para tranquilizarse —Luka Couffaine, este es el miraculous de la serpiente, que te dará el poder de la intuición —ella susurró —lo usarás para un bien mayor. Ayudarme a proteger Paris, y encontrar una manera de recuperar los miraculous de la mariposa y el pavo real.
Luka asintió contra ella, finalmente tomando el brazalete —cualquier cosa por ti, Marinette.
Se separaron despacio, para que Luka pusiera deslizar el brazalete en su muñeca. Sass parecía ya estar consciente del cambio, ya que saludó a Luka y se instaló en uno de los bolsillos internos de su chaqueta.
—Hice un cofre trampa para la caja de los miraculous —Marinette murmuró, después de unos momentos —te mostraré cómo abrirla, por si se da la ocasión en que no pueda transformarme y tú y Chat necesiten respaldo —le explicó —necesito anticipar cualquier eventualidad.
Luka asintió, poniéndose en pie —está bien, hagamos eso después de ir por unas malteadas —declaró, tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse —estás un poco pálida, mélodie. Algo dulce te caerá bien.
Marinette se rió entre dientes mientras permitía que Luka la pusiera en pie —de acuerdo, tú ganas... Pero yo pago esta vez ¿Viste cuánto me pagó tu padre? —ella gimió.
Luka solo pudo reírse, tanto por la inquietud de la chica ante el dinero recibido como por el hecho de que ella lo llamaba fácilmente su padre —lo hace porque reconoce lo valioso que es tu arte, Marinette —él defendió.
La niña solo hizo un puchero.
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Recuperaron la bici y, ayudados por la aplicación de mapas en el teléfono de Marinette, Luka los condujo a una agradable cafetería, no muy lejos.
Era un edificio de dos pisos, no muy ancho, con fachada de ladrillos y marcos de ventanas hechos de madera oscura, lo que daba una apariencia un poco antigua.
El primer piso tenía ventanas más grandes que el primero, desde la que se podía apreciar algunas vitrinas y muchos estantes, todos llenos de libros. El primer piso albergaba una librería.
En el segundo piso estaba la cafetería, a la que se podía acceder desde la librería, por una escalera interna, o a través de la escalera de incendios, que estaba adornada con enredaderas decorativas, y algunas flores de otoño como gladiolos, crisantemos y begonias.
Marinette apenas iba a bajarse de la bici cuando vio a una persona familiar saliendo de la librería.
— ¡Félix! —el rubio levantó la mirada, después de salir por la puerta de la librería, solo para encontrar los ojos azules más bonitos, iluminarse en su dirección.
Su corazón se calentó un poco por lo alegre que parecía Marinette al llamarlo.
Luego notó quién la acompañaba.
—Buenos días, Marinette —de acercó, pensando en darle un abrazo, pero fue sorprendido por un beso en la mejilla. La chica parecía estar de buen humor —Luka —distraídamente, inclinó la cabeza para reconocer al otro chico.
Luka le devolvió el saludo, apenas logrando contener una sonrisa divertida, mientras se quitaba el casco, aún sobre su bici.
— ¿Qué haces aquí? —Marinette le preguntó, con evidente curiosidad.
—Había encargado unos cuantos libros aquí —Félix señaló una bolsa de tela bajo su brazo —pero estaban teniendo problemas con el mensajero, así que decidí venir a buscarlos yo mismo —explicó — ¿Y ustedes? ¿No tenías una prueba de vestuario hoy?
La franco-china asintió, con una gran sonrisa en su rostro. Definitivamente de buen humor, reflexionó el rubio.
—Sí, acabamos de terminar hace unos minutos y todo fue perfecto —ella contestó de vuelta —a Jagged le gustó el resultado y todo estaba bien —Félix asintió para ella, no es que hubiera tenido dudas sobre eso; ninguna celebridad, incluso una tan excéntrica como podría ser Jagged Stone, encargaría a una diseñadora en ciernes y tan joven si no tuviera el talento para estar a la altura. Y Félix conocía el talento de Marinette —estábamos buscando un lugar para tomar una malteada —señaló con la cabeza a la cafetería del piso superior.
— ¿Quieres unirte a nosotros? —Luka ofreció, con los brazos apoyados en el manubrio de su bici,
Una mirada al rostro de Marinette decidió la resolución del británico —está bien —se encogió de hombros, ligeramente.
Solo un latido de corazón después, el suelo bajo sus pies empezó a temblar y retumbar, como si algo muy pesado estuviera caminando cerca, o una carrera de caballos estuviera a la vuelta de la esquina y en camino a ellos.
