Un día llegó, poco después de aquel viaje, un último viaje en el que nuestros caminos por fin se encontraron. Para ese entonces yo de ti ya sabia y yo para ti tan solo no existía. Y desde ese primer día un sencillo peine fue el que una risa nos hizo compartir.

El tiempo su curso siguió y en contadas ocasiones nos volvimos a encontrar, un ¿como estas? y cuatro palabras más era toda nuestra conversación pero lo que nunca falto fue la sonrisa compartida por aquel pequeño peine con el que yo me empeñaba en dar un poco de sentido a ese peinado tan de ti.

Vuelta a vuelta los días pasaron, tú conociste a alguien y yo...yo solo me deje llevar en la imagen distorsionada de lo que quería. Nos volvimos a encontrar como siempre pero ahora él abrazado a ti y yo de la mano de ella, no tuvimos más palabras que un lejano hola y una mirada de duda, el sencillo peine aquella sonrisa sincera no volvió a mostrar.

No sé cuantas horas le robe al sueño para solo pensar en ti, ni cuantas veces la noche me acompaño en mi largo peregrinar hacia la hermosa epifanía en que poco a poco te habías convertido.

El tiempo siempre fiel observador de nuestro destino nos vio tropezar como lo hacen todos los que han caído en la trampa del amor. Lo que vivimos no era lo que anhelábamos, los dos sin saberlo algo más esperábamos. Una vida sin vida no es vivir, algo faltaba y aunque alguien a nuestro lado estaba la sensación de incompletos nos absorbía.

Un día llegó, un verano incierto pronto se despediría, y un otoño lleno de dudas comenzaría. Yo aun asumiendo lo precipitado de ayer solitario caminaba siguiendo la orilla del rio y a lo lejos una triste figura sus lagrimas de desahogo al cauce le regalaba. Nunca antes un sencillo hola tanta paz trajo consigo, una tranquilidad que por un segundo el tiempo consiguió congelar, un peine que después de tanto tiempo una risa compartida nos consiguió arrancar.

Hoy el peine descansa en algún cajón y son mis manos las que con cariño juegan con tu suave cabello mientras esa sonrisa risueña que tanto adoro se guarda en ese pequeño rincón de mi corazón.