Roto, muy roto...como ayer hoy vuelvo a ver tu mirada esquiva. Lo he dado todo y con tu poco me he conformado.

Así fui feliz, sin nada entre las manos tan solo esperando una sonrisa tuya. Pocas palabras me has dicho y aunque entre ellas nunca hubo un te quiero yo las recuerdo aun como un preciado tesoro.

Egoísta yo fui al pensar que quizás algo más podría encontrar en ti, pero iluso de mí como pretendo que una estrella a un humilde mortal pueda mirar.

Puedo decir sin pena que nunca nada tuve, pero fue al verte a ti que por un instante pensé que todo lo vacío de mi vida por fin lleno estaría de algo más importante que mi propia vida.

Dejo a mi mente perderse en la confusa sensación de no saber que fue lo que pude hacer para dejar de merecer ese melindre de atención que aún eras capaz de obsequiarme.

Roto, muy roto...me apartare y con el mismo silencio con el que a tu vida llegue así me marchare sin nada decir, solo un triste gracias desde mi resquebrajado corazón mi despedida de ti será.