— ¿Qué rayos-? —Félix no tuvo tiempo de terminar su expresión, cuando un río de criaturas rojas se apoderó de la calle, desde la dirección opuesta en que venían Marinette y Luka, corriendo como si los persiguiera el mismísimo Satanás y chillando como murciélagos; mientras, la alerta akuma empezó a resonar por todo el sector.
— ¡Luka, sal de ahí! —el músico ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, cuando él desfile de criaturas pequeñas lo alcanzó. Su bici fue, literalmente levantada sobre la multitud de cabezas, y el chico tuvo que abandonarla para agarrarse de las manos que los otros dos estiraron en su dirección, y saltar a la acera. Sin embargo, no hubo un momento para respirar —Félix, cuidado, detrás de ti —la chica advirtió rápidamente.
El rubio no se molestó en voltear a ver. Tomando en cuenta la dirección en que miraba Marinette sobre su hombro, bajó el cuerpo, apoyando una mano en el suelo, y lanzó una patada circular, barriendo efectivamente al par de criaturas que venía corriendo de su dirección, las cuales volaron con el impacto hacia un tejado próximo.
— ¿Qué, en el infierno, son esas cosas? —Félix exclamó, viendo las pequeñas siluetas de piel roja, ¿falda? y accesorios dorados.
— ¡Sapotis! —Marinette chilló en respuesta, mientras los tres adolescentes se colocaban espalda con espalda, para cubrir sus puntos ciegos —criaturas que hacen travesuras.
— ¿Se trata de leyendas otra vez?
—No, son las hermanas menores de Alya. Suelen usar el cuento de las Sapotis para tratar de encubrir sus travesuras —la cabeza de Marinette empezó a trabajar a toda marcha para descubrir cómo alejarse de Félix para poder transformarse, hasta que otro detalle hizo click en su cabeza —Ugh, tenemos encima una cafetería ¿No es cierto?
—Eh ¿Sí? —Luka respondió primero, confundido por lo que parecía una pregunta fuera de lugar.
— ¿Por qué eso es relevante? —Félix cuestionó.
Marinette gimió —porque se multiplican como ratas al comer cualquier cosa —la chica volvió sus ojos a la cafetería del segundo piso, justo a tiempo para ver como, las dos Sapotis que Félix había pateado, se convertían en un torrente, acabando con cualquier alimento que se pusiera en su camino.
"Bueno, mierda" maldijo la niña en su mente.
Las bulliciosas cositas casi les llovieron encima, pero le dieron a Marinette y a Luka la excusa perfecta para separarse de Félix.
.
Dos minutos después, Ladybug corría a través de los tejados parisinos, tratando de descifrar que hacer con la multitud de monstruitos está vez.
Intentó llamar a Chat, pero al parecer aún no estaba transformado. Entonces, llamó a Luka.
"Eh ¿Mélodie?" le contestó torpemente.
—Sí ¿Veo que conseguiste transformarte? —ella respondió con una media sonrisa.
"Sí... ¿Esto tiene un teléfono integrado?"
Ladybug se rió entre dientes —comunicador directo entre portadores, sí, pero también se conecta con tu teléfono, así que recuerda mirar quien te llama antes de responder.
"Anotado, ma muse. Así qué ¿Qué necesitas que haga?" Viperion respondió.
—Para vencer a los Sapotis hay que romper los objetos akumatizados de las dos originales, sin embargo, es imposible distinguirlas del resto de clones —ella informó —Tenemos que encontrar a Alya o a Nino, y averiguar por qué se akumatizaron, de ese modo, sabremos cómo atraerlas; para eso también tengo que encontrar a Renart. Si ves a Chat, hazle saber esto.
"Entendido"
La chica de coletas sonrió suavemente. Se sentía bien contar con más apoyo —Ladybug, fuera.
~∆~
Ladybug encontró a Alya antes que a Nathaniel, así que, tomando un profundo suspiro, se balanceó y la levantó, llevándolas a ambas a un tejado alto.
—Alya, justo te estaba buscando.
Ladybug no esperaba la sonrisa orgullosa de la chica como respuesta, pero le hizo temer cómo iría la conversación —por supuesto, Ladybug —la miró expectante.
Esperando el miraculous del zorro, desde luego.
— ¿Qué sucedió con tus hermanas esta vez? —la heroína preguntó rápidamente.
La postura de Alya se desinfló un poco —se molestaron porque Nino y yo les dijimos que no íbamos a llevarlas al cine —resopló —nosotros íbamos a ir al cine, pero Marinette no quiso cuidar a las gemelas mientras tanto — ¿No quiso? La heroína repitió mentalmente, irritada por la elección de palabras —así que estábamos en el parque, con la hija de Nadja Chamack, y empezaron a exigirnos ir al cine —haber ganado sus dos boletos era una cosa ¿Pero tener que pagar los de tres niñas más, sin contar los dulces y palomitas? Sí, eso era un completo NO.
Aunque Alya no admitió en voz alta que podría haber estado un poco fuera de su paciencia cuando les dijo que no por segunda vez. Cuando las niñas trataron de insistir una tercera, todo se fue al sur.
Especialmente porque hubo una familia de picnic a tan solo metros de donde ellos estaban, así que las Sapotis habían empezado a multiplicarse rápidamente. Alya se había separado de Nino y Manon demasiado rápido.
Ladybug asintió —el cine, bien, eso servirá. Gracias Alya —se preparó para lanzar su yo-yo en dirección al museo Louvre, si no le fallaba la memoria, Nathaniel dijo que estaría allí ese día.
—Uh ¿Ladybug? ¿No estás olvidando algo? —Alya la detuvo, agarrando su brazo izquierdo.
Ladybug levantó una ceja en su dirección — ¿Olvidar qué?
Alya resopló — ¡Vamos! Entiendo que la última vez tuvieras que recurrir a un suplente, no pasa nada —la bloguera exclamó —pero ahora estoy aquí, lista para ayudar, como la primera vez —Alya extendió la mano, con su palma hacia arriba, claramente esperando el collar.
Ladybug negó con la cabeza. Al mal paso darle prisa ¿No? —Alya, Renart no fue un suplente. No tuve la oportunidad de hablar sobre esto con aquel akuma trovador, pero algunos de ustedes no volverán a ser portadores —Ladybug exhaló. Ahí, lo había dicho.
— ¡¿Qué dices?! —Alya gritó y, gracias a los dioses que Shadow Moth sólo puede akumatizar a una persona a la vez — ¡¿Por qué?!
—Sus identidades fueron comprometidas ante Hawk Moth la última vez que Chloe fue akumatizada —estaría eternamente agradecida de que casi todo Paris estaba bajo los efectos de Chloe al mismo tiempo y nadie sabe con exactitud lo que sucedió.
La mirada en el rostro de Alya era la definición de devastación. Algo dentro de Marinette aún se alzaba con la intención de consolar a su amiga, pero era mucho más pequeña de lo que solía ser —pero...
—Escucha Alya, esto es por tú bien y el de tu familia. Si Rena Rouge apareciera cuando tus hermanas están akumatizadas, podrías darle a Shadow Moth el impulso de apuntar a tu familia más que a cualquier otra persona en la ciudad para tratar de conseguir el miraculous del zorro, o de llegar a Chat y a mí —dudosa, colocó una mano en el hombro de la chica con lentes —no quieres someter a los que amas a eso ¿Verdad Alya?
Abrazando sus propios brazos, Alya ahogó un sollozó —no... claro que no —bruscamente, se limpió una lágrima que trató de bajar más allá de sus lentes, antes de forzar una sonrisa falsa en sus labios —al menos sé que tenía razón. Nino dijo que no me habías dado el miraculous la última vez porque estábamos con Lila en ese momento. Pero eso no importa ¿verdad? Ya que son mejores amigas.
Ahora, Marinette podría haber prescindido de esta parte. Llevaba semanas esperando que Alya preguntara sobre este tema, pero ella lo decía como si fuera un hecho, del mismo modo en que lo publicó en su blog sin dudar.
Ladybug apretó los puños, luego de retirar la mano del hombro de Alya —no tengo idea de qué estás hablando, Alya —su voz había salido más fría de lo que esperaba.
La sonrisa de Alya se volvió más genuina —vamos, Ladybug, no tienes que esconderlo. Lila me lo contó. La salvaste y se volvieron mejores amigas, eso es realmente genial.
Ladybug frunció el ceño —te repito, Alya, que no tengo idea de lo que estás hablando —ugh, Marinette pensó que Félix estaría orgullosa de ella si la escuchara en ese momento, bien podría estar emulando su tono cuando trataba con Lila —no tengo amigos civiles. Eso solo pondría en peligro a la gente —le frunció el ceño reprobatoriamente.
Alya se soltó los brazos, solo para hacer un gesto exasperado —vamos, chica, no tienes que mentirme para cubrir a Lila. Nuestra clase ya sabe lo genial que es... bueno, excepto Marinette, sigue diciendo que Lila miente o exagera —Alya resopló en su diatriba.
Ladybug arrojó su yo-yo rápidamente —no estoy haciendo tal cosa como 'cubrir a Lila'. Tal vez deberías empezar a escuchar un poco más a tu amiga Marinette —dicho eso, se fue.
— ¡Pero Ladybug-! —Alya se quedó con la palabra en la boca, viéndola irse.
Ladybug suspiró. Una última oportunidad. Si Alya no escuchaba a Ladybug sobre Lila, no escucharía a nadie.
Por favor, comprueba sus mentiras. Por favor, Alya.
Suplicó la heroína mientras se columpiaba hacia el museo. Una solitaria lágrima de ruego y esperanza rodando por su mejilla hasta perderse en la calle bajo ella.
~∆~
Afortunadamente, encontrar a Nathaniel no fue difícil. Una vez que Renart se unió a ella, corrieron para reunirse con Chat y Viperion. En el proceso, trataron de acorralar a todas las Sapotis en una sola área, pero eran realmente inquietas y se estaban volviendo un gran problema.
— ¿Cuál es el gran plan, M'Lady? —Chat preguntó, sintiéndose un poco abrumado.
Ladybug no estaba en mejor situación, parecían haber muchas más que la última vez, quizás el doble —necesitamos mantenerlas en un solo lugar para terminar con esto.
—Vamos a necesitar más que un poco de suerte para eso —Renart sugirió, mirando el mar rojo en el que se habían convertido las criaturas.
Ladybug asintió — ¡Amuleto encantado! —su amiga le arrojó un escudo moteado, aparentemente similar al del Capitán América, cuando exhibió un pequeño mecanismo lanza dardos nerf — ¡Por supuesto! —los tres chicos la miraron con alivio cuando fue evidente que tenía un plan sólido —necesitaremos una mano extra. Regresaré muy rápido, pero Renart, necesito que empieces a atraerlas —señaló el centro comercial del que estaban cerca —necesitamos una gran ilusión de un trailer de película para niños, lo que sea, pero hazlo llamativo y brillante ¿Puedes hacerlo?
Renart asintió ya imaginando lo que se le había encargado —a tu orden.
—Chat, y Viperion, asegúrense de que todas, sin excepción, vengan hacia Renart.
El gato y la serpiente expresaron su acuerdo.
Ladybug se ajustó el amuleto encantado a un lado de su cadera antes de lanzar su yoyo en una dirección familiar —muy bien, en marcha, ¡Ya!
Los tres héroes siguieron sus indicaciones al pie de la letra. En cuanto ella se fue, una explosión de colores y sonidos fuertes estallaron a su espalda, mientras que Chat y Viperion estaba gritando en altavoces que sacaron de Dios-sabe-dónde sobre la película llena de bromas y travesuras.
Cuidadosamente, Marinette aterrizó en el estrecho balcón junto a la ventana del tercer piso de un edificio de apartamentos, y golpeó.
Un joven muy sorprendido le abrió la ventana. Sus ojos verdes la miraron como evaluando si verdaderamente estaba allí.
Ladybug sacó un collar de su yoyo por segunda vez en el día —Marc Anciel, este es el miraculous del ratón, que te dará el poder de la multiplicación...
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¡No me maten por dejarlo hasta allí! Esto se estaba haciendo eterno y conseguía terminarlo xD Con más de siete mil cuatrocientas palabras, este es el cap más largo de este fic. (Literalmente el triple de un cap promedio)
Así que dejaré esto por aquí y me dedicaré a descansar el resto del sábado. Llevó todo el mes estudiando para un examen que debo presentar mañana 25 (un examen acargo de la gobernación que pretende hacer ver que la gente en este país puede conseguir trabajo sin importar a quién conozca ni el nepotismo. Vamos, que no se lo creen ni ellos, pero aún tengo un poco de esperanza en conseguir un trabajo fijo QnQ)
A partir de octubre empezaré a hacer comisiones. Les dejaré el enlace a mi Ko-fi, por si les interesa o gustan recomendarme.
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PD ¿Vieron está imagen que salió en el adelanto? Maldita sea la amo 😹😹😹😹😹 que tan pendejos tienen que estar siendo Adrien y Marinette para obtener esta reacción doble (por favor, díganme qué son ambos y no solo Marinette haciendo el ridículo COMO SIEMPRE, es lo unico que pido)
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